Fullmetal Alchemist y sus personajes son propiedad de Hiromu Arakawa

Nicholas

-Riza, ese bombón no deja de mirarte. - Le dijo Rebecca de manera poco discreta, como hacía todas las cosas, mientras esperaban para servirse el almuerzo. Riza la miró con reproche por decir eso en voz alta (demasiado alta), pero volteó a ver de quién hablaba, se encontró con la mirada de un chico bastante atractivo pero un escalofrío le recorrió la espina al notar que se parecía a él.

No era idéntico, ni mucho menos. Su piel no era tan pálida, ni sus ojos tenían esa forma tan peculiar y no era tan estilizado, pero era lo suficientemente similar para que le temblaran las rodillas. – Es muy guapo Riza, no puedes dejarlo ir eh. – Riza se mordió un poco el labio, pensando si era buena idea acercarse, nunca había coqueteado y ni siquiera sabía cómo hacerlo, pero aun así se acercó ¿Qué era lo peor que podía pasar?

Nicholas, Nicholas Parker se llamaba. Era de Resembool y su padre era militar, por eso se había enlistado. Era agradable, galante (aunque no tanto como él) y divertido. La hacía sentir cómoda, pero ella sabía muy en el fondo que sólo se acercaba para sentir que estaba con Mustang de nuevo, aunque le faltaran sus ojos negros profundos, aunque le faltara el idealismo ingenuo como motor para entrar al ejército y aunque no compartiera su secreto, estaba bien por ahora. Estuvieron acercándose y conversando durante algunas semanas, incluso se besaron algunas veces, estaba bien por ahora, sí.

Se coló una noche al dormitorio de varones, podían castigarla severamente si alguien la atrapaba, pero era poco probable, sus compañeras (incluida Rebecca) lo hacían bastante seguido y nunca nada había sucedido ya que la que se suponía debía vigilarlas, dormía como un tronco y nada la perturbaba. Se besaron y se acariciaron un rato, las caricias de Nicholas eran torpes, pero no era brusco ni irrespetuoso; por suerte la clandestinidad del asunto le sirvió de excusa para no quitarse la camiseta y así pudo esconder su espalda y lo que cargaba con ella. Fue satisfactorio, no podía negarlo, pero le pesaba la falta de algunas sensaciones que recordaba de su primera vez con Roy.

- Eso fue mejor de lo que siempre imaginé, ahora entiendo cuando decían que era fantástico. - Nicholas sonreía satisfecho mientras ella se ponía el resto de su ropa para volver a su dormitorio, pero no pudo pasar por alto su comentario. - ¿A qué te refieres? - Le preguntó acomodándose los pantalones. – Esta fue mi primera vez Rizz, y creo que me he enamorado. - Agrandó su sonrisa, y Riza sólo pudo pensar en lo mal que se sentía, él acababa de entregarle su primera vez y confesar su "amor" (claramente, la sangre todavía no había vuelto adecuadamente a su cabeza) y ella sólo podía pensar en otra persona, incluso se contuvo algunas veces para que ese nombre no escapara de sus labios. Definitivamente esto no estaba bien, nada bien.

En las semanas siguientes, trató de alejarse de Nicholas. Se acostó con él una vez más, en esta ocasión más por lástima que por buscar algo, para que él no se sintiera tan usado, si es que eso era posible. Pero se encargó de hacerle ver que eso no era amor y no lo sería; afortunadamente lo entendió en poco tiempo y no volvieron a cruzar palabra en lo que quedó de formación en la Academia. Eso estuvo mal, muy mal.

Bueno, este fue cortito y no tan Royai, pero es necesario para plantear una situación que ocurre en el siguiente