El mundo pokemon estaba en crisis, la gente era tan pobre que se tenía que ir comiendo sus propios pokemon para no enflaquecer tanto en apenas unas pocas horas.

Royi Manstons: Me voy a capturar más pokemon para tener algo que echarme a la boca.

Mama: Hijo solo tienes 11..

Royi Manstons: Por eso, no quiero morirme de hambre todavía.

Mama: Hijo.. lo siento por no abortarte, la situación era muy distinta antes..

Royi: No te preocupes mamá, me voy, que tengo hambre, te enviaré pokemon de vez en cuando.. chau no te olvidaré.

Así es como Royi Manstons emprendió un viaje lleno de aventura, pokemon y sufrimiento.