¡Hola! Pues bien, este será un fic corto, en conmemoración de que esta semana es el día de brujas y curiosamente cae viernes, así que decidí hacer un fic de suspenso/terror. Como les dije, será corto, de unos tres capítulos máximo, pero espero que les guste.

Actividad pokenormal

Prólogo (todavía sin cámara)

Es una pacífica mañana en Pueblo Paleta. Nuestros héroes, Ash, Dawn y Brock se encuentran de vacaciones, visitando a la madre del joven entrenador Pokémon, antes de regresar a participar en la final de la liga Sinnoh, donde Ash tendrá que enfrentarse contra Tobías, luego de haber perdido contra él en el torneo pasado. Dawn está ayudando a Delia a preparar el almuerzo, vestida con un delantal rosa que contrasta con el amarillo de la señora Ketchum, encargándose de cortar un filete de carne en trozos bajo la instrucción de la simpática madre.

-Eso es. Corta en pedazos delgados pero largos. De esa forma será más fácil mezclarlos con los vegetales. –Instruye la castaña. La joven peliazul asiente concentrada, moviendo el cuchillo con firmeza y velocidad.

-Creo que lo tengo. –Afirma mientras comienza a dar cortes rápidos y consecutivos, lo que provoca una sonrisa en la Ketchum.

-Sí, así le gustan a mi Ash. –Celebra emocionada. – Eres la primera que logra hacer ese tipo de corte sin hacer pedazos la cocina. –Agrega mientras recuerda que Misty casi parte a la mitad el mueble de la cocina sin siquiera rozar la carne una vez, mientras que cuando intentó enseñarle a May, ella mejor le trajo un paquete de carne precortada. –Encontrar chicas hogareñas es muy difícil… -Se lleva un pañuelo al ojo. –Me alegra que mi hijo te tenga… -Sus palabras hacen que la peliazul se ruborice.

-… ¿Ash? –Se ruboriza ante la idea. Dawn está acostumbrada a las insinuaciones de la señora Ketchum, pero no sabe todavía si pensar en Ash como algo más que un amigo, ya que ninguno de los dos tiene experiencia en ese tipo de cosas. Ya Lyra en alguna ocasión había sugerido lo mismo, sin embargo, una especie de inseguridad se apodera de ella cada vez que piensa en el tema. Le gusta su relación con Ash, es su mejor amigo y la persona que mejor la entiende. Aventurarse en una relación… ¿cambiaría eso? Mira de reojo hacia la sala, donde está su mochila, en cuyo interior está un regalo que le dio el chico de camino hacia casa. Es un collar que le ofreció una anciana a lo largo del camino, y que le compró argumentando que se vería bien en ella para los concursos, así que lo recibió muy contenta.

-¿Dawn? –El llamado de Delia interrumpe sus pensamientos.

-¡Sí! –Responde ella, dando un pequeño salto. Delia percibe la preocupación en la expresión de la chica, así que decide concentrarse en la lección de cocina.

-Ahora vamos con las zanahorias.

-¡Sí! –Contesta diligente. Mientras tanto, Ash y Brock se encuentran mirando televisión en la sala. El futuro doctor tiene los brazos cruzados, con la expresión seria; mientras Ash está acostado en el sofá, con su gorra cubriéndole la cara y Pikachu acostado sobre su estómago.

-Me hubiera gustado conocer los secretos de cocina de la señora Ketchum… -Se lamenta Brock, cabizbajo.

-Pikapika… -Musita Pikachu, todavía en sueños. Brock toma el control remoto y le da volumen a un programa de televisión.

-Hoy, en la hora del terror… diez historias de horror pokemon que de seguro no conocía y que le darán pesadillas durante toda la semana…" –Dice una voz tétrica sobre un fondo donde sale un Bannette flotando.

-¡Ja!, estos programas de terror solo reciclan las mismas historias de siempre. Veámoslo para ver con qué salen ahora. –Se acomoda en el sillón y se dispone a disfrutar del programa. Ash ronca por lo bajo con una burbuja formándose de su nariz al exterior, inflándose y desinflándose al compás de su respiración.

-Y eso fue todo… en las historias de terror pokemon de hoy… hasta la próxima…. ¡BUAJAJAJAJAJAAJJAJAJAJAJAA! -Termina el anunciador, y la señal se cambia a unos hombres vestidos de Ludicolo bailando en la pantalla. Brock sostiene el control remoto en su mano derecha, la cual tiembla como si estuviese en un clima de cero grados; siente frío recorrer su espalda y sus oídos reaccionan al más mínimo movimiento del aire en la habitación; el sonido de Dawn y Delia cocinando, las mejillas de Pikachu, los ronquidos de Ash… mira a su alrededor buscando indicios de alguno de los mitos que acaba de ver en la televisión, solo para confirmar. Da una respiración honda y trata de calmarse.

-Fue solo un programa de televisión… -Aprieta los puños y sonríe para sí mismo. –Sí, definitivamente fue solo un programa. –En este instante la burbuja de la nariz de Ash se revienta y Brock sale disparado del susto hacia el techo.

-¡AAAHHHH! –Grita asustado. Ash se despierta y mira a su alrededor, igual que Pikachu. Dawn y Delia se asoman desde la cocina, mirando a su alrededor.

-¿Qué sucedió? –Pregunta la peliazul.

-Escuché que Brock gritó, pero no puedo verlo en ningún lado. –Explica el pelinegro. Delia ve una sombra en el piso y lentamente sube la mirada hacia el techo, donde ve a Brock de cabeza, trepado en el ventilador, mirándolos con el cuello torcido.

-Hola… -Profiere el castaño, girando sobre sí mismo.

-¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAHHHHHHHHHH! –Gritan los tres.

Los cuatro están sentados en la sala, Brock habiendo recibido un golpe en la cabeza, propinado por Delia, mostrando un chichón gigante como comprobante.

-¿Un programa de televisión te asustó? –Le pregunta Dawn, sorprendida. –Pero… esas cosas no son ciertas… -Agrega un poco más nerviosa. –Verdad… ¿Ash? –Se dirige hacia su fuente principal de confianza, quien rápidamente se muestra escéptico.

-Por supuesto que no son ciertos. Los fantasmas no existen. –Se lleva la mano al pecho y cierra los ojos, como diciendo una verdad infalible.

-… ¿Y qué hay de los pokemon fantasma? –Inquiere Dawn. –Si hay pokemon fantasma, quiere decir que también deben haber humanos fantasma… ¿o no? –Pregunta ya más preocupada. Ash niega con la cabeza, como sacudiéndose de cualquier duda y pone su mano derecha en el hombro de Dawn, quien lo mira reconfortada.

-No existen, Dawn. ¿Verdad, mamá? –Se dirige a su madre, quien ha vuelto a apagar el fuego de la cocina.

-Perdón, amor, ¿dijiste algo? –Se asoma desde la puerta. Ash se ríe un poco nervioso y se pone de pie, mirando a sus amigos.

-Vamos, chicos, ¿en verdad están diciendo que tienen miedo de los fantasmas? –Pregunta en tono incrédulo.- Y aunque si existieran, nosotros tenemos nuestros pokemon, así que no hay nada de qué temer. –Trata de convencerlos, más animado. Dawn y Brock vuelven a verse mutuamente y asienten levemente.

-Tienes razón. Dawn, ¿Por qué no le muestras a la señora Ketchum el collar que Ash te regaló? –Propone Brock, tratando de desviar la conversación a un tema más ameno. La joven mira a Ash y se sonroja levemente, asintiendo con un pequeño movimiento de la cabeza.

-Cierto, de seguro se verá genial cuando participes en los concursos. –Reafirma Ash. Dawn saca el collar, que luce como un collar de perlas, pero algunas de ellas lucen más oscuras que otras. -¿Are? –Profiere Ketchum. –Podría haber jurado que eran todas blancas cuando me lo dieron. –Mira a Dawn, con expresión un poco decepcionada; sin embargo, la joven le devuelve una sonrisa y sostiene la prenda entre sus manos, emocionada.

-Pues a mí me encanta como se ve. –Sonríe la peliazul, devolviéndole el entusiasmo al entrenador Pokemon. -¿Me ayudas a ponérmelo? –Le pide mientras se sostiene su largo cabello azul hacia arriba para dejar expuesto su cuello. Ash se sonroja un poco, pero rápidamente accede y le pone la prenda alrededor del cuello, rozando su nuca con sus dedos al hacerlo. Brock observa la escena con una expresión dura, llena sombras y trazos gruesos de lápiz.

-… Que suerte tienen algunos… -Dice con voz baja. En ese momento, Delia entra de nuevo a la sala, grabando con una cámara de video a Ash, todavía con las manos alrededor del cuello de Dawn.

-Pero que escena tan tierna… -Dice la madre, grabando a ambos a través del lente.

-Mamá, ¿qué haces? –pregunta Ash, mirando de frente hacia el lente. Dawn se lleva las manos hacia el pecho y muestra el collar que el chico acaba de darle.

-¿Ese es el collar que mi hijo te dio? –Pregunta Delia, grabando.

-Sí, y está precioso. Voy a usarlo con mi vestido rosado cuando sea el próximo concurso. –Explica mientras lo luce para la cámara.

-Aw, que tiernos son ustedes. Solo me los imagino vestiditos para su concurso, el uno al lado del otro con luces de colores y fuegos artificiales en todas direcciones. –Fantasea mientras los dos chicos se sonrojan.

-Creo que ya estuvo bueno de grabaciones. –Trata de disuadirla su hijo.

-Déjame jugar un rato con esto. La compré especialmente para grabarte cuando vayamos al estadio pokemon. –Explica Delia. Ash se cruza de brazos y respira profundamente.

-Bueno, como quieras.

-Dawn, ¿podrías ayudarme a poner la mesa? –Le pregunta a la chica, quien lo toma como una orden y sale corriendo a la cocina por los platos.

-Ahora mismo, señora Ketchum.

-Si quiere puedo tener la cámara por usted. –Interviene Brock. Delia baja la cámara y asiente.

-De acuerdo, así podré ayudar a Dawn a servir la comida. Ustedes pueden ir a la mesa. –Le dice al joven, pasándole el aparato. Brock lo sostiene y mira hacia la pantalla LCD, observando que el modo de grabación sigue activado con la fecha del día en la esquina inferior izquierda de la pantalla.

MAR 28, 12:40 P.M.

-Esto será divertido. –Apunta la cámara hacia Ash y Pikachu, quienes ya están sentados a la mesa esperando comer.

-¡A mí deja de apuntarme con eso! –Se queja el chico.

-No lo creo, Ash, no lo creo. –Se burla mientras hace zoom a su rostro.

XXXXXXXXX (toda interacción a partir de este momento es vista a través de la cámara) XXXXXXXX

MAR 28, 12:48 P.M.

Todos están sentados a la mesa, comiendo platos de carne con vegetales. Delia se muestra contenta, Dawn un poco apenada, Brock con su expresión normal y Ash masticando un poco molesto.

-Esta comida en verdad quedó deliciosa, Dawn. –La felicita la señora Ketchum.

-No, yo no hice nada más que seguir sus indicaciones. –Dice ella, halagada.

-Seguir indicaciones es una cosa y hacerlo bien es otra muy diferente. ¿Qué te parece a ti la comida, Ash? –Le pregunta a su hijo, que mira de reojo a la cámara de nuevo.

-Está muy rica… pero me pone nervioso que esa cosa esté grabándonos todo el tiempo. –Observa hacia el lente, mirando directo hacia la pantalla.

-Tú no le hagas caso. Es divertido tener algo así como recuerdo. –Le dice su madre, tranquila. Ash suspira de nuevo y vuelve a comer. –De acuerdo, pero me sigue poniendo nervioso. –Dice antes de dar el siguiente bocado.

-Oh, ¿y qué pasó con el Ash que no le teme a nada? –Pregunta Brock, juguetón.

-No le temo a nada. –Insiste él.-Solo que me pone nervioso que esa cosa esté mirándome todo el tiempo. –Luego vuelve a ver Delia. –Pero puedo acostumbrarme si es lo que mamá quiere. –Su comentario hace que la mujer vuelva a sonreír. -¡Más por favor! –Extiende su plato hacia adelante. Dawn sonríe y le pone un poco más.

-Aquí tienes.

-Gracias. Y de verdad quedó muy rico. –Se relame mientras hunde la boca de nuevo en su tazón. Dawn hace un pequeño gesto afirmativo de nuevo y sigue con su propio plato.

-Oye, Dawn. –La voz de Brock la saca de su embelesamiento, dirigiendo sus ojos hacia él.

-¿Qué sucede?

-Tu collar. –Señala hacia una de las perlas, que ahora se ha vuelto color negra. –Mira… una de las perlas ha cambiado de color. –Dawn se sujeta el collar y confirma lo dicho por su amigo. Ash, con la boca llena de comida, vuelve a ver a la chica y constata que una de las perlas es efectivamente negra.

-Esa mujer me estafó… -Se cruza de brazos, un poco decepcionado.

-Puede que no haya sido así. –Intercepta Delia, captando la atención de los tres jóvenes. –Las perlas negras son más raras que las blancas. ¿Puedo verlo un momento? –Inquiere con expresión amable. Dawn asiente, se quita el collar del cuello y se lo pasa a la madre, quien rápidamente lo examina.

-¿Y bien? –Pregunta Ash, interesado. Delia raspa con la uña de su pulgar a una de las perlas que se ven grises, creando una pequeña raya.

-Como lo supuse. –Vuelve a ver a los tres. –Estas son perlas negras pintadas de blanco.

-Negras… ¿pintadas? –Repite Dawn.

-Si. Las perlas negras son mucho más valiosas que las blancas debido a que son más difícil de encontrar y cultivar. –Explica la castaña.

-Pero si es así, ¿no es extraño que la mujer que se las vendió a Ash las haya pintado? –Pregunta Brock. Dawn y Ash se miran el uno al otro, confundidos.

-A lo mejor pensó que no te interesarían si las veías de un color como el negro y le urgía venderlas. –Infiere la peliazul. Ash frunce el ceño mientras su madre le devuelve el collar.

-Hm… yo quería darte un bonito regalo, discúlpame, Dawn. –Se lleva una mano detrás de la cabeza mientras la mira, apenado. Dawn se pone de pie y llega hasta su asiento, tomando de sus manos el collar, en actitud cálida.

-¿Me lo pondrás de nuevo? –Le dice levantándose de nuevo su cabello. –Eso solo hace que me gusten más todavía. –Sonríe, devolviéndole también la sonrisa a Ash. –Será interesante ver cómo se van decolorando. –Explica mientras Ash vuelve a abrocharle el collar, luego de lo cual, Dawn se da vuelta y lo modela coquetamente, giñándole un ojo al Ketchum, sonrojándolo.

-Qué bueno que todo esto está quedando en cámara. –Comenta Delia. Los dos chicos se ruborizan y vuelven a ver a la pantalla.

-¡APAGA ESO! –Ambos se abalanzan sobre la pantalla, que queda en estática.

-¡CUIDADO, LA VAN A TIRAR! –Los regaña Brock, pero su voz también desaparece de la señal.

MAR 28, 13:30

Al cabo de unos momentos, la imagen vuelve a la cámara, que está grabando a Brock mientras vuelve a ponerla en el trípode. –Estos adolescentes… -Se ve como mueve sus brazos para ajustar el lente y poner la pantalla de grabación en el ángulo correspondiente. Mientras lo hace, Ash toma un vaso de refresco y comienza a beber.

-Te vas a atragantar. –Le advierte Dawn, ante una complacida Delia, que no se baja de su nube de felicidad.

-Me gusta como cuidas de él. –Sonríe emocionado. Dawn le dedica una sonrisa nerviosa y dirige de nuevo su mirada hacia Ash, a quien de repente se le revienta el vaso, cortándose las manos y el labio, haciendo que escupa lo que estaba tomando y se ponga de pie, sorprendido.

-¡Auch! –Se queja adolorido.

-¡Ash! –Se pone de pie Dawn. Delia corre a su lado también.

-¿Estás bien, hijo? ¿Qué fue lo que pasó? –Le pregunta mientras con su pañuelo retira los vidrios que le quedaron en las mejillas. –No vayas a moverte. Dawn, por favor trae el botiquín.

-Ahora mismo, señora Ketchum. –Responde diligente. Brock deja la cámara a un lado y se aproxima para recoger los vidrios rotos con su propio pañuelo, mientras Delia atiende las cortadas en Ash.

-Tienes que tener más cuidado con tu fuerza, hijo. –Lo regaña preocupada la castaña.

-Sí, la verdad no sé qué pudo haber sucedido… -Se pregunta Ash mientras mira a su madre retirar los trozos de vidrio de sus manos. Al momento llega Dawn y comienza a curarlo con yodo y algodón. Brock siente una brisa tras él y mira en esa dirección, pero no encuentra nada.

-Hmmm….

MAR 28, 21:45

Es ya de noche y todos están viendo televisión, la cámara los enfoca desde la esquina de la sala. Delia está en el sillón, mientras Ash y Dawn están sentados en el piso y Brock está en el sofá individual. Pikachu y Piplup están junto a Delia, todos mirando las noticias. Ash bosteza con la boca bien abierta, Dawn aprovecha para meter su dedo índice dentro de su boca, tocándole la lengua, sonriente.

-AAAGGGHAHAG ¡Cough! –Tose Ash, medio atragantado. Mira a Dawn, enojado, pero ella lo recibe con una sonrisa y una palmada en la espalda.

-Es muy temprano para tener sueño, señor Ketchum.

-En otras noticias, una tormenta cubrirá pueblo Paleta durante los próximos días. Se esperan vientos fuertes y tormentas eléctricas, por lo que no se recomienda hacer viajes largos en el transcurso de la semana. Las condiciones volverán a la normalidad a partir de la próxima semana.

-Ash, sé que tus amigos y tu querían explorar un poco, pero ¿por qué no se quedan mejor en casa? Por lo menos hasta que pase la tormenta que están anunciando.

-Pero… una semana es mucho tiempo para estarla molestando, señora Ketchum. No queremos ser una carga para usted. –Dice Dawn, preocupada.

-Tonterías, me interesa más que no se metan en peligro cuando no tienen qué. Por favor. –Suplica mirando a su hijo, quien se asoma a la ventana y luego vuelve a verla.

-Está bien, supongo que un descanso no nos caerá mal. –Dice con la mano apoyada en el vidrio. A los pocos segundos, al cristal le aparece una fisura, obligando a Ash a quitar la mano en el momento.

-Wow, el viento ya está más fuerte. –Comenta Brock. En el exterior de la casa puede escucharse ya el viento soplando con más intensidad.

-Mañana cambiaremos el vidrio de la ventana, mamá. –Informa Ash. Delia asiente. Brock de nuevo siente un aire helado pasando cerca de él, y vuelve a ponerse nervioso. De repente se escucha un ruido como si algún pokemon pequeño estuviese corriendo por el techo, a lo que todos los presentes reaccionan mirando hacia arriba.

-Tal vez sea algún Zubat o Rattata. –Disuade Ash, sin darle mayor importancia. Dawn sigue el ruido por donde lo escuchó y se asoma al pasillo que da hacia el baño, al final del cual está la puerta que da al sótano. Ash le ha hablado de él, pero todavía no han tenido la necesidad de bajar. Al darse la vuelta para volver, escucha de nuevo el ruido de las patas avanzando rápidamente, se da la vuelta, pero no ve nada.

-Esto ya me puso nerviosa. –Se queja abrazándose. –Escucho las tales patitas por todos lados. –Se sienta en el sofá, donde Delia le da un abrazo por un lado.

-No te preocupes, debe ser solo el viento. –La tranquiliza con voz maternal. Dawn asiente y vuelve a sonreír.

-Bueno, no sé ustedes, pero a mí ya me dio sueño. –Dice la peliazul. Ash otro bostezo tan grande que hasta se le asoman un par de lágrimas, y luego asiente con Dawn.

-Es verdad, yo también estoy cansado.

-Pikapika.

-¡Piplup! –Agregan los dos pokemon iniciales. Todos se ponen de pie y cada quien se va a su habitación, todos olvidando que la cámara de video queda encendida. Lo último que se ve es que Ash y Dawn suben las escaleras, Delia se va a su habitación y Brock apaga todas las luces, siguiendo por último a sus amigos, seguido de Pikachu y Piplup. La sala queda en silencio, todos habiendo olvidado que la cámara sigue grabando.

MAR 28, 22:10

La sala igual, sin ningún movimiento.

MAR 28, 22:30

La sala igual, sin ningún movimiento.

MAR 28, 23:30

La sala igual, sin ningún movimiento.

MIE 29, 00:00

La sala igual, sin ningún movimiento.

MIE 29: 01:00

La sala igual, sin ningún movimiento.

MIE 29: 03:30

La sala. Los vidrios de la ventana que Ash tocó y que tenían una fisura se agrietan aún más. El trofeo pokemon que Ash ganó en la liga naranja y que estaba sobre el televisor cae al piso por sí solo y las puertas del sótano y del cuarto de Delia se abren lentamente.

MIE 29: 04:30

La sala igual, sin ningún movimiento.

MIE 29: 06:30

La sala igual, sin ningún movimiento.

MIE 29: 07:30

Brock es el primero en bajar las escaleras con la intención de ayudar a Delia a preparar el desayuno, así que ya viene bañado y listo para el día. Al entrar a la sala, observa el trofeo tirado, lo sostiene entre sus manos y lo observa unos momentos; luego lo pone de nuevo en su lugar. Dirige su mirada hacia el pasillo que da a la habitación de Delia, notando que la puerta está abierta.

-Hmm… -Profiere asomándose luego a la ventana, observando lo rajada que se encuentra. –Ash tiene razón, debemos cambiar esta ventana si queremos aguantar la tormenta que se aproxima. –Comenta pasando la mano sobre el vidrio. Finalmente nota la presencia de la cámara y corre hasta ella. -¿Are? ¿Sigue grabando? –Camina hasta ella y la toma entre sus manos. La grabación termina.

MIE 29: 10:00

Dawn sostiene la cámara entre sus manos, filmando su rostro, con la cara sonriente y Pikachu en su hombro derecho y Piplup en el izquierdo.

-Hola, soy Dawn, y estos son Pikachu y Piplup. –Se presenta y luego le da la vuelta a la cámara para grabar normalmente. –Ahora mismo Ash y Brock están cambiando los vidrios de la ventana. La señora Ketchum está comprando en el mercado, así que yo me quedé para cuidar a los chicos. –Sale por la puerta y rodea la casa para encontrar a los jóvenes, que acaban de retirar los vidrios rotos y están poniendo cuidadosamente el nuevo cristal.

-Hola, ¿qué hacen? –Entrevista acercándoles la cámara al rostro.

-Hola, como verás… estamos cambiando el vidrio. –Explica Ash, que está sellando la esquina del cristal en la moldura.

-Oohh, y dígame, señor Ketchum, ¿Qué es lo más difícil de cambiar una ventana? –Vuelve a acercar la cámara a él. Ash tuerce la boca y retrocede un poco.

-El que me estén interrumpiendo. –Se queja mientras vuelve su mirada hacia la ventana, afianzando el cristal.

-Ara, ara, entonces supongo que no quieres la limonada que te traemos. –Se da la vuelta y comienza a alejarse.

-¿Limonada? –La actitud de Ash cambia como si le hubieran dado una gran noticia. -¿Dónde? –Mira en todas direcciones y ve que Dawn solo tiene la cámara entre las manos. -¿Y la limonada?

-Aaahh, así que quieres limonada… -pregunta con ganas de molestarlo. Ash frunce el sueño y la mira en actitud de regaño.

-No se juega con la sed de la gente.

-De acuerdo, ahora mismo voy por tu limonada, mi señor Ketchum. –Le hace una reverencia juguetona y se dirige hacia la cocina.

-Gracias por acordarte también de mí. –Intercepta Brock.

-Ah, sí, por supuesto. –Le dice de lejos, luego mira de nuevo a la cámara. –Es verdad, siempre que estamos Ash y yo el pobre Brock tiende a desaparecer… -Explica riéndose. En ese momento se escucha a lo lejos una pequeña explosión. -¿Qué fue eso? –Pregunta preocupada. Toma la cámara en sus manos y corre hacia la cocina, de donde se escuchó que venía el ruido; y cuando llega, se encuentra con que las hornillas están tirando fuego hacia arriba en una gran llamarada. -¡¿Qué es esto?! ¡Piplup, chorro de agua! –Comanda a su pokemon, quien de inmediato lanza la técnica, apagando las llamas. Toda la pared y el techo han quedado ennegrecidos por el suceso.

-¿¡Qué fue eso!? –Llegan corriendo los dos chicos.

-No lo sé. –Contesta ella, mirándolos preocupada.- De repente la cocina empezó a arder en llamas, pero estoy segura de que estaba apagada. –Les explica a ambos; Brock asiente.

-Sí, yo mismo me aseguré de que todo estuviera listo cuando terminamos de cocinar. –Se aproxima y pone la mano en la pared ennegrecida, y al hacerlo, por un momento le parece ver una huella de pokemon entre el carbón. -¿Eh? –Profiere al verla, pero de repente ya no hay nada.

-¿Qué sucede, Brock? –Pregunta Ash. Brock mira las palmas de sus manos y niega con la cabeza, mientras Dawn inconscientemente sostiene la cámara para grabarlos a los dos.

-No lo sé, Ash, pero cosas muy raras están pasando en esta casa desde que llegamos. –Razona cruzando los brazos.

-Si… ¿será que las cosas ya están viejas? Digo, han sido las mismas desde que era pequeño. –Trata de razonar el entrenador.

-Hm… eso podría ser. –Dirige su mirada de nuevo hacia la pared quemada. –Hm….

-Bueno, por ahora será mejor limpiar esto antes de que regrese la señora Ketchum. –intercepta Dawn. Sus dos compañeros asienten y comienzan a limpiar la pared. Dawn deja la cámara de lado y la imagen se queda en negro.

MIE 29, 19:00

Delia acaba de encender la cámara. Dawn está sentada en el comedor, con un evidente malestar en el rostro, como si tuviera ganas de vomitar. En el exterior la lluvia está comenzando a caer, y también se escuchan algunos truenos. Cae uno y Dawn se encoge de hombros, sujetándose la cabeza, nerviosa y enferma.

-No me siento bien… -Dice con voz débil. Ash llega a su lado con un plato de sopa que Delia preparó para ella.

-No entiendo qué te pudo haber caído mal, si hemos comido lo mismo todo el día. –Razona él, mientras toma una cuchara, sirve sopa en ella y se la lleva a la boca a Dawn. –Abre la boca. –Le indica con un movimiento de la mano. Dawn se sonroja y obedece, permitiéndole depositar el líquido en su interior. Está emocionada de que Ash la alimente, solo puede imaginar que la sopa está…

-¡UGGGGHH CALIENTE! –Se queja Berlitz, sacando la lengua, como si la quemada la hubiera revivido. Unos momentos después siente ganas de vomitar y sale corriendo al baño, dejando a Ash con la cuchara en la mano.

-… ¿no quieres más?

-Ash… creo que arruinaste el modo que estaba construyendo. –Se escucha la voz de Delia por detrás de la cámara.

MIE 29, 20:00

Brock sostiene la cámara, Ash, Delia y él, están en la habitación de Dawn, quien está acostada en la cama, vistiendo un pijama rosado que Delia le dio. La chica luce con algo de calentura y permanece con la mirada cansada, observando a los tres.

-Disculpen, pero de verdad no me siento bien… pero me hubiera gustado ayudarla a preparar la cena, señora Ketchum. –Le dice con culpabilidad en la voz.

-No, está bien, Dawn. Por ahora lo importante es que descanses para que puedas recuperarte. –Le indica mientras le toma de nuevo la temperatura. El termómetro muestra 38°. –Si tienes fiebre… -Se lleva una mano a la mejilla, preocupada. –Y lo raro es que te dio de un momento a otro. –Comenta mirando su reloj.

-Me gustaría ir a la farmacia por algún medicamento para Dawn. –Propone Ash, quien no puede evitar sentirse afectado al ver a Dawn tan débil, pero la chica niega con la cabeza, sujetando la mano del entrenador.

-No… no vayas… por favor… -Le dice con voz suave.

-Yo iré. –Interviene Brock. –Solo necesito que me dé la lista de lo que necesito. –Se dirige a Delia, quien al cabo de un momento acepta.

-De acuerdo, pero ten cuidado, porque el viento está cada vez más fuerte. –Le advierte mirando por la ventana. Ambos salen de la habitación, olvidando la cámara, que queda sobre el mueble, grabando la interacción de los dos chicos.

-Si quieres… puedes ir a dormir… -Le dice con esfuerzo. –Yo estaré bien… -Insiste con los ojos apenas abiertos. Ash, sin pensarlo dos veces, se sienta a su lado y sujeta su mano con fuerza, lo que provoca que la chica se sonroje.

-Ash... –Lo mira con ojos temblorosos. El aprieta su mano con fuerza y le sonríe.

-Me quedaré a tu lado esta noche. –Le dice con ojos confiados.

-Vaya… si tuviera fuerzas, pensaría mal de ti. –Le guiña un ojo, ruborizándolo un poco. Ambos se dedican una sonrisa y luego Dawn deja caer la cabeza sobre la almohada.

-No sé qué pasó… pero desde que limpiamos la cocina… me sentí muy cansada, y ahora esto…

-Tal vez había algún bicho o algo. –Comenta él, meciéndose en la silla en la que está sentado. –Trata de dormir, Dawn, yo me quedo a cuidarte.

-Si… gracias. –Le sonríe. Él le devuelve la sonrisa y empieza a velar su sueño.

MIE 29, 21:30

Llegan Brock y Delia con las medicinas, pero al ver que Dawn ya está dormida, se las dejan a Ash, que les informa que se quedará a su lado por la noche. Ambos salen del cuarto y se queda él con ella de nuevo.

MIE 29, 21:30

Ash mirando a Dawn, con los brazos cruzados. Da un bostezo.

MIE 29, 22:30

Ash mirando a Dawn, sus ojos visiblemente agotados.

JUE 30, 23:30

Ash dormido frente a Dawn, que también está profundamente dormida.

JUE 30, 00:30

Los dos dormidos.

JUE 30, 01:30

Los dos dormidos

JUE 30, 03:30

Ambos siguen dormidos. La puerta de la habitación, que logra verse al fondo de la grabación, se abre en silencio. La cobija que cubría a Dawn poco a poco se retira sola, descubriendo cuerpo vestido con el pijama rosado. De repente la silla en la que Ash está recostado se cae hacia atrás, despertando de golpe al Ketchum, que se sorprende y mira en todas direcciones. La ventana se abre de golpe y la puerta se cierra de la misma forma, despertando también a Dawn.

-¿Eh? ¿Qué? –Profiere la chica. Ash se asoma por la ventana pero no observa nada. Luego corre hacia la puerta y la abre, pero tampoco ve nada irregular. Mira de nuevo a Dawn, que lo mira confundida, dándose cuenta de que su cobija no la está cubriendo, y sintiendo sobre su cuerpo huellas heladas.

-… ¿qué está pasando, Ash? –Le pregunta con lágrimas en los ojos. Ash se acerca a ella y la abraza con fuerza.

-No lo sé, pero no te preocupes… -trata de calmarla. Ella lo abraza con fuerza y trata de recuperar la seguridad que los acontecimientos poco a poco le están robando. Sin que ninguno se dé cuenta, algo parece salir de sus sombras, siendo captado por la cámara…

(Continuará)

Eso es todo por ahora, no olvides dejar tu comentario si te gustó. ¡hasta luego!