Moño
Brick con tan solo siete años no lograba entender; o tan solo ignoraba, el hecho de que las niñas usaran accesorios tan coloridos, chillones Y peinados extravagantes. Que según ellas eran lo que estaba de moda.
Princesa era un claro ejemplo de ello. La chica siempre aparecía con; lo que según ella, era lo nuevo y más a la moda.
Su cabello siempre lo llevaba con formar muy raras y peculiares.
Y Brick creía, en realidad estaba más que seguro. Que la chica estaba loca, porque además de su cabello su ropa era la de un payaso.
A veces se preguntaba si ella no conseguía todo lo que usaba de un circo. Porque la verdad vestía horrible. Sin ofender a los del circo claro.
Luego tenía a Miyako. La chica; que según todos, era la más linda y dulce.
Y él se preguntaba si esa chica se soltaba el cabello para dormir o bañarse, porque nunca le había visto con el cabello suelto u otro peinado que no fuese sus dos clásicas coletas en bucles.
Aunque… tenía que admitir que el mejor accesorio de la niña era su sonrisa. Con dientes tan brillantes y perfectos como perlitas de mar. Además de que era contagiosa y sincera.
¿Cómo podía estar sonriente todo el tiempo?
También estaba Kaoru. Esa chica era un caso especial.
Nunca la había visto con accesorios chillones o colorinches.
Pero lo que Brick se preguntaba siempre que la veía de cerca, mientras jugaban al futbol, era si la chica alguna vez se peinaba.
Su cabello siempre estaba revuelto y despeinado. Por lo que él se imaginaba que la niñita tenía una constante pelea con el peine, la cual siempre perdía.
Y él quería ver esa pela. Si en verdad existiera.
Por ultimo estaba Momoko.
La chica un año menor que él siempre llevaba su cabello tan largo y brilloso. Pero lo que le llamaba la atención era su moño.
Grande, rojo y muy llamativo
¿No le pesaba? Se preguntaba Brick mirándola.
¡Era enorme!
Y ella andaba saltando y corriendo mientras jugaba con sus amigas sin, al parecer, sentir molestia por el enorme objeto que tenía en su cabeza.
Es de un tamaño un tanto exagerado.
Pensó Brick parándose.
A mí no me engaña. Esa cosa debe de pesar una tonelada.
Camino hacia ella, que estaba de espaldas a él muy concentrada en su juego.
— Momoko — Llamo mirándola fijamente.
La niña volteo y lo miro con notorio fastidio.
— ¿Qué quieres? — Pregunto cruzando sus bracitos y frunciendo el ceño.
Ese niño siempre le molestaba ¿Por qué debía de ser dulce con él?
— ¿No pesa? — Pregunto de repente mirando hacia el enorme moño rojo, sobre la cabeza de la chica.
— Si vienes a tratarme de gorda otra vez, le diré a Kaoru que te de una paliza — Le amenazo.
— No estoy hablando de ti animal — Hizo una pausa y señalo el moño —. Tu moño. Debe pesar mucho.
Momoko se llevó la mano a dicho objeto. Y tanteándolo miro a Brick aún más molesta.
— ¡Claro que no! — Chillo —. Es muy livianito ¡No pesa nada!
— ¡Claro que sí! ¡Si es enorme! ¿Cómo no va a pesar?
— Pues no lo hace engendro.
— Bueno ya — Dijo sin despegar la mirada del accesorio — ¿Por qué lo usas?
— Porque mi mami dice que se ve bonito y femenino — Respondió.
— Ya veo — Dijo Brick comenzando a caminar alrededor de ella. Sin despegar su rojiza mirada del objeto que tanto llamaba su atención.
Sin que Momoko lo pudiese prevenir, Brick de un rápido y brusco movimiento se lo arrebato de su cabecita.
— ¡No Brick! — Grito Momoko ya bastante tarde. Brick tenía el objeto entre sus manos y lo examinaba con la mirada.
— ¿Qué crees? No pesa nada — Dijo asombrado.
Momoko se lo arrebato con ira.
— ¡Idiota! — Grito llorando —. Has arruinado mi peinado — Dijo tocándose el cabello, mientras las lágrimas caían de sus ojos.
— Pero si te ves más linda con el cabello suelto — Soltó Brick como si nada.
— Gracias — Susurro Momoko con sus mejillas rojas, tal vez producto del llanto o por lo dicho por el niño.
Y sorprendiendo a Brick, Momoko salió gritando y llamando a su amiga. Contándole que él niño le había quitado su moño y desecho su peinado.
Lo siguiente que Brick vio fue a una furiosa Kaoru viniendo hacia él tronando sus puños.
