Ohayou!!
Este… bueno… vengo con una nueva historia. Una algo rara, en esta ocasión se trata de un Michi. No hay mucho que decir, solo que no será muy largo, unos 4 o 5 capítulos, más o menos. Como lo menciones, es bizarra e hilarante... justo como yo.
Espero les agrade
Disclaimer: Los personajes de Digimon no me pertenecen, son usado sin fines de lucro xD.
Capitulo 1: Inefable propuesta
By: Lirit Choiseul
Mimi miro por la ventana de aquel avión, las nubes junto a ella le causaban alegría, como si de una pequeña niña se tratase. Cerro los ojos y recargo su cabeza en el respaldo del asiento. De alguna manera ese viaje a Japón que estaba realizando era como regresar a su infancia. Volvería a pisar el suelo de su ciudad natal, Odaiba, vería de nueva cuenta a sus amigos, a aquellos con los que realizo esa extraordinaria aventura hace ya varios años atrás. Se reencontraría con la que fue su mejor amiga, observaría a los mas pequeños ya siendo todo unos adultos, vería a todos seguramente ya con sus sueños realizados, los extrañaba tanto… lo extrañaba tanto.
Escucho la voz de la azafata anunciando el descenso pronto y se abrocho el cinturón de seguridad, moría de ganas de bajar de una buena vez de ese avión. En cuanto sintió las ruedas derrapar sobre el asfalto no pudo más que sonreír al imaginar a la decena de chicos que la esperarían en el aeropuerto. En cuanto aterrizaron completamente, fue la primera en levantarse, y salir.
En el aeropuerto, una decena de jóvenes esperaban pacientemente para poder volver a ver a la antigua portadora de la pureza. Un chico de cabellos azulados miraba por quinta ocasión su reloj.
-El avión ya aterrizo- dijo Joe mirando la pantalla donde se anunciaba la llegada y salida de los aviones. Para luego volver a mirar su reloj.
-Tranquilízate Joe, estoy seguro que no tardara en llegar- Hablo Daisuke, en un intento por calmar a su superior.
-¿Qué se tranquilice?... ¡Mimi pondrá el grito en el cielo si no nos ve a todos aquí!- Expreso Miyako.
-Estoy segura que mi hermano no tardara en llegar- Trato de calmar la situación Hikari,
Y como si de una invocación se tratase, un chico de alborotados cabellos castaños y ojos color chocolate entro al aeropuerto, llego hasta donde ellos se encontraban jadeando y dando grandes suspiros, para así intentar recuperar el aliento después de su enorme carrera hacia ese lugar.
-¿Qué diablos hacías que no llegabas Yagami?- Cuestiono un molesto Yamato.
-Lo siento- Dijo Taichi hablando entrecortadamente-tuve un contratiempo, vine lo mas rápido posible.
-Al parecer, los malos hábitos nunca se esfuman- Comento Joe como reclamo hacia el antiguo portador del valor.
El moreno poso una mano en su nuca, y comenzó a reír, Yamato hizo una mueca y bufo molesto mientras se cruzaban de brazos, los demás solo suspiraron… era obvio que Taichi jamás cambiaria.
-Lo importante es que estas aquí… y que llegaste antes que Mimi, de no ser así, hubiéramos tenido que soportarla molesta- Argumento Sora.
-Me muero por ver a nuestra amiga- Exclamo eufóricamente Miyako.
Koushiro asintió- Todos tenemos muchas ganas de verla.
-¿Me pregunto como traerá el cabello en esta ocasión? Apuesto a que será rosa.- Dijo Daisuke.
-Yo opino que lo traerá en su tonalidad natural- hablo ahora Iori.
-Eso no es importante- Interrumpió el dialogo sin sentido Ken –Lo único que cuenta es que volveremos a ver a Mimi.
-Yo solo espero que al fin haya madurado- soltó Yamato.
-¡Yamato!- Le reprendió Takenouchi- No digas esas cosas.
-Pero Yamato tiene razón Sora, a ninguno de nosotros nos gustaría tener que convivir de nueva cuenta con la "princesa de papá" - apoyo Joe.
-Mimi ha cambiado, un poco, pero lo ha hecho-Defendió Hikari- Yo estoy segura que ya no es como antes. ¿No lo crees Taichi?
El aludido ni siquiera la miro.
-Taichi.- Le llamo Izumi, pero de igual manera no contesto. Sora se acerco a Yagami y chasqueo los dedos frente a su rostro, entonces salio de su trance.
-¿eh?, ¿Qué dicen?- Pregunto el moreno.
-Tai, hemos intentado llamar tu atención desde hace rato, ¿Dónde tienes la cabeza?- le cuestiono Takeru.
-Disculpen, solo estaba pensando… Y no vayas a salir con alguna de tus estupideces Ishida- Advirtió el castaño a su rubio amigo, hoy no tenia intenciones de discutir.
Los digielegidos olvidaron el asunto y se sumieron en una charla trivial, mientras esperaban a Mimi, sin embargo Taichi volvió a perderse en sus pensamientos. La mentirilla blanca que había usado para escudar su retraso le resulto todo un éxito, pero la verdad, era que había dudado en ir a recibir a Tachikawa. No porque ya no la considerase una amiga, al contrario, el grupo sin ella estaría incompleto. La razón se escondía en el pasado, hace un año, cuando Mimi les hizo una visita por festividades. Una declaración por parte de la castaña y un acto que jamás se debió cometer ahora tenía a Taichi sumamente confundido y temeroso por encontrársela nuevamente.
Al final decidió asistir a darle la bienvenida, pues dejando a un lado aquel asunto ella era una de sus mejores amigas, era parte del equipo. Y de nada servia ocultarse de ella si al fin y al cabo terminaría topándose con sus miedos. Tendría que darle la cara y afrontar todo con valentía. Debía hacer uso de esa cualidad que de pequeño le había sido brindado en un emblema.
Dejo sus ensimismamientos cuando escucho el dulce timbre de voz que Mimi aun portaba. Giro su vista junto con todos sus amigos hacia donde provenía el sonido y divisaron a una chica de castaños cabellos y ojos color miel, quien lucia un ligero vestido color verde que acentuaba su delicada figura.
La joven agitaba una mano mientras con pasos presurosos caminaba hacia sus camaradas. Debía aceptar que en un principio le costo trabajo reconocerlos… habían cambiado un tanto. Pero le basto solo verlos con un poco mas de atención para así identificar características que los distinguían de los otros y notar una escena muy usual entre ellos; el como algunos reían mientras una chica pelirroja y un chico rubio ponían cara de vergüenza e intentaban a toda costa que sus miradas no se encontrasen... supo entonces que había dado en el clavo. Tachikawa detuvo su corta carrera una vez que estuvo frente a sus amigos. Soltó la maleta que llevaba en mano y se dispuso a saludarlos.
-¡Sora!- Abrazo a su mejor amiga. Quien gustosa devolvió el abrazo. La había extrañado mucho, le había hecho tanta falta una confidente, una cómplice y una compañera de tristezas y alegrías… así como también alguien con quien ir de compras.
-Que alegría volver a verte Mimi.- Takenouchi le regalo su mejor sonrisa a la que anteriormente, y aun ahora, era su mejor amiga. Había regresado en el mejor momento.
-Yamato, que gusto verte- saludo ahora al rubio mayor, dándole un abrazo igual al que le dio a Sora, importándole poco lo frió y reservado que era Matt.
-Bienvenida Mimi- Dijo Ishida respondiendo levemente al abrazo.
-¡Koushiro, que gusto!- Ahora fue el pelirrojo quien recibió un efusivo saludo.
-Es bueno tenerte de vuelta- Saludo Izumi una vez que su amiga lo había liberado.
-Superior Joe- Le extendió la mano, pero cuando el chico con gafas estuvo por tomarla, lo abrazo tomándolo por sorpresa, aun así correspondió.
Se acerco a una chica con gafas y cabellos violetas, pero esta vez, fue ella la que se vio envuelta en un abrazo –A mi también me da gusto verte Miyako.
Se desprendió de Miyako y saludo a la pareja de esta –Hola Ken- también brindándole un abrazo.- espero estés tratando bien a Miya, porque si no….-Dijo haciendo un ademán con el puño.
-A mi también me alegra verte, Mimi.-contesto Ichijouji.
-Takeru, Hikari – se dirigió ahora a la joven pareja. –Es bueno ver que todo marcha bien entre ustedes.
-Mil gracias.- Dijo Hikari.- Te echamos de menos.
-Daisuke, espero hayas madurado- comento con algo de saña hacia el chico de googles
-Creo que yo debería decir eso.- Le siguió el juego.
-Iori… cuanto has crecido- ahora saludaba al mas pequeño de todos.
-Bienvenida- saludo cortésmente.
-Taichi…- susurro Mimi. Quería abrazarle, hacerle saber lo mucho que lo había extrañado, como a los demás. Pero temía incomodarlo, sabía que lo haría y decidió reprimir ese impulso, más al ver su seria expresión.- Hola Taichi.
Sin embargo, se sorprendió mucho al ver sonreír a Yagami y aun más al sentir sus brazos rodeándola. Correspondió enseguida.-Me alegra mucho tenerte de vuelta- comento el moreno tras terminar el abrazo.
-Al fin estamos todos reunidos- Argumento con emoción Daisuke – ¡Esto hay que celebrarlo!
-Opino igual que Daisuke- Le apoyo Ken -¿Por qué no vamos a comer algo y ahí planeamos que podemos hacer?
Todos concordaron con ellos. Mimi tomo su equipaje, que segundos después le fue quitado de las manos por uno de los chicos. Decidieron ir a almorzar algo a una cafetería en la cual antes solían reunirse, y como el lugar que daba un tanto apartado del aeropuerto tomaron tres taxis. En uno subieron Hikari, Miyako, Takeru y Ken; en el segundo Iori, Daisuke, Koushiro y Joe; mientras que en el tercero fue abordado por Sora, Mimi, Yamato y Taichi.
Una vez arribaron en su destino, tomaron la mesa más grande que tenían disponible, y lograron ubicarse todos en ella. Pidieron algo ligero para comer y comenzaron su charla. Conversaron durante horas y horas, poniéndose al corriente de todo lo acontecido en sus vidas desde su última visita a Japón. Fue en ese instante, en el que Tachikawa noto lo cambiados que se encontraban sus amigos, sin embargo, aun continuaban siendo los mismos… algo contradictorio.
Observo lo mucho que los más pequeños habían crecido, miro las muestras de afecto que Hikari y Takeru se demostraban y como a Daisuke esto parecía ya no molestarle; también como Miyako solía decir las cosas sin pensar provocando la incomodidad de Ken, o a Iori, conviviendo mas y dejando al lado un poco de su excesiva formalidad Distinguió con curiosidad e incredulidad que Koushiro no llevo consigo su computadora portátil, pudiese ser que la haya olvidado o que al fin haya notado que no era indispensable traerla siempre a su lado. Vio al superior Joe... sin duda alguna el menos cambiado. Dirigió su mirada hacia Sora y Yamato, quienes coqueteaban sin siquiera percatarse de ello; para su opinión hacían una bonita pareja… lastima que ninguno de los dos se atrevía a dar el primer paso. Bajo la vista cuando sus ojos se toparon con los color chocolate de Taichi, sabia que tarde o temprano debía hablar con el, después de todo fue una de las razones por las que volvió a Odiaba… pero le daba terror el solo pensarlo.
-¡¿Algún día piensan madurar?!- el grito de su amiga la saco abruptamente de sus pensamientos. Alzo la cara y miro una típica discusión entre Yamato y Taichi, suponía que por una tontería.
-¡díselo a el Sora!, Ishida es quien se la pasa provocándome todo el tiempo- Se defendió Yagami.
-Por favor Yagami, no digas estupideces… tu eres el que reacciona de manera violenta por cualquier comentario. –Contraataco Matt con una sonrisa burlona – eres tan infantil.
-Repite eso, anda atrévete
-Ya paren con sus absurdas peleas- se entrometió el superior Joe.
-Mimi acaba de regresar y ustedes tiene que ponerse a pelear. – Acuso Sora- Debería darles vergüenza.
-Mimi, sentimos esto… pero tu ya sabes como son.- Dijo Hikari avergonzada.
-Tranquila, de hecho, ya extrañaba ver pelear a esos dos.
Koushiro miro su reloj-Vaya, miren la hora. Creo que lo mejor es irnos.
-estoy de acuerdo- Iori concordó – Podremos reunirnos otro día- concluyo marchándose junto con Izumi, Daisuke y Joe.
Ken y Miyako se marcharon también, seguidos de Hikari y Takeru. Yamato, Taichi, Sora y Mimi se fueron juntos.
-Me alegra mucho que hayas vuelto Mimi- dijo Sora. Caminando al lado de la castaña, delante de los chicos
-A mi también me alegra estar de vuelta. Mañana tendrás que salir de compras conmigo y no aceptare un no por respuesta.
La pelirroja miro apenada –Lo lamento Mimi, no puedo. ¿Te parece si lo dejamos para otro día?
-Tienes otros planes… ¿Qué harás?- pregunto la trigueña.
Un sonrojo evidente adorno las mejillas de Takenouchi, quien balbuceo algo incoherente e inentendible, suspiro y sin quererlo su mirada guió a Tachikawa hasta Yamato- Te lo contare después, ¿de acuerdo?
-esta bien, pero será con lujo de detalle- acepto picaramente, sospechando de que se trataba.
Sora sonrió, luego se detuvo en la esquina –Bueno chicos, yo me voy por aquí. Nos vemos luego. –Se despidió tomando rumbo hacia su hogar
-Espera, iré contigo- Se ofreció Yamato –Nos vemos.
La pelirroja y el rubio se perdieron entre la penumbra de la calle. Los castaños se quedaron observando algunos instantes hacia donde sus amigos acababan de marcharse. –Algo se traen eso dos- Dijo Taichi rompiendo el silencio.
Mimi asintió –Parece que no quieren contarnos- Dijo con una sonrisa. Pronto cayo en cuenta de quien se encontraba a su lado y el nerviosismo se apodero de ella.
Yagami, sin embargo, intento aparentar normalidad y comenzó a caminar, dejando unos pasos atrás a la chica -¿Piensas quedarte ahí?- llamo a la mujer, quien enseguida lo alcanzo.
Caminaron uno al lado del otro, sumidos en un silencio incomodo. De vez en cuando se miraban de reojo, meditaban las palabras que tenia que decir, lo que debían hacer. Mimi fue la primera en hablar. –Taichi… yo… sobre lo de hace un año…-
-Olvídate de eso. – Le interrumpió el moreno.- ambos sabemos que fue algo que nunca debió pasar. Hagamos de cuenta como que nunca sucedió, ¿de acuerdo?- lo ofreció su mejor sonrisa.
Tachikawa asintió, aunque aquellas palabras habían lastimado su alma y desgarraban su ya lastimado corazón. –Si… eso es lo mejor.
El silencio volvió a hacerse presente, Yagami se sintió mal por lo que le dijo, pero no podía evitar sentir que aquello fue un error, un error que jamás debió suceder y si no se equivocaba, ella pensaba lo mismo.
-Taichi…-Le llamo en un susurro.
-Dime…- el aludido ni siquiera la miro.
-Necesito hablar contigo.- Yagami detuvo su andar –Por favor, necesito hablar con alguien.
El castaño asintió- Si no te molesta, podemos hablar en mi departamento.- La trigueña asintió.- Vamos.
Llegaron al hogar del moreno. Este abrió la puerta y le permitió la entrada. Una vez dentro Mimi tomo asiento en una silla ubicada junto a una mesa pequeña, la cual supuso era el comedor del chico. Tai se sentó frente a ella -¿Y bien?
La dueña de la pureza jugo con sus manos, intentando robarle un poco de su valor al hombre frente a ella, para así poder hablar sin problemas. Trago saliva y dijo de golpe.- Necesito tu ayuda.
-¿mi ayuda?- arqueo una ceja -¿y exactamente en que puedo ayudarte?- cuestiono, mirándola a los ojos. La mujer bajo la cabeza y cerro los ojos, sus manos comenzaron a temblar levemente y unas escurridizas lagrimas se escaparon de su prisión color miel. Taichi la escucho sollozar y entonces su preocupación se hizo eminente -¿Mimi?... ¿te encuentras bien?
-Estoy muriendo, Taichi.- revelo la castaña.
Yagami palideció- ¿bromeas, verdad? Vamos Mimi, no es divertido- Argumento molesto. Se negaba a creerlo, una chica que mostrara tanto optimismo y energía no podía estar convaleciente… su amiga no podía estar convaleciente.
-¡No seas idiota! Jamás bromearía con algo así.
-No puede ser... –susurro incrédulo -¿Por qué, como?
-Por favor, no me hagas decírtelo.- Tachikawa no soporto más y comenzó a llorar amargamente. El dudo un segundo, pero aun así, la rodeo con sus brazos ofreciéndole su hombro para desahogarse.
-tranquila- comenzó a acariciar su espalda, consolándola- Yo estoy contigo… todos estamos contigo. Ya veras como los chicos…
-¡No!- se separo bruscamente de su pecho –No quiero que lo sepan. Taichi prométeme que nunca les dirás nada.
-Merecen saberlo, son nuestros…
-Pero es mi decisión… por favor, te lo suplico. No digas nada.
-¿Por qué?-susurro sin comprender.
-No quiero su lastima… me dolería mucho que me trataran como una desvalida.-lo miro a los ojos y acaricio su mejilla –Mírame Taichi…-el obedeció- ¿Te parece acaso que sigo siendo la "hija de papá"?.
-Mimi…
-Cuando me marche a vivir a Estados Unidos, nunca les dije nada, por que odio las despedidas… no quiero decirles nada, porque no quiero despedirme tan pronto.
-Aun no comprendo para que necesitas mi ayuda.- Pronuncio fríamente mientras la alejaba de el.
-Es algo complicado.- Mimi sonrió banalmente- Yo ya no tengo salvación. No hay una cura para mi enfermedad tan avanzada. Y no insistas, no te diré de qué se trata – dijo cuando vio a Yagami abrir la boca.- Veras Taichi… yo nunca conocí lo que es amar. Siempre salí con chicos por intereses y yo… bueno, nunca me sentí amada.
Taichi la miro curioso -¿Y que se supone que tiene eso que ver conmigo?
-Solo una vez me entregue a un hombre-Yagami se tenso al oír esto- Y lo peor es que estaba tan ebria que ni siquiera lo recuerdo.
-Déjame ver si entiendo…. ¿quieres que te consiga a alguien con quien tener sexo?
-No… quiero que me ayudes a encontrar a alguien que este dispuesto a pasar conmigo el resto de mis días. No lo atare a mí por mucho tiempo. – Lo miro con ternura –Te sonara egoísta, pero… Quiero que tu, pases conmigo lo poco que me queda de vida; que finjas amarme, que me hagas tuya… quiero recordar tus manos sobre mi cuerpo, tus caricias…tus besos: Taichi… ¿Me ayudarías?
-Tienes razón, es egoísta- contesto el antiguo portador del valor –No me pidas algo así, no puedo hacerlo.
La trigueña bajo la mirada –es… ¿por Sora?
-Sora no tiene nada que ver, no hay ningún lazo que nos ate que no sea amistad. Mimi, es por mi, por ti… ambos saldremos lastimados con esto.
-Yo no, a mi no me dolerá, y a ti tampoco… solo serán algunos meses… te juro que…
-¡Me dolerá fingirte amor!-interrumpió a la chica- y con el tiempo a ti también te lastimara saber que solo es una farsa…
-Tai…
-No puedo jugar contigo de esa manera, no puedo jugar con tus sentimientos así…. No puedo volver a acostarme contigo, para herirte como aquella vez.
-Comprendo- La castaña nuevamente dejo salir algunas lagrimas. Se acerco a una ventana y miro la oscuridad de la noche cubrir a la ciudad, dándole un aire soñador. Taichi la miro con tristeza.- Yo solo quiero, saber lo que es sentirse amada.- la escucho susurrar.
-Perdóname, por favor
Ella negó suavemente- No, perdóname tú a mí; no debí pedirte algo tan egoísta.- Volteo para mirarlo de frente –Solo quiero pedirte un ultimo favor.
-Te escucho.
-Ayúdame a buscar a esa persona. Por favor, ayúdame a encontrar al indicado.
-Mimi, yo…
-Por favor. Solo, hazme saber que la persona a la que elijo no es un patán… por favor.
Taichi la miro, ella le miraba suplicante. No podía, simplemente no podía ayudarla a semejante estupidez; pero jamás pudo resistirse a sus ojos color miel, con ellos, era capaz hasta de obligarlo a saltar por un risco.
Suspiro –Esta bien, te ayudare-
La chica salto feliz hacia el hombre y lo aprisiono en un sofocante abrazo, no le quedo de otra más que corresponder. Sabía que terminaría arrepintiéndose de aceptar ayudarla, pero no tenía más opciones.
Era su último deseo.
¿Y bien?... ¿Qué opinan? Me haría muy feliz saberlo.
Como lo ven, es una historia rara, y espero no me maten por hacerle esto a Mimi, créanme, hasta mi me duele hacerlo, es uno de mis personajes favoritos.
¿Por qué diablos hay Sorato en un fic Michi?; simple, no pude evitarlo, soy una fan de ambas parejas y no pude contenerme. Pero no se preocupen, serán personajes secundarios y prometo no salirme de la pareja principal.
Y si, será un fic Lime… espero poder hacerlo bien.
Como lo dije en un principio, me encantaría saber su opinión respecto a esta loca idea mía.
Matta ne!!
