Nota: Esto será para narrar partes de avatar como a mi me hubiera gustado que fuesen o que le dieran mas énfasis, y darle una historia más centrada al amor de Aang y Katara.
Nota 2:Me presento ante ustedes soy Angel :D, Este fic es muy pequeño ya que aun estoy empezando en esto de subir fics depues de haber leido varios asi que me estoy adaptando a esto, les agradeceria mucho sus consejos, criticas constructivas o cualquier comentrio que me brinden...
"Avatar: La Leyenda de Aang" y sus personajes no me pertencen.
Capítulo 1. Dulce Despertar
Hace sólo unas horas que había escapado del Templo Aire del Sur, me sentía confundido, estupefacto ante la idea de separarme del monje Gyatso, él es más que mi mentor, es como un padre para mí, siempre dispuesto a darme consejos y desvanecer mis problemas con una sonrisa paternal.
Volaba sobre Appa mientras reflexionaba acerca de cuál debería ser la decisión más acertada, regresar al Templo y disculparme con los sabios para afrontar mi destino como Avatar o seguir mi camino a no sé dónde y escapar de los problemas, en ese momento imaginé a todos mis amigos preguntándose donde me encontraba, y si algo malo me había sucedido, me preocupe por Gytaso pues sabía que, así como yo lo veía como un padre, el me consideraba como un hijo.
En ese instante me di cuenta de mi error y decidí regresar al Templo y disculparme con todos, pero un fuerte y ensordecedor ruido me distrajo de mis pensamientos, en ese momento sentí como Appa perdía el balance y me percate que estábamos a expensas de una fuerte tormenta, lo siguiente que sentí fue el agua helada del mar y como la oscuridad nos hundía por completo.
Cerré los ojos y sentí como un enorme poder se apoderaba de mi cuerpo, era una sensación muy extraña que nunca en la vida había sentido, como si tuviera la fuerza de 10 bisontes voladores y la velocidad de 20 lobo-murciélagos, mientras más cedía a esta energía más me sentía alejado de mis seres queridos, en ese momento recordé que lo ultimo que hice antes de salir del Templo del Aire del Sur fue escribir una carta a Gyatso diciendo que me disculpara por ser tan cobarde, y que necesitaba encontrar mi destino por mi mismo, sólo espero que pueda regresar pronto antes de que la lea.
Me di cuenta que la gran energía había desaparecido y ahora me encontraba atrapado en un frío penetrante, estaba confundido, no me di cuenta de lo que había pasado y Appa estaba junto a mi pero parecía estar dormido en un sueño profundo.
Habían pasado ya dos días desde que Appa y yo quedamos atrapados aquí, en ese momento supe que lo único que me mantenía con vida era lo mismo que me metió en esta situación, pero esa energía tan increíble, ¿De dónde proviene? Y ¿Por qué me puso aquí? Y ¿Por qué me estaba salvando la vida?
Ya son 5 días, mi estomago gruñe y no me ayudaba mucho el pensar en la rica ensalada que preparaba Gyatso, vaya, no he pensado en el ni en mis amigos maestros desde hace dos días, así era mejor, gracias a que el hielo donde estaba atrapado se derretía un poco cada 2 horas no me había deshidratado pero estaba seguro que no me quedaba mucho tiempo pues cada ves sentía mas frío y pronto caería en un sueño profundo como Appa
Ya era 7 días y ahora ya no me importaba nada, solo esperaba el momento en el que pudiera descansar, sólo tomaba pequeñas siestas cada 2 días. No pasaron más de 2 horas, cuando empecé a sentir como mis parpados se cerraban y sellaban con ese frío tan intenso, y entonces me deje llevar, di un suspiro enorme y sentí como el aire que expulse se mantuvo a presión y en ese momento deje de sentir, todo se torno negro, un oscuro tan profundo, sentí mí cuerpo descansar y dormí.
Un fuerte golpe me despertó y eso me molesto un poco, el aire que se comprimió en esta esfera de hielo salio velozmente, esa energía extraña volvió a correr por todo mi cuerpo pero fue disminuyendo a medida que subía por esa pequeña rampa de hielo que se formo, mi cuerpo no tenía mucha fuerza así que me deje caer y sentí que alguien me atrapó, intente abrir mis ojos pero el hielo que tenia en los parpados me lo hizo muy difícil, pero al final logre abrirlos, la luz del sol me impidió distinguir rápidamente lo que se encontraba a mi alrededor, pero cuando ver la primera imagen, mi corazón se estremeció, palpito a mil por hora y se detuvo al mismo tiempo, una chica morena, de cabello negro, y unos ojos de color azul, un azul hermoso como el mar, me recibió con una sonrisa encantadora, y entonces supe que estaba a salvo
