Capitulo 1
La verdad duele

-¿Emily? ¿Estás ahí?- Spencer, Aria y Hanna miraban a la morena con preocupación. Emily las miró una a una y sin comprender preguntó.

-¿Ah? Sí, yo… Dónde más iba a estar.- Spencer y Aria volvieron a fijar la vista en los libros de álgebra y Hanna aun mirando a Emily le dijo.

-Hey, no sé en quién estarás pensando, pero quédate con nosotras, estamos juntas en esto.-

-¿En qué?- Preguntó Emily aun sin comprender.

-Vaya, sí que lo estabas pasando bien…- No alcanzó a terminar porque Spencer la interrumpió.

-Em, el trabajo de álgebra, ¿Lo recuerdas?.-

-Yo… necesito un café.- Murmuró la morena en voz baja pero audible.

-Yo creo que sí.- Dijo Aria.

-Café para cuatro saliendo.- Dijo Spencer levantándose de la silla, pero no pudo ir muy lejos porque Hanna y Aria la detuvieron.

-No Spence, voy yo, no es por ser mala persona pero tu café no es el mejor del mundo.- Le dijo Aria con la voz más dulce que pudo poner debido a la ocasión.

-Muy bien, entonces esto es un break. Y dinos Em, ¿En qué pensabas?- Hanna y Spencer la miraban con sonrisas en las caras. Emily las miró y luego se volvió para ver a Aria, la morena parecía no entender nada, como recién salida de una borrachera.

-Em, Hanna y… Spence, aquí tienen.- Aria puso una taza de café al frente de cada chica y luego se sentó entre Spencer y Hanna para mirar a Emily. Finalmente la morena les dedicó la palabra.

-Pensaba en… que tenemos que apurarnos si queremos terminar este trabajo a tiempo.- Bajó la mirada y vio que justo al lado de su taza de café había un gran libro de historia que no había visto antes.

-¿Qué hace esto aquí, qué el trabajo no es de álgebra?- Prefuntó Emily y Hanna rió con ganas.

-Dime Em, ¿Cuándo has visto que los trabajos de álgebra se hagan en grupo?- Le reprochó la rubia a modo de burla.

-Ni si quiera estamos en la misma clase.- Dijo Aria tomando un sorbo de café.

-Ah, maravilloso, llegó la pizza.- Spencer se levantó otra vez, sonó el timbre y fue a abrir la puerta.

-¿Cómo sabías que…?- Emily tenía una mano indicando a Spencer y la boca ligeramente abierta.

-¿Cómo sabía que la pizza ya estaba aquí si el timbre aun no sonaba?- Se quedó pensando mientras Spencer se alejaba.

-Oye Em.- Le llamó la atención Aria.

-¿Si?- Dijo la nadadora sacudiendo la cabeza para dejar sus pensamientos de lado por un momento.

-Sabemos que estás pasando por un mal momento, pero tienes que seguir adelante, has estado muy distraída últimamente.- Mientras Aria hablaba apareció Spencer por la puerta de atrás con bolsas individuales de comida china.

-Perder a Maya de esa forma, ouch, y lo de Paige…- Seguía hablando Aria pero la morena ya no la escucharba. Emily dejó de ver la comida china y su cara se transformó de confusión total a mega confusión.

-¿Qué pasó con Paige?- Estaba tan atenta a lo que Aria diría de aquella chica que olvidó por completo que ni si quiera les había contado de ella.

-Primero la culpa, después la negación… Vas bien Em, ahora solo te falta llorar un poco, comer helados y superado.- Hanna jugaba con los palillos.

Aria tomó la mano de Emily y comenzó otra vez.

-¿Recuerdas el día de la feria con Samara?- Emily recordó todo en pocos segundos. Después de ese día lo último que supo de Paige fue una llamada perdida en su móvil y desde eso ya había pasado mucho tiempo.

-…claro porque ella siempre quiso ser la capitana pero como tú siempre fuiste la mejor. Dicen que no lo está pasando bien allá, parece que es un lugar, ¿Cómo dicen que era?-

-Peor que la prisión.- Terminó Hanna abriendo los ojos.

-Chicas eso no es verdad. Todos sabemos que está con su abuela.- Dijo Spencer y luego le dio un mordisco a su pedazo de pizza.

-¿De dónde salió esa pizza?- Pensó Emily en voz alta.

-No hay caso, la perdimos.- Hanna tenía ambas manos en las mejillas de la nadadora.

-El trabajo está hecho, muy bien chicas, creo que tendremos una muy buena calificación.- Spencer ordenaba un montón de hojas escritas a mano, pero esperen un momento, esa letra…

-La letra de Toby.- Apuntó Emily tomando una de las hojas.

-Aria creo que cambiaste el café de Emily por el de Spencer.- Comentó Hanna echando un vistazo a la taza de Emily que estaba vacía.

-Pero yo no…- Emily estaba segura de no haber probado el café.

-En fin, nos vemos mañana entonces.- Dijeron las chicas a Hanna y Emily tomó su bolso para sacar las llaves de su auto. Spencer, Em y Aria fueron a la puerta y Hanna las siguió para despedirse.

-Adiós Hanna, me gustó verte.- Se despidió Spencer.

-Aunque no hayas hecho nada del trabajo me preocuparé de que lleve tu nombre.- Aria dedicó una sonrisa y se fue caminando. Ya no había rastro de Spencer.

-Bueno Hann, yo creo que también me voy.-

-¿Irás a juntarte con alguien?-

-No, necesito un tiempo con mi almohada, realmente tengo la cabeza en otra parte.-

-Ya lo creo.- Dijo Hanna cerrando la puerta sin dejar salir a Emily.

-¡Hanna!- Exclamó Emily molesta.

La rubia tomó una mano de Emily y la llevó a su cuarto escaleras arriba.

-Te voy a dejar sola para que puedas ordenar tus ideas y a ver si logras dormir algo.- Emily se quedó parada en la puerta de la habitación mirando a Hanna que estaba por bajar las escaleras.

-Em, recuerda que vives conmigo.- Bajó. Lo último que alcanzó a escuchar Emily fue un "Hola Caleb, que tal el…". Entró a al cuarto y se sentó en una de las camas. Al principio le costó un poco, pero lo logró con unos minutos extra de concentración.
Ordenó sus ideas.

Maya estaba en ese horrible campamento y ya no quería hablarle, Paige la atormentó por mucho tiempo pero resultó ser muy dulce, un beso, un karaoke, un picnic y finalmente una última mirada en la feria donde también estaba Samara. ¿Cómo se le había olvidado esa chica? Ella estuvo ahí para Emily y la ayudó a olvidar, pero ¿Olvidar qué?

Paige, Paige, Paige.

La pelirroja había desaparecido de su vida como si nada. Recordó cada momento que había pasado con ella una y otra vez hasta que recordó la llamada perdida. Tuvo esa llamada en sus manos, pero la rechazó porque estaba enojada, no, más que eso, estaba dolida. Se arrepintió de no haber tomado la llamada. Quizás si hubiera contestado Paige estaría acompañándola ahora.

-Primero la culpa, después la negación…- Sonó en la cabeza de la morena con la voz de Hanna. Entonces ¿Ya había pasado por esto? Si no era así porqué Hanna habría dicho eso.

-Entonces Paige no está…- Una gota cayó por la mejilla de la chica y se quedó dormida sin haberse puesto el pijama.