Hola!
Hace muchísimos años, jugué un muy por todos conocido juego para GBA llamado "Pokemon Fire Red". Para esos tiempos, yo recién estaba empezando a conocer el Internet (vaya que fue hace tiempo!) y el fan fiction. Después de jugar este fantástico juego, y con lo mucho que siempre me habían gustado los 'Pokemons', decidí escribir un fic sobre las aventuras que mi personaje tuvo. Por cierto que yo no conocía a Blue, la chica que se puede elegir como personaje dentro de la historia, y menos conocía el manga en el cual ella hacía aparición. Por tanto, le idee toda una historia diferente, en la que es una sencilla entrenadora novata llamada Minaki, que sale al mundo, acompañada de su fiel amigo Charmazuki, su charmander.
La historia está basada en los hechos del juego. La mayoría de los personajes aparecen allí, excepto los que se darán cuenta por obvias razones. Los nombres ficticios fuera de la serie, pertenecen a mi x3 Los nicks de los pokemon, también (sí, son los que les puse a los míos -w-) El fic contaba de tres temporadas, pero solo pude terminar la primera. Por muchas razones; tiempo, inspiración y apoyo .w.
Este fic fue esrito hace ya más de 5 años.
Capítulo 1
Ese día Minaki estaba feliz. Se había despertado a las siete de la mañana, impaciente por ir al laboratorio del profesor Oak a recibir su Pokedex y sus cosas. Por fin había cumplido los diez años, y podía comenzar a ser lo que había querido desde que tenía cinco; entrenadora pokemon. Tenía que llegar a las nueve de la mañana, y en el transcurso de las horas, su madre y ella prepararon su bolso con todo lo que podría necesitar en su viaje. Cuando fueron las ocho treinta, todo estaba listo, pero Minaki se dio cuenta de que le faltaba lo más importante.
-¡Charmasuki! ¿Dónde estás?
Su pokemon seguía durmiendo cómodamente en la habitación de Minaki, y ni siquiera recordaba lo importante que era ese día. La joven subió rápidamente las escaleras y entró en su habitación. En su cama había un total desorden de sábanas, y entre un gran rollo, dormía el pequeño Charmasuki, un charmander que Minaki había recibido cuando tuvo nueve años. Estaba tan deseosa de tener un pokemon, que el profesor Oak no pudo rehusarse y le obsequió como pokemon inicial al charmander que ahora dormía muy apaciblemente.
-Vamos pequeño flojo- le dijo con ternura mientras lo levantaba entre sus brazos- hoy es nuestro gran día y tenemos que llegar temprano, ¡así que arriba!
Charmasuki, como así lo había llamado Minaki, abrió grande la boca en un bostezo que duró largo rato, luego se estiró un poco y puso su sonriente y alegre cara cuando Minaki lo despertaba.
-¡Char! ¡Charmander!
-Así está mejor, ¡vámonos rápido!
Ambos salieron de la habitación, mientras que la madre de Minaki revisaba por última vez las cosas que su hija iba a llevar. Cuando la vio aparecer con su pokemon, la miró sonriente y le dijo:
-¿Estas lista hija?
-Claro mamá- Charmasuki dio un salto muy feliz-lo estamos.
-Entonces vamos.
Minaki deseaba que su padre estuviera con ella en ese momento, pero su trabajo le impedía estar con su familia, por lo que solo podía verla durante los fines de mes.
-Te deseo la mejor de las suertes hija-recordaba las palabras de su padre-sé que serás la mejor de las entrenadoras pokemon.
Acarició la cabeza de su hija y la besó en la frente. Al día siguiente ya no estaba, y Minaki sintió que le faltaba ese enorme apoyo que significaba su padre.
Salieron de la casa y se encaminaron hacia el laboratorio del profesor Oak, en donde ya estaban muchas personas reunidas para ver qué pokemon elegiría Homaru, un chico de la misma edad que Minaki que había llegado al lugar hacía mucho rato.
-Se paciente Homaru, aún tienen que llegar Minaki y Hiro-le tranquilizaba el profesor.
-¿Y porque tenemos que esperar a la tonta de Minaki si ella ya tiene a su pokemon?-refunfuñaba el chico de muy mal humor.
-Porque aún no tiene ni su Pokedex ni sus pokebolas, además de que no le he dado las instrucciones ni consejos para que le vaya bien en su viaje pokemon.
-Que pérdida de tiempo.
-Mira, ahí viene Minaki-dijo indicando hacia el camino que llevaba al laboratorio.
Homaru siempre le había tenido algo de molestia a Minaki solo porque ella siempre llamaba más la atención; y es que ambos tenían un carácter bastante diferente el uno del otro. Ella era amistosa y simpática, él era irritable y presumido. Cuando se acercaron, el profesor saludó a Minaki y a su madre.
-Buenos días Minaki, hola Charmasuki ¿Cómo estás hoy pequeño?
-¡Char char!-respondía el pokemon animoso.
-Buenos días profesor Oak, espero no haber llegado tarde-saludó la niña- Hola Homaru, parece que llevas un rato aquí.
Minaki sonrió avergonzada de que tal vez había llegado tarde, pero Homaru la miró fríamente y le dijo:
-Por tu culpa he estado parado aquí hace horas, ¿en qué tanto pierdes el tiempo?
-¡¡Buenos días!!-se escuchó a lo lejos.
Todos miraron en dirección a un camino que llevaba al bosque, cuando apareció un joven de gorra roja que se veía algo golpeado, pero venía corriendo y con una gran sonrisa.
-Disculpen el retraso, es que mi padre me envió a buscar algunas bayas al bosque-dijo al llegar junto al grupo de gente.
-Otro más que pierde el tiempo en tonterías-se quejó Homaru.
Se trataba de Hiro, un chico de once años que también quería iniciarse como entrenador pokemon. Lo hubiera hecho el año pasado, pero lo habían castigado por escaparse de casa.
-Bien- comentó el profesor Oak- ya están aquí, vamos adentro.
Todos entraron al laboratorio, y sobre una mesa metálica había tres pokebolas. Hiro y Homaru se acercaron, y Minaki se paró al lado para ver. El profesor presionó y las pokebolas se abrieron, sacando a tres pokemons. Un Bulbasaur, un Squirtle y un Charmander.
-Homaru, elige a tu pokemon-le dijo el profesor.
Homaru se acercó a la mesa y lo pensó detenidamente.
"Los pokemon de fuego son fáciles de vencer...con pokemons de agua, de roca...mejor no, y los pokemons de planta también son fáciles, se derrotan con pokemons de fuego, síquicos, de veneno, voladores…no me conviene."
-¡Me quedaré con Squirtle!-dijo mientras alzaba al pokemon en brazos y este le devolvía una gran sonrisa.
-Bien-el profesor asintió con la cabeza- ahora elige el tuyo Hiro.
-Yo quiero a Bulbasaur-dijo el chico sin siquiera pensarlo.
Levantó en dos patas al Bulbasaur y este le sonrió tiernamente, haciéndole cariño con su cabeza y poniéndose algo rosa, lo que llamó la atención del niño.
-Profesor, ¿Qué le pasa a este Bulbasaur?
-Es que...veras, es una Bulbasaur-dijo sonriendo anchamente.
-¿UNA? ¿O sea que es…?
Hiro volvió a mirar al pokemon y vio que este le sonreía con un gesto amoroso.
-Ni hablar…-dijo sonriendo nerviosamente.
Hiro tomó a su pokemon y el profesor tomó al charmander que estaba en la mesa.
-Tú serás para alguien que hace mucho quiere un pokemon.
-¿Char?
El pokemon parecía no comprender, pero el profesor lo guardó en la pokebola y fue a su escritorio. Sacó tres Pokedex. Cada niño tomó el suyo y el profesor sacó quince pokebolas de su bolsillo, entregándole cinco a cada uno.
-Bien chicos, su aventura comienza hoy; recuerden que se enfrentarán a muchos peligros, conocerán muchas personas y tendrán muchas dificultades, pero lo más importante es que nunca se den por vencido. Sus pokemons los ayudaran en todo momento, así que no duden de ellos. Con sus Pokedex sabrán lo que necesiten sobre los pokemons que desconozcan y mientras más pokemons vayan capturando, más fácil les será llegar a sus metas. Les deseo la mejor de las suertes a los tres, y espero que nos veamos dentro de poco, y que todos estén donde quieran estar.
-Sí profesor-contestaron los tres, cada uno con su pokemon, Minaki con Charmasuki en brazos, Hiro con Bulbasaur en su cabeza y Homaru con su Squirtle colgando de su cintura.
-Por cierto Minaki-interrumpió Hiro-¿tu charmander tiene nombre no?
-Sí ¿Por qué?
-Porque también quiero ponerle uno al mío. Creo que la llamaré...Bolvi. ¿Te gusta?- le preguntó a su pokemon, quien respondió encantada.
-Le queda muy bonito. ¿Le pondrás uno al tuyo Homaru?-preguntó la niña al chico a su lado.
-Mi pokemon no necesita un nombre ridículo como los de ustedes. Yo me voy-respondió de esa forma suya, y dándose la vuelta.
Los jóvenes salieron del laboratorio donde casi todo el Pueblo Paleta los esperaba afuera.
Homaru se encaminó despidiéndose con un simple adiós.
-Bueno Charmasuki, nos vamos-dijo Minaki a su pokemon, quien respondió emocionado.
Hiro se acercó a Minaki.
-Ojalá te vaya muy bien Minaki.
-Gracias Hiro, también a ti espero que te vaya bien-le respondió ella con una sonrisa amistosa.
-Espero que nos veamos en la liga pokemon-le animó, estirándole la mano.
-Allí estaré.
Ambos se dieron la mano y Hiro tomó su camino. La madre de Minaki se acercó y le dio un abrazo de despedida.
-Cuídate hija, te quiero mucho.
-También yo mamá, adiós profesor, adiós amigos de Pueblo Paleta, voy a hacer que estén orgullosos de mí como lo hizo Ash.
-Así será Minaki- despidió el profesor Oak junto a todos los amigos y vecinos del pequeño lugar. La joven se puso en camino con su charmander a su lado, listos para comenzar su aventura, escribir su propia historia en el mundo pokemon, y llegar tan lejos como sus sueños alcanzasen.
Continuará…
