Disclaimer: Los personajes no me pertenecen, sino que son propiedad de Sir Arthur Conan Doyle y su adaptación a la televisión (donde Molly Hopper está incluida) pertenece a la BBC y a sus creadores (nuestros diabólicos y bellos Moffat/Gattis). Nadie me da dinero por hacer esto, solo lo hago por diversión.
Notas Previas: FemSlash! Irelly. Contenido explícito. Este Fanfic es un regalo para Elsa y su Jawn por todo el amor que se tienen:3 (Gracias Elsa, por ser como eres)
1.
Larga semana y día particularmente difícil. Si bien la soledad era recurrente en su vida y buscaba distintas maneras de salir de aquel estado, Molly Hooper había rechazado salir aquella noche de viernes con sus antiguas compañeras de universidad a buscar algún bar con karaoke en el centro de Londres, a pesar de que la noche no estaba tan fría y además había recibo su sueldo recientemente; pero sencillamente no quiso ir. Durante el día había recibido varios exámenes toxicológicos, tres autopsias y la presencia de cierto detective consultor acompañado de su mejor amigo y colega, dejando un tremendo desorden en el laboratorio buscando pistas sobre un asesino que mataba por medio de un extraño veneno. Sherlock Holmes, con el etéreo abrigo negro que le daba aires de misterio y la bufanda impregnada de su esencia, le había hecho quedarse en el laboratorio dos horas más después de su horario de salida, argumentando que "necesitaba su ayuda". Y bueno, allí había estado Molly, junto a él, como siempre lo hacía. Y ahora estaba en su apartamento, un viernes por la noche, echada en su sofá con el improvisado pijama de camiseta y pantalones viejos, con su laptop en las piernas, revisando sus redes sociales y pensando en actualizar su blog personal con alguna nueva entrada, ya que había retomado la costumbre hace poco tiempo. Ahora ya ni siquiera tenía a Toby. El minino había salido un domingo por la mañana hace casi tres meses, cuando el clima todavía era bueno y Molly dejaba la mampara que daba al balcón de su departamento abierto de par en par. El gato había salido, y ya había perdido esperanzas de encontrarlo, o de que volviera. Quizás hasta había encontrado una vida más divertida fuera de la atmósfera que Molly le ofrecía en su casa.
Aparte del gato perdido, Molly Hooper no tenía muchas anécdotas que contar. Bueno, una quizás, y es que hace un par de años había salido con un tipo que resultó ser una mente maestra del crimen. No había sido para nada malo en la cama, pero prefería omitir esos recuerdos cuando volvía a pensar en James Moriarty, porque no le parecía algo digno de contar frente a las conocidas que frecuentaba a ratos. Fuera del gato perdido y de Jim estaba ese detective consultor que se paseaba de vez en cuando por la morgue, diciéndole todo tipo de palabras bonitas para obtener miembros de cadáveres no reclamados, cuerpos para azotar, y pase libre al laboratorio del hospital con todos los insumos a su disposición. Molly se repetía una y mil veces a sí misma que no dejaría que Sherlock Holmes le sedujera y la convenciera de una manera tan básica, pero normalmente, no podía oponer resistencia a la presencia del detective cada vez que se presentaba en el laboratorio. Sencillamente le gustaba todo él, y no podía atinar a hacer mucho cuando estaba frente a él, frente a sus ojos imposibles y su piel tan pálida y perfecta.
En su estado actual, si pudiera definir su vida como estaba en aquel entonces, la definiría como patética y aburrida. Monótona por decir lo menos, esa era la palabra. No había altibajos, no había grandes deudas ni grandes dramas. Ni siquiera un gran cambio de look, un peinado o un color nuevo en su cabello siempre largo y castaño claro. Molly Hooper desde que había cumplido los 32 años, había permanecido estática en el tiempo. Con Sherlock como la órbita de su vida, y con su presunta muerte por entremedio. No había mucho que decir, pero aún así había retomado su blog hace unas cuantas semanas. Tenía pocas visitas, apenas 6 en las últimas cuatro entradas que había hecho durante los últimos dos meses, y podría asegurar que tres de ellas las había hecho ella misma desde su teléfono móvil. Su mundo era pequeño, compuesto por sus amigos de Scotland Yard y por Sherlock y John. El resto solo eran conocidos ocasionales.
Nueva Entrada para su blog: "¿Cómo salir de esta circularidad?" Escribió como título.
"Estoy atrapada con las mismas personas, la misma rutina y la misma paz de siempre. Sé que muchos quisieran mi vida tranquila, pero quiero tanto escapar de esto, justo ahora. Quiero algo que remeza mi vida, que me haga replantearme las cosas que creo… Aunque no sé si lo quiero de verdad, o simplemente son palabras vacías para disfrazar la nostalgia que tengo ahora".
Subió la entrada a su blog y dejó su laptop en la pequeña mesita en su sofá mientras encendía la televisión y se disponía a buscar alguna película en el cable. Pilló Harry Potter y el Cáliz de Fuego desde el comienzo y se sonrió, al menos disfrutaría de una buena película para un viernes por la noche. Fue a la cocina a prepararse un pequeño snack para pasar la hora, llenando un pequeño cuenco con cereales y sacando una botella de leche del refrigerador. Si tan solo hubiera comprado esas patatas fritas que estaban en oferta cuando fue al mercado…
Dejó su colación en la mesita y tomó su laptop para apagarla, pero algo en la pantalla le sorprendió. Una nueva visita a su blog, y vaya; un comentario. Molly pestañeó, curiosa por este hecho que hace muchísimo tiempo no ocurría en su blog. Se sintió ansiosa, pero intentó calmarse, pues solo podría ser algún mensaje de spam dejado por algún bot. Pero no. Era un comentario real. Había alguien realmente leyendo desde el otro lado de la pantalla.
"Evidentemente, no son palabras vacías. ¿Al menos sabes que te gustaría que "remeciera" tu vida?"
The Whip Hand 22.35 hrs.
La respuesta era no. Molly releyó su propio post y consideró que solo había arrojado un montón de palabras sin sentido a los billones de cables de internet, tan solo como un desahogo. Y ese nickname tan extraño: "La Mano que Azota". Se quedó mirando un poco la pantalla. Podría responder y esperar recibir respuesta, o simplemente dejar todo como estaba. A la última persona que le respondió un comentario en su blog había sido a James y bueno… el resto era historia. Molly cerró la tapa de su laptop y lo dejó junto a ella, volviendo su atención a la película.
Sin embargo su concentración no duró mucho. Ansiosa, volvió a tomar el laptop, levantó la pantalla y mientras la página web volvía a cargar la información, Molly se echó el cabello hacia atrás, intentando aclarar un poco sus propios pensamientos, buscando dar una respuesta inteligente. La película seguía avanzando, pero se convirtió en un ruido secundario para Molly, quien escribía dos palabras y las borraba, buscando la respuesta acertada a esa extraña pregunta. Finalmente escribió lo primero que le vino a la mente, y luego se sintió estúpida por ello.
"Soy algo clásica. Que alguien remeciera mi vida, sería fantástico" Molly.
Y bueno, la respuesta más básica de todas ya estaba colgada en su blog. Intentó concentrarse en la película, pero no pudo. Intentó rastrear el usuario, pero solo le dirigía a un perfil sin información en Google. Solo sabía que había alguien al otro lado. Momentos después, recibió una nueva notificación.
"He leído tus demás entradas, no pareces una mala chica. Quizás lo que quieras recibir, vendrá cuando estés lista" TWH.
"Demonios, que llevo años sabiendo que estoy preparada para enfrentar lo que venga" Molly.
La última respuesta que dio fue visceral, debía aceptarlo. Pero que un extraño desde quizás que parte del mundo le dijera que no estaba lista para… lo que fuera, le parecía estúpido. Volvió a ver su película, intentando olvidarse de ese breve exabrupto online. A todos les pasaba con el uso de estas redes, peleaban o hablaban con gente que jamás verían en persona.
"Agradable chica,¿ podemos contactarnos por otro medio? Puedes agregar este nombre de usuario a tu chat de google. Espero tu respuesta. Ps: no es para solucionar tu vida, es solo para conversar" TWH.
El corazón de Molly se había acelerado en sobremanera con esa propuesta y de pronto, la película había sido olvidada. Ahora solo quería saber quien era esa… persona. ¡Diablos! Ni siquiera sabía si era un hombre o una mujer quien estaba del otro lado, lo cual le ponía algo ansiosa. Dejó pasar unos minutos, y volvió su mirada a la pantalla del televisor, donde la película ya avanzaba hacia la primera prueba del Torneo de los Tres Magos. ¿Cuánto rato había pasado? Molly decidió esperar a que terminara la escena de la pelea de Harry con el dragón y evaluaría que hacer respecto a esta persona que le había hablado con inusitado interés. Se sentía ansiosa.
No alcanzó a terminar la escena cuando tenía su teléfono móvil en las manos y había agregado a esa "Mano que Azota" a sus contactos de chat. No supo si hablar o no, estaba ahí, simplemente, sentada en su sofá con el cuenco de cereales intacto frente a ella, la tele prendida y la soledad que siempre había en su piso.
-¿Qué tal, Molly? –habló la otra persona a través del móvil mediante texto escrito.
Molly dio un salto en su puesto y miró fijamente su teléfono otra vez, pestañeó otro par de veces y simplemente tipeó "todo bien, ¿qué tal tú?"
-"Un día ajetreado, creo que me duele un poco la espalda. ¿Estabas ocupada?"
-"No. Solo veía una película… Disculpa, pero antes que todo… ¿Eres hombre o mujer?"
Hubo un momento sin respuesta. Bien logrado Molly, ya lo echaste a perder; se recriminó.
-Mujer. –respondió el texto de letra regular en la pequeña pantalla.
-¿Por qué "la mano que azota", mujer? ¿Cómo te debo llamar? –Molly dejó su teléfono junto a ella, se sentía extrañamente nerviosa ante esa repentina conversación que había nacido.
-Oh, no consideres mi nickname. ¿Quisieras darme un nombre especial?
Molly se mordió el labio, pensando en un nombre rápido, pero la ansiedad que tenía entonces la consumió y simplemente escribió lo primero que le vino a la mente.
-¿Puedo llamarte sencillamente "Mujer"?
La respuesta se hizo esperar un poco. Molly nuevamente creyó que lo había arruinado.
-"Claro, me agrada, Mujer. Para ti seré La Mujer".
Molly suspiró, y apretó con fuerza el teléfono móvil en sus manos.
Solo como aclaración, algunas (varias) cosas han sido modificadas del canon de la serie, sobre todo de Series 3, que es donde se sitúa esta historia. Esto explica porqué no hablé de Tom. Mary aparecerá después.
Gracias por leer!
