Luz y oscuridad

Inuyasha © Rumiko Takahashi

Sinopsis: No importa la oscuridad, siempre habrá una luz que la iluminará.


Capítulo único: Luz y oscuridad

Oscuridad. Soledad. Un vació que la llevaba al límite de la locura y al quiebre absoluto. No había nada. Ni su familia, ni sus amigos, ni siquiera Inuyasha.

Inuyasha.

En el momento en que sus dedos no se rozaron con los del hanyou y Meido se cerró frente a sus ojos entró en una ilusión de cómo sería su vida si volviese a su época. Sin Inuyasha, sin el pozo…

Una vida normal. ¿Es ideal?

No. Ella ya no era así. El día en que aquella mujer ciempiés la introdujo en el pozo su vida cambio y no lo reemplazaría por nada del mundo.

Pero allí estaba…sola. La perla emanaba una imponente luz reiterándole que pida un deseo. No quería, pero si no pasaría sus días en aquella interminable oscuridad.

—Inuyasha —susurró a punto de un quiebre emocional. Lo necesitaba, como un niño necesita a su madre. Demasiada obsesión para tan corta edad—. Deseo ver a Inuyasha.

—¿Eso deseas? —la perla habló expectante. Kagome lo miro con lágrimas en sus ojos.

—Yo…—y de pronto, antes de hablar, negó con su cabeza. Inuyasha la salvaría, no era una chica atada a un hombre, sino que confiaba en él con toda su alma porque podía dejar su mano en las manos de aquella mitad bestia—. No ¡yo sé que Inuyasha vendrá por mí!

—¡Kagome! —una voz a la lejanía retumbo en aquella oscuridad y como un destello de luz apareció Inuyasha, frente a ella— . Kagome...

—Inuyasha…—pensó ella.

Se acercaron turbiamente, se abrazaron con mucha fuerza y para sellar aquel encuentro se besaron.

Tanto él como ella sintieron que su oscuridad era iluminada por una luz. Y de aquella luz un pequeño destello surgiría algo a lo que llamarían…

Kou.


Curiosidades:

Kou: Brillar, resplandecer, sobresaltar.