-Capítulo Uno: Ginny Weasley-
- Pero algún día tendrás k rehacer tu vida!!!
- Lo sé, Nille...pero todavía no estoy lista.
- Cariño, han pasado tres años desde que te dejó, y todavía te veo tan triste...
- No estoy triste...Sé que te he hecho pasar dos años horribles con mi maldita
depresión, pero desde que trabajo en la empresa y vivo aquí estoy mucho mejor.
Sé que quieres que le dé una oportunidad a Seamos, pero no puedo. Sólo le haría
daño.
- Joder! Ese Malfoy te tiene bien cogida...Ojalá sufra tanto como te lo está
haciendo hacer a ti.
- Te aseguro que él estará feliz...Me enteré por casualidad, que se ha enamorado
y que ha sentado la cabeza. Recuerda que es el soltero más codiciado por la
revista "Corazón de Bruja".
- Ahora entiendo el porqué de tu nueva depresión... Ginny, cariño, olvídale. Es lo
mejor para ti...
Habían pasado ya dos años desde esa conversación con Nille, pero todavía la recordaba cada
noche al acostarme...Por qué me costaba tanto olvidarme de él? Alguien que me había hecho
llorar tanto, estando y sin estar con él...Y para colmo estaba Seamus, que desde hacía dos años se había convertido en mi sombra. Intenté explicarle mil veces que yo no estaba preparada para
querer a nadie, que me habían hecho mucho daño y que todavía tenía a Draco grabado en mi piel, en mi mente, en TODO!!! Por qué no puedo olvidarte? Tú si lo has hecho, porque yo no? Por que te había dado igual que una mentira nos separase? Todavía tengo ese día grabado a fuego en mi memoria. El peor día de mi existencia.
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Esa mañana amanecí a su lado, en nuestra cama, y feliz, verdaderamente feliz. Me
levanté y salí corriendo a mi habitación rezando para que nadie se diese cuenta de que no
había pasado la noche en mi habitación, sino en la que tenía en el piso de arriba. No
quería que nadie supiese que entre el chico más guapo de todo el colegio y yo hubiese
algo. Era porque Nille, mi mejor amigo,Ron,mi hermano, Harry y Hermione, no se
llevaban demasiado bien con él. Más bien se odiaban a muerte.
Empecé el día como siempre, con una sonrisa en los labios permanente y deseando que
llegase la noche para encontrarme con el niño de mis ojos. Pero por la tarde, todo cambió.
La profesora de Historia de la Magia me había pedido que me pasase por su despacho
para hablarme de unos exámenes a los que tenía previsto presentarme, y cuando volvía
hacia la biblioteca para hacer mis ejercicios, me llamaron. Me di la vuelta, y allí pude ver
a Ralph, un chico de mi curso, saludándome.
- Hola Ralph!!
- Hola Ginny. Qué tal el día?
- Pues bueno, un poco ajetreado. Y el tuyo?
- Pues...como siempre- Me contestó, mientras me dedicaba una gran sonrisa-. Oye ,
Ginny podíamos hablar un momento en privado?
- Claro. Qué es lo que pasa?
- Me preguntaba si querrías venir conmigo este fin de semana a Hogsmeade. Verás el
domingo es el cumpleaños de mi hermana y necesito que alguien me ayude con el regalo.
- Claro. No hay problema. Yo seguramente vaya con Jesús y los demás, así que no habrá
ningún problema.
- Y no te apetecería estar conmigo a solas? Es que a mi me apetece estar contigo a solas,
como estamos ahora. Qué dices?
- Creo que no es buena idea, Ralph. Es que...Ralph, Ralph! Qué coño estás haciendo!!
Mira, creo que mejor le pidas a otra persona que vaya contigo a Hosgmeade.
-10 minutos después en la biblioteca-
- Ginny! X fin te encuentro!
- Qué pasa Herms? Chica, coge aire o te va a dar algo..
- Es cierto? Es cierto que...
- El qué?
- Que estás con Ralph?
- Qué? No, no es cierto. Por qué lo dices?
- Porque te han visto besándote con él. Ginny, no me parece mal que estés con él, pero creía
que éramos amigas.
- X supuesto que somos amigas. Sabes de sobra que eres mi mejor amiga, pero yo no estoy
con Ralph.
- Pues el colegio entero lo sabe. Incluidos los Slytherins...Así que, en menuda situación
estás metida...Ginny! A dónde vas?
- Te veo a la hora de cenar...Te quiero.
-30 minutos después-
- Qué hace una estúpida Gryffindorf por aquí?
- Draco, necesito hablar contigo.
- Soy Malfoy, asquerosa Gryffindorf.
- X favor Draco... No es lo que te piensas.
- Me da igual, Weasley. No necesito tus explicaciones. Quién coño te has creído para
reírte de un Malfoy? Sal de mi camino, que lo único que consigo es contagiarme la peste.
Sólo una cosa más...eres una zorra!!
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Pero la vida sigue, y a pesar de haber pasado 5 años de eso, su recuerdo me seguía
acompañando en mis noches de soledad. Había experimentado un pequeño cambio, cuando
conseguí trabajo en 1 empresa de publicidad. Tenía un buen puesto, lo que me hacía viajar de vez
en cuando, y estar casi siempre enganchada a internet y al móvil(increíblemente, algunos inventos
muggles se habían convertido en imprescindibles en el mundo mágico. Desde luego Dumbledore
había hecho un gran trabajo con los incompetentes del Departamento de Uso de Inventos Muggles
del Ministerio de Magia, en donde, por cierto, trabajaba Nille), pero cuando no tenía trabajo, me
encantaba pasar el día en el dúplex, que Nille y yo compartíamos en Londres. A mí me gustaba la
situación de la casa, porque cuando abría los ojos y miraba por la ventana veía la paz y la
tranquilidad en el Támesis. Quizás era lo único que me ayudaba a abrir los ojos cada mañana y
quitarme la estúpida idea de rendirme a mi dolor. No sé porque, ese dolor me decía que tarde o
temprano se iría.-"Se irá. De eso estoy segura"- me dije antes de caer rendida en mi cama.