¿Amor? ¿Querer? En si, sentimiento, sacrificio, condena, una cosa que jamás imaginaste, un juego, entregando todo, lo que nos hace enloquecer.
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Su vista, su mirada se derrochaba en el rastro de aquella figura. Lo seguía, no lo perdía de vista en ningún momento, solo veía como esta se perdía y difuminaba en aquel camino de pedrería, mientras que la transparencia de esa humedad, se coloreaba con el celeste se sus ojos.
Él, Iba, regresaba, sonreía, odiaba…..dolía, dolía mucho.
Era como un juego, que ambos inventaron, primero, con toda la inocencia infantil que sus corazones daban en ese momento, y al pasar de los años, como una cruz que tenían que llevar y soportar, mientras que su peso, a cada momento, se hacia mas fuerte; un juego en el que simplemente sus reglas fueron hechas para romperse.
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Mientras que para el; su mirada dura, cargada de temible experiencia; tan lozano, tan jovial.
Para el, amar, es detener el gatillo, cuando ella quería disparar.
Guardar silencio, para ver solo como sus ropajes se cambia.
Demostrarle con palabrotas y haciéndola enfurecer, lo tanto que le importa.
Escupirle a alguien el café con el que se atraganta cada que le hablan sobre ese tema.
Dictaminar toda la tabla periódica cada que ella da devoción con su suave voz.
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El, un joven adulto, Ella ya toda una mujer.
El, duro, torpe, alguien quien no habla, sino que demuestra a miradas y puño.
Ella, que esta dispuesta a cargar una cruz que no es suya, al llorar lagrimas de otros.
El, obscuro pecador, con cicatrices en su alma, con dolor, el más pesado dolor.
Ella, limpia fe, que se engancha al lugar,……donde la familia espera.
Ambos, dulce cariño, suave sacrificio, blando juego, el más fuerte querer, que algún día, consumirá su corazón; solo un momento solo se pide un momento, un instante, para que ambos, puedan creer, puedan correr hasta donde sus mismas energías se agoten, un espacio, un espacio....para que ambos, puedan querer.
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