N/A: Viñetas sobre lo que me viene a la cabeza en cada momento. En principio cada una es de un personaje. O no, ya veremos. Esto durará hasta que las Musas estén conmigo o hasta que…
-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-
Lluvia. Golpea el cristal con fuerza. Los relámpagos iluminan lo poco que puedo ver más allá de la ventana.
Bien. Todo va bien.
Me dejo caer en el mullido sillón. Quisiera encender fuego en una chimenea. Verlo frente a mí y mirarlo sin pestañear. En lugar de eso fijo la vista en la pared. De vez en cuando cierro los ojos y escucho.
Lluvia.
Cierro los ojos y escucho los sonidos de la casa. Hablan. A veces ríen, cuidando de no despertar nada.
Pronto será de noche.
Todo va bien.
Pero quisiera dejarlo salir… que se estire dentro de mí. Que desgarre mi ropa y me haga gritar. Que me llene de heridas. Que me haga abrir la puerta arrancándola de sus goznes mientras todos me miran desapareciendo en esta noche que abre los brazos para mí.
A veces no quiero luchar contra ello. Sólo quiero dejar que se apodere de todo mi ser. Que me empuje a correr y me haga sentir tan vivo y tan… tan vivo y tan capaz. Tan pleno de todas mis facultades, de todos mis sentidos. A veces sólo deseo que me libere de esta maldición aunque la vida sea el precio.
Que libre esta guerra por mí.
Mientras tanto, llueve.
Y todo va bien.