Disclaimer: Los personajes de esta historia han sido tomados de la obra de J.K Rowling, Harry Potter, y son propiedad, además de su autora, de Warner Bros y de editoriales como Bloomsburry o Scholastic. ¡¡ Solo busco divertirme desordenando los personajes de Rowling-sama!!
(Válido para todos los capítulos de todas mis historias :-P)
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El diablo tiene ojos grises.
Capítulo uno.
Espiando
Hermione Granger abandonó a eso de las nueve de la noche la biblioteca, cansada pero satisfecha. La tarea de Pociones, que se suponía debía comprender dos pergaminos en letra pequeña, había alcanzado en su caso los tres pergaminos y medio con la letra muy ordenada, cuidando que no se manchara el pergamino con la tinta y, sobretodo, lleno de información importantísima que daba cuenta de una investigación concienzuda. Todo un logro para solo cuatro horas de un sacrificado sábado, en el cual podría haberse quedado con Harry y Ron en la Sala Común descanzando un poco, ya que no tenía que preocuparse tanto de mantener el orden en los alumnos debido a su labor de Prefecta de Gryffindor. En fin, por una buena nota siempre había que sacrificar ciertas cosas insignificantes pero importantes.
- Adiós, señora Pince- Se despidió Hermione, tratando de aacomodarse bien el bolso repleto de libros, pergaminos y otras cosas que nadie conocía.
- Buenas noches, señorita Granger. Suerte en su trabajo- Dijo la bibliotecaria, que apesar de tener un aspecto enfermo y ser para todos una "vieja cascarrabias", siempre se portaba de muy buen humor con Hermione.
Con un gesto de agradecimiento la muchacha de cabello enmarañado, esta vez amarrado en una coleta que ponía menos en evidencia su terrible e inmanejable melena, se marchó de la biblioteca dispuesta a ir, aunque fuese por una hora, al baño de los prefectos. Después de todo, era un regalo para los prefectos aquel baño espléndido, lleno de lujos y muy privado, y sería casi un crimen desperdiciarlo. Así, la Gryffindor fue a dejar su mochila a la torre de su casa, y sacó su pijama y su bata blanca. Bajó luego a las cocinas, por algún bocadillo- ya que se le había olvidado ir a cenar-, y entonces caminó con paso lento y relajado, hacia la estatua de Boris el desconcertado, y cuando hubo llegado allí, susurró frente a la puerta oculta la clave:
- Jabón de limón -
La puerta se abrió, y Hermione entró olvidando luego correr el pestillo para asegurarse de que nadie más entrara. ¿ Quién iba a venir a las nueve y media de la noche a bañarse? Exceptuándola a ella, nadie.
Se sacó los zapatos y los calcetines, y caminó descalza, sintiendo en la planta de sus pies el contacto con el frío mármol blanco. Abrió los grifos de burbujas, espuma y eligió el de perfume de lavanda esta vez. Mientras la piscina, que era enorme, se llenaba, Hermione entró a los cuartos que había tras la imagen de la sirena durmiente, y que servían de camarines gracias a su división parecida a la de los baños. Tranquilamente se sacó el uniforme, lo metió dentro del tubo que decía " Lavandería" y dejó el pijama y la bata colgando en la puerta. Salió de allí, no sin antes asegurarse de que ningún fantasma andaba merodeando, y se metió de un salto a la piscina.
Estuvo alrededor de una media hora allí, dejando que la espuma acariciara su cuerpo y el aroma a lavanda la adormeciera un poco. El agua, que era tibia, lograba un espectacular efecto relajante en ella, y cuando se dio cuenta de la hora, lamentó que tuviera que madrugar al día siguiente. Se salió, tomó una de las muchas toallas blancas mullidas que allí habían y, algo desanimada, se la enrolló al cuerpo.
- Si no fuera por la clase de Snape podría quedarme más rato...- Dijo para si misma. Caminó hasta los improvisados camarines, y allí se secó. Pero justo cuando iba a ponerse el pijama, escuchó ruidos que la alarmaron. Ocultándose tras la puerta, Hermione intentó ver que sucedía.
- Vamos, Pansy, que no puedes pasar... - Decía el joven, que trataba de cerrar la puerta dejándo a la chica afuera-. ¡ Es solo un lugar para prefectos! ¿ Que no entiendes? Ya, si, adiós, yo también te quiero, si, adios-.
Cerró la puerta de un golpe, y se sacó la túnica de inmediato. Era Draco Malfoy, el prefecto de Slytherin, y parecía fatigado.
- Ojalá algún día me deje en paz- Gruñó, mientras se sacaba los zapatos.
Hermione, que seguía observando sin ser vista, quiso salir de inmediato y decirle " Espera, Malfoy, estoy YO aquí", pero la rapidez con que el Slytherin se sacaba las ropas le impidió salir y hablar.
" Debería cerrar los ojos" - Pensó Hermione, mientras Draco Malfoy se desprendía de la corbata y luego de la camisa. El Slytherin caminó un poco, vestido solo con los pantalones grises de colegio, dejando ver la mitad de un cuerpo delgado, muy pálido, y realmente bello. Mientras caminaba apoyaba las manos en la espalda, arqueando un poco el cuerpo, lo que lo hacía ver mucho más sensual de lo que Hermione jamás pensó que podía ser. Se fijó que en la espalda se marcaba su columna vertebral, y que adelante se notaban esos músculos que parecen ser un camino, entre las caderas, hacia...
" Hermione, CIERRA LOS OJOS YA"- Volvió a pensar la castaña, a pesar de que estaba haciendo lo contrario: Cada vez los ojos se le abrían más. " Vamos, que Malfoy se va a sacar los pantalones... Oh, ya lo hizo".
En efecto, el Slytherin ahora solo tenía su cuerpo cubierto por la ropa interior, que eran unos apretados boxers de color azul marino. Hermione no podía creer que Draco Malfoy, el apestoso riquillo altanero, el que hacia gala de su dinero, poder y familia frente a todos los " gusanos inferiores",... tuviera un cuerpo tan deliciosamente formado. No era musculoso, ni tenía una espalda ancha, ya que sus diesiséis años de seguro no le permitirían aún ese lujo de hombre adulto, pero su cuerpo estaba en excelente forma, bastante proporcionado y parecido al de un joven que ha practicado natación durante mucho tiempo. Tenía las piernas largas, pero no eran delgadas, seguramente debido a los entrenamientos que les hacen a los jugadores de Quidditch para que se mantengan en forma - correr en barro y nieve y cosas así que estaban matando al pobre de Harry-. Y su trasero... Dios, Hermione no entendía como nunca se había fijado en el trasero de Malfoy.
Además, su piel tan blanca y su cabello tan claro, junto con unos ojos grises fríos y misteriosos, lo hacían parecer pariente de una veela. Era como un ángel, pero la Gryffindor lo conocía bien: Él era un demonio con una apariencia engañosa. Bastante engañosa.
" Ay, mi Dios" Pensó Hermione, incapaz de pronunciar palabra o de dominar algún músculo de su cuerpo. Solo podía pestañear, atónita. " Pero... Es Malfoy... Tan bueno que está... Digo, Hermione, cálmate. Piensa en lo que te dice la abuela para prohibirte ver películas de Tom Cruise "
Hermione recordó claramente la imagen de su abuela, vistiendo ropas claras y un rosario en el cuello, gritándole con su voz chillona:" ¡¡Hermiooone!! ¡¡¿ Que son esos hombres casi desnudos en la televisión ?!! ¡¡¡ No llevan la poleeeeraaa!!! Eso es pecado, Hermione, ¡¡ PE-CA-DOOO!! ¡¡ La lujuria te llevará al infiernooo!! ". No pudo evitar sonreír. Su abuela era bastante exagerada.
Justo en ese momento Draco Malfoy pareció dudar en algo, y se volteó repentinamente. Para suerte de Hermione, sus reflejos le permitieron ocultarse antes de que el Slytherin pudiera descubrirla. Suspiró bajito, y esperó unos segundos. Mientras, aprovechó para ponerse el pijama y la bata. Cuando la tentación la venció y al fin volvió a asomar la cabeza por la puerta, descubrió que Draco Malfoy estaba ya sumergido en la piscina, nadando de un lado a otro y disfrutándo de los aromas que había seleccionado, que eran, según Hermione, cítricos.
- Que cansador es ser perfecto... y prefecto...- Dijo de repente el Slytherin, sobresaltándola. De inmediato comprendió que hablaba solo, y sonrió maléficamente. ¿ De qué más podía enterarse Hermione que Draco Malfoy tuviese escondido? - Y a la vez ser novio de Pansy Parkinson... Me molesta todo el puto día, y por su culpa no pude terminar bien mi trabajo de Pociones... - Se detuvo, mirándo a todos lados- Que suerte que la llorona no esté aquí hoy. Me puedo bañar tranquilamente, solo. Umm...- Malfoy se sumergió en la espuma, disfrutando de aquel baño tan relajante-. Al menos hay algo de mi altura en este castillo de mala muerte-. Dijo, apoyando los brazos fuera de la piscina. Sin duda, el Slytherin se veía extremadamente sexy cuando tenía la cara mojada y el cabello rubio le caía sobre la frente desordenadamente.
" Si, como no, el millonario remilgado"- Pensó Hermione, mirándolo con una ceja alzada. " Ay, pero ahora ¿Cómo salgo de aquí? Si al menos tuviese la capa de invisibilidad de Harry, o recordara algún hechizo... Toda la culpa la tiene ese cretino, por andarse desnudando frente a mí, y pavonearse con su cuerpo tan... tan bello"
La Gryffindor, al hacer un gesto con la mano, se golpeó fuertemente en la puerta. Aguantando las ganas de lanzar unas cuantas maldiciones de más alto calibre que " Recorcholis" o " Caracoles hervidos", se tapó la boca para no ser descubierta.
- ¿ Qué mierda?- El Slytherin se desconcertó. Se salió de la piscina, y con el cuerpo mojado, y completamente desnudo, preguntó:- ¿Llorona? [N/a Sin duda se refiere a Myrtle :P. En el 4to libro ella confiesa espiar a los prefectos]
Hermione se ocultó, con los ojos muy abiertos. Ahora no tenía ganas de maldecir, si no de agradecer a Lucius y a Narcissa Malfoy por haber hecho a su hijo con tanto amor y dedicación. Lástima que lo hubiesen criado de la forma en que lo hicieron un pesado, pero... Bueno, por primera vez no importaba tanto. No con ese tremendo... don.
- Ese ruido vino de aquí... - Dijo Draco Malfoy, tras la puerta entreabierta. Se sintió el ruido de su mano sobre la manija, y luego el de la puerta abrirse completamente. Entonces...
- ¿ Granger?-
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Nota de la Autora
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¡ Hola! Volví con nuevo fic :D
Como no podía escribir Night ni Las dos caras de la luna [Continuación de Se ama porque se ama], salió este nuevo Draco & Hermione de mi cabecita loca :D Se me ocurrió... no sé cómo, pero lo escribí luego de una repasadita a HP y el Cáliz de Fuego ^________^ y de babear horas porque falta poco para tener entre mis manos el V libro *-* . Espero que les haya gustado ^^ Jeje,...y bueno, eso... no sé que más decir... Em... ¿ Me dejan reviews? xD [ Y que no, Akane, que ya te dejes con los reviews... ¡ Un vicio, eso es lo que son los condenados!! @__@ jajaja]
Byes!!
Akane Wakashimatzu de Lioncourt Albatou Malfoy Adams DiCaprio Weasley Perez Bunny Treschi.
[Más conocida como A-chan xD]
-- Los peligros de una cursi dopada --
(Válido para todos los capítulos de todas mis historias :-P)
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El diablo tiene ojos grises.
Capítulo uno.
Espiando
Hermione Granger abandonó a eso de las nueve de la noche la biblioteca, cansada pero satisfecha. La tarea de Pociones, que se suponía debía comprender dos pergaminos en letra pequeña, había alcanzado en su caso los tres pergaminos y medio con la letra muy ordenada, cuidando que no se manchara el pergamino con la tinta y, sobretodo, lleno de información importantísima que daba cuenta de una investigación concienzuda. Todo un logro para solo cuatro horas de un sacrificado sábado, en el cual podría haberse quedado con Harry y Ron en la Sala Común descanzando un poco, ya que no tenía que preocuparse tanto de mantener el orden en los alumnos debido a su labor de Prefecta de Gryffindor. En fin, por una buena nota siempre había que sacrificar ciertas cosas insignificantes pero importantes.
- Adiós, señora Pince- Se despidió Hermione, tratando de aacomodarse bien el bolso repleto de libros, pergaminos y otras cosas que nadie conocía.
- Buenas noches, señorita Granger. Suerte en su trabajo- Dijo la bibliotecaria, que apesar de tener un aspecto enfermo y ser para todos una "vieja cascarrabias", siempre se portaba de muy buen humor con Hermione.
Con un gesto de agradecimiento la muchacha de cabello enmarañado, esta vez amarrado en una coleta que ponía menos en evidencia su terrible e inmanejable melena, se marchó de la biblioteca dispuesta a ir, aunque fuese por una hora, al baño de los prefectos. Después de todo, era un regalo para los prefectos aquel baño espléndido, lleno de lujos y muy privado, y sería casi un crimen desperdiciarlo. Así, la Gryffindor fue a dejar su mochila a la torre de su casa, y sacó su pijama y su bata blanca. Bajó luego a las cocinas, por algún bocadillo- ya que se le había olvidado ir a cenar-, y entonces caminó con paso lento y relajado, hacia la estatua de Boris el desconcertado, y cuando hubo llegado allí, susurró frente a la puerta oculta la clave:
- Jabón de limón -
La puerta se abrió, y Hermione entró olvidando luego correr el pestillo para asegurarse de que nadie más entrara. ¿ Quién iba a venir a las nueve y media de la noche a bañarse? Exceptuándola a ella, nadie.
Se sacó los zapatos y los calcetines, y caminó descalza, sintiendo en la planta de sus pies el contacto con el frío mármol blanco. Abrió los grifos de burbujas, espuma y eligió el de perfume de lavanda esta vez. Mientras la piscina, que era enorme, se llenaba, Hermione entró a los cuartos que había tras la imagen de la sirena durmiente, y que servían de camarines gracias a su división parecida a la de los baños. Tranquilamente se sacó el uniforme, lo metió dentro del tubo que decía " Lavandería" y dejó el pijama y la bata colgando en la puerta. Salió de allí, no sin antes asegurarse de que ningún fantasma andaba merodeando, y se metió de un salto a la piscina.
Estuvo alrededor de una media hora allí, dejando que la espuma acariciara su cuerpo y el aroma a lavanda la adormeciera un poco. El agua, que era tibia, lograba un espectacular efecto relajante en ella, y cuando se dio cuenta de la hora, lamentó que tuviera que madrugar al día siguiente. Se salió, tomó una de las muchas toallas blancas mullidas que allí habían y, algo desanimada, se la enrolló al cuerpo.
- Si no fuera por la clase de Snape podría quedarme más rato...- Dijo para si misma. Caminó hasta los improvisados camarines, y allí se secó. Pero justo cuando iba a ponerse el pijama, escuchó ruidos que la alarmaron. Ocultándose tras la puerta, Hermione intentó ver que sucedía.
- Vamos, Pansy, que no puedes pasar... - Decía el joven, que trataba de cerrar la puerta dejándo a la chica afuera-. ¡ Es solo un lugar para prefectos! ¿ Que no entiendes? Ya, si, adiós, yo también te quiero, si, adios-.
Cerró la puerta de un golpe, y se sacó la túnica de inmediato. Era Draco Malfoy, el prefecto de Slytherin, y parecía fatigado.
- Ojalá algún día me deje en paz- Gruñó, mientras se sacaba los zapatos.
Hermione, que seguía observando sin ser vista, quiso salir de inmediato y decirle " Espera, Malfoy, estoy YO aquí", pero la rapidez con que el Slytherin se sacaba las ropas le impidió salir y hablar.
" Debería cerrar los ojos" - Pensó Hermione, mientras Draco Malfoy se desprendía de la corbata y luego de la camisa. El Slytherin caminó un poco, vestido solo con los pantalones grises de colegio, dejando ver la mitad de un cuerpo delgado, muy pálido, y realmente bello. Mientras caminaba apoyaba las manos en la espalda, arqueando un poco el cuerpo, lo que lo hacía ver mucho más sensual de lo que Hermione jamás pensó que podía ser. Se fijó que en la espalda se marcaba su columna vertebral, y que adelante se notaban esos músculos que parecen ser un camino, entre las caderas, hacia...
" Hermione, CIERRA LOS OJOS YA"- Volvió a pensar la castaña, a pesar de que estaba haciendo lo contrario: Cada vez los ojos se le abrían más. " Vamos, que Malfoy se va a sacar los pantalones... Oh, ya lo hizo".
En efecto, el Slytherin ahora solo tenía su cuerpo cubierto por la ropa interior, que eran unos apretados boxers de color azul marino. Hermione no podía creer que Draco Malfoy, el apestoso riquillo altanero, el que hacia gala de su dinero, poder y familia frente a todos los " gusanos inferiores",... tuviera un cuerpo tan deliciosamente formado. No era musculoso, ni tenía una espalda ancha, ya que sus diesiséis años de seguro no le permitirían aún ese lujo de hombre adulto, pero su cuerpo estaba en excelente forma, bastante proporcionado y parecido al de un joven que ha practicado natación durante mucho tiempo. Tenía las piernas largas, pero no eran delgadas, seguramente debido a los entrenamientos que les hacen a los jugadores de Quidditch para que se mantengan en forma - correr en barro y nieve y cosas así que estaban matando al pobre de Harry-. Y su trasero... Dios, Hermione no entendía como nunca se había fijado en el trasero de Malfoy.
Además, su piel tan blanca y su cabello tan claro, junto con unos ojos grises fríos y misteriosos, lo hacían parecer pariente de una veela. Era como un ángel, pero la Gryffindor lo conocía bien: Él era un demonio con una apariencia engañosa. Bastante engañosa.
" Ay, mi Dios" Pensó Hermione, incapaz de pronunciar palabra o de dominar algún músculo de su cuerpo. Solo podía pestañear, atónita. " Pero... Es Malfoy... Tan bueno que está... Digo, Hermione, cálmate. Piensa en lo que te dice la abuela para prohibirte ver películas de Tom Cruise "
Hermione recordó claramente la imagen de su abuela, vistiendo ropas claras y un rosario en el cuello, gritándole con su voz chillona:" ¡¡Hermiooone!! ¡¡¿ Que son esos hombres casi desnudos en la televisión ?!! ¡¡¡ No llevan la poleeeeraaa!!! Eso es pecado, Hermione, ¡¡ PE-CA-DOOO!! ¡¡ La lujuria te llevará al infiernooo!! ". No pudo evitar sonreír. Su abuela era bastante exagerada.
Justo en ese momento Draco Malfoy pareció dudar en algo, y se volteó repentinamente. Para suerte de Hermione, sus reflejos le permitieron ocultarse antes de que el Slytherin pudiera descubrirla. Suspiró bajito, y esperó unos segundos. Mientras, aprovechó para ponerse el pijama y la bata. Cuando la tentación la venció y al fin volvió a asomar la cabeza por la puerta, descubrió que Draco Malfoy estaba ya sumergido en la piscina, nadando de un lado a otro y disfrutándo de los aromas que había seleccionado, que eran, según Hermione, cítricos.
- Que cansador es ser perfecto... y prefecto...- Dijo de repente el Slytherin, sobresaltándola. De inmediato comprendió que hablaba solo, y sonrió maléficamente. ¿ De qué más podía enterarse Hermione que Draco Malfoy tuviese escondido? - Y a la vez ser novio de Pansy Parkinson... Me molesta todo el puto día, y por su culpa no pude terminar bien mi trabajo de Pociones... - Se detuvo, mirándo a todos lados- Que suerte que la llorona no esté aquí hoy. Me puedo bañar tranquilamente, solo. Umm...- Malfoy se sumergió en la espuma, disfrutando de aquel baño tan relajante-. Al menos hay algo de mi altura en este castillo de mala muerte-. Dijo, apoyando los brazos fuera de la piscina. Sin duda, el Slytherin se veía extremadamente sexy cuando tenía la cara mojada y el cabello rubio le caía sobre la frente desordenadamente.
" Si, como no, el millonario remilgado"- Pensó Hermione, mirándolo con una ceja alzada. " Ay, pero ahora ¿Cómo salgo de aquí? Si al menos tuviese la capa de invisibilidad de Harry, o recordara algún hechizo... Toda la culpa la tiene ese cretino, por andarse desnudando frente a mí, y pavonearse con su cuerpo tan... tan bello"
La Gryffindor, al hacer un gesto con la mano, se golpeó fuertemente en la puerta. Aguantando las ganas de lanzar unas cuantas maldiciones de más alto calibre que " Recorcholis" o " Caracoles hervidos", se tapó la boca para no ser descubierta.
- ¿ Qué mierda?- El Slytherin se desconcertó. Se salió de la piscina, y con el cuerpo mojado, y completamente desnudo, preguntó:- ¿Llorona? [N/a Sin duda se refiere a Myrtle :P. En el 4to libro ella confiesa espiar a los prefectos]
Hermione se ocultó, con los ojos muy abiertos. Ahora no tenía ganas de maldecir, si no de agradecer a Lucius y a Narcissa Malfoy por haber hecho a su hijo con tanto amor y dedicación. Lástima que lo hubiesen criado de la forma en que lo hicieron un pesado, pero... Bueno, por primera vez no importaba tanto. No con ese tremendo... don.
- Ese ruido vino de aquí... - Dijo Draco Malfoy, tras la puerta entreabierta. Se sintió el ruido de su mano sobre la manija, y luego el de la puerta abrirse completamente. Entonces...
- ¿ Granger?-
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Nota de la Autora
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¡ Hola! Volví con nuevo fic :D
Como no podía escribir Night ni Las dos caras de la luna [Continuación de Se ama porque se ama], salió este nuevo Draco & Hermione de mi cabecita loca :D Se me ocurrió... no sé cómo, pero lo escribí luego de una repasadita a HP y el Cáliz de Fuego ^________^ y de babear horas porque falta poco para tener entre mis manos el V libro *-* . Espero que les haya gustado ^^ Jeje,...y bueno, eso... no sé que más decir... Em... ¿ Me dejan reviews? xD [ Y que no, Akane, que ya te dejes con los reviews... ¡ Un vicio, eso es lo que son los condenados!! @__@ jajaja]
Byes!!
Akane Wakashimatzu de Lioncourt Albatou Malfoy Adams DiCaprio Weasley Perez Bunny Treschi.
[Más conocida como A-chan xD]
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