SUEÑOS
Eriol en ocasiones recordaba su pasado, al ver un álbum de fotos se veía a si mismo, como un bebé, un niño de 3 años, luego de 6, entonces de 10 y finalmente de 12. Pero no se sentía identificado con aquellas imágenes, como si fueran los recuerdos de otra persona, los suyos, aquellos que verdaderamente le importaban no podían ser plasmados en fotografías, solo se veían en sueños…oscuros sueños.
Le dio un sorbo más a la taza de té, estaba exquisito, de origen hindú le relajaba incluso en los momentos más melancólicos.
Aquellos sueños habían estado atormentándolo durante días, apenas cerraba los ojos y podía verles.
Una extraña y atractiva mujer que le hablaba de un fatal destino, personas que sufrían por errores de los que no era culpable, pero se sentía como tal, un fin caótico que estaba condenado a presenciar…
Visiones del pasado, presente y futuro…se combinaban dentro de su subconsciente, y aunque las entendiera dentro de la medida posible, poco o nada podía hacer para cambiarlas; en este mundo cada ser nacía con un destino y pocas veces, si es que acaso alguna, este podía cambiarse y el suyo había sido el de simplemente ser un observador: estuvo en el inicio de los tiempos y estaría en el final de los mismos.
Pero tales pensamientos no tenían cavidad en la mente de un niño de 12 años, podía conocerlos, entenderlos y hasta aceptarlos, pero asimilarlos como tal era imposible. Temía no ser capaz de soportarlos, enloquecer ante ellos y perderse entre la delgada línea que los separaba de lo real y fantástico. Había momentos en los que incluso creía que todo aquello no era más que su locura, divagaciones que su mente había creado ante su solitaria y vacía existencia.
-Ya esta todo listo para marcharnos- Le dijo Spinel volando en su forma más primaria.
-¿Creí que viajaríamos hasta mañana a Japón?- Replicó en tono molesto Ruby estirando los brazos.
Eriol vio por la ventana, sin duda pronto oscurecería, había comprado boletos para un vuelo nocturno; tomó ente sus manos la foto de aquella niña.
-Sakura-Murmuró para si mismo.
Al igual que él tenía un destino que cumplir, aunque pensándoselo bien, no había el porque apresurarse, ella no escaparía de este, sin importar cuanto lo intentará.
-Hoy quiero dormir- Aclaró bebiendo los últimos tragos de su taza- Nos iremos mañana.
Se puso de pie, dispuesto a realizar los preparativos para acostarse y cerró el álbum, pronto tendría nuevas fotografías para agregar, y aunque estaba consciente de que no las sentiría como propias, bien valía la pena guardar ciertos recuerdos, ya que como todo buen observador, debería guardar alguna prueba de que sucedió.
Y esa noche, como muchas otras soñó…y supo que jamás podía escapar de ellos, ni de su destino.
FIN
Mi primer fic de esta serie, soy nueva en este fandom, y se me ocurrió hacer un fic de Eriol, es un niño lindo, pero me hizo pensar en que se sentiría ser él, es decir eres la reencarnación de alguien y lo sabes…
Quedó un poquito raro.
Gracias por leer.
