Este es un nuevo FF. Sí, ya sé que nunca acabo mis FF –bravo-yo- pero siento la necesidad de escribir nuevas historias antes de que las olvide. Es un Dramione, como todo lo que he escrito hasta ahora relacionado a Harry Potter, los personajes, que no son míos sino de la fantabulosa J.K. Rowling, difieren un poco-bastante- de los libros, pero trato de conservar su esencia, espero lograrlo. Se trata de la historia entre Draco y Hermione, una secreta y con muuuuuuucho de por medio. A veces lo secreto ayuda a que el amor pueda fluir libremente, idealizado y mágico. Lo que nos lleva a la siguiente pregunta ¿puede sobrevivir cuando se enfrenta a la realidad? Veremos qué ocurre en esta historia. Hablo en plural porque ni yo misma lo sé.
Aclaro: lo que va entre [] son anotaciones, usualmente en el diario de Hermione del cual me voy a valer en esta historia para darle el punto de vista del personaje.
Otra cosa: no sé la extensión exacta de este FF, quizá tres capítulos, voy por el segundo, quizá algo más. Yo AMO los FF con laaaargos capítulos, pero no tengo idea del gusto de las personas que lo lean (Hooooooooooooooool! =3 ) y no quisiera cansarlas.
Creo que no me queda mucho por decir, es momento de presentar el primer capítulo-me-da-emoción-pánico-emocionante xD
Sus comentarios, recomendaciones y reacciones son muy apreciadas por esta autora-uy-sí-me-creo-escritora (:
[Teníamos "algo", eso era definitivo.
"Algo" pasaba entre nosotros.
"Algo" que ninguno sabía definir, pero los demás se apresuraban a presumir.
"Algo" se impregnaba en el ambiente cada vez que la vida decidía encontrarnos.
Sí, la vida se encargaba de encontrarnos, de cruzarnos, chocarnos, empujarnos prácticamente uno hacia el otro, como algo que debería ocurrir, como algo que al parecer estaba ocurriendo, a pesar de sus quejas y de mi resistencia; había "algo".
El problema es que no debía ocurrir. ¿En qué universo paralelo la chica del trío dorado y el hijo de los más sangre pura del mundo podrían tener "algo"?
Pero era definitivo, cada vez que me miraba yo sentía que me decía "algo", cada vez que nos rozábamos accidental o intencionalmente sentía… calor y electricidad, todo junto. Era nuevo y… prohibido, supongo que es así como yo, la chica buena de Gryffindor, terminé teniendo "algo" con él, el príncipe de Slytherin.
Yo soy del tipo de chica que se sienta en la primera fila de asientos en las clases, de las que toma interminables apuntes de cada palabra e inclusive acción que realice el profesor, porque creo fervientemente que algo que no anote podría venir en los exámenes y moriría, literalmente… según yo; luego esos mismos apuntes sirven para que el promedio de Ronald no sea tan patético y me renueve fervientes promesas de amor incondicional y eterno por impedir que reprobara y fuera la vergüenza de la familia Weasley. Además, soy del tipo de persona que es respetada y que recibe la atención y respeto por parte de los profesores, a tal extremo que he sido elegida como prefecta este año. También he sido catalogada como "ratón de biblioteca", "sabelotodo", entre otros apodos los cuales incluyen otros menos agradables. En cambio él es lo opuesto, se sienta justo al final del aula, escudado en su grupo de Slytherin, junto sus dos incondicionales-cabeza-huecas, teniendo siempre cerca a Pansy o cualquier otra chica de esas que hacen fila por estar con él. Irónico, busca pleitos y hurón, con algunos de las palabras que pueden describirlo por la mayoría en esta escuela, además de los odiosos "sexy", "chico guapo" y "chico malo". Para mi podría describirse con "despreocupado", a pesar de ir pulcramente vestido y peinado en su vida parece imperar el desorden y la desidia, que se ven reflejados en todo aspecto de su vida, hasta en la escuela. El único curso en el que parece tener éxito sin buscarlo es pociones; al respecto diversas teorías han sido armadas y desarmadas, la mayor parte de ellas se centra en que al ser el favorito de Snape, jefe de la casa Slytherin, recibe un trato preferente. No comparto esta teoría, a través de mi propia experiencia he podido comprobar cuan equivocada es esta teoría…
Así fue como dos personas como nosotras, con claras y marcadas diferencias terminamos teniendo "algo". Un conjunto de casualidades y el vivo instinto de competencia se encargaron de ello.]
