N/A; Los personajes no me pertenecen, son propiedad de la magnífica Stephenie Meyer, yo sólo juego un poco con ellos.
~Epílogo.
Se despertó sobre las ocho de la mañana. Los rayos de sol iluminaban la habitación por lo que se podía ver claramente varias botellas vacías de ron y paquetes de cigarrillos esparcidos por el suelo a medio fumar. Intentó levantarse de la dura cama, pero sus pies pesaban como si fueran de plomo. Volvió a intentarlo y lo consiguió, pero un dolor parecido a un pinchazo apareció por su cabeza. Caminó lentamente hacia el baño y se miró en el espejo. Sus ojos, rojos y cansados, estaban apagados, sin vida y sus ojeras marcaban la cara lo suficiente como para saber que últimamente no está bien. Sus cabellos rubios estaban alborotados y desaliñados, símbolo de una mala noche y su ropa, estaba manchada de sangre y apestaba a alcohol. Se lavó la cara intentando que su cara se viese mejor, pero sus intentos fueron en vano, así que se rindió y bajó las escaleras directo a la cocina. Se preparó un café y se sentó en la pequeña mesa, y mientras se lo tomaba empezó a mirarse sus muñecas, llenas de heridas que no sabía cómo se las había hecho. Desvió la mirada hacia la ventana y los recuerdos empezaron a invadir su mente. Recuerdos del domingo pasado. Recuerdos de cuando se enamoró de ella. Recuerdos de cuando la conoció.
Sí, lo sé. Demasiado corto, pero sólo es el epílogo. Intentaré publicar un capítulo por semana, ya que al ser fiestas estoy un poco ocupada. El fic no sé exactamente cuántos capítulos tiene, pero son pocos. Me inspiré en una canción de All time low, ya que tiene un significado muy bonito :D
En fin, espero que os guste (:
