¡Sigo siendo el Rey!
No tengo remedio, ni los derechos de Hetalia, canciones, marcas, etc., y si alguien se ofende por el contenido aquí expuesto, sólo puedo disculparme por el mal rato.
Dedicado a los y las fans del DenMex :3
¡Sigo siendo el Rey!
En la vida existen diversos momentos en los cuales la fuerza de voluntad se ve puesta a prueba, y un claro ejemplo de ello se daba en las cumbres mundiales, ya que cada representante de las naciones quería exponer sus puntos de vista, tener la razón, desviar información valiosa, comer o recibir un poco de atención en la mayoría de los casos; ¿dónde queda el ejercicio de la fuerza de voluntad? Simple, cuando Alemania, o cualquier nación con un arma cargada o afilada, exigía la reanudación de las actividades, de modo que concluyeran con, cuando menos, una solución tangible.
-Ya que tenemos en claro las posibles soluciones realistas para combatir la deforestación, podemos... -El alemán, quien tomara la batuta de la junta debido al menosprecio mostrado al país anfitrión, detuvo su discurso al escuchar gritos y detonaciones que sólo podían proceder de armas de fuego de alto calibre.- México, ¿qué está sucediendo?
El mencionado, quien se apresuró a cerrar las ventanas y correr las cortinas, soltó una risilla cansada y nerviosa, mientras se recordaba a sí mismo que fue su jefe quien eligió la sede de la cumbre.
-Nada importante, supongo. -Chema dejó caer su rostro contra la mesa, incapaz de ver a Ludwig a los ojos.- Por favor, continúa antes de que se les olvide que estamos trabajando.
-Si, está bien...
Por otro lado, en la vida existen recompensas al esfuerzo y trabajo duro realizado. Cuando la cumbre concluyó, misteriosamente de una forma pacífica, un determinado grupo de países rodearon a José María, algunos para levantarle el ánimo, otros para exigirle el cumplimiento de su hospitalidad y, el resto, sólo querían aflojarse las corbatas y salir a divertirse.
-Pe-pero, aún debo escribir los reportes y...
-¡Por favor! Es fin de semana y hay que divertirse, kesesesese.
-¡Pero tu ni siquiera trabajaste, Gil!
-No te fijes en pequeñeces, mon ami, y vayamos a disfrutar de esta hermosa noche.
Y de esa manera -por la fuerza- el mexicano salió a divertirse con sus iguales... Bueno, con un grupo de alborotados europeos.
Pasadas las tres de la mañana, un par de naciones avanzaban entre pasos desincronizados y uno que otro traspié hacia la habitación de un hotel, causando un poco de alboroto por el pasillo al ir desacomodando cuadros, derribando jarrones, y cantando como si estuvieran en la regadera...
-Un arriero en el camino me enseñó que mi destino era llegar y llegar...
-¡Llegar y llegar! ¡Llegar y llegar!
-Después me dijo una piedra que no hay que rodar primero, pero hay que saber rodar...
-¡Rodar y rodar! ¡Rodar y rodar!
Se detuvieron ante la puerta de la habitación deseada, en parte por que uno de ellos azotó como res en el suelo.
-¡Shhhh! ¡Vas a despertarlos a todos!
Tras ayudarle a incorporarse, empezaron a reír como tontos, hasta que uno de ellos se acercó, tomándole las mejillas con ambas manos, y plantándole un beso en los labios, dejando mudo en el acto al receptor de dicho gesto.
-Buenas noches.
-¿Qué...?
-¡México me ama!
Los rubios se le quedaron viendo al auto proclamado Rey del Norte de Europa, ya que a pesar de estar acostumbrados a sus extravagancias y rarezas, no se esperaban semejante declaración durante el desayuno.
-¿S'gues ebr'o?
-Ebrio si, pero de amor.
-Y te acompaña la cruda, por lo visto. -Agregó el islandés mientras se apartaba un poco.- ¿Consideraste al menos darte un baño?
A lo largo de todo el desayuno, el danés no paró de alardear sobre lo sucedido la noche anterior, mejor dicho, unas horas antes, ante la escéptica mirada del resto.
-Ya que Noru será mi padrino e Is cargará los anillos, no será un problema que ustedes dos se encarguen de los viáticos y gastos de la luna de miel, ¿verdad? -Le dijo a Suecia y Finlandia, quienes abrieron la boca al instante, pero de sus labios no salió ni una palabra.- ¡Sabía que podía contar con ustedes!
-Est's l'co.
-Creo que estás proyectando cosas que van más allá de la razón, Mathías. -Dijo Tino tratando de hacerlo entrar en razón.- Para empezar, bebieron de más, te caíste y parece que aún no estas espabilado. ¿Y si soñaste ese beso?
-No pude haberlo soñado, ¡fue tan real!
El resto del grupo compartió una mirada, acordando en silencio desengañar al danés.
-México te dio un beso y ya. Eso no prueba absolutamente nada. -Inició Noruega.
-Tampoco te llamó en la mañana, ni se quedó contigo en toda la noche... O madrugada.- Siguió el islandés.
-Est's c'nfundiendo los h'chos.
-Y la verdad... -Continuó Finlandia, pero Dinamarca le interrumpió.
-Ustedes quieren que YO no sea feliz, ¿cierto?
-¿De qué estás hablando? ¿Acaso no eres el país más feliz del mundo? -Explotó Emil, cansado de tantas tonterías.- ¿¡Cuál es tu problema!?
-¡Lo soy! ¡Y quiero serlo aún más! ¡Así que iré ahora mismo a despertar a México, declararle todo mi amor y así ser felices por siempre!
Estaba a punto de correr, pero Lukas le detuvo el paso.
-¿Podrías dejar de ser un idiota por un solo instante en tu vida? ¿Eso es mucho pedir?
-¿Y qué harás si México te rechaza, Mathías? -Finlandia interrumpió al noruego para evitar que las cosas se salieran de control, de nuevo.
-Lo que todo nórdico haría de estar en mi lugar: ¡Seguir insistiendo!
Y se fue corriendo sin sentido alguno, hasta perderse de vista.
-¿Alguien más está de acuerdo en que deberíamos encerrarlo? -Preguntó Islandia, y tanto Noruega como Suecia alzaron la mano.
-¡Su-san!
Continuará -Si los nórdicos no encierran a Mathías primero-.
