Skip Beat no me pertenece. Ni tampoco esta historia. Le pertenece a sabry9787, yo solo edité y publiqué.
One more chance
Capítulo 1:
Kyoko estaba rebosante de felicidad. El detalle con el anillo de flores de diente de león que su sempai había tenido con ella, solo hacía que lo amara más de lo que ya lo hacía y que además se permitiera por tan solo un minuto, pensar que él solo le pertenecía a ella.
Ya casi llegando a dónde Yashiro-san los esperaba con el auto, y dónde lamentablemente se acabaría ese pequeñito momento privado para ellos, alguien los detuvo.
— ¿Kyoko-chan? Qué raro verte por aquí—le saludó un joven.
— ¡Hikaru-kun, qué sorpresa! No esperaba encontrarte en este parque—. Está de más decir que Kyoko dejó atrás a Ren para poder acercarse a Hikaru, cosa que molestó un poco al actor.
—Es que traje a mis sobrinos, los hijos de mi hermana, para que jugaran un rato.
—Eso es muy lindo de tu parte Hikaru-kun—Kyoko le mostró una sonrisa que a cualquier hombre tentaría a abrazarla.
—Gracias—le respondió a Kyoko sonriendo y un lindo sonrojo inevitable apareció en su rostro.
Hikaru se encontraba totalmente emocionado de haberla encontrado en ese lugar. ¿Era el destino acaso?
—Kyoko-chan yo… quería saber si…de casualidad, tú quisieras salir a cenar conmigo esta noche… ¿Aceptas?—Hikaru había soportado mucho tiempo antes de poder invitarla como era debido y no desaprovecharía esa oportunidad.
Eso era algo completamente inesperado para nuestra ciega Kyoko-chan, ¿estaría bien aceptar? No debía rendirle cuentas a nadie y sinceramente ella era libre de hacer lo que quisiera ¿o no?
-Me encantaría Hikaru-kun—aceptó sin pensarlo por más tiempo.
-¿En serio?—el chico no se lo podía creer—Gracias, pasaré por ti a las 8 de la noche, pásame tu dirección.
Una vez que él anotó la dirección en su teléfono celular, se despidieron amablemente y Hikaru regresó totalmente emocionado con sus sobrinos.
Ren solo podía ver cómo interactuaban, pero no escuchar lo que decían. Tuvo especial curiosidad cuando ella subió al auto con una pequeña sonrisa dibujada en su rostro. Yashiro igualmente sintió curiosidad, así que no pudo evitar preguntarle cuando estaban a punto de llegar a su destino.
— ¿Qué quería ese joven que te habló en el parque, Kyoko-chan? Perece que se conocen.
—Es un amigo del trabajo Yashiro-san, la verdad es que me invitó a salir a cenar esta noche—decía una Kyoko aún más sonriente.
—Oh, y… ¿aceptaste?
"Di que no Kyoko-chan, Ren se moriría", pensaba su representante.
—Claro que sí, Yashiro-san.
— ¿Por qué aceptaste? No parecen tan cercanos—Fue la pregunta directa de un serio Ren que ardía de celos por dentro y lo ocultaba lo mejor que podía.
—Porque quise aceptar ir a cenar con él—le dijo con firmeza. Esa era la primera vez que estaba tan seria con él—Además Tsuruga-san, no es su problema con quien acepto o no salir.
Con eso dicho, salió del auto dejando impactados a los hombres. Si Ren se ponía a pensar, ella estaba en toda la razón, él no tenía derecho a opinar, pero eso el corazón no lo entiende.
Al terminar con sus trabajos del día, Kyoko volvió a su casa y se dispuso a prepararse para su cena. La verdad que no tenía ni idea de qué ponerse, hasta que se decidió por un vestido corto sin mangas, color negro estampado con rosas cremas, unos zapatos con un poco de tacón color crema, unos aritos de perla, sus uñas de color coral, un bolso de mano también negro y peinada igual a Natsu. Iba maquillada tan delicada que parecía natural, además que de por sí ella es hermosa.
Por otra parte, al otro lado de la calle al frente del Darumaya, en un auto negro y con vidrios polarizados, bastante sospechoso para quien lo viera, estaban Ren y Yashiro.
—No creo que sea correcto hacer esto, Ren.
—Vamos Yashiro-san, no me dejes solo en esto.
—Pero creo que está mal estar espiándola.
Ambos estaban tan concentrados esperando a ver cuándo saliera Kyoko, que no se esperaron lo siguiente.
-Pienso lo mismo, está muy mal espiar a Mogami-kun.
Adivinen quien apareció, sí señores, Lory y su fiel Sebastián hacían su aparición en el asiento de atrás. Poco no les faltó para salir corriendo del susto que se pegaron.
— ¿Qué hace aquí Presidente?—preguntaron ambos.
—Los vi actuar extraño y entonces me escondí—respondió como si fuera lo más normal.
Mientras ellos deliberaban, vieron como un auto gris se estacionó y cómo Hikaru bajaba de él, mientras Kyoko salía de su hogar, dejando a todos completamente anonadados.
—Está sublime—decía orgulloso Lory.
—Lo dice como si aprobara que saliera con ese idiota—decía Ren furioso, era obvio que estaba hermosa, pero no lo hizo para él, sino para otro.
—Mogami-kun es como mi hija y la apoyaré sea quien sea la persona que su corazón elija. Además, se merece que la traten como una reina. Tú más que nadie lo sabe.
Claro que lo sabía, pero entiendan, es un hombre enamorado y esa situación lo molestaba.
Los siguieron en el auto y vieron como estacionaban en frente de uno de los mejores restaurantes de Tokio llamado "The Rose". Los vieron salir y como él le ofrecía el brazo para escoltarla, lo cual ella aceptó algo tímida, al parecer Hikaru había reservado una mesa en el solario que tenía un ambiente un poco más privado.
—Debo admitir que se esmeró mucho, es difícil reservar aquí—Lory estaba bastante impresionado—, sabes, si sigues así la perderás para siempre Ren.
— ¿Así cómo? Sé más directo Lory—ya de por sí estaba bastante molesto como para que lo anden sermoneando.
—Me refiero a que aún no le dices porqué te comportas de esa forma con ella, el porqué de tus celos, tus sonrisas, tus preocupaciones. No lo entenderá, porque ella piensa que todo lo haces solo porque eres su sempai, que solo es consideración. Mocoso lento, debes reaccionar porque hasta donde sé, nunca le dejaste en claro directamente que ella es especial para ti.
— ¿Cómo podría? Saldría corriendo, ella odia el amor.
— ¿En serio crees que tal vez no cambió después de todo este tiempo en este ambiente? Ya no es la niña que te encontraste en los pasillos profesando venganza, es ahora toda una mujer hermosa y si no abres los ojos a tiempo la perderás.
Por otro lado, Kyoko de verdad la estaba pasando bien, se sentía muy especial, fue un lindo gesto el de Hikaru el reservar un ambiente privado, especialmente cuando se encontraba algo nerviosa.
— ¿La estás pasando bien, Kyoko-chan?
—Claro que sí Hikaru- kun, esto es tan lindo, es un lugar precioso.
—Me alegro de que te gustara, siendo sincero no sabía qué hacer cuando aceptaste y traté de que todo saliera perfecto.
—No tienes que preocuparte de que todo sea completamente perfecto, aún si no lo fuera la pasaría muy bien contigo.
—Eso me alegra mucho, me pone muy feliz estar aquí contigo.
—A mí también.
Luego del postre y que Hikaru aún en contra de Kyoko pagara por la cena, salieron e iban a subir al auto cuando Hikaru vio una pequeña joyería al frente y le pidió a ella que lo acompañara. Cuando pasaron junto al auto en el que nuestro grupo de espías entrometidos estaban escondidos, Kyoko se detuvo a mirarlo.
— ¿Por qué te detienes Kyoko-chan? ¿Pasa algo?
—Es que este auto me parece conocido, más que eso, me da un presentimiento extraño como si me estuvieran observando— Imagínense la cara de susto de las personas en el interior de este mismo—. Seguramente es mi imaginación.
—No le pongas atención, no debe ser nada. Ven, acompáñame.
—Buenas noches, me gustaría que me mostrara algunas pulseras, por favor—le dijo Hikaru a la dependiente de la tienda.
—Buenas noches, señor, señorita. Con gusto, aquí le muestro algunos diseños que nos llegaron hace poco.
Había muchísimos diseños, dorados, plateados, gruesos, finos, algunos con incrustaciones de joyas de tamaño grandes, medianas, otras con joyas tan pequeñas que parecían inexistentes. Pero a Kyoko le gustó una pulsera de cadena plateada con un dije de corazón de Lapislázuli, la cual era su joya de nacimiento.
— ¿Te gusta esa?—Hikaru se acercó a ella al verla mirar la pulsera con tal fascinación.
—Es muy lindo, me gusta—Estaba encantada, porque le recordaba a Corn y a Ren por alguna razón.
—Muy bien, quiero esa pulsera señorita.
—Con gusto señor—la encargada de la joyería le cobró y la envolvió en un hermoso estuche—. Muchas gracias por su compra. Que tengan una hermosa noche.
Cuando salieron de la joyería, Kyoko tuvo curiosidad de saber para quien era tan lindo regalo y porqué precisamente la pulsera que a ella le había gustado.
— ¿Para quién es el regalo? Si puedo preguntar.
—Claro que puedes preguntar—Hikaru le tomó la mano y le colocó la pulsera en la muñeca izquierda—. Es para ti Kyoko-chan.
Kyoko tan despistada como siempre era, no se había esperado para nada que fuera un regalo para ella.
— ¿Qué? ¿Para mí?—Lo miraba a él y se miraba la mano que aún sostenía—. No sé qué decir, ¿por cuál motivo recibo tan lindo regalo? No podría aceptarlo.
—Por favor acéptalo, es como regalo de cumpleaños, de San Valentín, del Día blanco. Por favor te pido que lo aceptes.
—Hikaru-kun….
—Y también me gustaría que me acompañaras un poco más en esta noche.
—Por supuesto—le respondió después de pensarlo un poco. ¿No tenía nada de malo aceptar un regalo ni estar con él un poco más, no?
—Gracias, ¿algún lugar al que te gustaría ir?
—Qué tal si vamos al parque de esta mañana, dicen que es muy bonito de noche.
Ese era un pretexto que Kyoko pensó, pero en realidad extrañaba ese lugar, a pesar de que había estado ahí esa mañana.
—Entonces vamos allá—Hikaru la tomó de la mano para ir de vuelta al auto—. Además, hay algo que quiero decirte Kyoko-chan.
