Bleach no me pertenece, le pertenece a Tite Kubo, solo use a sus personajes para crear una historia corta.

Una nueva historia

Todo cambia en 10 años, te das cuenta que un día estas con tus amigos salvando el mundo de un temible villano que cambia futuros y de momento a otro te encuentras en un mundo donde ya eres un gran doctor, tienes una hermosa familia, donde tus responsabilidades de shinigami cesan y eres un hombre dedicado a cuidar a tu esposa e hijos solamente a menos que llegue algún menos grande y estés cerca de ahí o que un pequeño espíritu quiera ir al otro mundo esas son las pequeñas cosas que aun puedes hacer, pero también salvas vidas ayudas a que otros no se vuelvan espíritus y devuelves una vida con la familia en la que están. Mi vida no ha sido tan mala en estos 10 años.

Callejón cerca al rio Karakura.

Un grupo de 3 niños se sentaron a observar una ofrenda que estaba en ese callejón, apenas habían pasado 8 meses desde que esa joven había sido encontrada muerta en ese lugar, todos se veía algo espantados, no es que la conocieran más bien querían comprobar que si alteraban ese lugar sagrado el espíritu les concedería un deseo a cada uno.

Fudo-san—decía el más pequeño de todos—no deberíamos estar acá—mientras miraba a su líder, un niño de cabello negro como la noche y ojos amarillos—mi mamá me dijo que es de mala educación molestar a un espíritu.

Ya vas a empezar Goro-baka—lo miraba con arrogancia y burlándose del miedo del chico—solo quiero que nos conceda un deseo el fantasma y ya nos vamos.

Estoy de acuerdo con Fudo-kun—ahora le toco hablar a un chico con lentes de fondo de botella—también quiero que ese fantasma me conceda un deseo.

Huru-onichan—el más pequeño lo vio algo alterado—pero mamá nos dijo eso en la mañana—agarraba la playera del chico de lentes.

Goro, ya cálmate—le daba un pequeño golpe en la cabeza—no te va a pasar nada—le sonreía—es más pide de deseo crecer un poco más.

Está bien—el más pequeño se soltaba poco a poco de su hermano.

Aquí voy—el chico de cabello negro pateaba un arreglo de flores de esa ofrenda.

Detente baka—una voz femenina logro captar la atención de esos tres niños, la voz provenía de una niña que estaba en lo más profundo del callejón.

¿Qué haces aquí? Dobe—el pelinegro la veía muy enojado—es nuestro deseo, no te vamos a dar nada—le sacaba la lengua.

Es de mala educación hacer eso—caminaba para verlos frente a frente.

Los 3 niños se sonrojaron al ver a la niña a la que pertenecía la voz, nadie la había visto en ningún lugar, bueno en los lugares que ellos concurrían.

¿Quién eres?—dijo el más pequeño ocultándose atrás de su hermano.

Mi nombre es Kurosaki Hisaki—decía la niña mientras los observaba con sus ojos morados—pero no estoy para presentarme, quiero que pongan las flores como se debe.

Sabes eres bonita, pero eres muy ruidosa y enana—de nuevo el pelinegro hablaba—cállate y déjanos seguir con lo que estábamos haciendo.

¿Enana?—la chica corrió y le pateo la cara.

¿Qué te sucede?—el niño se levantó poco a poco con la cara marcada con la suela del zapato de la niña.

No me digas enana—lo miro con seriedad—no soy enana, tengo 7 años, mi estatura es normal como la de todos los niños—además la patada fue por no ponerle las flores bien a Hideki-chan—mientras la niña se agachaba a recoger las flores y las volvió a colocar en su lugar.

¿Quién es Hideki-chan?—el niño de lentes la miro extrañado.

La one-san que murió acá—se arrodillo y cerraba los ojos mientras ponía su manos en posición de oración.

¿Cómo sabes su nombre?—el más pequeño la miraba con mucho miedo.

Ella me lo dijo—dejo de rezar y se levantó—ustedes la estaban molestando.

Mientes—el pelinegro se acercaba a ella—solo quieres espantarnos.

Hisaki solo se rio levemente—ustedes son muy tontos, ¿quieren conocer a Hideki-chan?—los miraba con una sonrisa altanera

Muéstrala mentirosa—el pelinegro cruzaba sus brazos.

Está bien—cerro los ojos con una sonrisa—Hideki-san, estos niños te quieren conocer—empezó a llamar a la fantasma.

¿Ves?, eres una mentirosa—Faduo se acercaba nuevamente a las flores—pero ¿qué?—abría los ojos aterrado, una hermosa chica de 18 años salía del suelo y los miraba afligida.

Hideki-chan, ellos son los niños que te molestaban tirando tus flores—le decía al fantasma—deberías saludarlos.

¿Ustedes me estaban molestando?—dijo empezando a llorar-¿por qué son tan malos?—se acercaba más a los niños que se encontraban en estado catatónico.

CORRAN—dijo el más pequeño jalando a su hermano y a su amigo.

Los tres chicos salieron corriendo despavoridos dejando a la niña con la fantasma riendo con fuerza.

Gracias Hisaki-chan—le dio un beso en la frente—ellos dejaran de molestar.

No fue nada Hideki-chan—empezó a caminar fuera del callejón—le diré a mi mamá o mi papá que estas lista para irte—le sonrió tiernamente.

Aun no—la detuvo—quisiera volver a ver a mi amado Dai-kun—miraba el cielo.

Lo seguiré buscando—camino nuevamente a ella—pero después quiero que te vayas al mundo espiritual, no quiero que seas un Hollow y ataque la ciudad

Gracias, Hisa-chan—el fantasma desapareció y dejo a la chica sola.

Bueno es tiempo de irme a casa—caminaba de nuevo al inicio del callejón y emprendió el viaje a su casa

En algún lugar de Karakura.

Mamá ya llegue—gritaba desde la entrada de la puerta, pero nadie le respondía— ¿Mamá?, ¿papá?—la niña los llamaba y buscaba por toda la casa hasta que encontró en el refrigerador una nota escrita por su papá.

Querida Hisaki:

Tu madre y yo salimos a una reunión importante, regresamos a las 8 pm, hay comida en el refrigerador, te amamos.

Solo suspiro al leer la nota y sonrió con melancolía, ella sabía que ellos salvaron el mundo espiritual hace 10 años, pero ella a veces quería que estuvieran con ella o que nadie los interrumpiera en sus momentos familiares, a veces se sentía sola al ver la casa vacía, pero ella era fuerte como su tío favorito, además quería algún día poder ayudar a su familia en esa misión que les encomendaron.

Con pesadez subió a su cuarto y empezó a imaginar cómo sería algún día su espada, como sería su shikai y su bankai, imagino sus aventuras con ellos y se imaginó a ella en algún futuro encontrando a su hilo rojo del destino, sonrió al recordar las historias que sus padres le contaban y el sueño le empezó a ganar poco a poco mientras murmuraba.

Nombre: Kurosaki Hisaki.

Edad: 7 años.

Color de ojos: Morado

Cabello: Naraja.

Ocupación: estudiante de primaria.

Habilidad: ver fantasmas.

Pasatiempo: Soñar con algun día ser shinigami como su familia.

Padre: Kurosaki Ichigo

Madre: Kurosaki Rukia