N/A: Os dejo mi primera historia de más de un capitulo. Espero que os guste. El primer capítulo no me convence mucho así que ya me diréis. Bueno si estáis leyendo esto significa que probablemente sigáis leyendo abajo así que os doy las gracias!

Deciros que TODO lo que reconozcáis pertenece a esa mujer que admiro infinitamente llamada JK Rowling

Y por ultimo (ya sé que soy pesada) recomendaros los fics de una amiga mía que son geniales y que seguro que os encantan. Son;

"Aprender a despedirse" (este en la continuación de otro que deberéis leer antes), "El secreto del anillo" ( un fic que está empezando pero que es súper prometedor) y "Solo tú eres mi destino" (que ahora mismo no se actualiza mucho pero que también es genial) y la autora es Ginevre

Dedicatorias: Le dedico a Ginevre este fanfic ya que fue la primera en conocer el projecto y que sin su apoyo jamas me hubiera atrevido a publicar.Y a una persona que después de estar con él una tarde tuve la idea de hacer este fic, mi padrino (aunque no lo vaya a leer nunca).

Ahora si señoras y señores, disfruten su lectura y porfavorporfavorporfavor dejen reveiws porque de lo contrario se me funde la inspiración para escribir más capitulos.

Capítulo 1: Una mala noche bajo las estrellas

Llevaba meses esperando aquello, por fin era noche buena, irían a cenar a casa de la abuela Molly (como la llamaban todos) y vería a su padrino. Era cierto que era un poco mayor como para emocionarse por esas cosas pero siempre le había encantado verle. En sus cumpleaños siempre salían a jugar Harry y él. Ted era cazador en el equipo de quidditch de Gryffindor, así que Harry solía ponerse de guardián y Ted lanzaba penaltis, aunque a veces James se les unía y jugaban ellos dos contra Harry. Pero era noche buena y por lo tanto no habría quidditch en el jardin.

Se miro al espejo del baño de la madriguera sonriendo, sin embargo había algo que le carcomía por dentro. El otro día, buscando Historia de Hogwarts pera releerlo por séptima vez, encontró una foto de su padre junto al padre de Harry riendo, feliz. Se la había dado el mismo Harry muchos años atrás. Entonces al observarse al espejo, se dio cuenta de que era exactamente igual a él (cundo no se metamorfoseaba claro). Y, en ese momento, supo que debía ir a visitarles, verles, decirles que ya se había hecho mayor, aunque ellos no pudiesen escucharlo. Tenía una horrible presión en el pecho. Pensó en pedirle a Harry que le acompañara ese mismo día; pues sabía que si con alguien debía ir, era con él. Salió por la puerta en busca de su padrino. No tuvo que buscar mucho.

-Hola- le dijo Harry al verle- ¿Cómo estás?

-Bien- dijo dándole un abrazo.

Le temblaban un poco las piernas, le ponía nervioso tener que pedirle eso a Harry. No le gustaría que Harry se lo tomara mal (que pensara que quería ver a sus padres porque no era feliz con él) y se pusiera psicoanalizarlo.

Pero no podía engañar a Harry tan fácilmente. Lo miró con perspicacia.

-Dime ¿Que te preocupa?

-Quiero pedirte algo…-Harry asintió-Querría…Me gustaría…

-Venga no puede ser nada tan horrible. Dime.

-Visitar la tumba de mis padres- acabó Ted quitándose un peso de encima.

-Claro, es normal, no la visitas desde – "nunca" pensó Harry-…bueno…y ¿Quieres que te acompañe?

-Sí.

-Vale y… ¿Cuando quieres ir? ¿Hoy?- Ted asintió

Harry esbozó una sonrisa triste.

-¿Porqué sonríes?

-Porque, justamente hoy, hace años, yo también visité la tumba de mis padres.

Se aparecieron en la misma calle en la que 17 años atrás se había aparecido con Hermione. Caminaron en dirección a la plaza del pueblo en la que, camuflada como un monumento a los caídos de guerra, estaba la estatua de la familia Potter.

Harry puso una mano en el hombro de Ted cuando pasaron por allí. Y por un instante los dos se sintieron felices, Ted porque notaba la presencia de Harry allí, aliviándole, recordándole que no estaba solo, y Harry porque sabía que acompañaba a Ted, que estaba allí con él, como deseó que su difunto padrino hubiera estado.

Los dos permanecieron en silencio. Harry intentaba recordar cómo se sintió la primera vez que visitó la tumba de sus padres, quería obrar lo mejor posible para que Ted no se entristeciera. Entraron al cementerio.

-Ariadna y Kendra Dumbeldore- murmuró Harry cuando pasaron delante de sus tumbas. Pero cuando pasaron por delante de las de Lily y James no dijo nada. Sabía que Ted sentía aquella horrible sensación en el pecho, y que querría llegar cuanto antes. Caminaba detrás de Ted cauteloso, sabía que las tumbas de Remus y Tonks estaban a pocos metros de la de sus padres y solo era cuestión de tiempo topar con ellas. Y en efecto, las encontraron.

Ted se detuvo y leyó las palabras que habían grabado en la tumba:

Remus Lupin - 10 de Marzo de 1960 - 2 de Mayo de 1998

Nymphadora Lupin – 19 Abril 1973 - 2 de mayo de 1998

Quien dio su vida por nosotros, no nos abandonará jamás

Sus piernas se doblaron, sin embargo, las lágrimas no brotaron de sus ojos. No sentía ni pena, ni tristeza, tan solo un profundo vacio. Como si le clavaran mil agujas en el corazón. Harry se arrodilló a su lado y le puso una mano en el hombro apretándole con fuerza. Ted abrió la boca para hablar pero no salió ningún sonido. El nudo que tenía en la garganta era demasiado fuerte.

Los dos permanecieron en silencio, como a la espera que la amable voz de Lupin surgiera de la oscuridad acompañado por Tonks, riendo. Pero nada surgió de la oscuridad, estaban solos, o al menos ellos pensaban eso.

-Sé que estarían orgullosos de ti.

En ese momento Harry hizo un círculo en el aire y apareció un ramo de flores blancas que Ted depositó con cuidado donde estaban enterrados sus padres,reinaba un absoluto silencio. Ted se levantó, aunque se quedó inmóvil. Harry se adelanto un par de hileras de tumbas y se arrodilló con cuidado.

-¿Qué haces?- preguntó Ted en un susurro ahogado.

-Es la tumba de mis padres- explicó Harry

Entonces hizo aparecer una corona de eléboro que dejó con delicadeza encima de las tumbas de mármol blanco. Y sin previo aviso, Ted echó a correr.

-Ted- grito Harry- ¡Espera!

Salió corriendo entre las tumbas intentando alcanzarle. Ted giró hacia la derecha pero Harry le alcanzó cogiendo un atajo. Cuando consiguió avanzarle, saliendo de una estrecha callejuela, Ted chocó contra él mientras sollozaba.

-Tranquilo, tranquilo, ya está, tranquilo...- dijo Harry abrazándole

Ninguno de los dos supo cuanto tiempo llevaban abrazados hasta que un fuerte ¡crack! Los sobresaltó. Harry miró a ambos lados de la calle, estaba desierta.

-Vámonos a casa- dijo Harry- Quiero darte algo. ¿Vienes?

Caminaron despacio, Ted sumido en sus propios pensamientos, Harry alerta. La noche era oscura pese a que había luna llena y que las estrellas brillaban altas en el cielo. Un encapuchado les miraba oculto gracias a la sombra de un porche. A Harry no le pasó desapercibido pero disimuló y le dijo a Ted en voz muy baja:

-En el segundo cajón de mi escritorio está la capa de invisibilidad, quiero que la cojas y mires por la ventana, hay un encapuchado siguiéndonos, bueno siguiéndome, quiero que si me apresan o me hacen daño cojas los polvos flu y se lo digas corriendo a cualquiera de la familia. ¿Me has entendido?

-No voy a dejarte solo. – sentenció Ted

-Escúchame Ted- Harry clavó sus brillantes ojos verdes en él- si te quedas solo conseguirás que yo tenga una preocupación más. Porque tendré miedo de herirte yo mismo o algún encapuchado, o peor ellos pueden matarte. En cambio si das la voz de alarma, en el caso de que me pase algo podrás hacer me llegue ayuda. Pero no creo que me vaya a pasar nada, tranquilo.- Murmuró Harry

Ted asintió y entro en casa de Harry. Ambos sintieron miedo el uno por el otro. Harry sabia que le podía pasar algo si miraba por la ventana aunque estuviera oculto, pero algo le decía que solo iban a por él.


Las llamas se volvieron grandes y verdes y de ellas salió un joven de unos diecisiete años de edad que gritaba desesperado:

-¡Unos encapuchados han cogido a Harry!

Todos los presentes se levantaron, alarmados.

-Estábamos en Godric Hollow cuando de repente Harry me ha dicho que entrase en casa y que cogiese la capa de invisibilidad, me dijo que si le cogían no debía intervenir, solo venir a dar la alarma. Eran muchos se pusieron en círculo alrededor de Harry y lo aturdieron. Luego se lo llevaron- acabó Ted ablando atropelladamente.

Durante un segundo todos se quedaron en silencio, inmóviles, intentando asimilar lo que acababan de oír.

Ron fue el primero que se dio cuenta de lo que estaba pasando.

-¿QUÉ? Este tío es tonto ¿Como se le ocurre quedarse allí solo?- gritó Ron enfadado- ¿Que hacemos?

-Debemos informar al ministerio.

-Vamos- gritaron todos al unísono.

-Ni hablar, vosotras os quedáis.

-Pero…- intento protestar Ginny

-¿Cómo queréis venir? Por si no os dais cuenta tenéis unos cuantos niños a vuestro cargo - dijo Bill-además será peligroso. Ninguna de vosotras vendrá, ya os dejamos una gran responsabilidad, protejer a todos los niños que están aquí. Puede pasar algo malo. Y ahora vamos al ministerio.


-Veo que sigues venerando a ese viejo estúpido Potter. ¿Eres incapaz de ver que está muerto? ¿Que sus ideas ya no valen nada?

-¡No mientras haya alguien que le guarde lealtad! ¡Sus ideas no murieron con él! ¡Siguen vivas en todas las generaciones presentes y futuras! ¡Vuestras ideas son las que han muerto, pues solo pueden vivir en el miedo!- gritó Harry en un intento desesperado en mostrar una fuerza que en realidad no tenia

¿Así, Potter? Vaya…- sonrió malvadamente- jamás… lo hubiera… creído – dijo el ex-mortifago con falsa admiración- Y…sin embargo… nosotros no somos… los que estamos… atados-dijo arrastrando las palabras- ¡Crucio!

Harry retorció de dolor. Tras unos minutos, el hombre levantó la varita. Harry se apoyó en la silla en la que estaba atado.

-Potter hazte un favor a ti mismo y dinos ya donde está la piedra. Vuelve con tu asquerosa mujer traidora de sangre y tus hijos.- dijo una mujer apuntándole al pecho

-No- dijo Harry con voz firme mientras una gota de sangre se deslizaba desde su frente y se perdía en su camiseta empapada de sudor.

-Llevamos más de doce horas así. ¡Matémosle! Ya buscaremos nosotros mismos la piedra.

- Cálmate… Goyle.

"¿Doce horas?"-pensó Harry y rezó porque Ted hubiera llegado a la madriguera sano y salvo y que hubiera dado la voz de alarma.


MIL GRACAS POR HABER LEIDO HASTA AQUI!

Bueno hasta aquí el primer capítulo. Espero de todo corazón que os haya gustado y porfavorporfavor apretar el botoncito verde de aquí abajo para decirme lo que pensáis.