Naruto no me pertenece y demás.
Disfruten de la lectura.
En la villa oculta de la hoja sólo se oía el constante estrépito de la lluvia al chocar contra el suelo. El fuerte viento que soplaba arrancó una hoja de un árbol de sakura arrastrándola hasta una fuente cercana.
"Parece que el tiempo sabe en que situación se encuentra la aldea. Tormentoso". Se dijo la quinta mientras seguía embelesada con el trayecto de dicha hoja a través de la ventana.
Habían llegado rumores que los del consejo planeaban hacer un Golpe de Estado, si así fuera, la guerra sería inevitable.
- Tsunade-sama, ha llegado un mensaje de la Arena- dijo Shizune asustando a la rubia.
- Shizune no te había oído entrar-contestó aún sobresaltada la quinta mientras cogía el pergamino que sujetaba su aprendiz.- La ayuda de la Arena viene en camino. Nos han enviado a sus dos mejores subordinados- declaró con la mirada todavía fija en el pergamino.
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Dos ninjas saltaban velozmente de árbol en árbol acercándose cada vez más a su destino: la villa oculta de la hoja.
Ágilmente esquivaron un kunai dirigido hacia sus espaldas. Se miraron extrañados, no habían notado ninguna presencia acercarse.
- Kaito, esto me da mala espina- le dijo una chica morena de ojos azules a su compañero mientras se daban la vuelta para encarar a su atacante.
"Una distracción" pensó acertadamente el chico justo antes de ser atravesado por una gran espada. Lo último que alcanzó ver fue a su amiga muerta a su lado... "Mikaru" ...
Mientras Sasuke guardaba su espada, su compañera Ayame miraba animadamente a la chica que yacía en el suelo. El vengador hizo una mueca de fastidio al verla.
Hacía dos años que realizaban misiones juntos, se había acostumbrado a su presencia pero era demasiado hiperactiva para su gusto. Muchas veces le recordaba a Naruto, aunque ella era más sádica, como todos los que trabajan para Orochimaru.
- No hay tiempo que perder- le dijo inquieta al Uchiha.
- Hmp
Henge No jutsu*- recitaron a la vez, transformando sus cuerpos en los de los ninjas que habían matado minutos antes.
Rápidamente retomaron su camino hacia Konoha. Faltaban todavía dos días para llegar y ellos estaban impacientes por hacerlo.
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Y allí estaba él: Sasuke / Kaito y ella: Ayame / Mikaru.
Se encontraban en la entrada de la aldea. Hacía ya seis años que no pisaba Konoha, seis años que se fue en busca del poder necesario para vengar a su clan, seis años que había traicionado a la aldea que lo vio crecer y ahora él estaba de vuelta.
De vuelta bajo el físico de un completo desconocido que sería reconocido en la aldea como un aliado de la Arena.
Orochimaru tenía pensado desde hace mucho tiempo destruir Konoha. Así que él y su inseparable compañera Ayame tenían la misión de ir hasta la aldea ocultando su identidad, y una vez allí, darían la señal para atacar en el momento indicado.
Era de noche, soplaba una ligera brisa, pero suficiente para mecer el cabello de los dos ninjas que se encontraban en la entrada.
Luces de todos los colores adornaban las calles de la aldea y se podía escuchar el murmullo de una música lejana.
Luces, música, ambiente festivo. Cualquiera que viviera en la aldea sabría que esa noche se celebraba la fiesta de la Primavera.
"Primer paso, hablar con la Hokage" se dijo Sasuke y él sabía bien donde encontrarla en un día como aquel.
- Sígueme- le dijo secamente a su compañera mientras se dirigía a la Casa Principal.
A medida que caminaba por la aldea, Sasuke se dio cuenta que nada había cambiado, todo estaba tal y como lo recordaba. A excepción, por supuesto, de la ahora construida cara de la quinta junto con el resto de los Hokages.
La Casa Principal era el nombre de una de las construcciones más antiguas de la villa. Según una leyenda, el primer Hokage mandó a construir esta edificación para su amada esposa Primavera, llamada así porque nació el día en que comenzaba esta estación.
La casa estaba engalanada para la ocasión. Era una gran mansión de piedra con una terraza a cada lado.
Al entrar en la estancia buscaron a la Hokage con la mirada. A la izquierda se encontraban la mayoría de los conocidos del vengador: kiba y su perro, Tenten, un ebrio Lee hablando de la llama de la juventud, una Hinata sonrojada hablando tímidamente con Shino... que estaban sentados en una gran mesa, con un bonito mantel blanco y un centro de mesa hecho con flores silvestres.
También se encontraba su sensei, con su máscara de gala, hablando con otros jounin en otra mesa.
En una mesa apartada del resto, se encontraba su ex compañera sola. Algo que extrañó al vengador ya que conocía el gusto de la chica de pelo rosa por hablar y estar acompañada.
En el centro había una enorme pista de baile, donde muchos ya estaban bailando.
Y a su derecha por fin encontró a la Hokage, sonrojada de tanto beber sake y discutiendo con un camarero de mirada lujuriosa sobre no tener que pagar sus consumiciones ya que ella era la Gondaime Hokage.
Así que ambos ninjas se dirigieron a su encuentro.
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Una chica de pelo rosa se encontraba en la fiesta de la Primavera que celebraba cada año su aldea. Llevaba un bonito vestido verde sin tirantes que le llegaba un poco más arriba de la rodilla con un cinto plateado colocado debajo del pecho y unos altos tacones plateados que estilizaba su ya formada figura; su pelo, que ahora le llegaba por la cintura, lo lucía suelto y rizado;
Estaba sentada sola en una mesa con la mirada fija en sus uñas como si fuera lo más interesante del mundo, pensando en cuanto odiaba a su amigo por obligarla a venir.
-Sakura-chan, tienes que ser más sociable-recordó que le dijo
-Pero Naruto, tu ni siquiera vas a ir, en ese tiempo estarás en una misión
Su amigo calló un momento y sonrió tiernamente
-Hazlo por mí.
Desde el momento que le dijo eso sabía que terminaría yendo, después de todo lo que había hecho por ella no le podía negar nada.
- Que hermosa eres, ¿quieres ir a dar una vuelta hasta mi apartamento, preciosa?- oyó que alguien le dijo muy cerca de su oído sacándola de sus recuerdos. Todavía podía notar su aliento muy cerca de su oído haciéndole cosquillas en su cuello.
- Vete a la mier... - empezó a decir mientras se giraba, pero se calló al ver quién era.
- ¡¡NARUUTOO!!- gritó sorprendida mientras le daba un fuerte abrazo.-¿Qué haces aquí? ¿No estabas de misión?
- La terminé rápido para estar contigo. Sabía que no te lo estarías pasando demasiado bien.
El chico le sonrió y le tomó suavemente de la mano guiándola hasta la pista de baile. Bailaban y reían, sobre todo esto último.
No sabía como lo hacía, pero Naruto siempre conseguía animarla. "Tendré que preguntárselo algún día" pensó dedicándole una sonrisa sincera a su amigo.
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- Vayámonos ya, por favor- le dijo Sakura al oído de su amigo para que nadie de los que se encontraban sentados con ellos se enterara, mientras ponía cara de perrito abandonado.
- Jajaja-rió el chico al ver la cara de su compañera- Está bien, de todos modos estoy cansado por la misión.
Ambos se levantaron de la mesa, se despidieron de los pocos que estaban despiertos y se dirigieron hacia donde estaba la Hokage para despedirse de ella.
- Naruto, Sakura, un gusto el verlos- dijo una Tsunade ya ebria.- Naruto, ¿tú no estabas de misión?
- Sí, pero la terminó más deprisa para estar conmigo- contestó Sakura antes de que hablara el chico.- Cuánto lo quiero.- añadió dándole un gran beso en la mejilla y tambaleándose un poco demostrando que estaba un poco bebida.
- Está enamorada de mí.- le dijo Naruto a la Hokage para burlarse de su compañera.
- Nosotros nos vamos ya Tsunade-sama- le informó Sakura con respeto a su maestra.
Cuando los chicos estaban por marcharse la voz de la quinta los detuvo.
- ¡¡AHH CHICOS!!Se me olvidaba. Han llegado dos ninjas de la aldea y verán, las únicas viviendas que están libres son las del clan Uchiha y Kami sabe que están en un estado tan deplorable que no se puede vivir en ellas. Así que, vivirán con ustedes por tiempo indefinido.
- ¡¡¡¡¿¿QUÉEE??!!!! OBA-CHAN COMO SE ATREVE DECIRNOS ESTO AHORA
- Naruto, trata con un poco mas de respeto a la Hokage- dijo Sakura dándole un golpe al chico.- Lo siento Tsunade-sama, nos haremos cargo.
La chica miró a los dos ninjas de la aldea. Una chica morena de ojos azules, de estatura media, bastante hermosa a su parecer, acompañada de un chico de pelo castaño y ojos del mismo color, con una expresión tan fría e indiferente que le recordó a... Sasuke-kun
- Yo soy Naruto y ella es Sakura-chan, mucho gusto- dijo alegremente el rubio haciendo que Sakura retirara la mirada del castaño al que ya llevaba un gran rato mirando.
- Yo soy Mikaru y éste es Kaito-kun, el gusto es nuestro-dijo animadamente la morena señalando a su acompañante.
Lo último que vio la Hokage antes de caer dormida sobre la barra fue a los cuatro shinobis abandonando la estancia.
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Era de madrugada, cuatro ninjas se encontraban caminando por la calle rumbo a su hogar.
Naruto y Mikaru se encontraban hablando tan alto que Sasuke podría decir con total seguridad que toda la aldea se estaba enterando de lo que decían.
"Tsk, molestos".
Había visto como se abrazaban y bailaban sus ex –compañeros, como la chica de pelo rosa le había dicho a Naruto que lo quería, y ahora se estaba dirigiendo a la casa en la que ambos vivían. ¿Qué relación tenían esos dos?.
"Parece que las cosas han cambiado bastante" y con este último pensamiento el Uchiha entró a la vivienda que sería su hogar a partir de ahora.
La vivienda de sus ex – compañeros era una amplia casa a las afueras de konoha. Lo primero que pudo apreciar al entrar fue un amplio vestíbulo, seguido de un espacioso salón.
Tres grandes sillones colocados en forma de U llenaban la habitación frente a la cual se encontraba una televisión. Extrañamente, ya que conocía a su antiguo compañero, estaba todo muy ordenado. En una de las paredes pudo ver colgada la fotografía del antiguo equipo 7, sonrió de medio lado.
Como odiaba esa parte de él que echaba de menos los viejos tiempos. Esa pequeña parte de la que se quiere deshacer sin conseguirlo.
- Arriba están las habitaciones- interrumpió sus pensamientos la chica de pelo rosa que estaba enseñando la casa señalando hacia unas escaleras que se encontraba al fondo del salón.
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Todos se encontraban durmiendo. El vengador estaba despierto mirando al techo de su habitación, por alguna estúpida razón no podía dormir.
La casa resultó ser bastante amplia ya que él dormía en una habitación diferente a la de su compañera Ayame.
De pronto, un grito desgarrador se oyó en la noche. Reconoció que era la voz de su antigua compañera. Se levantó con pesadez.
Al llegar a la habitación de Sakura, se encontró con ésta temblando y Naruto tranquilizándola. Al parecer había tenido una pesadilla. "Tsk, molestia"
-No te preocupes Kaito, ya me encargo yo.-le dijo Naruto sonriéndole.
Salió de la habitación, pero por algún extraño motivo se quedó en la puerta mirando como el chico rubio se metía en la misma cama que la de su ex – compañera y la abrazaba de forma protectora por detrás.
-¿Luego es más fácil, Naruto?-escuchó a la chica decir
-¿Te refieres a la vida?
-Sí, ¿se hace más fácil?
-¿Qué es lo que quieres que te diga?
-Miénteme-le dijo Sakura con un hilo de voz
Hubo un silencio entre ambos.
-Sí, es sencillísima. Los buenos siempre son corpulentos y sinceros, a los malos se le distinguen fácilmente por sus cuernos puntiagudos o sus capas negras con nubes les vencemos y salvamos la situación, nunca muere nadie y todos vivimos felices y comemos perdices.
Otra vez volvía esa pequeña parte de él que tanto odiaba. La parte de él que echaba de menos los viejos tiempos. La parte de él que añoraba a sus amigos.
Antes de que ese sentimiento fuera más intenso, cerró la puerta y caminó por el pasillo rumbo a su habitación.
Bueno, hasta aquí el primer capítulo de mi primer fic.
Espero sinceramente que les haya gustado.
Hasta el próximo capítulo.
