summary:

tengo miedo, esto no es lo correcto, no debo amarte asi, pero no puedo evitarlo¿tu tambien me amas? no te preocupes por nada, yo sere quien reciba el castigo por nuestro inocente pecado LxMisa AU

para entender un poco la historia:

sueños o ensoñaciones con cursiva

conversaciones o palabras de los personajescon negrita

narraciónen generalcon letra normal (soy pesima explicando las cosas)

¡buenos días!

este es el primer fic que subo a esta página, con este usuario y con esta pareja (un poco complejo para pedir un poco de comprensión) no se muy bien si decirles que es un poco sencillo o un poco extraño(mucha gente relaciona todo lo mio con cosas raras e intento alejarme un poco de esto), si hay algunos cambios muy notorios en la personalidad de los personajes no se asusten, después de todo, ellos acaban siendo un reflejo de mi misma y de quienes amo(lamenteblemente soy humana y por lo tanto subjetiva). En fin, esta demas decir que death note no me pertenece ni ninguno de sus personajes.

entre otras cosas aclaro:

si no les gusta la pareja LxMisa no lean este fanfiction

esto es complejo lolita, si no les gustan estas relaciones, no lo lean

este es un AU (no se por que lo digo si se nota claramente)

en un futuro agregare lemon (este seria el primero, tengan un poco de paciencia)

quizás suba un poco de contenido violento (aunque es poco probable nunca me ha gustado la violencia)

y bueno les ruego que sean comprensivos


1.-¿Señor Reloj por que ha dejado de caminar?

...¿Qué es este lugar?...sin importar cuanto me esfuerze, solo veo oscuridad

y no una oscuridad común como en las noches sin luna,

no, esta es una oscuridad diferente, esta me grita y me susurra a la vez,

tanto que no puedo decifrar que tan grande es,

ni siquiera se si estoy afuera o adentro,

si estoy arriba o abajo,

quizás este inclinada hacia el suelo,

quizá camine en el techo,

simplemente parece que callese al vacio sin moverme

¿acaso estare destinada a vagar por siempre en esta incertidumbre?

no siento una leve brisa que pueda anunciarme mi ubicacion,

no siento ese sutil calor que esta tan relacionado con el hogar,

simplemente no siento nada.

¡Un momento! Una voz me llama,

es débil pero la escucho resonante y calmada,

mi corazón se acelera con una rapidez impresionante,

corro hacia el sonido tan rapido como me lo permiten mis pies,

unas lagrimas fugaces de alegría adornan mi rostro en sombras…

no entiendo el por que de esta repentina felicidad,

quizás se deba a esta soledad que corrompe mi espiritu.

De un momento a otro lo veo,

es un reloj de mano con delicados e indescriptibles detalles iluminado en la oscuridad,

hace tic-tac sin cesar,

le sonrió y le saludo cortésmente,

le pregunto si sabe donde esta la salida,

el solo se limitaba a decir tic-tac,

lo mire enojada

¡nunca conocí antes a un reloj tan descortés!

negarse a algo tan insignificante como esa simple respuesta.

Entre los sonidos del Señor Reloj escuche una risa y al fin noto la mano que lo sujeta de una extraña manera,

miro hacia la oscuridad y el parece iluminado con una tenue luz,

apenas puedo notar su alta estatura escondida en su curvatura,

su alba piel que reluce entre las penumbras,

su ropaje negro y elegante que se asemeja tanto a su cabello ébano,

su soberbio sombrero de copa,

sus ojos tan vivaces y profundos,

y por supuesto,

como dejar pasar esas ojeras que nunca antes había visto tan marcadas en algún otro ser,

el solo se limita a mirarme curioso mordiendo su pulgar,

me brinda una sonrisa,

entonces el sonido cesa

...y...

-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-o-

Misa-chan despierte, es muy tarde- una señora de avanzada edad intentaba despertar a la niña que dormía pacíficamente enredada entre edredones,su cabello rubio formaba una hermosa cascada que recorría agraciadamente su almohada y sus ojos comenzaban a mostrar la bella danza de las largas pestañas moviendose por primera vez en el día, Misa comenzó a moverse molesta intentando asimilar las luz que entraba de golpe en su rostro, demoro un poco, pero despertó reclamándole a la señora.

Joo…Misa no durmió muy bien esta noche y la despiertan tan de golpe-la chica pauso un rato pensativa, mientras su clara mirada recorría su habitación, ahora iluminada después de que la anciana abriera las enormes cortinas que daban paso a la hermosa vista de aquella mañana y de pronto pareció maravillosamente encantada por una idea-¡Nana hoy tuve un sueño extraño! pero...no puedo recordarlo- Misa chillo inconscientemente, dejando caer su cuerpo en la cama mientras la anciana se reía.

Ya lo recordara Misa-chan -la señora se arrugada faz le sonrió con dulzura- su madre me dijo que hoy vienen unas visitas, así que hoy debe estar más hermosa que nunca, vamos debe bañarse rápido no tenemos mucho tiempo.

¡Las visitas son malvadas! interrumpen los sueños de Misa-lo ultimo lo dijo con extraña suavidad, mientras se dirigía al cuarto de baño.

Misa tiene 12 años, a pesar de su corta edad gente de diversos lugares la reconocen por su exótica belleza, su cabello claro, ojos azules y su tez nivea la hacian contrastar de sobremanera con los otros habitantes del lugar, aunque, más que apreciar lo exterior todos adoran la dulzura que la niña demuestra en su mirar, esa inocencia que solo suelen tener los infantes de muy corta edad y que ella había logrado conservar, convirtiéndose asi en su mayor virtud que, lamentablemente se apacigua rapidamente con su peor defecto, sus drásticos cambios de humor, que son capaces de sorprender a cualquier persona a su lado, sin importar desde cuando tiempo se conozcan, Misa es muy sincera, siempre expresa lo que siente, si esta molesta con alguien no demora mucho en demostrárselo, Misa es una persona a la que cualquiera observaría detenidamente.

¡Nana¡El agua esta helada!- gritaba histéricamente Misa desde el cuarto de baño, la señora subió las escaleras hasta llegar al cuarto de la niña y reprenderla- Misa el agua esta tibia no exageres tanto…ni siquiera te has metido a la bañera- la pequeña hizo un puchero- pero Misa quería que vieras el agua primero- se sonrieron y luego la señora dijo- ya niña métete al agua y ya deja de ser tan malcriada, no siempre me tendrás a mi para cumplir tus caprichos- la mujer salio del cuarto riéndose mientras la niña miraba la puerta molesta pensando en lo que su nana le había dicho y luego en un suspiro triste musito-...desearia tanto que no sucediese...

Misa se vistió con su mejor vestido, era verdaderamente hermoso, poseia delicados encajes que si se apreciaban con detenimiento se distinguian hermosas rosas, su color negro con detalles rojos contrastaba perfectamente con la clara tez de la niña rubia, que parecia iluminada al estar rodeada por aqulla oscuridad, su ropaje le llegaba hasta un poco mas arriba de las rodillas y estaba graciosamente elevado con un petticoat negro y para culminar con su vestimenta se puso la cruz que le regalo su abuela el día anterior a su muerte, la niña se miro en el espejo detenidamente, sentía que le faltaba algo, luego hizo un ademán dando a entender que recordó lo olvidado, camino hacia un mueble de costosa apariencia y arriba de este se encontraban dos listones negros ella los puso en su cabello, formando 2 coletas que le daban mayor inocencia a su ya mencionada imagen.

¡Oka-san¡Oka-san!- Misa bajo casi corriendo las escaleras buscando a su madre, la mujer rubia de procedencia francesa se encontraba dándole las instrucciones a las cocineras para que hicieran pasteles de diversos tipos, todavía le costaba entender por que su marido le dijo que debían tener muchos dulces para su visitante, el dijo que era una sorpresa, quizás traerán niños, pensó la señora para luego encontrarse con su hija, abrazo con dulzura a la niña que respiraba agitadamente- al fin despiertas Misa-chan -beso su frente afectuosamente- vamos tenemos que desayunar lo más rápido posible hoy será un día realmente largo- tomo se la mano a Misa y la llevo hasta el comedor. Después de terminar de alimentarse, ambas corrieron a hacer sus respectivos deberes. Todos los sábados Misa tenia lecciones de piano, no le agradaba mucho la idea de estudiar los sábados, (especialmente si tomamos en cuenta que es por la mañana) cuando la mayoría de sus amigos descansaban, jugaban o se entregaban de una u otra manera un tiempo para si mismos, ella prácticamente no tenia ese tiempo, quizás por eso gozaba tanto la hora de ir a dormir, en sus sueños nadie le decía que debía hacer, ni lo que era bueno o malo, ni siquiera la reprendían cuando jugaba bajo el sauce en vez de estar en esas aburridas clases de piano, a veces cuando su profesora se distraía ella aprovechaba esos minutos (a veces segundos) para mirar por la ventana e imaginar que esta bailando bajo el sol, bajo la lluvia, bajo la nieve o a veces incluso un poco de todo lo anterior, y luego caía en la realidad de el frío piano y sus partituras repetitivas, hoy fue uno de esos días mientras su profesora bostezaba distraídamente su mirada corrió hacia la ventana y hay lo vio ,una sombra estaba bajo el sauce parecía dormir allí, aunque pudo asegurar que era una alucinación, se veía tan real y tan conocido, la entristecía un poco pero hacia que su corazón latiera con fuerza, sus ojos se desviaron hacia la entrada y allí vio a su padre , en ese momento su profesora dijo esas palabras que tanto quería oír- las lecciones terminaron hoy, ya puede retirarse Misa-san-la niña le sonrió y cortésmente despidió a la mujer, para luego irse de ahi.

La niña bajo corriendo la escaleras para encontrarse con su padre y sin siquiera mirar abrazo a la persona más cercana-¡Otou-san!- grito dejando a un joven desconcertado y a señor riéndose de su hija- Misa, estoy aquí- la niña abrió los ojos desmesuradamente, vislumbrando que esta abrazando a un completo extraño, se sonrojo de sobremanera y pidió perdón una y otra vez avergonzada por su error-gomenasai…-la niña quedo muda y su padre lo presento- su nombre es Yagami Light es uno de mis invitados Misa-chan- el joven le sonrió a la niña dejándola sonrojada, ella miro hacia sus pies avergonzada y le ofreció su mano al joven- etto…Yagami-san es un gusto conocerlo- Light toma la mano de la niña y la besa cortésmente-el gusto es mió Misa-san- dijo el con una sonrisa para luego soltar la mano de la niña e ir a saludar a la madre.

Misa miraba curiosamente como la gente llegaba, estaba sentada en una silla cercana a la larga escalera que dirigia a el segundo piso, se veia realmente agotada y hambrienta, aunque claro como nadie miraba a la niña más que para un saludo, pasaba inadvertido, imploraba que llegaran todos los invitados para que por fin pudiese comer algo y después de que sus padres enseñasen su talento musical, el talento que tanto odiaba, ir a dormir un poco más, pero cada vez que se cerraba esa puerta y en sus ojos una ilusión nacía, lamentablemente volvia a sonar soberbiamente de nuevo dejando entrar a otro, realmente la desesperaba y para su desgracia todo comenzaba a oler a pastel de fresas¡un momento¿Por qué olía a pastel si lo que iban a hacer es almorzar no merendar! bueno quizás hacían pasteles y ya tenían la comida lista, Misa esta sumida en sus pensamientos cuando la puerta fue golpeada muy despacio y con suavidad, la niña se sorprendió con el sonido y fue a abrir la puerta, siendo ella la única que noto la entrada del ultimo invitado, en la puerta estaba parado un joven extraño de pies a cabeza, estaba vestido completamente de negro y tenia una extraña sonrisa en el rostro mientras sostenía con aparente dificultada un reloj de mano diciéndole a la niña con una voz neutral- lamento mi demora señorita, mi perezoso reloj no quiso caminar hoy-la niña lo miro impresionada sin poder auricular palabra alguna, el le siguió sonriendo de la misma forma haciendo que sus ojeras se resaltaran más a los ojos de la niña y de un momento a otro el mundo se volvió borroso a sus ojos, Misa callo desmayada ante los brazos del extraño.

Todos corrieron a ver lo que pasaba, en el momento en que la madre de la niña la vio desmayada, corrió a tirarle los cabellos al muchacho que la tenia en brazos, perdiendo todo el protocolo que había tenido con los otros invitados- quite las manos de mi hija usted…malvado hombre-la mujer seguía jalando los cabellos del joven (que en ningún momento se movió para no molestar a la niña) mientras en resto de los presentes reían por lo bajo, excepto uno–por favor no continues maltratandole, el es el invitado especial de quien te hable…el es Ryuuzaki-san-dejo de jalarle el cabello y lo miro ilusionada-¡Ryuuzaki-san que grande estas! La última vez que te vi tenias solo 14 años-luego cambio su tono maternal a uno asesino- respóndeme ¿Qué le hiciste a Misa?-luego se incorporo el padre-si Ryuuzaki-san , conteste esa pregunta - el joven se mordió el pulgar, y luego los miro a los ojos-les contare los antecedentes uno por uno para que tomen en cuenta que el porcentaje de que yo este involucrado es de solo un dos porciento…mmm…huele a pastel de fresas¿señora Amane seria tan amable de ofrecerme un poco?- la mujer lo miro sonriente a pesar de todo, siempre le agrado ese niño con obsesión por los dulces-enseguida te lo traigo, dulzura- la dama (olvidando por momentos la salud de su hija)le trajo un pedazo de uno de los pasteles de fresa que habían echo especialmente para el, aunque claro, antes no sabia eso, también le pidió a una de la sirvientas que le sirviera te, los otros invitados miraron hambrientos la imagen del joven devorando la fresa y parte del glaseado, la señora le sonrió a su marido y este le dijo al resto de los invitados que podían ir al comedor y sus alimentos serian llevados de inmediato(n.a: mal educados…cof…cof)Ryuuzaki después de terminar el glaseado (y de que el resto de los invitados se fuera) prosiguió- yo nunca le haría daño a la pequeña Misa, ustedes lo saben mejor que nadie, ella se veía cansada cuando llegue, por su facciones puedo asegurar que no durmió bien, no presenta fiebre ni ninguna otra alteración notoria en su salud, aunque para estar seguros podrian llamar a un medico – el joven acaricio los cabellos de la niña y luego le pregunto a los señores-¿su habitación sigue siendo la misma?- se quedaron impresionados con la mirada de Ryuuzaki, el pequeño niño que vivió en su casa durante toda una temporada había madurado, sus ojos se habían vuelto más negros e intensos que antes y había comenzado a vestirse como todo un caballero, pero en el fondo era el mismo niño dulce de siempre. Ryuuzaki sonrió divertido ante la mirada fija y algo boba del matrimonio-tomare eso como un si- se fue a la habitación de la niña cargándola con una delicadeza torpe muy normal en el.

Camino suavemente por las escaleras teniendo una imagen mental del recinto, hace mucho tiempo habria querido volver, mas le fue imposible, pero por lo menos supo de inmediato que las cosas no cambiaron mucho, después de todo en ese lugar siempre predominaron los colores oscuros, las hermosas pinturas y las costosas alfombras que parecían no tener fin, nada cambio-todo sigue igual- musito el joven con una media sonrisa en su rostro, mientras cargaba a la niña el se dedico a mirar su facciones, miro su cabellos caer delicadamente en su rostro apegandose a el sutilmente, aprecio como sus ojos azules eran decorados por unas largas pestañas oscuras, como sus mejillas sonrojadas levemente le daban un aspecto enternecedor y por ultimo como de sus labios se desprendia un suave olor a fresas...paro en seco al pensar en ello, después de todo no podia estar comparando los labios de la niña con su mayor debilidad y luego prosiguio sus pensamientos ignorando por completo los otros, el siempre le dijo que era el ser más hermoso del mundo y le alegraba que conservara su infantil encanto, le sonrió a la pequeña durmiente, siempre quiso mucho a la niñita que le jalaba el cabello cada vez que mencionaba que se iría, el siempre querrá a la niñita que lo ayuda a soportar un día más. Ryuuzaki se detuvo al ver una enorme puerta en el ultimo cuarto, la abrió haciendo extraños malabares, para no despertar a Misa y finalmente al lograr abrir la puerta, observo el lugar curioso, la habitación ya no tenia tantos osos como antes, los reemplazaron unas finas muñecas de aspecto delicado, que parecían solo ser observadas por la niña, una llamo en especial su atención, estaba en un rincón oculta, era semejante a la niña prácticamente en todo, su clara tez , sus finas facciones, su elaborada vestimenta e incluso sus las dos coletas que adornan su cabello rubio, la única diferencia notable era que la muñeca tenia unos ojos vacíos y tristes, la niña era lo opuesto a ella, aunque no sabia muy bien por que la mantenía recluida en ese oscuro rincón, aunque ya tenia una idea de aquello, ya tendria tiempo para averiguarlo, dejo sus cavilaciones al notar un leve movimiento por parte de la pequeña, el la recostó en su cama y mientras hacia el esfuerzo por recordar una melodía para tranquilizar los sueños de la niña, su mano recorría su cabello buscando reconfortarla en lo más recóndito de su subconsciente

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...el joven pregunto divertido al reloj de mano ¿Señor Reloj, por que ha dejado de caminar?...


este capitulo tiene la colaboracion especial de mi amigo el sauce n.n

segun el leguaje de las flores es nostalgia y tristeza del pasado

(creo que viene un poco al caso)

bueno...

¿Les gusto?

espero que si

¿puedo pedirles un favor?

por favor, dejen reviews o me dara depresión

y no continuare mi fic

/pone cara de cachorro mojado por la lluvia/

( a quien engaño en verdad yo siempre tengo esa cara u.u),

en fin. hasta la proxima n.n

(espero...)