Anaksunamu: Bueno no es que me haya copiado el fic de Arthemisa, si no que es que en si la historia es mia, ella me ayudo en la publicacion (ya que yo en su momento no tenia cuenta xD) y kn algo de prosa(les he de confesar que el primer capitulo la mayor parte de la prosa es de ella, pero los demas ya son mios! xD).

Que mas se me olvida decierles...ah see!. Los personajes no son mios le pertenecen a Stephenie Meyer.

Sin mas que decir... Disfrutenlo!^^

Prologo

JasperPov

-Jasper, amor… ¿Cuánto falta?- pregunto Annett, yo gire a verla mientras apretaba su mano, ella me sonrío de esa manera que derrite mi corazón, y que invoca la sonrisa en mi

-Solo un poco más, amor-le inste mientras apretaba mas el paso.

-Esta es la cita más extraña que he tenido, amor. Creí que ya se te habían acabado las ideas-

-Tu amor me inspira a mas- le dije haciendo que ella sonriera

-Pensé que éramos las chicas las románticas- yo reí un poco avergonzado

-A veces es turno de los chicos- de pronto me detuve y me gire a verla y saque un pañuelo de entre mis ropas-Ahora, no espíes porque no quiero arruinar esto antes de tiempo- ella me hizo un puchero

-Jasper…-

-Nada de peros- dije al tiempo que le cubría los ojos con el pañuelo. Mi corazón latía con tanta rapidez que sentía que en cualquier momento se saldría de mi pecho, todo estaba listo. Arreglado justo como lo quería. Esta sería la noche perfecta, la noche que recordaría para toda mi Vida, la que contaría a mis hijos y luego a mis nietos. La noche en que le pediría matrimonio a la mujer…que sería mi compañera.

Puse las manos en sus hombros y bese su frente, ella sonrío a pesar de no ver nada

-¿Confías en mi, Annett?- ella suspiro y asintió sin dudarlo. Aquello insuflo más a mi corazón, decidido a que ella, fuera la mujer que estaría a mi lado siempre. Camine lentamente, mientras me aseguraba que ella pisaba bien por el imperito camino. La luz se nos venía encima, la tarde estaba por llegar a su fin. Pero era justo la cantidad de luz que necesitaba.

Habíamos dejado la camioneta a unos 2 kilómetros de ahí, y habíamos caminado. Parecía cruel hacerla caminar tanto, pero quería la máxima privacidad posible y lo mas rodeado que fuera del bosque. Además, desde este punto, aunque no se veía, se podía escuchar perfectamente el ruido del mar en algún punto

-¿Jasper?- dijo mi novia con su hermosa voz distorsionada por los nervios

-Shhh tranquila, solo un poco mas- ella apretó mas mi mano y asintió. Entonces llegue al fin al lugar. Ahí estaba la pequeña plataforma que había traído hace unos días, con la mesa para dos, con las velas ardiendo en medio del lugar. Alrededor, luces de colores que daban al ambiente un color iridiscente. Mi guitarra estaba recargada sobre una roca, y colgando de un árbol, la canasta de comida que había traído y había procurado mantener lejos del alcance de cualquier criatura.

Había flores decorando la plataforma, tantas como había podido conseguir…orquídeas eran las flores que prevalecían, las que sabía que ella adoraba.

Ella inhalo y dejo escapar el aire lentamente, deleitándose con el aroma. La noche tenía cierta frescura, pero también cierta calidez.

Aproveche un momento para ver a la mujer que tenía delante de mí, era de estatura media, y su hermosa piel color crema parecía billar con las luces que la rodeaban, casi parecía que tenía un ángel cerca de mí, algo etéreo y sobrenatural que yo amaba. Recordé sus dulces ojos castaños claros que siempre me miraban con amor y sonreí, desde el primer momento que se posaron en mí, supe que ella era la mujer con quien estaría toda mi vida. Y ahora, que dentro de una semana me mandaban en barco a Vietnam para combatir la guerra, quería estar seguro de que al regresar, esta mujer se convertiría en mi esposa.

Se mordió el labio de forma nerviosa y sonreí

-¿Jasper, amor?-

-Sabes que te amo, ¿Verdad, Annett?- ella rió levemente

-procuras recordármelo cada que puedes-

-Por que es la verdad- me acerque a ella y le robe un casto beso de sus dulces labios. Ella me correspondió un poco dudosa. Me puse detrás de ella, y desate el nudo del pañuelo y lo baje lentamente. Le tomo un segundo adaptar sus ojos ciegos a la poca luz que había, pero supe el momento en que lo vislumbro todo, porque oí una exhalación de sorpresa

-Oh, Jasper esto es hermoso-

-No tanto como tu corazón- ella se giro a verme, sus ojos húmedos por las lagrimas de emoción, era tan fácil enternécela… Tomo mi rostro entre sus manos y me hizo agacharme hasta su altura, que por suerte no era mucha. Me miro intensamente por un momento hasta que dijo:

-Tú siempre me sorprendes con tus detalles amor, eres el hombre más bueno y más lindo con el que pude haber topado. Te amo Jasper.- sonreí abiertamente, sintiendo mi pecho inflarse aun mas por el amor que ella me daba ¿Cómo uno podía recibir tanto amor de un solo ser? ¿Cómo podía uno merecer a alguien tan hermoso como Annett?

-Yo te amo a ti, Annett- ella sonrío y me beso de la manera tan tierna y dulce en que la hacía, de la forma que te hacía sentir en casa, amado, seguro. Con ella me sentía como un vagabundo que había caminado kilómetros…para al fin llegar a su hogar.

La lleve a la mesa y serví la comida de la canasta, eran platillos fríos con un poco de vino, ella sonrío cuando tomo la copa

-¿Planeas embriagarme, soldado?- dijo, yo reí

-No, planeo embriagarme a mí-

-¿Y eso por qué?- enarco una ceja

-Para darme valor…- ella me miro curiosa y yo reí- Annett tengo que decirte algo-

-¿Y eso es?- me insto

-Yo…-suspire-me iré dentro de una semana a Vietnam, mis servicios son requeridos allá- ella me miro seria, todo el humor se escapo de sus ojos y antes de darme cuenta ella se levanto y me abrazo con todas sus fuerzas

-No vayas…- susurro

-Tengo que ir, amor. Mi país me necesita-

-Yo te necesito Jasper- se separo y sus ojos estaban llorosos- Yo te necesito más que nada en el mundo- le sonreí, enternecido por la forma en que me amaba. No cabía duda, ella me hacía sentir amado con cada una de sus acciones

-Sabes que volveré, amor- le dije-Siempre volver a ti, a pesar de todo. Eres tú por lo que existo-

-Tú eres lo único que tengo, Jasper- asentí, Annett vivía sola desde que murió su madre, vencida por la leucemia y siendo tan joven ya tenía independencia. Trabajaba de mesera en un café…el café donde la conocí. Sonreí ante el recuerdo

-Volveré, Annett. Ni la guerra ni nada me alejaran de ti amor. Te amare mientras mi vida dure- ella asintió y me beso, más tranquila

-¿Lo prometes?- susurro cuando me soltó y se volvió a sentar, mirando la copa de vino. La tome del mentón y la hice mirarme

-Lo prometo, y soy un caballero, señorita…jamás rompo una promesa- ella sonrío y nos miramos por un momento eterno. Pude haberle dicho en ese momento, pero preferí dejarlo para el final.

Me senté y comenzamos a comer mientras platicábamos de todo, sonriendo y haciendo comentarios tontos de vez en cuando. Por eso la amaba, o era una de las muchas razones. Para todos era el cabo Jasper Whitlock, uno de los mejores soldados y patriota eterno, un chico del sur que daba todo por su país. ¿Para Annett? Yo era simplemente, Jasper. El hombre que amaba, un simple mortal que necesitaba de su existencia, porque con ella…yo era feliz.

Terminamos de comer, y en seguida Annett me exigió que tomara mi guitarra y empezara a tocar, ella adoraba que hiciera eso, y yo adoraba complacerla. Tome la letra y afine en seguida mientras ella buscaba sentarse más cerca de mí, recargando en seguida su cabeza en mi hombro.

Empecé a tocar, cerrando los ojos y dejándome llevar por el momento, por la presencia de la persona a mi lado

I will come to you and take you on

Your many charms

And you'll look at me

With eyes that see

And we'll melt into each others arms

You'll be my queen

And I'll be your king

And I'll be your lover too…

Escuche su suspiro, mientras dejaba las notas seguir

-Te amo, Jasper-

-Te amo- le respondí y solté la guitarra. La abrace y ella recargo su cabeza contra mi pecho

-Jasper…tengo miedo-

-No tienes porque, sabes que regresare-

-¿Y si no lo haces?-

-Sabes que lo hare, nada me puede separar de ti, amor-suspire-Pero a cambio necesito saber…si a mi regreso, tu estarás para mí- ella se levanto como propulsada por algo y me miro con el ceño fruncido y los brazos en jarra. Sonreí para mis adentros, conocía bien esa expresión, era cuando estaba a punto de llevarme una reprimenda

-Jasper Whitlock esa petición me ofende- sonrío débilmente-Sabes que te esperare siempre- me miro llena de convicción si por alguna razón, se te ocurre tardar me veré obligada a irte a buscar y traerte de vuelta- Sonreí

-No será necesario-dije levantándome-Pero, dado que la señorita necesita una prueba de mi palabra- me agache, posando una rodilla en el piso. Ella se echó para atrás con los ojos abiertos de sorpresa y cubriendo su boca con sus manos

-Jasper ¿Qué…?- no la deje terminar, por que saque el pequeño cofre donde se guardaba la unión. Era sencillo el diamante, mi dinero no alcanzaba para las cosas que quería darle, pero ella siempre fue una persona más sentimentalista que materialista. Además, lo importante no era el valor…si no la intención. Y mi intención era pedirle que fuera mi esposa, después…después le daría todo lo que ella merecía

-Annett Louis Robinson. La he amado desde el mismo segundo en que sus ojos tuvieron la bondad de mirar hacia mí y mi alma me pide con urgencia, que me asegure…que sean esos ojos, los que vea todas las mañanas al despertar y al irme a dormir. Por favor, acéptalo…acepta ser mi esposa. Acepta hacerme el hombre más afortunado de la existencia, y aprecia con este anillo, mi corazón, que te lo entrego para la eternidad- Annett tenía lagrimas en los ojos y miraba la cajita con el anillo, su labio inferior temblaba pero la sonrisa estaba plantada en su rostro

-Oh, Jasper…-

-¿Si, querida?- ella me miro y empezó a asentir como loca

-Si Jasper, Si y mil veces Si-me pare de inmediato y antes de darle a pensar, la abrace alzándola y plantando mis labios sobre los de ella. Ella correspondió al beso con el mismo ímpetu. Cuando al fin la solté, le puse el anillo en su dedo corazón mientras las lágrimas bañaban sus ojos

-Te amo, Annett Robinson-

-Te amo, Jasper Whitlock- sonreí, dejándome hundirme en sus ojos, sonriendo a más no poder, casi podía sentir los calambres en mis mejillas, pero ¡Era feliz! ¡Infinitamente Feliz! Entonces, escuche a alguien reírse…y otras personas aplaudir, me gire rápidamente y cubrí a Annett con mi cuerpo.

Entonces los vi.

Eran tres, dos hombres y una mujer, de aspecto sucio y pies descalzos, aun así su piel blanca y ojos negros eran destacables. Era el hombre alto y de cabellera rubia quien aplaudía

-¡Que linda escena!- dijo con voz demasiado varonil, sentí a Annett temblar detrás de mi

-Señor ¿Qué se le ofrece?- hable tratando de ser lo más cordial posible, y proteger a mi prometida. EL hombre rió y se encogió de hombros

-Por ahora, felicitar a la feliz pareja por tal suceso-

-James, por favor- dijo el otro hombre, de piel oscura pero aun así se notaba pálido-Terminemos con esto de una vez

-Oh, Laurent no seas descortés…no ves que hemos sido testigos de un momento…glorioso- se rió

-Señor, le suplico que se retiren- dije con voz firme y autoritaria

-Tranquilo, nos iremos…pero en cuanto terminemos…de comer- una sonrisa grande se hizo en él, y pude ver sus dientes blancos y perfectos

-Yo quiero al chico- dijo la mujer pelirroja y me miro como si fuera un pedazo de carne

-¡Váyanse!- grite, pero entonces para mi sorpresa desaparecieron, y antes de darme cuenta era lanzado al aire…sentí un golpe en mi espalda, y algo crujir. El dolor fue tan agudo que grite de dolor, el dolor fue puesto en segundo término cuando escuche gritar a Annett

-¡Jasper!- se escucho alterada, me trate de levantar pero mi cuerpo no respondía

-¡Annett!- grite y mire con horror, como era atrapada por los dos hombres-¡Déjenla malditos!- al fin mi cuerpo acepto la orden de ir a salvarla, pero algo me tomo por el cuello

-No debes dejar plantada a una dama, guapo- dijo la chica que para mi sorpresa me alzaba con una sola mano

-¡Suéltame!- dije mientras pataleaba desesperado mientras oía como gritaba Annett, mire hacia donde estaban y mi alma se murió cuando vi como esos dos hombres… ¡La mordían! Ella luchaba y trataba de soltarse, pero todo intento era en vano. Y entonces…sentí un dolor punzante en mi cuello y oscuridad, el dolor se asesto de mi de golpe y grite. Grite tan fuerte que sentí mi garganta desgarrarse

-¡Victoria, vámonos!- grito después de un tiempo interminable, una de las voces. Yo solo podía sentir la oscuridad, que me rodeaba…solo el rostro de Annett manchado del miedo y el dolor se anteponían a mi oscuridad.

-No he terminado-

-Da igual, esta por morir de todos modos- y era verdad, sentía mi cuerpo desvanecerse…la oscuridad me rodeaba. Supe de alguna forma como fui soltado por lo que sea que me atrapaba, mi cabeza choco contra la tierra, y en un último esfuerzo trate de abrir los ojos, pero fue mejor haberlos dejado cerrado. Annett estaba tirada en el piso, su ropa manchada de sangre, sus ojos abiertos y llenos de pánico. Pero ya no había vida en ellos, alcanzaba a ver su mano y el anillo que hace tan poco yo le había dado. Una vida feliz se escapa de entre nuestras manos…la muerte nos reclamaba a ambos.

-Annett…te amo- le susurre, sabiendo que no habría respuesta, y me deje embriagar por la oscuridad. La imagen de ella era lo último que venía, su sonrisa, su voz…su rostro y peor aún, su miedo…su muerte. La frustración se apodero de mí, yo debí haberla salvado y ni siquiera tuve la oportunidad ante esos…monstruos, porque ahora sabia no eran humanos. ¿Por qué? Si pudiera, si tan solo…

El fuego, el fuego me rodeaba…empezó con una calidez recorriendo mi cuerpo, ahora era peor que acido…era peor que las llamas. Entonces grite, grite como nunca…deseando que la muerte llegara, pero… tardaba tanto ¿O es que había sido mandado al infierno? Tal vez, por no haber podido ser capaz de proteger a la hermosa mujer que me había dado su amor, por fallar como hombre y no haberla protegido.

Yo gritaba, gritaba dentro de la oscuridad, dentro del infierno…mientras su imagen me rodeaba, me rodeaba totalmente, haciendo peor mi tortura.

No sé cómo, pero la vengaría…vengaría su dulce recuerdo…si para eso tenía que salir de este infierno, una muerte de alguien como ella, no podía quedar impune…y seria mi misión, que no fuera así. Saldría de este infierno…y mandaría en mi lugar a esos monstruos que dieron muerte a ese ángel tan maravilloso llamado, Annett. Eso haría.

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