By: megan-maidie-chan
Sumary: ¿Qué pasaría si una mujer se interpone entre dos hermanos? Y más aún cuando ellos se enamoran de la misma persona, ¿Y si es su hermanastra? Tal vez muchas cosas. Porque desde una mirada nace el amor, de un abrazo la emoción y de un beso la pasión. ¿No es así? Quizás.
Parejas: Itachi x Sakura x Sasuke. (Quiero aclarar que dentro de la historia aparecerán más personajes y quizás un nuevo amor para la protagonista.
NA: la historia se centra desde el punto de vista de Sakura, todo lo relatara a su manera de ver los acontecimientos, y algunas interferencias por parte de un nuevo personaje más adelante.
Au (universo alternativo)
Personajes:
Sakura
Sasuke
Itachi
Fugaku
Mikoto
Yugao Uzuki
(Este personaje interpretara la madre de Sakura)
Kakashi Hatake
(Interpretará al padre de Sakura)
Gaara
Neji
Ino
Shikamaru
Kiba
Hinata
Naruto
Y otros más que se desarrollaran más adelante, según avance la historia yo se los haré comunicar.
Disclaimer: Naruto no me pertenece, pero los argumentos sí.
´ENTRE HERMANASTROS´
Capitulo 1: Prólogo
-vamos, Sakura-chan. Ese ánimo tiene que estar por los cielos ¿verdad?
Mi madre me sonríe y me mira expectante ante mi respuesta. No es como si fuera la primera vez que intenta animarme con todos los sucesos mi vida, ella siempre dispone de tiempo, y se dedica a ver por las situaciones que estoy pasando. Dentro de una semana viajaré a Tokio. Es la primera vez que viajare sin la presencia de mi madre, ella siempre suele estar para conmigo, se dedica a pasar horas mirándome crecer y desarrollarme tanto como físicamente para como socialmente. He de destacar que nunca me he fijado en nimiedades, pero dadas las circunstancias, no me queda de otra.
´Viviré por un tiempo con mis hermanastros´
Así es, mi madre se divorció de mi padre cuando tenía doce años. De ello ya pasó casi tres años, actualmente resido en Arizona, próximamente en Tokio.
Mis padres, como cualquier otro matrimonio juvenil, acabaron en el intento por su inexperiencia, falta de amor y desesperación por ser más que unos padres de familia, no era una buena idea. Se había casado a los 17 años, y se había fugado hacía Los Ángeles. Pero pronto se dieron cuenta, de la triste realidad que alberga la vida, mi madre quedó embarazada a los casi dieciocho años. Estuvieron casados, pero no había comunicación, la relación era tediosa, siempre estaban enojados, por cualquier cosa aunque sea mínima estaban peleando y la falta de dinero otorgaba favores para que el acta de divorcio acudiera rápidamente.
Aunque había demorado mucho en llegar, habían pasado 12 años tolerándose, humillándose y demás cosas que sucedían en familias donde no había comunicación. Cuando el día acudió, mi madre solo me explicó que entre ellos el amor había muerto desde mucho tiempo atrás. Ella había pensado que con eso me había conformado, pero realmente, mi capacidad de pensamiento iba mucho más, me quería tratar como a una niña cuando estaba en la etapa de la adolescencia. Y eso ella era lo que temía.
Tenía conceptos generalizados sobre los noviazgos, los padres prematuros y faltos de experiencia. Mi padre era otro que apoyaba a mi madre. Los dos temían que me sucediera lo mismo que a ellos, no querían que sufriera, ni me aconteciera algo así. Tenían demasiada experiencia sobre el asunto que ya eran maestros.
Pero como preocuparse, cuándo mi vida social esta estancada en mi cuarto, cuándo es una agorafobia que se mantiene encerrada las 24 horas y entre las cuatro paredes de mí habitación. Simplemente ilógico.
Mi padre Kakashi vive en Vancouver, Canadá. Raramente lo visitó debido a la escuela y deberes de rutina diaria, además de que el boleto es algo costoso. Es una persona retraída, poco social y la mayor parte del tiempo trabaja, cuando viajó, él se muestra callado y sumiso a las ordenes de mí madre Yugao, que siempre le reprende por estar trabajando en exceso y no disponer un poco de tiempo a mí persona, usualmente tengo grabadas sus frases como:
-la traje para que pases un poco de requerimiento afectuoso con ella, que la motives en sus logros y le des un poco de cariño. Esta bien que yo soy su madre, pero el padre también tiene que inmiscuirse en la trama—comenta con las cejas fruncidas.
Tanto él como yo, no le tomamos demasiada atención. Nos parecemos mucho, mis expresiones son nulas a comparación con las de mí madre, que es un animalito que sonríe diariamente. Algo muy sorprendente.
Dos años después de su divorcio, mi madre se casó con el señor Fugaku. Lo conoció en el súper mercado. Él había venido a Arizona por asuntos de negocios, pero le hacían falta varias cosas de aseo personal. Y fue ahí donde se encontraron. Mi madre no deja de parlotear lo contenta que esta de haberlo conocido:
-y entonces, estaba escogiendo una crema corporal cuando él se interpuso en mi camino. Ese fue nuestro primer encuentro fugaz donde nos sonreímos amistosamente—terminó por decir en un suspiro.
-muy conveniente mi amor—comentó Fugaku acariciándole la mano.
-y después, me encamine hacía los cepillos de dientes y fue ahí donde me lo encontré nuevamente, donde él se había quedado perplejo por mi nueva aparición—hizó una pausa.-luego me lo encontré por tercera vez consecutiva en el área de alimentos enlatados—rió mientras se perdía en sus recuerdos.
-habían sido tres encuentros en menos de una hora. No era muy lógico, solamente si me estaba persiguiendo y de hecho lo llegue a pensar, por eso fue que la desafié—dijó uniéndose a las risa de mi madre.
-fue un caos total, Sakura. Él me reprendió diciendo "llamaré a un policía y diré que me estas acosando" y yo solo reí por el comentario insultante, aunque he de destacar que en ese momento me había enfadado tanto que le respondí: "pues inténtalo tonto, ni que fueras la gran cosa. Jamás te he visto". Debiste haber estado en ese momento, tenía la mandíbula desencajada, tanto que dude seriamente en llamar a un dentista… pobre—Fugaku solo gruño por el comentario insultante a su persona.
-y henos aquí, después de eso le pedí su numero de celular y meses después nos hicimos novios y lo restante supongo que ya lo sabes—comentó Fugaku haciendo ademanes con las manos. Yo asentí.
-madre, solo a ti te pueden suceder cosas así y poder encontrar el amor—dije con voz cansada. Había sido muy tedioso en cuando a mi madre y sus comentarios se referían, había que estar muy descansado porque no paraba de hablar.
-algún día llegará el amor a tu ventana, y entonces me comprenderás—dijó dando un sorbo a su bebida.
-aja—dije distraídamente.
Y no me había dado cuenta de cuan sabias y reales podrían ser sus palabras. Las había ignorando, pero la razón algún día acudiría a mí mente y me daría cuenta del valor que en un futuro significarían.
-madre, por favor. Solo quiero pasar un tiempo sola en el jardín, mientras dejo que mi mirada vague por todo lo que tenía—le contesto. Ella hace un gesto de desacuerdo y me interroga:
-mi niña, Sakura. Esto no va a ser un adiós, solo voy a acompañar a Fugaku a Inglaterra por asuntos de negocios, si ellos aceptan la propuesta iremos por más países a divulgar la oferta y así adquiere prestigio la empresa de él–dijo y se acomodo a un lado de mí.
-lo se mamá. Pero quiero que entiendas que mi manera de ser es un poco fóbica, la socialización no es don en mí—comento y le dirijo una mirada preocupante. Ella ríe tiernamente.
-eres muy parecida a Kakashi, cuando lo conocí fue muy difícil entablar una conversación con él sin evitar sonrojarse y que su voz temblara tres octavas más de su tono habitual—inquirió envuelta en sus pensamientos. ¿Había dicho lo soñadora que era? Pues en absoluto.
-creo que me costará mucho adaptarme, además de las diferencias de horario, las lluvias que predominan , los nublados que sugieren en los días de otoño, los pocos días de sol y los habituales inviernos sofocantes—habló cansadamente reenumerando todo lo que había conseguido averiguar sobre esa ciudad.
Ella me empieza a peinar mí cabello rosáceo y pasa las yemas de sus dedos sobre mis mejillas. Un tono carmesí acude con velocidad, invadiendo mi piel pálida.
-nunca me arrepentiré de haber conocido a Kakashi, ahora, a pesar de las diferencias pasadas que tuvimos, somos grandes amigos. Eso siempre fue desde el principio y yo quiero que tú sepas diferenciar entre el amor de la amistad contra el amor verdadero—dijo situándose al frente mío y mirarme directamente.
-¿Cómo podre saber la diferencia?—inquirí con voz confusa. Ella solo sonríe.
-pronto lo sabrás—dijo levantándose de su asiento y dirigiendo a la casa.
-no quiero saberlo madre—dije cansada. Si amar llevaba consigo sufrir, no quería conocerlo.
.-.-.-.-.-.-.-.-.-.
-Sakura espero no hayas olvidado nada—dijo subiendo al coche de Fugaku.
Hoy era mi esperado viaje a Tokio. Había querido que este día no llegara pero al final, había llegado y el temor hacia mella en mí. Mi madre había bromeado sobre lo bien que iría mí estadía en Tokio y de los buenos amigos que conseguiría. Pero mis nervios no disminuían. Al contrario, aumentaban con intensidad. Fugaku me había descrito las personalidades de cada uno de sus hijos, a grandes rasgos, claro. Pero no me bastaba, no me era suficiente.
Trataba de mentalizar, que sí mantenía el control de la situación todo iría bien, iría genial. Trataría de no inmiscuirme en sus asuntos y de rodearme de mi agorafobia.
Tendría que pasar varios meses en compañía de unos desconocidos, de unas personas que me eran ligeramente relevantes.
-llegamos, Sakura. Vamos, a este paso el avión te dejará—dijo ayudándome a bajar mis cosas. Asentí levemente.
Entramos al aeropuerto, todos estaban despidiéndose de sus familiares, y gente más, pasaba constantemente sin reparar a la gente que había a su alrededor. Mi madre se detuvo y me miró con una radiante sonrisa.
-solo serán unos meses, Sakura. Lo prometo—habló y luego me abrazo. Correspondí a medias, ya que mis pensamientos estaban muy aturdidos como para fijarme bien en mis acciones.
-dales un saludo a mis hijos de mí parte—comento Fugaku, pasando el brazo por los hombros de mi madre.
-claro…adiós—dije despacio mientras tomaba mis cosas y caminaba rumbo a lo que sería mi destino.
-te extrañare.
