Disclaimer: no soy la autora de Hetalia ni los personajes me pertenecen, ya quisiera, pero les pertenece al Grandioso Himaruya :D

¿Quieres ser mi Amante?

-El siempre deslizaba su mano, acariciando la suave mejilla de ella. El siempre iniciaba así de esa manera, seguido sus labios se encontraban, juntándose, pegados del uno al otro.

Sus besos eran fuertes y a la vez apasionados. Sus lenguas se encontraban en contacto, se podía sentir un sabor dulce e inexplicable.

Ella se aferraba fuerte del cuello de el y El se aferraba de la cintura de ella conduciéndola hacia su habitación, su cama…

Bien, así era siempre la rutina de ella. De noche se la pasaba con su "Amante" y de día se la pasaba con su respetado "Marido".

A simple vista parecía una locura, pero para la castaña era normal, algo común. De noche se encontraba con su amante, ¿Razón?, para descargarse de toda la mañana y al parecer el albino le "hacia mucho mejor" que su marido.-

Elizabeta…-hablo entrecortado a causa de los besos de la castaña- N-no, basta…-pero ella no lo escuchaba, estaba tan concentrada en aquellos labios que ni siquiera tomaba en cuenta de lo que el decía- ¡Mein gott mujer! ¡Basta ya! –pudo separarse de ella-

¿Qué te pasa imbecíl? –estaba molesta porque no le gusta que la interrumpan-

¿Qué me pasa? ¡Me pasa que no me estas escuchando! ¿Podrías escucharme ahora?

-En silencio asintió, con el ceño fruncido-

Bueno…lo que pasa es… ¿Cómo explicarlo?...-nervioso paso una mano en su frente despeinándose- estoy harto de esto…Creo que no podemos continuar así ¿me explico?

¿Qué? –Eso la molesto mas aun- ¿Por qué no podemos seguir?

Por que estoy harto de la rutina, de hacer siempre lo mismo, de compartirte con otro y saber que no eres mía del todo. Esto cansa ya, si quieres estar conmigo, entonces deberás divorciarte de ese…me gusta la idea de ser amantes pero creo que esto ya cruzo todos mis limites… te amo y quiero que estés a mi lado…-sentencio el prusiano-

Y-yo…-todo lo dicho por el peliblanco la dejo tan atónita que tenia la boca entreabierta -… mejor me voy –apurada salio de la cama y con rapidez término de vestirse, desapareciendo de la habitación del chico.-

-Pasaron semanas desde aquella noche. Ella ya no se la pasaba en su casa como antes y eso lo entristecía y por parte se sentía solo- ¿Qué hice?...-se repetía una y otra vez, cargando con la idea de no volverla a ver- soy un imbecíl…

-Era otra mañana, otra entupida mañana para el, se sentía tan solo que ya no encontraba razones para seguir viviendo, bueno estaba su hermano Lud, pero eso no era lo suficiente para animarlo tan amargado se encontraba, hasta que tocaron su puerta, ¿Será ella?, se pregunto así mismo que de inmediato se dirigió hacia la puerta a confirmar sus dudas.-

Hola…

…-si era ella, estaba tan feliz que se le ilumino la mirada como a un niño- H-hola…-sonrío amplio-

-Ella estaba con unas valijas- ¿Cómo estas?

…-impresionado y feliz a la vez, no pudo contestarle-….-a los minutos trago saliva para responderle- yo muy bien… ¿A-acaso t-tu? ¿Es lo que yo creo?

-Ella sonriente asintió y luego se tiro a los brazos de el-

Y así comenzó su nueva rutina…

"Ellos no son novios ni marido y mujer, simplemente son amantes…"