Capítulo uno: "El recuerdo de tu mirada"

Las nubes de color gris le daban un toque sombrío a Tomoeda, algo macabro pero tenía esa esencia de belleza rara, creo que era la milésima vez que pasaba mis manos sobre la falda del uniforme del instituto "Seijo", trataba que no tuviera ni una arruga, a lo lejos pude divisar a Sakura, ella tenía ese aliento de acabar de despertarse, de ser libre, de ser feliz siendo ella; levanté la mano para que me pueda ver, en ese momento Shaoran vino y la abrazo por detrás haciendo que ella se encoja de la felicidad, sus ambas cabelleras castañas se veían perfectas, bajé la mano, después de todo los terceros siempre salen sobrando.

Me di la vuelta, sentía como mi cabello se movía con cada paso que daba, sentía que me miraban pero no una persona cualquiera, sentía esos ojos hermosos, pero él ya no está y ni quiero decir su nombre, él me dejó. Comencé a analizar mis opciones: Podía regresar con Sakura, podía ir al aula a estudiar o podría ir al salón de música, la tercera opción era mi favorita, Sakura estaba con Shaoran y no quiero interrumpirlos, la segunda opción era estudiar, tendríamos examen de biología estaba exonerada por las notas altas que tengo y mi opción favorita gano.

Cuando llegué al salón de música estaba sola, el piano resaltaba, siempre me ha gustado aunque se asociara a los dos momentos más jodidos de mi vida y justamente eran hombres los protagonistas aun así el piano me gusta, me senté y comencé a tocar una melodía familiar.

-Es una bella pieza.

-Deberías estar con Sakura, Shaoran-le dije sin apartar la vista del piano.

-Sakura se ha levantado temprano para estar contigo-note cierto drama en su voz-y cuando no te ha visto se ha puesto muy triste –Sentía que la culpa me invadía.

-Los he visto abrasándose y me sentía incomoda.

-Daidouji -no tenía que verlo para saber que se había sonrojado, él me llamaba por mi apellido cuando se avergonzaba o se enojaba.

-Vamos Shaoran no quiero entristecer a la pequeña Sakura.

-Tomoyo tenemos diecisiete años.

-Lo sé-lo mire y sonreí-Lo sé.

-Tomoyo pensé que te habías enojado conmigo-Sakura estaba de pie frente a mí, la blusa se pegaba a ese gran busto, la falda remarcaba sus esbeltas piernas pero su rostro, ese rostro infantil con esos bellos ojos verdes hacían un gran contraste, los años pasaban y no eran para el mal de Sakura.

-Sakura, Tomoyo nunca se enoja-le respondió Shaoran, Shaoran Li, cabello castaño y hermosos ojos color ámbar, musculoso, no en excesivo, y rasgos delicadamente marcados. Ambos eran las personas más populares de todo el instituto, ella capitana de las porristas y él, capitán del equipo de fútbol, la típica pareja perfecta, aún recuerdo cuando Shaoran odiaba a Sakura pero como dicen: Del odio al amor hay un paso lamentablemente del amor al odio también hay un paso.

-Tomoyo, ¿Va todo bien?- Dijo Sakura.

-Si no ocurre nada.

-¿Sabes que puedes confiar en nosotros? Traté de no poner los ojos en blanco y asentí.

-Lo sé. Iré al salón. Nos vemos ahí.

-Acaso le creíste, dijo Tomoyo nos mintió mucho tiempo.

Shaoran tenía razón, ella nos mintió no había nada que nos garantizara que no lo vuelva a hacer, la culpa me invadió; las imágenes las repitieron en mi mente: La feria, la cabaña, el lago, las risas, desesperación, lágrimas y Tomoyo. Mis lágrimas se acercaban peligrosamente.

-Hey, no llores Sakura-lo abrase y escondí mi cara en su pecho.

-Ella no quería estar ahí, no debí llevarla, es mí culpa, lo hizo por mí es mi culpa.

-Si hablamos de culpa entonces yo también la tengo, no sabía que en ese lugar se encontraría-Me separé de él, tenía esa cara de asco combinada con ira, el dolor aún era visible en sus ojos, sus puños se cerraron y sus nudillos se pusieron de color blanco.

-No lo tienes que decir-me miro y su expresión se tranquilizó, Shaoran estaba frente a mi parecía un ángel, dispuesto a vengar, a vengar a Tomoyo, a vengar a su mejor amiga. Lo besé, sus labios sabían a pasta dental y cereal.

-Sé a que lleva esto – me sonrió pícaramente- pero como buen novio que soy debo preguntar ¿Estudiaste para el examen?

Mi mente tuvo que empezar un esfuerzo sobrenatural para recodar algo, fue en vano.

-¿Había examen?-El soltó una carcajada.

-Sera mejor que vayamos a estudiar-Asentí y lo sujete del brazo.

Ahora no estaba en el salón de música, había encontrado este lugar con él, detrás de un hermoso árbol de cerezos, me acosté en la hierba y todo regreso a mí como un flash

* Flash back*

Ahora él estaba ahí parado, frente a mí, me resisto pero se me hace más difícil respirar, de repente todas las luces están cegándome, era la primera vez que me doy cuenta cuan brillantes son, aparte la mirada y me fije en una esquina, hay una fotografía, no me cabe duda que era suya, se encuentra ahí en el medio de un millón de vidrios rotos, en ese momento prometí: Mantendré los ojos bien abiertos.

No me dejes ir, no me dejes ir porque estoy cansada de sentirme sola. Sonreí al recordar tu promesa: "Te traeré una estrella y me dijiste que tomaste una y te quemo, te hizo un pequeño agujero en la mano". Estoy segura que fue el cigarrillo, cuando lo miraba me sentía más distante pero aún mantenía mis ojos bien abiertos, él se acercó y se arrodillo a mi costado.

-Todo está bien, lo prometo estará bien-le sonreí, su cara de preocupación siempre me divertía-¿De qué te ríes? Estoy al borde del colapso y tú te ríes, dios eres tan… tú

-¿Tan horrenda estoy?

-Dios estas horrenda, estas tan despeinada como la primera vez que te vi-comencé a reír, las lágrimas salieron.

-Solo no me dejes ir.

-Nunca.

Escuchaba las sirenas ¿Ambulancias o patrulleros? No me importaba, toda mi visión estaba centrada en él, memorizando cada parte de su rostro.

-Nunca-repitió-Juro que nunca te dejare ir

* Fin del flash back *

Y ahí estaba, el profesor de biología me boto del examen después de que me dijera: Exonerada es igual a tu no entras al examen porque estas detrás de Sakura y Shaoran y no quiero que les pases todas las respuestas.

Me daba igual eran las últimas horas de clases. Me fui a la biblioteca el resto del día, cuando regrese a la realidad eran las ocho y cuarenta y siete.

Un regreso a casa y de la nada ya estaba acostada escuchando música a todo volumen, mi celular vibro, era Sakura.

¡Omg! saqué 87 de 100

Teclee de manera rápida: ¿Sin mi ayuda? Acaso Li te dio una clase especial e.e

Ella no tardo mucho.

XD Jesús alguien nos ha estado espiando.

Yo no quiero detalles.

Soy quien te mira mientras te bañas.

Esta vez tardo unos minutos para responder.

Me quedare en casa de Shaoran, dulces sueños.

¿Dulces sueños? Si tal vez no sabía que teníamos examen de álgebra, no quería matarle la ilusión.

Igual, aunque creo que no dormirás.

No volvió a responder.