Disclaimer — Star Wars no me pertenece, su historia y personajes pertenecen a Disney lamentablemente para mí.

Advertencias — Lemon.

Pareja — ReyLo (Rey/Kylo)

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Notas de la Traductora (LadyLunay)

He aquí uno de los mejores lemons que he tenido el placer de leer de esta maravillosa y candente pareja, que puedo decir… Ben y Rey desprenden demasiada química y compenetración en cada escena, palabra y mirada. He disfrutado tanto leyéndolo que me dije, oh dios, debo traducirlo para compartíroslo, y aquí estamos.

Señalar que esta historia en concreto, como la mayoría de fics Reylo, se basa en la teoría de que Rey no es una Skywalker.

La autora original en inglés es WillowsWisp, una grandísima escritora, y muy maja persona, quien me ha concedido su permiso para poder traeros esta joyita y de la cual os diré que si no habéis leído nada, hacedlo, es muy buena.

Sin más que añadir, os dejo disfrutar de la lectura!

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Liberación

Sinopsis

Traducción - Kylo Ren ha estado visitando a Rey cada noche en sueños, exigiéndola que vaya a él y se convierta en su aprendiz. Noche a noche Rey se niega, siendo cada vez más duro, ya que siente algo por él. Una noche Kylo le suplica que vaya a él, prometiéndola placer y poder, y Rey se niega. Enfurecido, Kylo promete que la encontrará y habrá consecuencias. /REYLO/ Lemon.

¿Cumplirá Kylo Ren su promesa? y si consigue encontrarla, ¿qué castigo le espera a Rey?

Reylo Smut—One-shot.

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Notas de la autora (WillowsWisp)

Este fic es Reylo y desvergonzadamente obsceno; si alguna de las dos cosas te ofende, te sugiero que dejes de leer ya. Esta historia está dedicada a mi seguidora favorita de Tumblr, Deathbyhook, quien siempre me anima a mi y a escribir mis historias. Si no lo has hecho aun, échale un ojo a la historia Echos!

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Capítulo 1

Sueños

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Soñaba con él cada noche.

Desde su pelea contra él en la agonizante base Starkiller en la que lo dejó tirado sangrando sobre la nieve, Rey supo que había sobrevivido a la destrucción del planeta de alguna manera, a pesar de estar gravemente herido. No había habido ninguna noticia sobre él para confirmar que ciertamente hubiera sobrevivido, pero Rey podía sentirlo. No entendía cómo podía saberlo, pero se sentía mejor sabiendo que la general Organa tampoco creía que él hubiera muerto en medio de la destrucción causada por la Resistencia.

Sentía que si alguien podría saberlo aunque fuera únicamente por intuición, habría de ser su propia madre, sin importar cuánto tiempo hubiesen estado separados.

Los sueños comenzaron apenas un mes después del inicio de su entrenamiento en Ahch-to; cada noche él se aparecía mientras dormía, y su maestro, Luke Skywalker era consciente de los sueños que estaba teniendo con su sobrino, siendo su respuesta a ello la meditación. Sin embargo, no importaba cuánto tiempo pasara Rey meditando, tratando de aclarar su mente e intentando sacarlo de su cabeza o de que se entrometiera en sus sueños, cada noche él reaparecía. Incluso había tratado de no dormir, tratando de mantenerse despierta durante horas y horas, pero eso solo la había hecho sentirse vulnerable y débil.

Cuando no dormía era una Padawan inútil, una que no podía concentrarse en lo que el maestro Luke la indicaba que hiciera.

Cada noche, tan pronto su mente se hundía en un sueño tranquilo, él aparecía como un fantasma. La primera vez que soñó con él, estuvo aterrorizada. Comenzando cerca del nacimiento de su cabello y descendiendo por su mejilla hasta su cuello había una cicatriz terrible, y ella se había quedado sin aliento al verla, sorprendida por la marca rojiza que desfiguraba su rostro. No lo volvía completamente espantoso, pero le añadía un halo más brutal.

—Pareces sorprendida por mi apariencia —comentó él moviéndose hacia ella, y a cada paso que daba, Rey retrocedía—. ¿Qué creías, que cortarme con una espada laser en la cara no dejaría ningún daño permanente? —sonrió, continuando.

—Has venido para hacerme daño —siseó Rey, preparándose para un ataque.

—No, en absoluto —explicó—. Estoy enfadado por lo que pasó, no te equivoques, pero no pretendo castigarte; no te culpo.

Rey se mordió el interior de la mejilla, intentando mantener su fachada de valor frente al monstruo que tenía enfrente.

—¿Entonces por qué estás aquí, si no es para dañarme? —dijo cruzando los brazos sobre el pecho y alzando la barbilla.

Kylo Ren se acercó de nuevo, y Rey se quedó quieta, cautelosa de cualquier movimiento repentino que él pudiera hacer; no le mostraría temor retrocediendo, pero pesar de su esfuerzo aún se sentía intimidada por él. Sentía que le estaba diciendo la verdad, que no estaba allí para herirla, pero que seguía siendo mucho más fuerte que ella.

Su cuerpo se alzaba sobre el suyo, haciéndola sentir increíblemente pequeña. Él alzó su mano enguantada para tocar su rostro, como cuando la interrogó en la Base Starkiller, pero antes de que sus dedos pudieran llegar a rozar su mejilla ella levantó su propia mano y le apartó. Y hacerlo fue un error, pues Kylo usó la otra mano para sujetarle la muñeca, aprovechándose de su ventaja en tamaño, forzándola a retroceder. Rey se quedó sin aliento cuando su espalda chocó contra el muro, pues ahora estaba atrapada entre la pared y su cuerpo.

Él entonces la agarró de ambas muñecas con una mano, inmovilizándole los brazos sobre su cabeza, se inclinó y tocó su frente con la suya.

—Porque necesitas un maestro —respondió finalmente con un susurro, haciendo que ella sintiera su cálido aliento sobre la piel.

—Ya tengo uno —espetó Rey, luchando en vano para liberarse de su agarre.

Kylo Ren se burló.

—Me refiero a un maestro adecuado —dijo.

—Luke Skywalker es un buen maestro —respondió ella bajando la cabeza, indignada.

—Si fuera tan grandioso como tú lo pintas —se rió él—, ¿estarías en esta posición ahora mismo?

Rey entonces abrió la boca para replicar, pero terminó quedándose en silencio, y él tomó su silencio como derrota, sonriéndola. Ella apartó la mirada de él, resoplando, y Kylo usó su mano libre para mover su rostro hacia arriba de nuevo, haciendo que lo mirara.

—Olvidas que Luke Skywalker fue quien me entrenó. Recuerda, Rey, cuando me llames monstruo… que cada monstruo tiene un creador —explicó, y sus palabras la enfurecieron.

—¡Tú...! ¡vas a quedarte ahí culpando a tu tío por las cosas horribles que has hecho! —le gritó.

Él la ignoró y continuó hablando.

—Eres más poderosa de lo que crees, tienes tanto potencial… y sin embargo lo desperdicias permitiendo que ese viejo necio te entrene.

—¡Vete! —gritó Rey luchando contra él más fervientemente que antes.

Ya no quería lidiar con Kylo Ren, quería que se fuera y no regresara.


Rey despertó del sueño jadeante y empapada en sudor, mirando a su alrededor por la habitación, descubriendo que estaba sola en la oscuridad. Kylo Ren no estaba a la vista. Mientras se sentaba en la cama tratando de calmarse, podría haber jurado que oyó una voz familiar susurrarle.

Volveré, cielo

Y volvió.

Cada noche acechaba sus sueños intentando convencerla de que dejara a Luke Skywalker y fuera con él. Una y otra vez le decía que sería un mejor maestro para ella que su tío, que a su lado aprendería los caminos de la fuerza y poseería un poder con el que tan solo podía soñar. Cada noche Rey rechazaba su propuesta, y cada vez podía sentir que su resolución se debilitaba; con cada visita sus interacciones se volvían más cómodas, y Rey descubrió que ya no retrocedía cuando él se acercaba.

Cuando Kylo se sentaba a su lado en su cama ya no se levantaba rápidamente para alejarse de él, cuando rozaba la punta de sus dedos suavemente sobre su mejilla, ya no se apartaba como si quemara.

Eso era lo que aterrorizaba a Rey al irse a dormir cada noche, no que Kylo eventualmente encontrara el camino a sus sueños, sino el que comenzaba a sentirse a gusto en su compañía. Su aceptación e incluso el que en ocasiones le diera la bienvenida a su presencia, eso, la asustaba. ¿Se estaba perdiendo a si misma? ¿perdiendo todo en lo que creía por este monstruo? ¿estaba el lado oscuro tentándola con éxito?

A veces se encontraba a si misma anhelando la presencia de Kylo, la compañía de su enemigo.

Eso no estaba bien, se suponía que no debería sentirse así por un hombre tan inhumano que había asesinado a su propio padre justo ante sus ojos. Han Solo, quien con su último aliento se había acercado y tocado la cara de su hijo; el hijo al que había estado tratando de convencer para que regresara del lado oscuro porque creía que todavía había algo bueno en él. Incluso después de que él asesinara a su esposo, la general Leia todavía creía que su hijo aún tenía luz en él.

Rey se preguntó si no habría límites para el amor de una madre, si Kylo Ren podría hacer algo tan horrible como para que Leia lo abandonara. Si Leia no se atrevía a despreciar realmente a su hijo después de todo el dolor que había causado, ¿cómo se suponía que podría hacerlo Rey? entonces, para negar los sentimientos que había desarrollado involuntariamente por él, dejaría de dormir.

Cuando su cansancio finalmente llegó a ser demasiado y se dio por vencida, Kylo Ren la estaba esperando. Estaba tanto divertido como molesto por sus actos, así como por sus intentos de evadirlo.

—¿Por qué te haces esto a ti misma? —preguntó con un deje de desilusión tiñendo su tono.

Ella lo ignoró y cruzó sus brazos infantilmente sobre su pecho mirando a la pared, fingiendo no oírlo; entonces lo escuchó suspirar, sintiéndolo acercarse. Estaba sentado a escasos centímetros de ella, pero aún se negaba a mirarlo cuando sintió sus dedos envolverse alrededor de su barbilla. Lentamente movió su cabeza haciendo que lo mirara, observándola con ojos oscuros.

—¿Por qué me evitas, Rey? —inquirió, y ella trató de apartar su mirada nuevamente, pero él no se lo permitió.

Rey se pasó la lengua por los labios secos y luego mordió el inferior, arrancando la piel muerta entre los dientes; respiró hondo, y con todas sus fuerzas apartó a Kylo Ren de ella. Él se tambaleó hacia atrás, sin esperar el ataque, pero no le hizo tanto daño como ella había esperado. Ella esperaba que él se hubiera enfadado por arremeter contra él para alejarlo, pero todo lo que hizo fue reírse. Rápidamente caminó hacia ella y le tomó la cara entre las manos, no lo suficientemente fuerte como para causarle dolor, pero tampoco fue gentil.

Sus manos eran del mismo largo que su cara entera, y Rey no tenía dudas de que podría usarlas para aplastar su cráneo si quisiera.

—La meditación que Luke Skywalker te tiene practicando día tras día parece no estar funcionando —dijo y se rió secamente.

El enfado de la joven le divertía, era una prueba para él de que su tío era un inútil como maestro para ella.

—No eres real —espetó la joven luchando por liberarse de su agarre, y él apartó una mano de su rostro para envolver su brazo alrededor de su cintura, acercándola más a él.

—Soy muy real. Esto, es real, Rey. Estamos conectados, tú y yo —enfatizó Kylo, abrazándola mientras ella luchaba por alejarse.

—Solo eres un sueño —gritó, negándose a creerlo.

Él se rió de ella condescendientemente, y Rey levantó su mano para abofetearlo, pero él la agarró de la muñeca antes de que pudiera rozar siquiera su mejilla. Ella entonces le gruñó como un animal salvaje enseñando sus dientes, y eso solo lo divirtió más; a ese punto ella no estaba segura de si estaba más enfadada con él o consigo.

—Puede que estemos en un sueño, pero soy muy real, estoy aquí contigo —insistió.

Rey sacudió bruscamente la cabeza, negando sus palabras y sus implicaciones. Cuando finalmente lo miró, él estaba sonriéndole, con una chispa brillando en sus ojos. Estaba disfrutándolo, disfrutando de sus reacciones a sus revelaciones; y aún no había terminado con ella, por lo que continuó con su retorcido juego de decirle verdades que no deseaba escuchar.

—¿Sabes cuál es la mejor parte de todo esto, mi parte favorita? —se burló, sonriéndola con aire de suficiencia.

—¿Cuál? —soltó Rey a través de sus dientes apretados, hirviendo.

Él bajó su boca hasta su oreja, susurrando entonces oscuramente sobre ella.

—No podría llegar a ti cada noche si tú no me lo permitieras —dijo.

—¡Mientes! —gritó ella usando todas sus fuerzas para empujarlo, y él cayó al suelo, pero como aún la tenía abrazada, Rey cayó con él.

Ella aterrizó sobre su cuerpo en un revoltijo desordenado, alzandose para alejarse de él, pero Kylo la giró hasta que quedó tendida sobre su espalda, colocando sus piernas una a cada lado de ella, usando su cuerpo para sentarse encima e inmovilizarla en su sitio.

—¿Por qué habría de mentirte? —se burló, moviéndose sobre ella, mirándola con ojos salvajes.

—Porque eres cruel —espetó ella.

—Si realmente crees que soy cruel, ¿qué dice eso de ti, la mujer que voluntariamente me permite entrar en su mente? puedes negarte a dormir en un vano intento de evitarme, pero ni siquiera podría ser capaz de estar aquí si tu no quisieras que lo estuviera. Miéntete a ti misma cuanto quieras, Rey, pero en el fondo quieres que venga a ti —dijo él, disfrutando de sus revelaciones.

—¿Por qué no me dejas tranquila? —contraatacó ella, retorciéndose bajo de él, intentando liberarse.

—Ya sabes por qué —respondió él, su tono casi aburrido de ella y de esa conversación.

—Porque necesito un maestro —respondió ella imitándolo, burlándose de él y de sus intentos de convencerla para que se convirtiera en su aprendiz.

Las fosas nasales de Kylo Ren se dilataron mientras la miraba fijamente, sus labios separados ligeramente, y Rey pudo ver que tenía los dientes apretados; estaba enfadado con ella.

Rey aún estaba bajo él, mirándolo respirar livianamente en un intento de calmar su ira. Se preguntó si eso no sería alguna técnica que Luke le había enseñado hace mucho tiempo para controlar su ira, cuando él era su padawan, y aún lo llamaban Ben. Su atención se centró en ella entonces, y ella se preguntó brevemente si habría visto sus pensamientos. Si los había visto decidió no hacer ningún comentario, riendo entre dientes, moviéndose para que su rostro quedara posado sobre el suyo.

Kylo colocó una mano sobre su mejilla y lentamente la deslizó por su cuello, sus dedos descansaron sobre el pulso en su garganta, y la miró con tal intensidad que logró que se sonrojara.

—He sido tu maestro durante un tiempo ya, Rey —explicó, y los labios de Rey se separaron levemente, oportunidad que Kylo aprovechó para pasarle el pulgar por el labio inferior—. ¿Por qué crees que Luke Skywalker no entrena contigo? porque me ve en ti, en tus movimientos, mientras empuñas la espada. Nuestro vínculo te está haciendo aprender de mí sin que ni siquiera te des cuenta de ello.

Rey no respondió, demasiado sorprendida como para pensar en una respuesta.

Había creído que su habilidad natural mientras empuñaba un arma provenía de los muchos años usando su bastón en Jakku; y si bien eso podía haber influido, no pudo evitar preguntarse si lo que él había dicho era cierto. Explicaría las miradas cansadas que Luke le daba en ocasiones, como en aquella ocasión en que giró la vara que él le había dado para entrenar sobre su cabeza y luego giró su cuerpo. ¿Podría el lazo a través de la Fuerza entre ellos del que Kylo hablaba ser real? Si había un vinculo entre ellos, ¿lo habría estado usando Kylo para influir en su entrenamiento?

—Entonces, ¿qué quieres de mí? —inquirió Rey, mirándolo furiosa.

Los ojos de Kylo se oscurecieron.

—No juegues a hacerte la ingenua, Rey, no es propio de ti —se burló.

Rey comenzó a protestar por su afirmación de que se estaba haciendo la tonta, pero sus palabras se transformaron en un grito ahogado cuando él empujó sus caderas contra las de ella y sintió algo duro contra su muslo. Lo miró entonces con los ojos muy abiertos, pues por ingenua que fuera a veces, no era tan estúpida como para no entender exactamente qué era lo que había sentido. Kylo estudió su rostro mientras la joven lo miraba con ojos abiertos como platos, nerviosa. Su piel estaba acalorada; podía sentir su pulso en su garganta acelerarse bajo sus dedos, así que movió sus caderas sobre las de ella de nuevo, siendo recompensado con un pequeño jadeo, uno que ella había intentado contener.

Estaba avergonzada de sí misma, irritada porque su cuerpo la traicionara de esa manera, y él sabía que ella estaba disfrutando de su toque, sintiéndose eufórico por ello. Deslizó la mano por su cuello y sobre su escote hasta tocar ligeramente el costado de uno de sus pechos; entonces un escalofrío la recorrió la espalda, y Kylo se movió sobre ella nuevamente, rozando su pezón que se había endurecido debajo de su túnica.

Rey se mordió el labio haciendo todo lo posible para evitar que otro gemido escapara de sus labios, y Kylo apartó su rostro del de ella, moviéndolo hacia su cuello, empujando ahora fuertemente sus caderas sobre las de ella, pellizcando su pezón a través de la tela entre su pulgar y su dedo, besando su cuello. Rey jadeó más fuerte entonces, haciendo que Kylo lo tomara como estímulo para continuar, embistiendo contra ella sin hacer ninguna pausa en sus movimientos que midiera sus reacciones.

Continuó moviéndose sobre ella, besando su cuello, lamiendo y mordiendo la piel sensible, y la espalda de Rey se arqueó alzando su cuerpo hacia arriba, acercándose a su toque. Finalmente la joven levantó la mano enredando sus dedos entre el cabello oscuro y despeinado, atrayéndolo más cerca. Kylo apartó la mano de su pecho alzándola hacia su cabeza, enredando los dedos con su pelo alzando su rostro para que sus labios se encontraran.

Pero no fue suave y dulce como ella había esperado que sería su primer beso, en lugar de ello sus labios se presionaron firmemente contra los suyos.

Él tiró de su cabello y sus labios se abrieron ligeramente al jadear, momento que él aprovechó para profundizar el beso, donde sus lenguas se encontraron luchando por el dominio del uno sobre el otro. Rey empujó sus caderas contra las suyas y Kylo gimió en su boca. Pero al cabo de un rato se encontró mareada por la intensidad del beso, intentando alejarse para tomar aliento, pero él la mantuvo en su sitio haciendo que ella lo empujara, tratando de que se detuviera para poder respirar. Finalmente él captó la indirecta rompiendo el beso y jadeando, separándose para tomar aire.

—Ven conmigo —pidió Kylo entonces, apoyando su frente sobre la de ella—. Ven a mí y te lo daré todo. Puedo darte placer. Puedo darte poder. Ven conmigo, y todo lo que desees será tuyo.

Rey tomó aire profundamente mordiendo su labio inferior, hinchado por el beso.

No estaba en el estado más adecuado para considerar su petición; su mente aún estaba desorientada por todo lo que acababa de pasar. Tenía miedo de descubrir que quería irse con él, pues en los últimos meses había empezado a sentir algo por ese hombre, algo de lo que estaba demasiado avergonzada como para admitirlo incluso ante sí misma. Entonces cerró los ojos y se alejó de él.

—No puedo —murmuró.

Lo escuchó entonces gruñir exasperadamente y golpear su puño contra el suelo, volviendo a sujetar su rostro, esa vez con más brusquedad que antes, sus dedos clavándose en sus mejillas. Le alzó la cabeza para que volvieran a mirarse. Sus ojos parecían salvajes, y los suyos se abrieron de asombro al ver lo depredador que él parecía.

Finalmente bajó su rostro hacia el suyo, gruñendo.

—Escúchame, Rey, te encontraré y cuando lo haga habrá consecuencias por tu negativa. ¿Me has entendido? voy a recorrer toda la galaxia buscándote, y cuando te encuentre, te arrepentirás de haberme rechazado. Te lo prometo, la próxima vez que nos veamos no será en tus sueños, y me rogarás por liberación.

Y con esas palabras, presionó agresivamente sus labios contra los de ella, para afirmar aún más su terrible promesa.


Rey despertó del sueño sentándose rápidamente en la cama agarrándose el pecho.

Su corazón latía apresuradamente y su respiración era errática y enfebrecida, y se apartó el cabello de la cara, empapada en sudor antes de volver a tumbarse. Su cuerpo estaba húmedo por la transpiración, sus mejillas sonrojadas, y había en ella además otra clase de humedad que no era sudor. Se giró hasta quedar tendida de lado, llevando sus rodillas hasta el pecho; ese sueño había sido tan realista que se cuestionó si habría sido un sueño en absoluto, preguntándose si lo que Kylo Ren le había dicho sería cierto, que había una conexión entre ellos y que la usaba para visitarla mientras dormía. Negó con la cabeza ante la idea.

A la mañana siguiente Rey despertó sintiéndose renovada, después de ese sueño, esa había sido la primera noche en mucho tiempo en la que había podido dormir con tranquilidad.

Se sentó y estiró, con una pequeña sonrisa en su rostro. Puso sus pies en el suelo fresco y caminó hacia la tina, planeaba bañarse y lavarse los restos de su sueño de la noche anterior. Se tomó su tiempo en la bañera, pues disfrutaba de la sensación del agua corriendo por su piel, librando su cuerpo de cualquier rastro de sus sueños. Cuando hubo terminado, Rey se vistió con su habitual túnica gris antes de dirigirse al comedor, donde comían juntos ella y Luke.

Rey lo saludó, su tono más alegre de lo que había sido en meses, sin embargo, su maestro no respondió; mantuvo los ojos clavados en la mesa mientras ella se sentaba a su lado y comenzaba a desayunar la comida que él le había preparado.

—Rey, partirás hoy hacia la base de la Resistencia para ver a Leia —informó.

Ella dejó de comer, posando la cuchara sobre la mesa.

De repente sintió la boca terriblemente seca, los músculos de su garganta se tensaron y le dolió tragar. Rey apartó sus ojos de la comida en su plato y miró a Luke que al fin había alzado los ojos para mirarla. Se sentaron en silencio mirándose el uno al otro, esperando que uno apartara la mirada o rompiera el silencio incómodo que los rodeaba, y ella no pudo soportarlo más.

—¿Por qué me envías con la General Organa? —dijo Rey cuando finalmente logró apartar el dolor de su rechazo lo suficiente como para cuestionar su decisión.

Luke respiró incómodo antes de contestar tranquilamente.

—Debido a que, Rey, he de reconocer que como madre y mujer, ella es más adecuada para proporcionarte guía en ciertas situaciones que yo —dijo.

Lo sabía.

Él lo sabía.

Exteriormente Rey se mostró serena y apática ante su respuesta, pero en su mente, estaba gritando de pánico. No importaba lo que dijera Kylo Ren cada vez que aparecía en sus sueños, su tío no era ningún estúpido; Luke estaba al tanto del sueño que había tenido con su sobrino la noche anterior, de que lo había imaginado besándola, tocándola en los lugares más íntimos.

Sus ojos se abrieron y sus manos temblaron, estaba completamente mortificada. Evitó su mirada y se centró en su respiración, tratando de calmarse, sintiendo que Luke colocaba su mano izquierda sobre la suya, temblorosa. Su toque fue constante y mantuvo su mano sobre la de ella hasta que logró tranquilizarse.

—Esto no es un castigo, Rey. Si en el futuro sientes que puedes continuar tu entrenamiento, puedes volver —prometió Luke.

Rey no lo miró, sencillamente inclinó la cabeza y le dio una pequeña sonrisa forzada antes de levantarse y caminar hacia su habitación para recoger sus cosas.

Se despidió de Luke y le transmitió su agradecimiento por permitirle ser su padawan, incluso si había sido apenas por un breve tiempo. Dio media vuelta para bajar los escalones de piedra y encontrarse con su escolta de regreso a la Base de Resistencia, pero fue detenida por una mano mecánica que le sujetó el antebrazo.

Se volvió para mirar a Luke, que la miraba solemnemente mientras ella esperaba para que le dijera por qué la detenía. Él no apartó la mirada de sus ojos cuando tomó su mano, girándola para que su palma mirara hacia el cielo grisáceo, entonces sintió el peso familiar de una espada laser ser posado sobre ella.

—Esto te pertenece, Rey. No importa quién más intente reclamar esta espada, te eligió a ti —proclamó él—. La necesitarás en tu viaje... que la fuerza te acompañe.

Rey asintió con la cabeza sonriéndole con sinceridad ahora, le ofreció una vez la última breve inclinación de cabeza antes de darse la vuelta y comenzar a alejarse.

Abrió su bolsa y metió la espada láser mientras tomaba aliento cansada, antes de comenzar su largo descenso por los escalones de piedra. A medida que sus pies se posaban sobre cada losa de piedra, Rey no podía evitar lamentarse de cómo estaba yendo en sentido contrario. No había pasado demasiado tiempo desde que había subido esos escalones, sacado la espada y tendidó a Luke Skywalker. Ahora él la enviaba de vuelta a la Base de Resistencia con la espada laser nuevamente en su poder, más perdida de lo que había estado cuando llegó a Ahch-to.

Antes de que todo aquello sucediera, antes de que hubiera corrido por el bosque de Takodana y se hubiera encontrado con Kylo Ren, la amiga de Han Solo le había dicho unas palabras que Rey había meditado muchas veces desde entonces. "El lugar al que perteneces y que buscas no está detrás, sino delante". Qué equivocada había estado Maz; ella había seguido adelante, dejando a Jakku y todas sus esperanzas de regresar con su familia, y sin embargo no estaba más cerca de descubrir a dónde pertenecía.

Terminó finalmente de caminar por los largos y sinuosos escalones, encontrando abajo una cara amistosa esperándola para escoltarla de vuelta a la base. A pesar de todas las dificultades con las que había lidiado esa mañana, no pudo evitar sentirse emocionada por su presencia.

—¡Chewie! —exclamó la joven alegremente y el Wookie rugió feliz por su saludo.

Mantuvo los brazos abiertos y Rey se lanzó hacia él alegremente, abrazándolo. Lo había echado de menos, los había extrañado a todos en los últimos meses. Se había mantenido en contacto con ellos, pero no era lo mismo que tenerlos presentes.

La espalda de Finn había sido fusionada con partes mecánicas para reparar el daño causado por la espada laser de Kylo Ren durante la pelea en la Base Starkiller. Rey se había sentido muy culpable; Kylo tan solo había jugado su numerito con él, mientras que lo peor que le había hecho a ella había sido arrojarla usando la fuerza contra un árbol, dejándola inconsciente.

El día en que Finn despertó de su coma la contactó; el miedo a la Primera Orden, una vez tan prominente en él, había desaparecido y había sido reemplazado por una determinación de luchar. Sus ojos marrones brillaban con una chispa cuando hablaba de los planes de entrenamiento para luchar con la resistencia en cuanto pudiera caminar, y ella había sonreído ante su entusiasmo, pues había encontrado un lugar donde pertenecía en medio de todo el caos de la galaxia.

Hablaba de Poe a menudo, con un tono que expresaba algo más que admiración por el piloto al que le debía su rescate de la Primera Orden. Rey se alegraba por su amigo, pero una pequeña parte de ella estaba celosa. Finn había encontrado el lugar al que pertenecía tan fácilmente en comparación con ella, y no tenía dudas al respecto. Se había enamorado del héroe, de alguien cuya luz hacía que la suya brillaran aún más.

Rey deseó que hubiera sido tan sencillo para ella, que sentía una atracción por Kylo Ren que continuaba creciendo cada vez que su subconsciente lo invocaba mientras dormía. Su visión podía que compartiera muchas cualidades con él, incluyendo su propensión a los ataques de ira, pero también poseía una vulnerabilidad que creía que el Kylo Ren real era incapaz de sentir. Sería ingenuo por su parte creer que podía usar su luz para iluminar su oscuridad, pues sabía en el fondo que si se entregaba a él, su oscuridad la dominaría y consumiría su luz.

Lo que más preocupaba a Rey era que una parte de ella quería que esto sucediera, estaba tentada por la idea de encontrar su lugar en la galaxia junto a Kylo Ren.

Sin embargo sus pensamientos fueron interrumpidos por un rugido de Chewbacca, haciendo que mirara al Wookie.

—Sí, estoy lista para irme —respondió, sonriendo confiada.

Siguió al enorme Wookie hasta el Halcón Milenario, la nave que habían llevado a la isla en la que Luke Skywalker había estado escondido en solitario durante tanto tiempo.

El espacio dentro se sentía vacío, así que se dirigió a la cabina, sentándose en el asiento del copiloto junto a Chewbacca. Activó los interruptores necesarios y la nave cobró vida, lista para llevarlos de regreso a la Base de Resistencia, donde la General Organa la estaría esperando. Mientras sobrevolaban varias estrellas y planetas, Rey trató de imaginar el qué discutirían durante su reunión con Leia cuando llegara a la base. Se preguntó de hasta que punto de la situación estaría enterada, qué sería lo que le habría dicho exactamente Luke a su hermana en relación a los sueños de Rey sobre su hijo.

Y de pronto, las luces parpadearon en la vieja nave antes de apagarse por completo.

Los pensamientos de Rey sobre su encuentro con la General desaparecieron mientras se concentraba en tratar de arrancarla de nuevo, y los diversos métodos que estaba probando estaban fallando, ninguno de los paneles funcionaba. Rey se levantó de su silla y se volvió hacia su copiloto.

—Voy a ver cuál es el problema —dijo a Chewbacca.

Él asintió y continuó probando diferentes interruptores en el panel de control. Antes de salir de la cabina Rey vio su bolsa, e hizo una pausa mirándola fijamente, luego decidió sacar la espada antes de irse a investigar la nave. Colocó el mango del arma en su cinturón antes de caminar hacia el pasillo principal, que estaba completamente oscuro en toda su longitud, teniendo dificultades para abrirse paso. Rey decidió encender la espada entonces, usándola como fuente de luz para guiarla a través de la oscuridad, y el azul brillante iluminó el corredor lo suficiente como para que pudiera dirigirse con seguridad al cuarto de mantenimiento.

Cuando ya estaba por llegar, escuchó un fuerte ruido de eco, y ya había escuchado ese ruido en el Halcón Milenario antes, cuando Han Solo y Chewbacca habían atrapado y subido a bordo la vez que Finn y ella robaron la nave. Entonces Rey cambió de dirección, dirigiéndose de nuevo a la cabina de mando para ver quién acababa de abordar, caminando cautelosamente hacia su destino, tratando de amortiguar el sonido de sus pasos lo mejor que podía.

El bello en su nuca se erizó, su cuerpo hipersensible a su entorno. Rey dobló la esquina sobresaltándose al encontrarse cara a cara con una figura familiar; y allí, frente a ella, ataviado con su habitual túnica oscura estaba Kylo Ren en toda su amenazante gloria.

Ella parpadeó y se aseguró a sí misma que estaba soñando otra vez, que solo estaba en su mente.

—Rey —saludó.

Entonces salió de sus pensamientos y volvió a centrar su atención, segura ya de que no era un sueño, pues en sus sueños Kylo nunca llevaba puesto el casco. Rey levantó la espada, colocando su cuerpo en posición de ataque. La espada laser roja no estaba encendida, y él no hacía ningún movimiento para encenderla; en su lugar tendió su mano hacia ella y Rey se preparó contra el uso de la fuerza.

—No quiero hacerte daño —informó su voz distorsionada.

Pero Rey no se relajó ante sus palabras, sino que alargó su posición para parecer más amenazante. Finalmente él encendió su espada laser y caminó hacia ella, y Rey a su vez soltó un grito y cargó contra él.

Sus espadas chocaron como lo hicieron cuando se enfrentaron en el bosque nevado de la Base Starkiller, y Rey recordó que él había sido poderoso en aquel enfrentamiento, pero apenas nada en comparación con su fuerza bruta actual. Cada movimiento que ella hacía él lo respondía con igual intensidad; ahora no estaba herido y estaba usando todo lo que tenía para dominarla. A pesar de que ahora tenía más entrenamiento con la espada laser que la ultima vez que chocaron, seguía sin ser rival para él y sus años de entrenamiento.

Parecía saber el movimiento que haría antes de que lo llevara a cabo, no podía asestarle un solo golpe. Sus armas colisionaron y cada uno trató de usar su fuerza para desarmar y vencer al otro.

Tal como hizo en la Starkiller, él logró usar su imponente forma física para obligarla a retroceder hasta quedar atrapada, pero esa vez apoyada contra una pared del Halcón Milenario. El rostro de Kylo Ren estaba escondido detrás de su máscara, pero Rey imaginó que su rostro estaría brillando con la misma mirada de determinación que había mostrado cuando la atrapó contra el borde del cráter.

Y de pronto la concentración de Rey fue interrumpida por un rugido ensordecedor, su cabeza instintivamente se volvió hacia el ruido y todo se volvió negro.


Notas de la traductora (LadyLunay)

Hasta aqui el capitulo uno, como ya dije, esta historia es un two shot, y el lemon esta en el segundo. A mi me ha encantado, que puedo decir, ¡cuanta tensión y quimica hay entre ambos!

¿Creeis que en The Last Jedi se canonizara la pareja? ¿nos regalaran mucho fanservice? todo parece indicar que si, y yo me alegro, estoy muy contenta XDD hype por las nubes!

Sin mas que decir, ojala os haya gustado, pues os aseguro que la trama promete ¿eh? si es así y habeis disfrutado, ya sabeis, dejadme saber que opinais, anima mucho después de traducir mas de 13000 palabras y un lemon larguisimo XDD go go Reylo!

Un besito y gracias por leer, nos vemos en el proximo cap. Que la fuerza os acompañe!