Hola, esta vez les traigo un two-shot de una canción que me encanto y llego a mi corazón y ojala les pase lo mismo ^w^, este fic es un poco diferente a los demás, pero tenia la necesidad que escribirlo, espero que les guste tanto como a mi me gusto escribirlo.

En una ciudad, un tanto pequeña, se encontraba un joven, de cabello rubio y de ojos azul, de nombre Len Kagamine, siempre sonreía, en momento dificiles y en felices, jamás perdía su sonrisa, él siempre miraba todo con alegría, y jamás había conocido la oscuridad, él siempre estaba deseoso de mostrar la luz, y tenía un secreto, un lugar donde solamente personas que miraban el mundo con otros ojos, podía encontrar, pero todo como lo veía cambio un día.

En el colegio del joven, un día muy soleado, sin ninguna nube, en la aula de Len, tendrían una nueva alumna.

-Jóvenes, tenemos una nueva alumna- dijo el profesor, Len, quien siempre le gustaba hacer nuevos amigos, pero esta niña se veía diferente a los demás niños, si no que ella tenía la cabeza agachada y sus ojos… sus ojos no tenían esa chispa de cualquiera, Len miro algo curioso a la niña que se encontraba enfrente de ellos –Señorita, se puede presentar- dijo mientras ponía una de sus manos en el hombro de la niña

-Etto… - pronuncio la niña –Mi nombre es, Hatsune Miku- dijo mientras seguía con la cabeza agachada

-Hatsune, tome asiento a lado de la ventana- dijo el profesor, muchos de los alumnos miraron con envidia a Miku, ya que varios de ellos querían ese asiento, la niña fue tocando los pupitres de los demás alumnos, y cuando encontró su asiento, ella con dificultad se sentó, Len miro confundido a la nueva, se preguntaba ¿Por qué había hecho eso?, durante la clase, Len casi siempre volteaba la mirada y observaba a Miku, quien siempre tenía dificultad para escribir, Len no entendía muy bien, porque ella hacia eso.

En la hora del almuerzo, Miku se había quedado en su aula, Len había ido por un momento a su aula, y se encontró con Miku sentada en su pupitre, este se le acerco amablemente

-¡Hola!- dijo muy feliz, Miku miro hacia donde había escuchado la voz

-¿Quién eres?- pregunto, Len se sorprendió ¿Qué acaso ella no lo había visto cuando él le dirigía la mirada?

-Hem… yo el chico que se sienta enfrente de ti- dijo algo incómodo por lo que había dicho ella

-Lo lamento mucho, pero es que yo no puedo ver- dijo Miku, Len miro sorprendido a Miku.

-¡¿Cómo que no ves?!- pregunto algo alarmado el pelirrubio -¿No has visto la luz?- pregunto

-No, yo nací sin conocer la luz…- dijo mientras bajaba la mirada, era la primera vez que Len se encontraba con una niña que no podía ver, no podía ver los colores del arcoíris y ni siquiera la brillante luz del día –Siempre estoy triste por eso, realmente siempre he querido ver la luz… pero sé muy bien que ese pensamiento es solo un sueño- dijo, Len dio un pequeño salto mientras agitaba las manos

-¡No digas eso!- dijo un tanto dramático –Los sueños se puedes hacer realidad- dijo –Nunca pierdas la esperanza, nunca se sabe cuándo puede pasar lo menos inesperado- dijo, Len tomo la mano de Miku –Yo sé que podrás ver Miku- dijo, el pelirrubio recordó el lugar donde pocas personas conocían, tal vez si llevaba a Miku a ese lugar podría ver, ya que ese lugar era un tanto mágico –Miku, quiero llevarte a un lugar- dijo

-¿Un lugar?- repitió Miku quien había sido jalada por Len, él la dirigió a una de las ventanas que había ahí

-Mira, está un poco lejos de aquí, pero hay una lugar donde hay árboles, y no hay oscuridad, esta justamente con el puente de rio de haya- dijo Len mientras señalaba hacia donde estaba el lugar –Te llevare ahí- dijo mientras sonreía –estoy seguro que ahí podrás verlo todo- dijo, Miku no estaba segura de eso, pero termino por aceptar.

En la tarde, ya casi por caer la noche, Len fue al hogar de Miku, (ya que ella le dijo en donde vivía), vestía de una camisa blanca y un short igual blanco, el toco la puerta de la casa de la Hatsune, la puerta se había abierto y apareció una mujer

-¿Qué se le ofrece?- pregunto, Len sonrió gentilmente

-Buenas tardes, vengo por Miku- dijo, pero la mujer no se veía muy segura –Confié en mi señora, no le pasara nada… solo quiero que Miku pueda ver los colores y la luz- dijo tranquilamente, la señora miro sorprendía a Len, por lo amable y sincero que había sido, así que ella confió en él

-Miku, te buscan- dijo la señora, Miku bajo con cuidado los escalones, cuando ella bajo estaba en un vestido para dormir, ella había olvidado que su amigo vendría

-Vamos Miku- dijo Len, mientras tomaba a Miku de la mano y la dirigía a ese lugar.

Cuando llegaron a ese lugar, era un lugar precioso, con una montaña a lado, y mucho árboles, justamente ahí es donde se posaba el sol, y abajo del puente en donde se encontraban había un rio, de agua cristalina, donde incluso podrías ver tu reflejo, y la oscuridad huía por las montañas, Len levanto su dedo hacía donde la oscuridad huía, pero Miku no podía verlo.

Len se decepciono de eso, él miro que el sol ya se iba, y llegaría algo mágico, cuando la noche llego, Len miro hacia abajo por unos segundos, luego de eso tomo a Miku de la mano y se aventaron del puente

-¡¿Que has hecho?!- pregunto Miku en un grito, ella no sabía por qué se había aventado, pero cayeron en un suelo, Miku toco el suelo, parecía como un camino, y así era, una camino de transparente se formaba cada noche, en ese lugar

-¿No es hermoso?- dijo Len mientras corría por ese camino, debajo de la luz del cielo nocturno, pero para Miku, ella creía que eso era solo un sueño, y a pesar que la luz de la noche y las estrellas brillaban tan intensamente, no lo poda ver. Miku no sabía que la luz rosaba por su mejilla, ni siquiera podía verla, Len dejo de correr para ir con Miku

-Len… no… no veo nada- dijo Miku algo decepcionada, Len miro a Miku muy triste, realmente él quería que viera ese hermoso lugar.

Espero que les haya gustado ^^ y esperare no tardarme mucho. Hasta el próximo capítulo!.