"Una noche de otoño"
Capítulo 1: "Un trabajo, Una fiesta."
"Los verdaderos amigos siempre están cuando los necesitas."
Una mañana de otoño, con el sol saliendo de detrás de las montañas, el frió de la mañana que frotaba su rostro mientras corría escaleras abajo, los árboles con las hojas anaranjadas que caían al suelo dejando una capa anaranjada sobre la acera del templo, se encontraba una chica de no más de veinte años de edad bajando casi corriendo las interminables escaleras del templo Higurashi. Paso por alado del gran árbol de 500 años de antigüedad que se encontraba casi sin hojas, pues todas se caían con la simple brisa del viento.
Cabello azabache, largo asta más arriba de la cintura, piel blanca y suave como el algodón, ojos grandes y expresivos, color chocolate. Era ella, ella la que se apresurada para no hacer esperar tanto a su amiga que sabia bien debería estar enojada por el retraso de su primer día de trabajo.
- Hola perdón por la tardanza, lo ciento –se excuso agitada de tanto correr ya dentro de la limosina negra que estaba al frente de su templo. El automóvil arranco, y se dirigieron hacia la gran empresa de revista: "Stefan."
- ¿Tú no te cansas de dormir? ¿Verdad? –pregunto con algo de enfado por tener que esperar tanto, mientras le daba una mirada seria y molesta cruzándose de brazos sobre el pecho.
- ¡¡Perdón pero es que el despertador no sonó!! –farfullo mientras sentía que las mejillas se sonrojaban por la vergüenza del retraso.
- Sí, bueno está bien –respondió, recostando la espalda en el asiento- menos mal que me tienes a mí… sino no sé lo que arias –dijo cerrando los ojos y ladeando el rostro para el paisaje que mostraba el camino.- es tu primer día de trabajo… no puedes llegar tarde… por suerte te pase a buscar –reprocho ya mirándola.
La joven rio nerviosamente, sintiendo como una gotita de sudor rodaba por su sien.
- Sí, por eso discúlpame. –suplico, nerviosa por las miradas que le lanzaba Sango.
Fueron todo el camino hablando de cualquier tema hasta que al fin llegaron al tan esperado edificio en donde trabajaría Kagome, por primera vez de reportera. Estaba nerviosa, pero feliz de por fin valerse por ella sola y sus esfuerzos. Con solo 19 años de edad y su vida por delante, aria que este año sea el mejor de todos. Bajaron de la limosina de Sango y Kagome quedo boquiabierta por la inmensidad del edificio: era enorme altísimo y extenso.
Sango soltó un par de carcajadas al ver el rostro de su amiga.
- ¡Kagome cambia esa cara, que no está grande como parece! –dijo riendo y haciendo que Kagome se volviera a sonrojar por su ímpetu.
- Sí, claro, como digas.
&
De un automóvil de carreras, bajo un hombre alto de cabellera platea, mirada seria pero hermosa al ser dorada, un porte formidable al igual que su físico. Se quito el casco que llevaba puesto y sacudió su larga melena plateada en cámara lenta para acomodarse los cabellos, camino hacia un mecánico que corría hacia él muy sonriente.
- ¡Feh! Miroku, te felicito, dejaste a colmillo como nuevo –informo al mecánico mientras le palmeaba el hombro y caminaban para dentro de la "oficina".
- Bueno, Inuyasha… –comenzó encogiéndose de hombros– ¿qué quieres que haga? si sabes que soy el dios de los autos –bromeo, fingiendo restarle importancia.
- No se para que te felicito si sabía que presumirías.
Caminaron bromeando con cada comentario como era de costumbre entre estos dos amigos. Inuyasha quien con 25 años de edad ya era el joven más famoso de Japón como corredor de autos, tenía ganados 7 trofeos automovilísticos por las carreras, que se corrían en Japón cada año. Y todo gracias a su mecánico quien también era su amigo desde la adolescencia, juntos emprendieron la carrera de autos y también juntos se ligaron muchas peleas de polleras por ser Miroku él que siempre estaba en problemas por ser un mujeriego de primera.
- ¿Y bien…? ¿Qué aremos hoy, Inuyasha? ¿Saldremos de casería? –pregunto con doble sentido en un tono que no dejaba confianza.
- Que Kikyuo no esté aquí no significa que pueda engañarla –espeto serio el piloto.
- Ay… –suspiro con apesadumbrado– ¿Inuyasha, no te cansas de estar de novios? Tener una novia es mucho compromiso… eso conmigo no. –exclamó seguro de sí mismo.
- ¡¡JA!! ¡Ya te quisiera ver enamorado!… además mejor estar de novios que engañar a las mujeres con falsas ilusiones –insinuó mientras le tiraba una mirada filosa.- ¿no crees? –pregunto irónico
- Sí, claro…
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En la empresa de Sango las cosas solían hacerse muy rápido y ella trataba de adaptarse al modo de trabajo de estos, mientras trataba de pasar una reseña que hacia una critica constructiva a una mala película. Una chica sin mucha delicadeza corría hacia Kagome a toda prisa, chocándose a casi toda las personas que se cruzaba. Hasta que por fin llego a Kagome quien se encontraba en su oficina con sus papeles.
- ¡¡KAGOME TIENES UNA ENTREVISTA!! –chillo emocionada. La reportera dio un pequeño brinco al escuchar de repente la vos de su amiga y compañera de trabajo, volteo extrañada, y la miro sin entender aun.
- ¿Qué?
- ¡Síii, me lo dijo la jefa! ¡SANGO!
- ¿¡SÍ!? –Pregunto incrédula aún– ¡¿EN CERIO, AYUMI?! –Luego de gritar emocionada junto con su amiga, se detuvo a pensar quien podría ser la persona que entrevistaría. – y… em… ¿Quién es la persona a la que entrevistare? ¿Una modelo, actriz, cantante… quien?
- ¡A Inuyasha Taisho! –afirmo sonriente.
Kagome la miro como si no la hubiera escuchado.
- Sip, dicen que es muy guapo y a pesar de ser un corredor, es muy popular entre las adolescentes
- Ahhh… mmm… no lo conozco… ¡pero qué bueno! ¿¡Que importa?! –Chillo emocionada soltando vitorias junto a Ayumi–. ¡tendré mi primera entrevista!!
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- ¿¡QUÉ!! ¡¡TE DIJE QUE NADA DE ENTREVISTAS, MYOUGA!! –grito a todo pulmón contra su manager que tenia una posición tranquila sentado en el sofá de la sala de estar, mientras escuchaba los reclamos de Inuyasha con los ojos cerrados.
- Sí, lo sé, pero es que ya hace bastante tiempo no tienes una entrevista, y tu popularidad se está yendo por las alcantarillas. –contesto su manager preocupado.
- ¡ARG…! ¿y? ¿a qué revista tengo que hacer la entrevista? –exclamo ya rendido al verse sin escapatoria.
- ¡A la revista "Stefan"! –Espeto emocionado.- ¡¡es muy famosa!!
- ¿ah, sí? –Entono fastidiado–. Pues nunca escuche sobre esa revista TAN famosa.
- Le hará bien, tiene que tener publicidad… no se olvide que es famoso…
- ¡JA! –Fue lo único que se limito a emitir mientras tomaba asiento a un lado de su manager–. No me interesa.
Del baño de la mansión Taisho, se encontraba saliendo con una toalla en sus hombros con su cabello todo mojado por el baño un joven de ojos azules, claramente despreocupado. Entro a la sala de estar con su típica tranquilidad que tanto lo caracterizaba y antes de cruzar el umbral de la puerta escucho el alboroto de voces que se sentían desde afuera de la habitación, cuando al fin entro vio como Inuyasha se sentaba en el sofá pesadamente con el ceño muy fruncido –claramente enfadado– suspiro sabiendo que esto no era nada bueno.
- ¿Pero qué es lo que pasa? –inquirió acercándose a ellos. Llevaba puesta una camisa negra sin abrochar y unos jeans gastados bien a la onda.
- El joven, Inuyasha, no quiere hacer una entrevista… –lo acuso Myouga.
– ¡¡Feh!!
- ¿¡POR ESO?!… ay… –se lamento, cerrando los ojos y llevándose las manos a las sienes, mientras las movía de manera circular–. Vamos, Inuyasha, no puedes enfadarte con Myouga, solo por eso… él lo hace por el bien de tu carrera. Vamos, hazle un favor al pobre –dijo consolidatorio levantando una mano y con la palma abierta señalando al anciano que tenia la mejor de las miradas arrepentidas.
- ¡¡JA!! No me interesa ninguna entrevista ni nada por el estilo. Además, estoy muy bien con mi fama –espeto más calmado mientras cerraba sus ojos y fruncía más su ceño decidido.
- Bueno haz lo que quieras. –sonrió de una manera cansada al verlo tan terco– pero luego no me andes buscando cuando no tengas fama… –le advirtió secándose la cabeza con la toalla. Inuyasha lo miro interrogativo y levanto una ceja extrañado de ver tan limpio a Miroku.
- ¿Y tú a dónde vas?
- ¡Ah! Me olvide… ¡vamos a salir! así que ve y vístete rápido que ya saldremos – con una gran sonrisa lanzo la toalla en el rostro a Inuyasha quien la tomo entre sus manos y lo miro con más dudas aún.
- Y ¿a dónde iremos a estas horas de la noche?
- ¡Y ¿a dónde más?! –Ironizo Miroku como si fuera la cosa más normal del mundo–. ¡A una fiesta! Seeh… es nuevo, lo inauguran esta noche, y solo las personas mas famosas van a asistir –respondió Miroku, muy feliz y continuo–. Y ¿sabes a quien invitaron a esa fiesta?… ¡¡A NOSOTROS!!
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Una limosina negra y muy amplia se dirigía al templo Higurashi con Sango y Kagome dentro de él, quienes charlaban amenamente.
- Gracias, Sango, por lo de la entrevista con ese tal Inuyasha –dijo Kagome.
- De nada es un placer ayudarte.
– ¡Ah! por cierto, ¿quiénes ese Inuyasha Taisho?
Sango le regalo una sonrisa.
- Ah, bueno… veras, es un gran corredor de autos, es muy famoso, también apuesto y con solo 25 años ya tiene 7 o más trofeos –le contesto Sango, con una sonrisa cómplice.
- Ahhh… y ¿por qué lo elegiste a él si tu revista es de adolescentes?.
- Él es muy apuesto, y todas las adolescentes están enamoradas de él, por serlo –exclamo guiñándole un ojo a Kagome–. Y además, si tenemos una entrevista con Inuyasha, este mes venderemos muchas revistas.
- De acuerdo entonces pondré mucho entusiasmo y le haré varias preguntas ¿quieres?
- Sí, está bien… ¡ah! por cierto, Kagome, ¿qué tienes que hacer ahora?
- Pues ahora tenía pensado darme un baño… pero nada más ¿por qué lo preguntas?
- Bien, porque tenía planeado ir a una fiesta y quería invitarte ¿quieres venir conmigo?
- Sí, claro –acepto la muchacha con entusiasmo.
- Entonces alístate que a la media noche paso a buscarte ¿si?
- Esta bien. -respondió la chica ya llegando a su casa y bajándose de la limosina.
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Ya era la media noche y Miroku con Inuyasha, estaban dentro de la limosina, los dos se encontraban muy apuesto aunque uno de los dos jóvenes no se encontraba a gusto con la salida de esa noche.
- ¿Por qué te hago caso? no lo sé –suspiro Inuyasha poniendo su mano en su barbilla, claramente irritado.
- Ya verás que te va a gustar… además va a haber hermosas mujeres –quiso animarlo el mecánico, sonriendo con su acostumbrada tranquilidad.
- ¡¡Ya te lo he dicho no me interesa ninguna mujer, excepto, Kikyuo!!- mascullo Inuyasha a Miroku.
«Eso dices ahora pero ya verás» pienso al tiempo que reía en su mente el mecánico.
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- Bien, creo que ya estoy lista -se dijo a sí misma la chica de cabellera negra mientras se mira al espejo.
Pues ella tenia puesto un vestido blanco, que era desflecado en las puntas, el pelo suelto pero con un hermoso broche que agarraba la mayoría de su cabello. En la parte superior era de tiras algo escotada dejando ver buena parte de piel expuesta blanca combinando a la perfección con la pollera desflecada, que tenía un corte algo pronunciado pero nada exagerado.
- ¿Hermana a dónde vas? -le pregunto su hermano a la chica que se observaba por el espejo.
- Me voy con Sango a una fiesta –respondió risueña ladeando el cuerpo para tener una mejor visión del vestido que llevaba, muy feliz de salir.
Luego de un rato Kagome, salió de su casa, pues escucho la limosina de Sango, y al subir al coche…
- ¡uy! ¡Kagome, que sexy te ves! -halago Sango, mientras le guaneaba con un ojo.
- Gra-gracias, Sango, tú también te ves muy linda –respondió ruborizada, y continuó diciendo–. y ¿a dónde vamos, Sango?
- Bueno, a una fiesta de un boliche, como lo inauguran hoy me invitaron a mí y algún acompañante –respondió la muchacha de cabellos castaños–. Además van a ir muchas celebridades y quiero socializar con algunas para mi revista.
- Ah, ya veo… Sango, tu aprovechas todo ¿no? –bromeo riendo suavemente.
Mientras estas dos amigas iban llegando a la fiestas, se podía observar todas las personas que llegan muy elegantes y también hermosas….
Cuando ya están bajando de la limosina, Kagome, observo a un joven de cabellera larga de color plateado… se mantuvo sorprendida de lo bonito que era aquel hombre. Inuyasha llevaba una camisa blanca juvenil con algún que otro de talle, unos jeans algo alongados pero que bien marcaban su trasero, la cabellera suelta y un abrigo negro. Era alto con un gran porte, claramente era bien sexy a través de toda esa ropa…
«Que guapo es» pienso al verlo tan elegante y apuesto.
Luego de haber visto el lugar Inuyasha se sintió incomodo al ver todo aquel alboroto –gente por todos los lados, un murmullo incomodo, luces de colores como si fuera una GRAN fiesta, cuando debería ser privada, humo y camarógrafos por todo el lugar haciendo preguntas estúpidas y armando cotilleos– suspiro hastiado de todo eso sintiéndose fuera de lugar en todo ese alboroto diciendo salir afuera del lugar para tranquilizarse y encender un cigarrillo.
- Oye Miroku… –llamo Inuyasha, dándose la vuelta para ver a su amigo, pero advirtió que no estaba solo pues muchas mujeres lo rodeaban y…
«Creo que mejor no lo interrumpo» –pienso fastidiado.
Salió de ese lugar para afuera pues tenía un jardín muy lindo, lleno de flores y un banco para sentarse, entonces…
Continuara…
N/A: Como lo prometido es deuda, para las chicas de LOS MALOS FICS Y SUS AUTORES ya corregí algunas cosas de mi fic, para así me dejan de molestar con su "ayuda" que por cierto nadie pidió. Quiero explicar también que si les molesta algo de mis fics, por favor no lo lean que nadie les pone un revolver en la cabeza para que lo hagan y tampoco nadie me paga para que esto quede perfecto o al menos me den un premio por algo que solo hago porque me gusta. Para no hacer tan largo esto lean en mi página principal donde dice "Avisos más recientes" y verán a que me refiero.
También, sepan que si los personajes en los diálogos hablan con MAYÚSCULA es porque quiero expresar la sorpresa, o si les molesta algo NO ES POR EQUIVOCACIÓN MÍA sino para demostrar un poco como es que se sienten ¿entienden? Y sí, tengo mala ortografía, pero trato muchas veces, aunque en su mayoría sin evolución, no equivocarme tanto, pero como bien se dice… somos humanos y todos tenemos derechos de equivocarnos por NO SOMOS PERFECTOS.
Lamento ser tan directa con ustedes chicas, pero siendo sincera, y perdonen por la manera de expresarme pero ya me cansaron: ¡me revienta los ovarios que me jodan con esto de mi ortografía y la trama de mis fics y MIS FICS! Yo en primer lugar, no me meto con nadie ni va dirigido en especial a NADIE esto es todo general para que comprendan que me HARTARON con eso de que me consiga un BETA o como quiera que se llame. No me interesa conseguirlo y no quiero conseguirlo, estoy bien así como estoy y gracias a mis esfuerzos voy a mejorar mi ortografía no por un programa, me parece que es mejor hacerlo a la antigua que hacerlo con ese programa.
Y por último y para terminar con esto. ¡Por favor dejen de leer mis fics si no les gusta no es necesario que me digan que escribo mal o que mi ortografía es mala! ¡Y absténganse de darme ayuda sin que la pida o aunque la necesite! NO ME INTERESA. Cuando la pida, está bien ahí denme una mano si quieren, pero sino, absténganse de ayudarme. Dulce.
Dulce…
