Advertencia: tanto los personajes como las situaciones son propiedad intelectual de George R.R. Martin.

¡Muchas gracias por dedicarle su tiempo!

Espero sea de su agrado, de lo contrario, lamento las molestias.


Don't look back in anger

Se había forjado un nombre; era casi una leyenda viviente. Había visto cómo algunos jóvenes le miraban, aspirando a seguir su ejemplo, a emular sus gestas, sus logros, la gloria que había recibido en combates y guerras.

Toda su vida era una batalla, contra enemigos reales y contra su propia familia. Y era eso último lo que más dolía. No eran heridas que se pudieran ver, que un maestre pudiera cauterizar; eran tajos profundos, sin rostro, que perduraban en el recuerdo, que nunca serían cantados, que se mantenían en silencio.

No era más que la sombra de su hermano, por mucho que su nombre resonara en las canciones, por mucho que sus acciones formasen parte de la historia. Le había desobedecido, le había desacreditado, rompiendo con un compromiso pactado. Y los dos eran obstinados, tercos; lo suficiente como para no hablarse más, hasta olvidar que el otro existía.

En sus ojos azules podía ver su reflejo desvanecido en la pálida luz que aún retenía. Hoster sonreía, sus manos entre las de su hermano. Y tras tantos años el enfado, la desaprobación, simplemente desapareció; todas las palabras dichas evaneciéndose, dejando sólo la camaradería que antaño tanto les había unido; dos peces nadando en el mismo río.