Aclaración: Akame ga Kill! y todos sus personajes son propiedad exclusiva de sus respectivos dueños, y creadores Takahiro y Tetsuya Tashiro. Hago esto sin fines de lucro, solo por diversión. Este Fanfic, es creado a base de mi imaginación.
Prólogo
Un joven de cabellos verdes, casi aguamarina de una vestimenta poco llamativa, una figura esbelta para un muchacho de tal vez 15 años, lucia unos pantalones cortos en café, una camisa de tal vez un color guindo, y unas botas blancas se adentraba a la capital, claramente se hacía notar aunque no quisiera, y eso le causaba un poco de nervios pero siguió caminando por las calles aun es de día
―Finalmente he llegado… Después de tanto tiempo… Y cumpliré mi propósito, será ahora o nunca…― Dijo muy decidido el chico, y entonces comenzó a caminar en los rincones de la ciudad, se le veía por los callejones, hablando con ciertas personas incluso daba dinero para conseguir cierta información acerca de su propósito.
En un cuarto de una posada.
El joven lee unos papeles sobre la mesa de madera en el centro del cuarto, mientras que bebe un poco de té que aún está caliente, se pone de pie lentamente y pasa al cuarto de baño, donde en la regadera está un traje negro, una camisa blanca y un corbatín de lazo en rojo sin ser moño, se dispone a cambiarse, tiene algo en mente. Dio unos pasos, gira su vista de nuevo a aquella mesa, mientras se coloca la camisa, arreglándose el cuello blanco, y enseguida se puso el lazo sin realizar un moño complejo; en aquél mueble, se encuentran unos carteles con el rostro de tres integrantes del famoso grupo revolucionario, mejor conocido como Night Raid aperecen, cosa que está relacionado con su hallazgo.
La noche está por caer, y el joven recoge sus cosas, guardando todo en su lugar, y antes de salir de la habitación, mira hacia atrás, sonríe para sí, y sigue su camino, mientras se recoge su cabellera verdosa, haciéndose una pony tail.
El desconocido muchacho, hasta el momento, se ha hecho pasar por uno de los guardaespaldas de un consejero corrupto, un pez lo bastante gordo como para dejarlo pasar. Según el sujeto, gusta de violar a mujeres jóvenes, además de obligarlas a hacer de prostitutas en un bar a su cargo. Así es, el chico pudo lograr dar con el objetivo de los Night Raid, debido a que tal parece desea con muchas ansías poderlos encontrar.
En estos momentos el hombre robusto, el tipo a matar, tenía una fiesta al aire libre, y era muy obvio que está siendo protegido por más de 15 hombres a su alrededor, cada uno vigilando, y otros más esparcidos por el área cercana a él, haciendo que se sienta resguardado y pueda disfrutar de la velada.
―Lo encontramos ―Dijo una voz femenina entre las sombras; pecho abajo en uno de los tejados. Volteó a ver a su compañera cerca, aquella joven de larga cabellera ennegrecida, y el semblante calmado y frío. La rubia solo sonrió para luego decir. ― ¿Lista? ―
La otra respondió con solo asentar su cabeza ligeramente, se puso de pie, mientras que su compañera, comenzó a prepararse.
Esperaron el momento preciso para poder atacar, hubiese sido mejor un disparo de largo alcance pero solo eran dos mujeres, planeando cómo sacar la basura.
El chico se encuentra impaciente, a unos metros del susodicho, de repente observa que el hombre se movió de su lugar, se encontraba caminando abrazado a una mujer en un extravagante vestido. Y mejor aún con pocos hombres, esa era la oportunidad perfecta, apenas dio unos pasos para aproximarse desde atrás, y entonces… Repentinamente las luces del lugar se apagaron, provocando una reacción alarmante en los invitados cuando súbitamente se escuchó un grito ahogante que solo unos pocos podrían oír. Además de alguna manera el joven terminó tirado al suelo, su vista era muy poca debido a la falta de iluminación, pero sintió como algún liquido derramado tocaba sus manos, ensuciando sus guantes blancos.
Las luces regresaron y fue cuando todos pudieron ver el cuerpo inerte del sujeto, en un charco de sangre. La figura de aquella chica de ojos rojos, empuñando su espada estaba terminando su trabajo.
La gente entró en pánico, ya ni los guardias estaban de pie, los invitados asustados huyeron a toda prisa del lugar, gritando aterrados, empujando.
El chico de cabellos verdes, puso una sonrisa de oreja a oreja, y con ese semblante dijo en voz alta ―…Los encontré…― Se puso de pie del suelo lentamente, evitando el resbalar por el líquido carmín en el suelo. La joven casi al frente de él, igual no bajó la guardia, Leone se dio cuenta por su instinto que el chico no era un peligro y mucho menos una amenaza ―…Akame, espera…―
―Uhm…― Expresó sin mucho ánimo.
―¿Quién eres? No hueles a estos pedazos de basura…― Inquirió la rubia.
―Ah… cómo puedes saber eso…― Se le salió el chico el pensamiento al aire, y temió que fuese a ofender a la mujer, cerró su boca inmediatamente.
―Mmh… Ya te lo dije antes, además tu apariencia es distinta… Dime, muchacho ¿quién eres? ―
―…Yo me llamo Ariel… ― Contestó entrecortado, y aliviado de que no se molestara ―…Y los he estado buscando…― Tomó un poco de aire para continuar hablando ― Déjenme unirme a ustedes… ―Agachó la cabeza ― ¡…Por favor! ―
―Oh… ― Expresó Leone con interés, se aproximó al chico y le tomó del hombro, haciendo que éste elevara su rostro y le viese sonriente ― Pues eso depende de la jefa… y de qué tan bueno eres…―
―En verdad… se lo agradeceré mucho… Solo denme una oportunidad…―
―Leone… hora de irnos…― Comentó Akame, viendo penetrantemente al chico que puso nervioso.
―¿Por qué me mira así? ― Pensó.
―Sí, ya sé… Bueno… ¡Uhmp! ― Cargó al chico en sus brazos como damisela, y se lo llevó caminando hacia la pelinegra
―¿En serio lo vas a traer? ―
―Sí… Además míralo… es lindo…― Dijo muy sonriente Leone.
―Oh…― Expresó el chico ligeramente ruborizado.
―Da igual… Vámonos…―
Se retiraron del sitio, y habiendo así terminado su trabajo, y dando por comienzo una historia, con un poco de todo… Disfrútenla, y gracias por tomarse la molestia de leerla.
…Capítulo 1: Primer Impresión…
