Disappear

Harry se tambaleo y golpeó fuertemente el concreto. Maldijo al dolor y se incorporó. Sus manos estaban sangrando y se las limpió rápidamente en sus pantalones de mezclilla, viendo a su alrededor.

¿Dónde diablos estaba? Acaba de estar en el patio trasero de los Dursleys cuando su automóvil había empezado a incendiarse y… ¿dónde diablos estaba?

Las calles oscuras le eran totalmente desconocidas, pero a primera vista, Harry reconoció que debía de ser algún lugar en Londres. Tal vez un translador lo había llevado ahí… o se había aparecido accidentalmente.

Empezó a descender por la calle mientras tanteaba con su mano derecha a lo lardo de la pared de un jardín como un hombre ciego. Sus ojos constantemente miraban alrededor, tratando de ver algo que luciera vagamente conocido.

Hubo un rayo de luz a la distancia, y Harry oyó gritos. El segundo después, un hombre salió corriendo por detrás de un edificio, sosteniendo su brazo y cojeando ligeramente.

"¡Hey!" Harry gritó desde donde se encontraba. "No - ¡espera!"

La persona se detuvo, y Harry podia verlo asomarse entre la bruma, tratando de ver quien había hablado. Harry dió un paso adelante.

"¿Eres un Auror?" preguntó dudando. "¿Puedes llevarme a Hogwarts?"

"¿Qué estás haciendo aquí?" dijo el hombre de repente. Algo en su voz hizo a Harry titubear. "Este lugar es peligroso; el Ministerio acordonó toda el área."

"Estoy perdido. Creo que debía haber aparecido accidentalmente aquí … Er – a pesar de que no se cómo aparecer." Respondió Harry, preguntándose por qué la voz del hombre le parecía tan familiar.

"Bueno, sal a la vista. Necesito verificar que estás en nuestro bando," dijo el hombre.

Harry salió a la vista, y por un segundo, vió al hombre en su totalidad ... vio las facciones dolorosamente familiares de Sirius, antes de que una varita fuera apuntada directo a su corazón.

Harry se sintió a punto de desfallecer y mareado. Mirando al hombre enfrente de él, dijo, en una voz débil por el dolor e incredulidad, "¿Sirius?"

Sirius lucía enojado y asustado, y Harry no podía comprender bien porqué.

"¿Sirius? Pero-pero pensé que estabas muerto. ¿Qué sucedió¿Cómo lograste regresar de detrás del Velo?"

"Cállate, Harry," dijo cortante Sirius. "Si tratas cualquier cosa, te mataré. No te muevas, te voy a llevar con Lily y James."

Las palabras no se quedaron grabas en la mente de Harry en un principio. "¿Lily y James?" dijo en blaco. Se sentía mareado, como si esto no fuera real; era solo un sueño, y se despertaría pronto… "Pero ellos están muertos Sirius. Yo-yo pensé que sabías. ¿Por qué no sabes?"

La mano de Sirius tembló, y dijo, en una voz ligeramente dudosa, "Lily y James no están muertos, aunque se supone que tu deberías de estarlo. Deja de decir sandeces."

Pero Harry solo gimió y se sentó en el pavimento, enterrando la cara en sus manos. "No - no, me estoy volviendo loco. No eres real, estás muerto. Sólo estoy imaginando esto… Oh diablos, me estoy volviendo loco, me estoy volviendo loco."

"¡Párate!" Sirius siseó, y espoleó a Harry con su varita, "¡Párate!" y Harry se incorporó un tanto fatigado. "No sé que es lo que estás tratando de hacer, pero no funcionará," dijo Sirius.

"Estoy muerto, verdad," Harry declaró monotámente.

"¿Qué?"

"La única manera en la que sería capaz de verte es su estoy muerto."

Sirius ahora lucía preocupado por al salud mental de Harry, pero se volvió enojado abruptamente y dijo, "No voy a escuchar ni un momento más esto." Puso un objeto en la mano de Harry.

El familiar mareo se apoderó de Harry, y sus pies dejaron la tierra cuando cogió el translador. Sirius lo sostenía junto de él.

Los pies de Harry tocaron tierra, y se tambaleó pero se mantuvo en pie. Dió un vistazo al redor y observó que se encontraba en algún tipo de edificio del Ministerio. Dos hombres que habían estado recostados en sillas saltaron cuando Harry y Sirius arribaron, y uno le mandó rápidamente un hechizo aturdidor.

Harry colapsó inmediatamente, y Sirius lo sostuvo, antes de bajarlo al suelo y conjurar unas cuerdas.

"Gracias," dijo Sirius. "Lo encontré en la redada Mortífaga. Buen trabajo en aturdirlo, pienso que estaba tratando de hacer algunos trucos de artes oscuras en mí."

"¿Pero que demonios está haciendo aquí?" preguntó uno de los hombres. "Pensé que estaba muerto, es decir, el Ministerio dijo que no había ningún sobreviviente."

"Evidentemente, estaban equivocados," dijo Sirius. "Sin embargo siento que algo debió sucederle, me refiero a cuando escapó. Estaba realmente confundido cuando lo encontré, no dejaba de decir que Lily y James estaban muertos."

"Tal vez ese rumor tiene algo de verdad," dijo el otro hombre en un tono temeroso. "Tu sabes como Harry Potter siempre había estado amenazando con matarlos, digo, t-tal vez por fin lo ha hecho."

Una mirada preocupado se apoderó de la cara de Sirius. "Iré a verlos entonces, ver si están bien,"dijo en un tono distraído. "Pónganlo en su celda de mayor seguridad. Asegúrense que no haga nada."

"No te preocupes," dijo uno de los hombres, "ve a ver a tus amigos."

Había un confuso conjunto de voces dentro de la cabeza de Harry. Personas hablaban cerca, pero su cabeza dolía demasiado como para entender las palabras. Con un esfuerzo abrió sus ojos, y se levantó. Por lo que podía ver, Harry estaba en una celda, con barrotes en un lado.

"-necesito contactar al Ministro Fudge."

"Estará en camino pronto-"

"-trayendo también a un interrogador."

"¡Psiquiatra más bien!"

Risas.

Mientras más despertaba, realizaciones en pánico se abalanzaron sobre la mente de Harry. ¿Dónde demonios estaba? La última cosa que recordaba era ver a Sirius, pero… ¡pero Sirius estaba muerto! Harry estaba seguro de eso; el había visto a Sirius desaparecer detrás del velo.

Las voces que Harry había oído anteriormente se acercaban a la celda, y un segundo después dos figuras pasaron por ahí. No tenía puestas sus gafas, pero estaba seguro que ninguna de ellas estaban vestidas con túnicas negras o mascaras blancas de Mortífagos.

Reaccionando rápidamente, Harry se incorporó y corrió a los barrotes, intentando agarrar algunas de las túnicas de las dos personas, pero en el momento que se acercó a medio metro de los barrotes una descarga como de electricidad lo aventó de nuevo a la pared.

Los dos hombres que pasaban por la celda de Harry saltaron como si hubieran sido golpeados por la misma maldición. Harry gimió y se tocó la cabeza dudoso, buscando por sangre.

"No te gusto eso ¿verdad Potter?" uno de los hombres se burló.

Harry lo ignoró y trató de enfocar sus ojos, levantándose lentamente para que sus huesos no se estremecieran. "Ustedes son Aurores ¿cierto?" preguntó. "¿Esto es el Ministerio¿Qué estoy haciendo aquí¿Por qué estoy en una celda?"

Uno de los hombres rió entre dientes y el otro dijo, "Estás bromeando ¿verdad?" Cuando Harry no respondió el hombre continúo con una voz cargada de sarcasmo. "Bueno, supongo que podría ser por que eres uno de los Mortífagos más infames de Ya-Sabes-Quién."

"No seas estúpido," respondió automáticamente Harry. "No soy un Mortífago. ¿Qué estoy haciendo aquí?"

El hombre apretó los dientes y dijo, "Estás encerrado en el Ministerio, Potter, por que eres un Mortífago acusado de asesinato y uso múltiple de las maldiciones Imperdonables. ¿Esa es una razón suficiente para tí?"

Todo lo que lograron las palabras del hombre fue causar más confusión en la mente de Harry. "¡Pero nunca he usado las maldiciones Imperdonables!" protestó incrédulo. "Excepto-" ¿Habían descubierto acerca de Bellatrix? "Excepto por aquella vez…" el hombre sonrió más ampliamente ahora. "¡Pero ella se lo merecía!" Harry gritó, ahora tratando furiosamente de probarse a sí mismo. No hubo respuesta del hombre y esto hizo que Harry se molestara más. "Esa mujer se lo merecía maldita sea y–y debía haberla matado también!"

"¡CALLATE CARAJO!" gritó el hombre de repente. "¡No te atrevas a hablar de eso de nuevo! Ella-ella fue una de las personas mas lindas que jamás he conocido, y-y tú le hiciste eso a ella… tú lo hiciste… "

La voz del hombre se rompió de repente, como si estuviera a punto de llorar. El otro miró con enojo a Harry y susurró algo a su descompuesto amigo antes de conducirlo rápidamente lejos de ahí.

Harry se sentó de nuevo en la tierra y se recargó en la pared de piedra. Su cicatriz había empezado a punzarle, agregándose al dolor de dónde se había pegado en la cabeza. A pesar de eso, Harry sonrió y empezó a reirse entre dientes ligeramente. Vodemort está feliz por algo, pensó. Probablemente de que acabé encerrado en una celda del Ministerio. El pensamiento llevó a Harry a darse cuenta de golpe de algo ¿y si era Voldemort el que estaba haciendo esto? Tal vez había logrado convenser de alguna manera al Ministerio que él era un Mortífago.

Un intenso dolor viajó por su cicatríz y Harry chilló de dolor. Apretó su frente y empezó a reírse más fuerte entonces. Oh, eran tan magníficas noticias; había tantas cosas que podría hacer ahora. El bando de la Luz estarían en un frenesí cuando se enteraran, la gente se asustaría, entraría en pánico-

"¿Sr. Potter?"

La voz sacó a Harry de sus pensamientos bastante desvariados. Abrió los ojos y vio a dos figuras paradas afuera de su celda. El dolor atravesó su cicatriz de nuevo y Harry rió entre dientes, a penas conciente de que su cara estaba mojada. Las dos personas intercambiaron miradas mientras Harry seguía riendo incontrolablemente. ¡Todo eran tan divertido!

"¿Se encuentra bien Sr. Potter?"

Su cicatriz dió otra dolorosa punzada y Harrió gimió, sacudiendo su cabeza. "Mi cicatriz, mi cicatriz," se oyó a sí mismo decir y presionó su frente contra el suelo de piedra en un intento de disminuirlo.

"¡Sr. Potter!" Una nueva voz sonó, impaciente y molesta. "Levántese. No tenemos tiempo para esto ni tampoco usted. El Ministerio amablemente le ha brindado un interrogador y necesitamos una declaración de usted antes de mandarlo a Azkaban.."

La voz anterior habló en un tono más suave. "¿Ministro Fudge? Está seguro que eso es necesario. Puedo regresar cualquier-"

"Sí¡estoy seguro que es encesario Smethwyck! Y si no le importa tengo muchos negocios más importantes que atender. Lo dejaré con él ahora. Asegúrese de no acercarse mucho a los barrotes."

Silencio. Silecio con excepción de la trabajosa respiración de Harry mientras se encontraba tirado en el suelo tratando de controlar el dolor en su cicatriz.

"¿Sr. Potter?"

El dolor casi se había desvanecido. Harry se sentó y miró al delgado hombre que se encontraba afuera de la celda, mirándolo de manera inquisidora y sosteniendo una paleta para escribir. Harry se sintió de pronto muy cansado.

"Vállase," murmuró y se colocó en la cama, sus piernas temblando ligeramente.

Smethwyck sonrió, como si esto fuese todo lo que había esperado. "Lo siento mucho Sr. Potter pero esto es necesario. Responder estas preguntas le ayudará y no tomará mucho tiempo."

La cicatriz de Harry punzaba y la voz de Smethwyck parecía muy gratificante de repente.

"¡Bien!" dijo con brusquedad, deseando que el Sanador pudiera dejarlo a solas.

"Ahora, primero que nada Sr. Potter… ¿puedo llamarte Harry?" Harry apretó los dientes pero asintió. "Primero que nada¿se opondría a usar Veritaserum? Es una pregunta de rutina."

Todo lo que Harry no quería que supiera el Ministerio pasó por su cabeza. Su conexión con Voldemort… Sirius… La Orden del Fenix…

"No quiero usarla," dijo rápidamente.

Smethwyck asintió como si no hubiese esperado algo diferente. Guardó la botella de Veritaserum de nuevo en su bolsa. "Ahora, primera pregunta. ¿Qué recuerda justamente después del fuego?"

Harry molesto mirió furioso a Smethwyck. "¿Qué fuego?"

"Bien. Pérdida de memorioa," Smethwyck murmuró, escribiendo en su tableta. "O posiblemente negación," agregó, mirando astutamente a Harry.

Harry sintió de pronto mucho frío. ¿Qué estaba sucediendo¿Este fuego realmente había sucedido y el lo había olvidado?

"No estoy negándolo," he dijo en voz alta. "Yo solo… no recuerdo ningún fuego. No veo cuando pudo suecer algo como eso."

Smethwyck seguía mirándolo sin inmutarse. "Tal vez algunas preguntas más básicas," dijo. "¿Su nombre?"

"Harry Potter."

"¿Fecha de nacimiento?"

"31 de julio."

"¿Y cuáles son lso nombres de sus padres?"

"Lily y James Pot ¿- esto tiene alguna razón de ser¿Estoy seguro que usted ya sabe mi nombre?"

El sanador le sonrió. "Sólo estoy tartando de poner en claro algunos hechos básicos.."

Yeah, más bien tartar de descubrir si estaba loco, Harry pensó con molestia. ¿El ministerio había creido en verdad todo lo que el Daily Prophet había escrito sobre él?

"¿Harry?" preguntó Smethwyck, interrumpiendo sus pensamientos. "¿Podrías decirme donde has estado este ultimo año?"

"¡Usted ya sabe!" Harry respondió brucamente. "Estuvo en el Daily Prophet. Todos saben que pasó el año pasado."

"¿Se refiere al fuego?" Smethwyck preguntó con astucia, inclinpandose con su pluma lista para tomar notas.

"No," dijo Harry, dándole una mirada extrañada.

Smethwyck suspiró y pegó con su pluma en la paleta. "No recuerda el fuego. De acuerdo, lo entiendo. ¿Así que qué ha estado hacienda durante este año?"

"Um-" Harry empezó. "Bueno, fuí a la escuela…" miró a Smethwyck, quién escribía todo lo que decía. Era extremadamente distractor. "Y-um-hice cosas comunes de la escuela. Hubo una nueva maestro… Profesora Umbridge y uh…"

"¿Asistió a Hogwarts?" Smethwyck interrumpió.

"Uh-yeah."

"E 'hizo cosas comunes de la escuela'?"

"Yeah…"

Smethwyck se incorcoporó abruptamente. "Creo que he obtenido lo más que se puede por ahora. Adiós Harry. Debería de regresar mañana.."

Smethwyck se fue y Harry se sentó en la cama. Bueno, eso había sido futil. Sólo había logrado confundirlo aún más. ¿Qée diablos estaba pasando¿Por qué todos parecían pensar que era peligroso¿Y por qué estaba Sirius vivo? Pero… tal vez esa parte solo había sido un sueño, y la razón por la que estaba encerrado era por que había realizado la maldición curuciatus en Bellatrix… el Auror había dicho que Harry había asesinado a alguien… y que era un Mortífago…

Sintiéndose molesto acerca de su propia impotencia e ignorancia Harry se acurrucó en la cama. No había una manta pero como si no hiciera tanto frío durmió tranquilamente, diciéndose a sí mismo que todo estaría más claro en la mañana.

Sirius golpeó lo más fuerte que pudo en la puerta.

"¡Lily¡James¿Están ahí?"

No obtuvo respuesta. Sirius sintió un adormecimiento extenderse por todo su ser. No, Harry había estado mientiendo. Lily y James estaban bien. No estaban miertos, no estaban-

"¡JAMES¡LILY¡CORNAMENTA!" Practicamente gritó, golpeando durísimo la puerta, entrando en pánico con cada Segundo que pasaba.. "¡ABRAN¡ABRA-"

La puerta se abrió de pronto, revelando a un muy molesto James Potter, su cabello despeinado y con una bata de dormir puesta.

"¿Qué pa-" exclamó cuando vió a Sirius, quién estaba casi histérico al momento. "¿Sirius¿Qué estás haciendo¡Son las 3 de la mañana!"

Sirius se lanzó hacia su mejor amigo, tan aliviado que se sentía casi al brode del llanto. "¡James!" casí gimió. "¡Pensé que estabas muerto!"

James miró con miedo a Sirius, quien había enterrado su cara en la bata de James. "Um – tal vez estarás mejor adentro," y sentó a Sirius en la mesa de la cocina.

Lily salió por la puerta y miró a Sirius. "¿Sirius¿Qué sucede¿Ha sucedido algo?"

Sirius miró a Lily y trató de hablar. "Él dijo- él dijo que estaban muertos."

"¿Muertos¿Quién dijo eso?"

Hubo una larga pausa mientras Sirius cuadraba los hombros mentalmente. "Es –es Harry," dijo titubeante. "Él está, bueno, él está vivo. Lo capture yo mismo."

Lily jadeó y se agarró de James para obtener soporte. "¿Estás bien entonces¿No te hirió-?"

Sirius negó con la cabeza. "No, no trató de resistirse para nada. Fue fácil llevarlo al Ministerio. Pero –pero la cosa es... creo que algo le debió de haber pasado. No estaba hablando coherententemente. Pensó que yo estaba muerto, pensó que ustedes también estaban muertos y no parecía entender por qué lo estaba llevando al Ministerio.."

"¿Estás seguro… que ese es nuestro Harry? Tal vez era un Muggle o-o alguien que se parecía mucho a él," dijo James, quien lucía como si estuviese en shock.

"No, él sabía quien era yo, sabía los nombres de ustedes," dijo Sirius, hablando rápidamente en un intento de explicar. "Creo que- que… él bien puedo haber… sufrido daños en su cabeza… después del fuego."

Lily había empezado de llorar. Sirius miraba incómodo hacia el piso y James habló en una voz extraña."Yo y Lily lo visitaremos el Ministerio ahora. Dile a Remus y a Peter lo que ha sucedido Sirius. "

"No te acerques más Lily, es peligroso."

"Pero hay un encantamiento en los barrotes y de cualquier manera, tu oíste lo que dijo el Sanador. Perdió la memoria, algo sucedió en el fuego… podría ser daño cerebral.."

"…"

"¿James?"

"…"

"¿Y que tal si él es… mejor¿Cómo solía ser¿James?"

"Una persona no puede cambiar de esa manera de repente, Lily. Eso no sucede."

Harry parpadeó levemente y abrió los ojos. Miró al techo gris con aturdimiento.

"¿Está despierto?"

Harry se sentó rápidamente al susurro, sus ojos viajando a través de los barrotes, llegando a las dos personas sentadas afuera de su celda.

"¿Harry?" La mujer con el cabello rojizo habló suavemente, su voz amable y comprensiva, a pesar de que su cara estaba marcada con dolor.

Harry sintió como si su corazón fuera a salirse de su pecho de ira. Había tenido suficiente. No podía soportar al maldito Ministerio. No podía soportar a más gente muerta desfilando a su alrededor nunca más.

"Lárguense," dijo, su voz cerrada de emoción.

"No me venimos a pelear," dijo el hombre. "El Sanador dijo que perdiste la memoria y-"

"¡LARGUENSE!"

"Pe-"

"LÁRGUENSE LÁRGUENSE LÁRGUENSE ¡No quiero verlos¡No quiero ver a nadie más! Me están haciendo algo, están tratando de hacerme creer. Ustedes-ustedes – Ustedes están muertos, están muertos, ¡estan muertos!" En carencia de alguien que golpear, Harry con ira volteó la cama de una patada, mandándola a volar contra la pared.

El hombre y la mujer seguían ahí. Harry gritó entonces, agarrando su cabello y dejándose caer al suelo.

Alguien estaba llorando. Harry se dió cuenta que era él. Estaba sollozando, sus brazos rodeandólo, meciéndose hacia delante y hacia atrás. Su cara contorsionada en dolor en contra de la emoción emanando de su interior.

"Déjenme solo," he sollozó. "Váyanse, déjenme solo."

La mujer habló. Sonaba como si estuviese llorando. "Oh, Harry."

"No…" Harry gimió. "Por favor, solo váyanse – solo váyense…"

Los pasos se desvanecieron pero Harry permanecía ahí, todavía sollozando.

"Harry. ¡Harry!"

Harry despertó abruptamente. Parpadeó dudoso en la oscuridad.

"¿Quién está ahí?" siseó.

"Soy yo, Draco. Mantente callado, te vamos a sacar de aquí."

"¿Sacarme-sacarme de aquí?" Por un segundo Harry estuvo sin poder comprender. "¡Ustedes son Mortífagos!" dijo de manera acusatoria.

Hubo una pausa antes de que la voz contestara. "Bueno, obviamente. Vámos. El Dark Lord quiere verte."

"¿Qué¡No-no¡No voy a ir con ustedes!" En la opción entre el Ministerio y Voldemort, Harry escogería al Ministerio. "No voy-"

Su frase fue cortada por alguien agarrándolo y tratando de cubrir su boca. "¡Hey¡Ayuda¡Aurores, Aurores!"

Algo fue forzado en la mano de Harry y en el siguiente segundo sintió el familiar tiró al rededor del ombligo antes de que su celda se esfumara.


Nt: espero que haya sido de su agrado el primer capítulo de esta traducción. Mi segunda traducción sonrisa. Intentaré actualizar lo más pronto posible. Para la versión original de la historia, ver mi perfil. ¡Gracias por leer!

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