Disclaimer: Todo lo que reconoscan no me pertenece. Twilight, sus personajes, lugares, etc., son propiedad de S. Meyer.

I. Jacob POV: Apocalipsis

Isabella Swan tiene las uñas pintadas.

Bella tiene las uñas pintadas.

Mi Bells – que no se preocupa jamás por la forma en la que se ve- tiene las uñas pintadas

De morado.

El Apocalipsis se acerca.

Ahora sólo falta que Victoria regrese de la no-existencia a la cual la condenamos por fin ayer en la noche y me diga que se quiere casar conmigo.

Ok. Eso ya sería demasiada locura.

Pero, en definitiva, que Bella tenga sus cortas uñas pintadas de morado es una de las cosas más extrañas que he visto en mi vida. Y eso que he presenciado, demasiadas veces para mi gusto, a una manada de hombres lobo adolescentes caminar desnudos por el bosque mientras discuten la mejor manera para descuartizar a una vampiro vengativa.

Miro a mi alrededor para ver si alguien más se ha dado cuenta que el mundo esta de cabeza.

No. Todos están sonriendo y conversando. Sam y Emily bailan alegres una canción que no logro reconocer. Nadie más está bailando, pero a ellos no les importa. Viven felices en su pequeño mundo imprimado. Casi por costumbre, busco a Leah con la mirada, la verdad, a pesar de que suele ser muy… antipática, siento cierta conexión con ella. Una conexión que preferiría no tener porque se basa en la sensación de no poder estar con la persona que amamos porque ella ama incondicionalmente a alguien más. Pero la mujer loba no les presta atención ni a su prima ni a su ex, está hablando tranquilamente con Embry, Pared y Kim. Quil lleva de la mano a la pequeña Claire hacia la mesa donde está la comida. Papá y Sue traen platos desde dentro de la casa, y Paul y Rachel se ríen de Seth que acaba de mancharse medio cuerpo con un pastel de chocolate en el cual se apoyó sin querer en la cocina.

Creo que nadie aparte de mí ha notado que el ambiente en el jardín de los Clearwater se acaba de iluminar y endulzar por la llegada de Bella. Camina y sonríe al ver a todos tan contentos, no se percata por donde va y se tropieza con una silla. Es torpemente adorable. Mira alrededor para asegurarse que nadie notó su traspié. Entonces capta mi mirada y se sonroja para luego reírse. Ese sonido alegre me invade el pecho como electricidad. Me encanta su risa. Escucharla me hace pensar en que es feliz. En que por fin está curada de su depresión post-partida de las sanguijuelas. En que se ha olvidado de él y que aún tengo esperanzas. La esperanza es lo último que se pierde, pienso masoquistamente.

Acomoda la silla para abrirse paso y ahí noto de nuevo el extraño detalle: Bella tiene las uñas pintadas. Por lo demás, tiene el mismo aspecto de siempre, es decir, sus típicos jeans y una simple camiseta color negro que le queda increíble, zapatillas y el pelo recogido en una cola alta por el clima cálido de la primavera. Pero su rostro se ve diferente. Se le ve relajada, despreocupada… aliviada. Y es obvio el por qué: ya no está en peligro. Y su tranquilidad vale mi vida.

"Hola Jake"- me dice sonriendo cuando llega frente a mí. El perfume de su shampoo lo olí desde que bajó de su camioneta, pero ahora es mucho más fuerte y dulce: vainilla.

"Hola Bella"- le contesto con una sonrisa de oreja a oreja, estoy embobado por poder tenerla cerca. 'Se mas cursi Jacob' me reprocho. El estar enamorado vuelve idiota a la gente. Así me siento yo: idiotizado.

"Que celebración!!"- comenta ella- "toda la manada y las chicas lobo a pleno"- agrega divertida mirando a todos. Papá la ve y la saluda con la mano, ella responde igualmente. Siento el impulso de preguntarle si se incluye dentro de las 'chicas lobo' pero no quiero incomodarla. Está demasiado feliz.

"No es para menos, Bells"- respondo- "la amenaza pelirroja ha sido exterminada"

De pronto, su semblante se torna serio. Yo frunzo el ceño confundido. Por toda respuesta mi pequeña amiga me abraza por la cintura. Me deja atontado por un instante pero luego la rodeo con mis brazos. Amo sentirla tan cerca. Su cuerpo apretado junto al mío. Su respiración delicada en mi pecho. Se que la hace sentir segura. Me lo ha dicho antes. Y el que pueda causarle esa sensación de bienestar no tiene precio -aunque eso suene a frase barata-.

"Gracias Jake"- susurra y su aliento impacta en mi torso desnudo. Levanta la cabeza para mirarme pero no se aleja ni un centímetro, el abrazo se mantiene.- "No tiene idea. Yo… tenía tanto miedo de que Victoria les pudiera hacer daño a cualquiera de ustedes"- se muerde el labio inferior y siento que me derrito. Carajo, Bella, mátame de una vez.- "pero en especial… estaba tan preocupada por ti, Jake. Si te pasaba algo…"- se corta y cierra los ojos con fuerza. Con una mano le acaricio la espalda.

"Todo está bien, cielo. Ya pasó"- Maldita vampira que asustó a Bella.- "Acabamos con ella. Nadie salió herido."- ella levanta una ceja - "Bueno. Un par de rasguños y moretones no cuentan como heridas. Además, mira. Ya todos estamos como nuevos."- termino señalándole a la manada esparcida por el jardín. Logro captar el guiño de Quil y el pulgar levantado de Seth, que mientras limpia los últimos rezagos de torta de chocolate de su espalda sonríe hacia nosotros. Ruedo los ojos, mis amigos si que son sutiles.

"Ella era letal Jake, pudo haberlos matado"- insiste temblorosa. Le beso la parte de arriba de la cabeza para tranquilizarla.

"Claro que no. Estamos hechos para esto. Somos una manada muy grande… y muy fuerte y veloz. Sólo teníamos que atraparla. Lo demás fue fácil."

Sonrío ante el recuerdo de la noche anterior. La adrenalina de la búsqueda, la furia al ver esa cabeza pelirroja que atormentaba a Bella y luego la felicidad al quemar los restos de la garrapata esa. Nunca olvidaré esa noche. Los pensamientos de la manada estaban todos teñidos con el mismo éxtasis, el mismo alivio, la misma alegría.

Cuando llegué a casa a eso de las 6 am, Billy estaba despierto. La noticia lo hizo sonreír como hacia mucho tiempo que no lo veía hacerlo. Creo que se sentía… orgulloso de mí. Me hizo el desayuno mientras yo le contaba como la habíamos acorralado.

A las 7 am llamé a casa de Bella, ella contestó alarmada pero de inmediato la calmé diciéndole que habíamos terminado con Victoria. Se quedó muda por un minuto entero y yo me empecé a preocupar, pero luego preguntó algo tan típico de ella '¿Están todos bien?'. Y la amé más. Le dije que sí, tan bien que habría una reunión de celebración por la noche en la casa de Seth y Leah. Me ordenó, si, ordenó, que me fuera a dormir para que repusiera mis fuerzas, que ella tenía que ir a la escuela pero que nos veríamos más tarde. Colgamos. Y el hice caso, estaba agotado. No pasaba nada si faltaba al colegio un día.

"Se acabó"- parece que quiere constatarlo con palabras.- "Realmente se acabó"

"Sí Bells, todo está bien ahora."- y ambos sonreímos a la vez. Entonces la abrazo con más fuerza y le empiezo a dar vueltas. Ella ríe y mi corazón se infla de felicidad. Tiene los brazos alrededor de mi cuello para no caer. Pero yo nunca la dejaría caer, de cualquier manera.

"Bájame, Jake"- pide riendo. Hago que sus pies toquen el suelo, pero no la suelto. Jamás la voy a soltar. Sus manos están posadas en mis brazos. Las miro, su contacto se siente tan suave. El tono de su piel contrasta contra el mío. Y entonces, otra vez, algo no encaja: las uñas moradas.

"¿Qué significa eso, Bella?"- le pregunto con curiosidad en la voz.

"Qué significa qué?"- no entiende a que me refiero. Suelto un suspiro. ¿Por qué es tan bonita? Hasta cuando pone cara de no entender en que piso está parada se le ve bonita. Quiero besarla. 'Contente Jacob', me exijo. Endemoniadas hormonas, no, endemoniado amor no 100% correspondido. Endemoniado muerto Cullen por romperle el corazón incapacitándola para volver a amar por completo. Estúpido, paliducho, sanguinario parásito de ultratumba- "¿Jake?"

"¿Ah?"- ¿de qué hablábamos? Se muerde el labio y niega con la cabeza ante mi desconcierto. Claro, que con esos gestos me desconcentra aún más.

"¿Qué significa qué?"- repite y yo recuerdo: las benditas uñas.

Cojo una de sus manos de manera que ambos podemos ver el color que resalta en sus dedos. Siento la usual descarga eléctrica de cada vez que tenemos ese contacto.

"Tus uñas, Bells."- le digo pasando mi mirada de su mano a su rostro y lo que noto es que está preciosamente sonrojada. Sus mejillas arden y yo ardo en deseos de tocarlas con mis labios.

Y se queda callada con la vista fija en los destellos morados. Pasa su lengua por su labio inferior y siento dolor en el pecho por resistir nuevamente el impulso de besarla. Aprieta la boca y los ojos a la vez. Luego, por fin, levanta la vista hacia mí.

"Si bueno… están pintadas"- la miro con una expresión de 'duh' en mi cara. Ella ríe nerviosamente. No importa cuantas veces escuche ese sonido, siempre causa estragos en mí.- "Este… si, no es algo que yo acostumbro hacer. Pero en realidad yo no las pinté"- suspira ofuscada- "fue Jessica."

"¿Jessica?"- ella asiente, estoy confundido- "¿Jessica la que no te habla y te mira como si fueras una cucaracha Jessica?"- pregunto y me sale el lado protector porque quiero ir a tener una charlita con esa envidiosa por tratar tan mal a mi Bella.

"Ehh… si. Jessica Stanley"- confirma. Y yo no puedo pensar otra cosa que: Apocalipsis, nuevamente.

"¿Por qué?"- atino a cuestionar.

Y entonces su dulce rostro pasa de rosado a fucsia otra vez.

Algo muy raro está pasando.


Hola :) Llegué con otra historia. Esta es un poquito más larga. Consta de tres capítulos que se iran publicando progresivamente en tanto a ustedes les guste (o no) el mini fic.

En serio me gustaría saber que les parece. Asi que... por favor :D dejenme reviews con sus opiniones. Les juro que me van a alegrar el día.

Si quieren saber por qué son tan misteriosas las uñas moradas y por qué el título del fic el Gracias Jessica... apreten el botón verde :)

Besos, weasleymädchen.