Disclaimer: Yo no poseo Supernatural, solo el fic.

aviso: Este fic participa del Reto "Emociones y Pecados" del foro "Supernatural: Blood Brothers".


La envidia es aquel sentimiento o estado mental en el cual existe dolor o desdicha por no poseer uno mismo lo que tiene el otro, sea en bienes, cualidades superiores u otra clase de cosas. La RAE la ha definido como tristeza o pesar del bien ajeno, o como deseo de algo que no se posee.

"En 1589, Peter Binsfeld Asoció un demonio para cada pecado capital, él asoció la envidia al demonio de Leviatán, Bobby recuerda haber leído el libro sin tomar mucho en cuenta sus palabras y sin pensar mucho en ello, los pecados capitales habían sido un mito incluso para los cazadores más experimentados."

Años después Bobby moriría en manos de un Leviatán, cuidando aquello que envidiaba con fervor sin saber que ya lo poseía

Bobby jamás pudo darse a sí mismo el valor para tener hijos, el miedo a convertirse en su propio padre se había mantenido constante en su cerebro durante todo su matrimonio y su propio alcoholismo tras la muerte de su esposa había sido todo lo que necesitaba para saber que jamás podría ser padre.

Entonces se volvió cazador y entonces conoció a John Winchester.

John Winchester era todo menos un buen padre, eso es todo lo que podía pensar, el hombre bebía en su casa hasta caer dormido en su sofá por días, llorando por su esposa muerta sin pensar en sus niños, cazando de ciudad en ciudad mientras sus niños lo seguían como cachorros bien entrenados.

Bobby no podía imaginar cómo un padre podía poner cualquier cosa por delante del bienestar de sus hijos, él sabía que John era un buen hombre, un gran hombre, pero Bobby jamás pudo perdonar al hombre que crio a Dean y a Sam Winchester como guerreros.

Secretamente Bobby envidiaba a John, sus dos pequeños hijos eran todo lo que Bobby podía soñar, Sam era inteligente y dedicado, siempre hambriento de amor, buscando aprobación en cualquier figura paterna que pudiera encontrar, su esposa lo abría amado.

Dean por su parte era un pequeño niño sarcástico y descarado, robando los chocolates que Bobby escondía de vez en cuando, tomándose sus cervezas, Bobby hubiera disfrutado arruinando al muchacho, mimándolo, felicitándolo por las chicas que conseguía, enseñándole como arreglar su propio auto.

Sam y Dean eran todo lo que alguna vez deseo y todo lo que jamás tuvo y todo lo que John nunca apreció.

Dejándolos a su suerte en moteles baratos, en iglesias al azar con compañeros de caza, en el Bar de Hellen y con él de todas las personas.

Enseñándoles a cazar, a odiar, a temer a no confiar en nada ni en nadie más que en ellos mismos.

Bobby le guardó rencor hasta el su último día de vida por eso, pero ninguna aversión que pudiera sentir por John pudo mantenerlo alejado de los Winchester mucho tiempo.

Por supuesto, arrastro a John Winchester fuera de su casa a punta de escopeta más veces de la que pudo contar y muchas veces hiso lo mismo con Dean y muchas menos con Sam.

Pero siempre volvían y el siempre los recibía.

Se mantuvo fiel a los Winchester, como el mejor amigo de John, como el confidente de Sam, como el pilar de Dean, como el padre de sus chicos.

"Bobby es lo más parecido a un padre que alguna vez tuvimos"

"La familia no termina en la sangre"

Bobby se mantuvo fuerte, siempre del lado de sus chicos, siempre cuidando de ellos, a través de su infancia, en su adolescencia, luego de la muerte de John…

La muerte de John fue uno de los grandes regalos del hombre para sus hijos y el propio Bobby, y es que la muerte de John permitió a Dean seguir viviendo.

Y Bobby no sabía cómo podría seguir viviendo cuando uno de sus muchachos estaba muerto.

Bobby vivió cada pedacito de su vida entre la caza y sus chicos, recolectando piezas de autos, para reparar el impala, comprando libros para Sam, comprando esas terribles películas de kung fu que sus chicos amaban, manteniendo pie en el refrigerador, comprando vegetales porque Sam no comería otra cosa.

Y porque amaba a sus chicos, siempre leal, siempre atento, siempre cuidando sus espaladas.

Hasta el último día de su vida eh incluso después, porque si había una buena razón para ser fuerte en el mundo, para seguir luchando, para dar hasta el último aliento, entonces esa razón eran Sam y Dean Winchester.

Y es que Dean era cada día más parecido a su padre y cada día parecía cerrarse un poco más pero Bobby aun podía ver al chico al que le enseño a cazar venados en el bosque.

Y Sam era el anticristo y abrió las puertas del infierno y era adicto a la sangre de demonio pero Bobby aun podía ver al chico adicto a la literatura pesada hambriento de amor.

Bobby amaba a sus chicos más que a nadie en el mundo, eran todo lo que tenía y todo lo que deseaba tener al final.

"Porque él jamás pudo ser padre, pero crio a estos dos grandes chicos que crecieron para ser héroes"