Disclaimer: Todo lo referente al universo ficticio de Ben 10 es propiedad de Man of Action, yo como un gran fan de esta serie solo hago uso de ello para fantasear con estos chicos.


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Sentimientos ocultos

Capitulo Uno

Desde hacía algunos meses, los primos Tennyson reclutaron a Kevin Levin para unirse al equipo. Habían pasado cinco largos años, desde la última vez que tuvieron noticias sobre él y viceversa. Desde su último encuentro donde mandaron a Kevin al proyector, y el no saber más de él. Al parecer o por lo que contó, el Osmosiano había terminado de cumplir un tipo de sentencia impuesta por los plomeros y aseguraba que ya era una persona diferente, o al menos eso es lo que él decía.

La forma en que pudo demostrar que ya era una persona "fiable", fue al haberles dado una mano en una de sus misiones (más específicamente en la misión donde se reencontraron los tres). Ayudando de esta manera a capturar a los criminales y enjuiciarlos por sus actos.

La idea de que se uniera fue dada por parte de Gwen. Ella creía en las palabras de Kevin, en que estás eran ciertas, y de esta forma quería poder darle una oportunidad para ayudarlo como agradecimiento por lo que hizo. Y que mejor forma que dando su servicio en auxiliarlos a ellos, a los nietos de uno de los más grandes plomeros que ha existido en todos los tiempos. De este modo, rápidamente se ganaría la confianza de todas las personas, así como de una mejor reputación ante la policía intergaláctica.

Por lo que Kevin, al escuchar la propuesta no sabía realmente en qué pensar. No esperaba una oportunidad como está y más viniendo de los Tennysons, –o mejor dicho viniendo solo de Gwen– después de todos los problemas ocurridos en el pasado y aun así el saber de esa gran oferta no se negaría en aceptarla. De esta forma podría comenzar nuevamente, el tener un nuevo sentido a su existencia, obtener una mejor calidad de vida, el no simplemente estar huyendo todo el tiempo y de robar para sobrevivir. Pero al aceptar esa invitación, estaba consciente de que tendría que lidiar una vez más con el que fue el tormento de todos sus problemas cuando niño fue, pero si pudo manejarlo en ese entonces, pensó que fácilmente podría controlar las cosas ahora. Aceptando de ese modo gustosamente la oferta.

En cambio, Ben al escuchar las palabras por parte de su querida prima en la mención de "unir fuerzas" con el Osmosiano, rápidamente intentó hablar con ella para persuadirla de que era una idea totalmente errónea de aceptar a un sujeto tan peligroso como lo era Kevin, recordándole las veces que él intentó terminar con su vida, sin mencionar todos los actos de vandalismo que había realizado, datos que él omitió cuando supuestamente decía decirse que ya era una "buena" persona. Después de todo, los viejos hábitos nunca mueren.

Pero era como si el destino lo odiara. Sin importar cuanto esfuerzo invirtió en convencer a Gwen no obtuvo ningún resultado favorable, y para lo que fue aún peor era en que el abuelo Max una vez enterado de lo sucedido y de lo bondadoso que era, estuvo de acuerdo con la idea de su nieta, para que de esta forma poder monitorear los movimientos de Kevin y evitar que el chico siguiera causando problemas.

No tenía otro remedio, eran dos votos contra uno. Él terminaba perdiendo y por una parte y aunque odiara admitirlo, su abuelo podría tener toda la razón, pero, ¿Cómo aceptar tan fácilmente a aquella persona que te lastimó tanto de niño? No por el hecho de aquellas heridas físicas resultantes de sus enfrentamientos cuando sus caminos se entre cruzaban, después de todo, los golpes y moretones el tiempo las cura, pero no, eso no fue lo que realmente lo hirió, fue sin duda… su traición.

Kevin fue su primer y único amigo. Tenía a Gwen, pero vamos, ella es de la familia, los parientes se excluyen ¿cierto? De cualquier modo, para Ben, el saber que tenía ya a alguien con quien divertirse, de quien confiar y con quien conversar sin que lo vieran como un "perdedor" o "retrasado" como generalmente era llamado en la escuela por parte de todos sus compañeros de clases, era sin duda. Lo mejor que le pudo haber pasado.

Pero este chico no lo veía de esa forma, inclusive se habían revelado su mayor secreto. En el caso de Ben con el Omnitrix (aunque fue merito de las circunstancias) y el de Kevin en demostrar sus poderes de absorción de energía. Tenían mucho en común, tenían los mismos gustos. Pudieron haber sido mejores amigos, pero, las cosas no siempre son como uno quisiera que fueran.

En el momento menos esperado ya se encontraban los dos chicos peleando en el subterráneo, uno contra uno. Ben no podía creer la verdadera forma de pensar de Kevin, el que no le importara nada más que lo material, el cómo no le interesara lo que le sucedieran a las demás personas si con eso conseguía lo que él quería, si alguien resultaba herido le daba igual. Todo lo contrarío a los ideales que tenía Ben.

Intentó hacerlo entrar en razón, el que se les uniera a él, a su prima y a su abuelo, el darle una nueva oportunidad junto a él, el que viera que ellos no lo consideraban un fenómeno ni nada por el estilo; pero por más que luchó todo fue en vano. Al final Kevin hizo lo que quiso, dejó todo a un lado incluyéndolo a él y antes de marcharse le reveló cuales fueron sus verdaderas intenciones de haber estado todo ese tiempo con él y que fue solo por el gran poder que emergía del reloj para hacerlo más poderoso y nada más.

¡Estaba colérico! El haberse enterado de eso le hizo abrir los ojos; Kevin lo había utilizado. Entonces, todas aquellas palabras dichas fueron tan solo viles mentiras. A ése chico nunca le importó él, quizás ni siquiera quiso ser en realidad su amigo, probablemente solamente estaba a su lado por el Omnitrix. Lo usó y el saber todo eso, fue como si con un puñal hubiera sido clavado profundamente directo en el pecho. Y a pesar de haber pasado tantos años esa herida nunca cerró, continua allí presente para recordar con pesadez y el jamás olvidar cuanto una persona puede herir a alguien por codicia. El no volver a dejarse llevar por alguien. El no tener que volver a confiar en alguien que se hiciera llamar… su amigo.

Por lo que tener a Kevin de vuelta era todo un reto, recordando aquellos recuerdos amargos le era imposible el admitirlo dentro de su grupo social, de las personas de las que sabía nunca lo lastimarían, aunque está era conformada únicamente por su familia.

Si no podía evitarlo entonces lo mejor sería el tener un margen de distancia hacia Kevin. Ahora que iba a trabajar con él en las misiones de plomeros, eso era lo mejor que podía hacer al no ver otra alternativa. Tampoco en caer en sus engaños, ser más prudente y no quitarle el ojo de encima. Pero sin duda, a la primera señal de vacilación o traición, él sería el primero en responder contra el chico con una lección de por vida que nunca olvidaría.

Fue de ese modo como iniciaron las misiones, resultando estas realmente incomodas al estar los tres en el mismo lugar, especialmente entre Ben y Kevin. Las pocas conversaciones que llegaban a entrelazar los dos chicos siempre iban acompañados de uno que otro insulto o de comentarios un poco ofensivos junto con burlas, esto último generalmente hechas por el mayor.

Pero conforme fueron transcurriendo los días dando paso después a las semanas y dentro de varias batallas, no quedaba de otra más que confiar en el equipo para salir victoriosos de los enfrentamientos, y sin darse cuenta poco a poco la amistad comenzó a forjarse dentro del grupo (más entre Gwen y Kevin) dejando a un lado las diferencias que existían.

Desafortunadamente, en las últimas semanas cuando todo estaba saliendo mejor de lo esperado, Kevin comenzó a cambiar nuevamente su actitud hacia Ben, siendo más impetuoso y tosco a la hora de tratarlo, esto más notorio verbalmente. Cuando inician una conversación el mayor comienza hacer comentarios imprudentes hacía el menor y al no dejarse Ben tratarse de esa manera él comenzaba hacer lo mismo llevando como resultado una pelea entre los dos.

—Te lo digo, Gwen. Él está cada vez más ofensivo conmigo, no puedo cruzar una palabra sin iniciar una discusión. Comienzo a creer que realmente fue una pésima idea el que se nos uniera. —refunfuñó molesto, soltando un suspiro con exasperación conforme caminaba junto a su prima.

Acababan de terminar las clases y como de costumbre, se fue convirtiendo en rutina el ir directo al parque más cercano del lugar en Bellwood. De ese modo para encontrarse los tres en el sitio, y poder iniciar el recorrido de vigilancia en la ciudad en busca de cualquier suceso anormal relacionado con los alienígenas. Como uno de los deberes de los plomeros que se les había conferido a los tres.

—Ben, creo que estas mal interpretando las cosas. Para variar. —Siseó simplemente Gwen no dándole importancia a las palabras de su primo. Lo conocía muy bien, sabía cómo tendía a exagerar las cosas o simplemente malinterpretarlas como solía ocurrirle.

Con eso dicho, el castaño nuevamente volvió a suspirar con aires de resignación. De cierta forma, sabía que era inútil el continuar persuadiendo a su prima sobre ese tema. No le creería, a menos que le demostrara su punto con hechos, cosa que seguramente no sería tan difícil si estaba en lo cierto sobre Kevin.

Ambos continuaron su andanza hacia el punto de encuentro sobre una de las bancas bajo la sombra de un árbol. Esperaron como de costumbre la llegada de Kevin. A pesar de que el azabache no iba a clases o hiciera algo importante que ocupara su tiempo por las mañanas, invariablemente llegaba tarde a todas las reuniones. No era de esperarse que tuvieran que hacer tiempo en lo que arribaba al lugar.

Después de casi una hora y para fastidio de Ben, lograron divisar el automóvil de Levin; un Camero verde con franjas negras. Objeto del cual Kevin se enorgullecía demasiado por ese vehículo, y hasta donde había visto el castaño la cosa más preciada por el azabache.

— ¿Qué tal, Gwen? —Saludó Kevin espontáneamente una vez que abordó al lugar. Un saludo siendo correspondido en forma de una sonrisa por parte de ella, para después dirigir su atención hacia Ben.

— ¿Quién lo diría? ¿Tu mami te dio permiso de venir, Tennyson? — Expresó Kevin con burla. Al principio siempre Ben le seguía el juego molesto, cosa con lo cual él se entretenía demasiado.

—Es lo mismo que dices todos los días—masculló molesto Ben entre dientes, fijando su vista hacia otro punto. Él no entendía el por qué demonios siempre decía eso, la misma absurda frase todas las tardes sin excepción. Cosa con lo cual comenzaba a fastidiarlo. Últimamente se enmudecía el castaño optando el mejor ya no responderle. Algo que no pasaba por desapercibido por Kevin y de algún modo lo comenzaba a incomodar.

—Es momento de que iniciemos con el recorrido. —interrumpió a ambos chicos Gwen, esbozando nuevamente una simple sonrisa. A diferencia del trato que le daba Kevin a Ben, con ella era muy diferente.

—Bien, andando —habló el Osmosiano dando media vuelta en dirección al auto. Aprovechó aquello Ben, para llamar la atención de su prima con un leve codazo sobre su brazo, insinuándole el modo en que lo trató señalando lo que le había dicho anteriormente. La chica solo atinó a levantar los hombros reafirmando el no haber visto nada fuera de lo normal en lo absoluto, una simple broma habitual del chico hacia su primo.

Fueron trascurriendo las horas y de igual modo las distancias recorridas por la zona en busca de percances dados por alíens, pero al ser estas infructuosas, el trío optó por tomar un descanso en una de las sucursales de comidas rápidas de hamburguesas. Estando en el lugar, todos disfrutaban cada uno de su propia orden. Estando ahí, el Osmosiano se encaminó una vez más a la máquina Post-Mix para llenar nuevamente su vaso.

Mientras caía aquel líquido en el recipiente, exhaló un profundo suspiro conforme por el rabillo del ojo avistaba en dirección de ambos primos. Se detestaba así mismo por los sentimientos que tenía, pero sobretodo por no ser capaz de manifestárselo a dicha persona. Aun en este punto no entendía el por qué, habiendo tanta gente e incluso alíens en el universo para escoger tuvo que ser aquel individuo.

No importaba cuanto lo analizara, no encontraba un cómo ni el por qué de las cosas. El si era objeto de un juego del destino, o si realmente había un algo o un qué que lo odiaba para ser blanco de tal perdición. Su rostro ya comenzaba a mostrar señas de cansancio pasando noches enteras analizando las cosas, repasando en su mente cada aspecto que lo llevó a la culminación de esa aflicción que lo agobiaba. El azabache emitió nuevamente otro resoplo pero esta vez en rendición, siempre que recapitulaba los hechos nunca conseguía llegar a ningún lado y lo único que conseguía era aumentar su derrota.

Sutilmente su rostro empezó a distinguirse un ligero color carmesí, como varios pensamientos indecorosos comenzaron a cruzar por su mente. Sacudió su cabeza en frenesí dispersando cualquier otra idea que pudiera arribar y delatar sus fantasías en un lugar tan concurrido como ese. O peor aún, mostrar esa cara estúpida que tendía a hacer por sus propios delirios.

Eliminó cualquier otro pensamiento, trasladándose nuevamente con sus compañeros, pero al hacerlo se le vino instantáneamente una idea de cómo le podían prestar todo su interés en él. No era difícil el lograr dicho acto, cosa que iba perfeccionando día a día aquella maña. Sabía que al realizarlo, todas las miradas caerían sobre él, no era exactamente el tipo de atención que desearía en realidad, pero sin duda para él con eso era más que suficiente para conformarse.

Al irse acercando a la mesa y teniendo una buena distancia entre él y sus camaradas. Hizo un movimiento rápido, haciendo parecer un accidente derramó toda la bebida encima del castaño al chocar contra él intencionalmente. Todo el cabello, parte de su rostro y sobre sus hombros escurría de aquella gaseosa pegajosa y fría.

Indudablemente todos los del lugar, incluso quienes posiblemente ni vieron el incidente comenzaron a reír, algunos entre risas y otros en fuertes carcajadas. Ante eso, Kevin se sintió triunfal ante su acto, sabía que pronto comenzarían su típica riña entre él y Ben, discusión por la cual ya estaba preparando en su mente.

Gwen llevó sus manos a su cara como sorpresa ante lo ocurrido. Quedó estupefacta, pero más fue su asombro al mirar el semblante de Kevin que tenía en ese momento. Pudo notar claramente una sonrisa sínica en su rostro en lugar de una de conmoción por lo sucedido como cualquier otro lo hubiera hecho, un accidente que… espera, ¿acaso era posible que lo hubiera hecho con toda la intención del mundo?

El portador del reloj pasó su antebrazo sobre sus ojos limpiándolos del refresco con su chaqueta, giró paulatinamente hacia el chico causante de todo ello. No se sorprendió en lo absoluto en que éste fuera Kevin. Lo miró fijamente con desagrado, esperando tan siquiera algún tipo de disculpa o alguna cosa por el estilo, sin embargo…

—dah, deberías de fijarte por donde te mueves, Tennyson. —Sonrió regodeándose ante su acción, bufándose ante el estado en el que había quedado su compañero bañado en aquella bebida azucarada.

— ¡¿Yo?! ¡Fuiste tú quien se movió sin fijarse! —Bramó violento. Se levantó de su asiento de un solo golpe iracundo, oponiéndosele frente al azabache en manera de reto. Para Ben ese era el colmo de su comportamiento hacia él.

—Entonces, tal vez deberías de fijarte en lo que yo hago— Sonrió con mofa Kevin, comportándose como si no le diera la más mínima importancia la actitud con la cual el chico se le había enfrentado. Gwen escrutó al azabache ante tal respuesta, sus ojos abiertos de par en par incrédula ante ese comentario. ¿Exactamente a qué estaba incitando a su primo a hacer?

En ese momento, tanto Ben como Kevin comenzaron una vez más a reñir sin la más mínima importancia de ser el centro de atención del lugar. Tal vez, SOLO tal vez, por esta ocasión su primo podría estar en lo cierto sobre el ex convicto, en que sin duda, sí estaba últimamente fastidiándolo más de la cuenta. Sabía que ellos dos no se llevaban bien, eso quedo bien en claro desde un principio pero al menos no llevaban las cosas demasiado lejos por cualquier bobería. Aunque sin duda esto rayaba a algo muy diferente de lo que en realidad se veía.

Por esta única ocasión le daría toda la razón a Ben, sobre aquel comportamiento que manifestaba Kevin hacia él. Anteriormente, el ex convicto mantenía un cierto límite en su trato hacia su primo, pero tal parece ser que esa línea la estaba rebasando, o al menos eso fue lo que acababa de ocurrir. Estaba segura, que de segur así podía adivinar una terrible disputa muy próxima, un altercado del cual podrían arrepentirse y del que no tendría retorno.


Notas de autor: Muchas gracias por haberte tomado algo de tu tiempo en leer esta cosa. Es la primera vez que escribo un fanfic (y posiblemente la única), y no sé que tan bien esté estructurado o que tan repulsivo haya sido, sobre todo este capítulo. Admito que es algo sin chiste pero era necesaria una introducción para poder comprender más adelante los hechos, sobre todo en el protagonismo de ambos chicos.

Esta historia da lugar a los hechos de Ben 10, y algo que debo de comentarte es que la historia está apegada en las personalidades de Ben 10: Alien Force. Que es en realidad donde se basó esta historia.

Dependiendo de que tan bien sea recibida esta historia, continuaré en su desarrollo o simplemente se dará por finalizado, por lo que es importante para mí todos sus comentarios, criticas o lo que se te ocurra dejar.

2° Capitulo, 25 de Julio 2015.