ADVERTENCIA: Este fic contiene Rape y situaciones explícitas que podrían ser algo sensibles para algunas personas. Si este tipo de historias no son de tu agrado, te recomiendo retirarte. Para aquellos lectores que alguna vez hayan leído el original de este fanfic, bienvenidos sean a la re-edición. Esto significa que muchos capítulos han sido cambiados de su origen y que hay capítulos completamente nuevos. Como la historia original fué escrita cuando todavía no se pasaba de la primer temporada la serie, la reescritura incluye personajes de la serie completa y la mención de algunos que solo Butch Hartman ha dado a conocer, así como regiones de Zona Fantasma que también ha mencionado hace poco. De igual forma, se da pie con pistas a la historia que sigue a las tres continuaciones de este fanfic, de manera que tengan una mejor sincronización y entendimiento entre todas. Sin más por añadir, muchas gracias a todos.

~Ayumi Von Tesla

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Episodio 1

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Aquella barranca cerca de Amity Park se consideraba el sitio más desolado y abandonado de todas las carreteras que cruzaban cerca de aquella pequeña ciudad, que nunca era tranquila por iniciativa propia.

Y aún así, algunos coches no podían evitar tener que cruzar por esta ya que se trataba de una de las entradas que dirigía casi al centro de esta, a pesar de que tenía que pasar al lado de una de las barrancas mas altas y peligrosas que existían en aquellos rumbos; no eran pocos los que conocían las historias que la circulaban y año tras año, los accidentes que se presentaban en aquel sitio al perder el control los vehículos, terminando por caer en sus negras fauces solamente provocaban que la mala fama que ya tenía, fuese acrecentándose.

Los nativos del sitio conocían la historia… pero muy pocos entendían la fría realidad de esta.

Y a veces… uno de los propios protagonistas de aquella, siquiera la comprendía del todo.

Era gracioso como la ciudad de los fantasmas, como comenzaba a ser conocida en los condados aledaños a esta a veces podía ser tan ignorante. Las luces de un coche que en aquella precisa noche avanzaban por el asfalto peligroso de aquella zona, cruzaron toda su extensión al girar con precaución en la ya conocida curva de la muerte, sin que ello a pesar de todo se reflejase en la única figura de un niño que se encontraba de forma imprudente de pie al borde de aquel precipicio de paredes agudas y cantos afilados, similares a grandes colmillos que aguardaban por su siguiente presa; los ojos grises de aquella criatura tan solo siguieron lo que parecía ser el único vehículo que transitaría por aquel lugar por ese día, terminando por dejar salir un suspiro cansino y guardándose las manos en los bolsillos de los gastados jeans.

Shane Haruna cerró los ojos con aburrimiento.

Era fastidioso pensar que uno de los de su clase terminase atado en una zona y región que no le correspondían en absoluto, dado la clase de espíritus que acostumbraban a rondar por aquellas cercanías; compuso una mueca de profundo desagrado tan solo de pensar en aquellos que se llamaban a sí mismos espíritus y fantasmas pero no eran mas que una burla y una payasada a quienes en verdad llevaban aquel apelativo a un grado que correspondía al temor y el respeto que se suponía, debían de imponer.

Sin embargo, la vida en aquel entonces le había jugado una mala pasada, y entre los fierros retorcidos que aún se encontraban perdidos entre la maleza del fondo de aquel barranco, había terminado atado durante largo tiempo a esa curva maldita.

Una maldición normal y reconocida de la tierra de sus antepasados se había convertido en el infierno personal de aquel chiquillo que había tenido que hacerse de un nombre por sus propios medios.

Aunque…

Apenas hacía poco, alguien le había hecho salir de los lugares oscuros y bajos de la zona donde solía encontrarse, para concentrarse en diversos trabajos que involucraban, irónicamente, aquella ciudad repleta de entes que no comprendían la definición de lo que era un "fantasma".

La brisa corrió suave, llevando consigo una luz que indicaba el inicio de una tormenta suave, cuyas gotas de lluvia comenzaron a golpetear contra el pavimento más sin embargo, al chico de pie lo atravesaban sin siquiera modificarse o dar muestras de la presencia de este; los ojos de aquel chiquillo se entrecerraron un poco y en un movimiento antinatural para los de su tipo, cambió de lugar las manos remetiéndolas por debajo de su chaleco de mezclilla, buscando un calor inexistente desde hacía años y a pesar de que el frío no debía de afectarle.

Pero las memorias eran fuertes.

Sin aviso, una espiral verde brillante rompió con la oscuridad de la noche y la tormenta, dando una luminosidad extraña y misteriosa al agua que se acumulaba en charcos y a las sombras que parecían exigir de regreso aquello que perdían al tiempo que una figura con grandes alas hacía aparición; la expresión de aquel chiquillo solamente se volvió mas fría pero no cambió el semblante, casi como si aquello correspondiese a una cita ya pactada con anterioridad. Y es que ciertamente, desde hacía bastante tiempo aquel sujeto le enviaba a sus esbirros varias noches continuas para otorgarle misiones; al parecer y después de intentos infructuosos con espíritus de la zona que le correspondía, había decidido por las medidas mas drásticas y mas peligrosas, acercándose al fantasma extranjero mas cercano al que tenía alcance.

Después de todo… el Fantasma Sugoi era del tipo que se consideraba peligroso para las vidas humanas.

-Niño…

Un buitre verde, con una cofia rojiza, lentes oscuros y canas revoloteó hasta quedar a espaldas del menor que ni siquiera se volteó a verle, lo que ocasionó que un temblor irritado corriese por el cuerpo del animal espectral.

-Mocoso!

Nuevamente, la indiferencia fue la respuesta recibida por aquella criatura que finalmente, rodó los ojos haciendo una mueca de fastidio. En verdad, odiaba ser enviado a tratar con aquel sujeto.

-Señor Sugoi…

El aludido hizo un movimiento que le indicó al ave que esta vez, se encontraba obteniendo una respuesta; Shane Haruna cerró los ojos y dejó salir un aliento que no existía, provocando que el buitre se enfadase y abriese el pico, bastante dispuesto a replicar su comportamiento

-Cada noche…- comenzó a decir con voz indiferente y seca- cada noche es igual… yo espero en este mismo lugar, tu apareces y entonces me dices que el amo Vlad quiere verme por que tiene un trabajo importante para mí- la criatura con plumas tragó un poco por la sequedad en la voz de aquel niño de cabellos plateados, que bajó unos segundos la cabeza para apoyar la barbilla en su pecho, clavando sus ojos sobre el suelo cada vez mas mojado- ya se ha convertido en rutina y no me ha traído ninguna novedad el haber aceptado unirme a sus trabajos

Su voz fue bajando de tono de poco en poco hasta hacerse casi inaudible

-Sin embargo- de nuevo su voz se alzó y sus ojos se movieron de lado para observar al buitre que dio un respingo ante aquello- siempre que me pague a tiempo y el precio que le he dado como cada vez, entonces, no tengo por que negarme, cierto?- la mirada del crío se volvió aún mas fría ante el nerviosismo de aquel esbirro menor- no tienes nada de que preocuparte Pietrov, iré de inmediato…

-Por supuesto, señor

La voz del ave sonaba tan amable, que fue demasiado evidente la falsedad detrás de esta que indicaba por supuesto, que a la criatura no le agradaba en lo mas mínimo el tener que hablarle a ese chiquillo, sin embargo, no podía negarse a las órdenes del fantasma híbrido debido a su poder, por lo que en un movimiento, el enorme pájaro se esfumó del lugar; Shane Haruna giró apenas la cabeza para ver el punto por el cuál había desaparecido aquel espectro y entonces, giró su cuerpo completo y avanzó apenas hasta quedar al borde del precipicio, observando la oscuridad debajo de este.

No estaba muy seguro de porqué, a pesar de los años y de finalmente haber adquirido la fuerza suficiente para separarse de su maldición, aún había un algo en aquel lugar que le atraía y le hacía quedarse durante largos períodos en el mismo punto.

La lluvia comenzó a arreciar pero aún sin afectar al chiquillo que finalmente, cerró los ojos y con un movimiento de mano, produjo un destello de luz muy diferente al de aquel buitre que ya había desaparecido, haciendo lo propio y dejando en silencio y en abandono aquella carretera, atacada por el aguacero e inclemente con quien quiera que se decidiese a pasar por el lugar.

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En Wisconsin, la noche no podía ser mas diferente que aquella que se presentaba en Amity Park, tantos kilómetros lejos de ahí.

El interior del castillo era inusualmente cálido, con las luces reflejando sus destellos anaranjados sobre las paredes de roca y diversos adornos de los Packers con una alegría y festividad que en nada tenían que ver con el carácter de quien les poseía en aquellos momentos; el muchacho recién llegado ahora tan solo andaba por los pasillos, con el ceño levemente fruncido y buscando con soltura pero sin prisa a quien le había hecho ir desde tan lejos, preguntándose que podía ser tan importante como para desperdiciar unas buenas horas de sueño.

Si, los fantasmas no necesitaban de dormir o eso se suponía… pero eso nunca detenía a unos pocos de disfrutar el intentarlo.

Y al menos a ese chico, le gustaba pensar que podía hacerlo.

O era mas bien que algo se lo permitía.

Una vez que llegó al tercer nivel, el crío de ojos grises se detuvo. Un ligero escalofrío le recorrió y apretó apenas los dientes, paseando su mirada por aquel largo pasillo tan iluminado como el resto del castillo y que no daba ninguna muestra de que algo inusual estuviese ocurriendo tras sus paredes; sacó las manos de los bolsillos y se las frotó brevemente, preguntándose el motivo por el cuál sentía esa inquietud extraña dentro del pecho cuando lo normal, era que él fuese lo mas peligroso que pudiese deambular en cualquier lado a esa hora.

Al menos eso sí lo sabía.

Aún con aquel híbrido de humano y espíritu vampírico, el chico japonés era simplemente letal. Aún muerto pero siguiendo con una larga línea de poder espectral venido de las tierras orientales, sabía que si había algo que separaba a los espíritus japoneses de los americanos, era la muerte que traían consigo; y sin embargo, esa noche parecía sentirse diferente… algo en el aire parecía haber revivido su corazón, que al menos en su imaginación parecía palpitar con velocidad y pesadez conforme seguía avanzando hasta que sus instintos le hicieron detenerse al lado de una de las puertas mas grandes y adornadas de ese sitio.

Un segundo después, vió confirmados sus sentimientos al observar como aquella criatura salía de la habitación, con expresión cansina pero aún así satisfecha.

Por donde se viese, Vlad Plasmius siempre había sido imponente. Dentro del espectro de espíritus que rondaban por aquella zona, era bastante consciente de lo poderoso que ese sujeto era por no decir, lo cruel, frívolo y malicioso que podía llegar a manifestarse en todos sus actos y sus pensamientos; y era justamente esa maldad existente la que había guiado a aquel híbrido a buscarlo para comenzar a llevar a cabo todos sus planes, algunos extraños, otros sin sentido pero si había algo que al menos el chico tenía en claro, era la necesidad de que estos se llevasen a cabo sin importar lo que fuesen.

Y eso incluía, herir a los seres vivos.

Y hasta ese momento, se había extrañado mucho puesto que era mas que conocido, el gran odio que le tenía a ese sujeto que se hacía llamar cazador de fantasmas, Jack Fenton y sin embargo, no le había pedido asesinarlo cuando no era una de las cosas a las que se veía impedido.

Entonces… qué era exactamente lo que tenía planeado detrás de cada trabajo que le ponía?

-Oh! Mi joven Sugoi… pero que agradable sorpresa!

El tono de voz burlón y animado de aquel sujeto, le hizo tragar discreto pero pesado, abriendo un milímetro más los ojos. Nunca, en todo el tiempo que había tenido trabajando para él le había detectado con esa aura oscura y perversa, de tal manera que por un segundo dudo de que en verdad fuese este; no tenía sentido aquel cambio, parecía que de una noche a otra se hubiese vuelto en una criatura aún más retorcida y cruel que nunca y se regodease en el poder que ostentaba en esos instantes.

Sin embargo, lo mejor que podía hacer… era disimular

-Tú fuiste el que me hizo llamar

Respondió por lo bajo y con un timbre aún más frío si podía, cubriendo su sensación de malestar; al parecer aquello había funcionado ya que el adulto había dejado escapar una fuerte risotada que seguramente, había asustado a varios de los espíritus que se movían por aquel castillo.

-Esas maneras tuyas- volvió a reír el adulto provocando que el chiquillo levantase una ceja- me encantan!

Aseguró ensanchando aún más su sonrisa

-Y siempre acudiendo a mi llamado… hasta pareciera que te pago por ello…

-Si no me pagaras, no vendría Vlad- replicó el de ojos grises cada vez más fastidiado y con ganas de largarse; no sabía que tramaba el híbrido pero mientras más pronto pudiera irse a trabajar, tanto mejor; el trabajo era lo único que lo mantenía activo y con la mente despierta y lejos de las cosas que lo enclavaban a un solo sitio- además… me sirve como entrenamiento. Ya sabes, mientras más te mueves más fuerte te haces… tú mismo haces lo propio, no es así?

-Hmm… se podría decir

Respondió con desparpajo el de cabello negro y en punta, volteando el rostro a un lado y agitando una mano mientras la otra la cruzaba por sobre el pecho

-Sin embargo, lo que más me agrada es lo mucho que nos parecemos- añadió con un tono más bajo pero divertido, flotando para darle la vuelta al otro que tan solo lo seguía con la mirada- no te importa hacer lo necesario para adquirir poder, lo usas para lo que necesitas y no tienes impedimentos en llevar a cabo tus cometidos- volvió a reír encogiendo un poco la cabeza y después, se enderezó con ambos brazos cruzados- es por ello, que te he convertido en mi mano derecha, un espíritu digno de confianza!

-Valgame…

El de ojos grises por primera vez dejó ver una sonrisa forzad, riendo entre dientes

-Con tantos cumplidos, hasta pareciera que me vas a encargar matar a alguien…- comentó para después, parpadear y volver a su gesto de hastío, con los ojos a medio cerrar- vas a pedirme que asesine finalmente al panzón ese? Te recuerdo que el cobro por servicios de dar muerte a los vivos, tiene un costo mucho más elevado que todo el resto de tonterías que me has estado pidiendo, incluido ese demonio de los bosques de los suicidas- advirtió frotándose las yemas de los dedos de una mano

Los ojos del fantasma más alto se abrieron durante un segundo para después, volver a soltar una sonora risa

-Asesinar? JAJAJAJAJA mi querido muchacho- continuó riéndose Vlad Plasmius hasta que finalmente, se retiró una lágrima de uno de sus ojos con un dedo- a pesar de lo mucho que me encantaría pedirte ese servicio, por ahora, no será necesario… de hecho…- junto ambas manos y volvió a sonreír con maldad- hoy no tienes que matar a nadie, el proyecto que tengo para ti, es infinitamente más sencillo e interesante que simplemente, deshacerse de una basura como lo es Jack Fenton…

-Era sarcasmo Plasmius- resopló el menor entornando los ojos- no tienes tanto dinero como para pagarme su muerte… y en todo caso…

La voz del chico se mostró curiosa y abrió uno de sus ojos un poco mas

-Qué clase de trabajo es?

-Uno que requiere de especial cuidado de tu parte- dijo el mayor esta vez mudando su gesto a uno serio- no puedo dejarle esta misión a nadie más puesto que el resto de inútiles que por lo general trabajan para mí, suelen ser derrotados con facilidad…

-Estoy de acuerdo con lo de "inútiles"

Musitó el de ojos grises haciendo un esfuerzo por no reírse… y es que Skulker y Technus no eran precisamente muy versados como para que aquel híbrido los quisiera contratar a cada rato a pesar de su torpeza…

-…y por lo tanto, te voy a ofrecer el triple de pago de lo que siempre acordamos- concluyó aquel humano de poderes fantasmales, volviendo a captar la atención de quien tenía delante

-El triple…- repitió Shane Haruna entrecerrando un ojo con extrañeza- y me dices que no tengo que matar a nadie?

Añadió moviendo un dedo en su dirección y girándolo en el aire como si tratase de comprender del todo el qué podría ser tan valioso, como para que le ofreciese una paga más grande; VladPlasmius asintió varias veces y volvió a juntar sus manos

-En efecto- aseguró el adulto con satisfacción al ver que al parecer, aquel chiquillo no se negaría- el triple y en efectivo inmediatamente cada día que trabajes para mi- aseguró el espectro con verdaderos animos; el de menor edad volvió a observarle con duda y cuando habló, lo hizo con lentitud y cuidado

-Y… exactamente… qué es lo que tendré que hacer?

-Oh! Bueno, como dije antes, algo que no creo que vaya a ser un gran problema para ti- aseguró el ser de ojos rojos moviendo ambas manos para quitarle importancia- solo tienes que…- colocó sus brazos tras la espalda mientras flotaba- cuidar de un niño…

El silencio se hizo presente en aquel pasillo, conforme las palabras del más grande le llegaban al menos, que se mantenía de pie en el mismo sitio, como si tratase de comprender; la ceja que ya había levantado, se alzó todavía mas y parecía que abriría la boca, pero logró mantenerla en su lugar. Pareció que iba a decir algo pero en su lugar, solo salió…

-Disculpa?

-Sé que no suena a la gran cosa

Se explicó Vlad con expresión preocupada, antes de volver a componer su gesto malévolo y alegre

-Pero creeme… no lo pondría en tus manos si no fuese importante para mí- dijo el híbrido sin mudar su gesto pero con un tono de voz que daba a entender que se tomaba aquello bastante en serio- los últimos fantasmas que me enviaste la última vez, lograron su cometido y capturaron este… interesante espécimen para mí…

Los parpados del crío volvieron a bajar a la mitad con expresión incrédula y fastidiada, observando a aquel sujeto que parecía en verdad interesado; entonces… aquellos demonios salidos de la oscuridad de las tierras de sus antepasados habían sido utilizados para la captura y retención de un chiquillo? Aquello era en serio?

-La misión que te daré, es la de asegurarte de que este mocoso no salga ni de la habitación ni del castillo, sin importar lo que te diga o haga… puede ser bastante engañoso si quiere- advirtió el espectro de piel azulada señalando hacia la puerta de la habitación que había abandonado momentos atrás- no será nada del otro mundo para ti, pero creeme cuando te digo que ese chiquillo es bastante peligroso… no te confíes en tus poderes por que de ser posible, va a asegurarse de eliminarte por completo…

Shane cerró los ojos y se pasó una mano por el rostro tomando paciencia antes de volver a hablar

-En verdad que necesitas una larga conversación con tu gata o con alguien que te ayude a centralizar esas raras ideas tuyas- se quejó el de ojos grises con fastidio- acaso me viste cara de niñera!?- esta vez el tono de voz del menor de edad era de completo coraje- soy el maldito fantasma Sugoi! Tengo a la mitad de espectros de la Zona Fantasma aterrados de que exista en sus territorios y más de uno quisiera verme desaparecer, los humanos se estremecen si saben de mi existencia en las cercanías! Los Observadores ofrecen cualquier deseo a los muertos por hacerme ir y tú, que me tienes a tu servicio me vas a emplear en mantener en su cuarto a un chiquillo!? Estas completamente loco, anciano…

Su voz se alzó de rabia más sin embargo, el adulto no parecía alterado, si acaso levemente precavido por el estallido del de ojos grises que ahora brillaban peligrosamente

-Imaginé que dirías algo así…- pareció disculparse Vlad con lentitud- sin embargo… y si te dijera que quien está encerrado es capaz de eliminar tanto como tú a los fantasmas que lo rodean pero que lo hace simplemente por el placer de verlos desaparecer?

Inquirió sonriendo nuevamente, al observar el interés que ponía el menor que ahora le observaba en silencio

-Es verdad, mi joven Sugoi… eres un espectro terrible, como es la naturaleza de los espectros orientales pero ustedes no suelen atacarse los unos a los otros, respetan su naturaleza como criaturas del otro mundo- el adulto de ojos rojos, flotó suavemente para volver a rodear al más joven y luego, le colocó una mano en un hombro- sin embargo… la criatura que he capturado, se dedica a destrozar a los fantasmas que viven entre los humanos sin importarle que estos vivan en paz… oh no… si sabe de algún fantasma que coexista con los seres vivos, se aparece y los hace pedazos

La expresión de Vlad se volvió severa y apretó su puño libre como si ello le molestara

-No todos los fantasmas son iguales, tú lo sabes… el rey del queso que vive en mi castillo lo hace en paz y no hay motivo para atacarlo, pero este… mocoso, de poder simplemente lo encerraría en uno de esos artefactos que lleva consigo y lo enviaría a la Zona Fantasma… si tuviera suerte

Continuó explicando a sabiendas de que el otro menor le escuchaba con atención

-Antes solíamos hacer lo que podíamos pero por ello, es que comencé a confiar en ti mis mejores trabajos, por que sé que solo alguien poderoso, podría hacerle frente a otro ser poderoso… no que yo no lo sea- se rió el híbrido con falsa modestia- pero…

-Por lo general sueles usar a Skulker para este tipo de trabajos… incluso, de querer podrías llamar a Walker…

-No, solo serían derrotados y además, en lugar de mantenerse firmes lo estropearían todo- replicó Vlad con un ademán de la mano- esta criatura, merece ser castigada por sus actos y finalmente, tengo la oportunidad de vengarme por cada fantasma del que se ha deshecho…

"Merece ser castigado… te has visto en un espejo?" pensó para sí mismo el de ojos grises observándole de reojo mas permaneció en silencio, antes de volver a ver en dirección de aquella puerta que con cada segundo parecía ser mas grande y tenebrosa…

-Te estoy confiando algo muy importante. No solo para mí, sino para el mundo fantasmal- continuó recitando Vlad, esta vez apoyando ambas manos en los hombros del chiquillo- sé que eres leal a tu trabajo y no te dejarás influenciar sin importar lo que veas, eres más fuerte que cualquiera de mis demás seguidores- le empujó lentamente hacia la puerta- además, no te estoy pidiendo demasiado… lo cuidarás para mí y solo cuando necesite a nuestro prisionero, nos dejarás a solas en la habitación y yo te pagaré el triple como acordamos… es un buen trato, no te parece?

Insistió el de ojos rojos, sonriendo de forma más amplia mientras que el chico de cabello plateado dejaba salir un suspiro de resignación y fastidio

-Tomaré tu silencio como un "acepto"

Se rió Vlad Plasmius soltando al otro y retrocediendo en el aire con satisfacción

-Entonces… lo dejo en tus manos, mi estimado Sugoi… que pases una buena noche

Se despidió el adulto cerrando los ojos e inclinando la cabeza, moviendo la punta de su capa hacia un lado para acto seguido, dejar salir una enorme risotada y desaparecer en una espiral de plasma mientras que el otro fantasma, le observaba con aburrimiento de reojo y aguardaba a que desapareciese.

-Cuidar de un niño…

Repitió el fantasma que había sido dejado a solas, mientras que colocaba una mano en la perilla de la puerta que tenía delante. No entendía en realidad por qué aceptaba aquel trabajo, tampoco era como que necesitase del dinero de aquel sujeto que desde un inicio, sabía que se encontraba mal de la cabeza; además, ni él mismo entendía por qué le molestaba el pensar en una criatura que fastidiase a los demás fantasmas, él mismo lo hacía, aunque… en realidad, si había algo que le daba la razón a Vlad, era que no solían "matarse" entre ellos… era como una promesa invisible y silenciosa, no importaba que tan sádicos fuesen los fantasmas en aquel universo, no se destruían los unos a los otros.

En muy raras ocasiones, al menos en la Zona occidental, aparecía alguno que no tenía escrúpulos para hacerlo pero…

Se mordió el labio.

Esa era una de las diferencias entre los espectros de su tierra y los de aquella. Si Vlad había conseguido capturar a alguien que en verdad cometía semejantes atrocidades en una región que se suponía, libre de esas cosas… entonces, quizá él debía de poner sinceramente de su parte para mantener a la amenaza alejada de los demás y custodiada donde no pudiese escaparse? No era como que la Zona Fantasma fuese muy segura para el mundo de los humanos y en ese caso, Vlad tenía razón al querer hacerse cargo

Sin embargo, tampoco era como que Vlad fuese un sujeto generoso y bondadoso, con deseos auténticos de ayudar a los demás…

Rodó los ojos y negó con la cabeza. Estaba pensando demasiado y aquello, solo era un negocio mas.

Soltó la perilla e hizo un movimiento para atravesar la puerta mas sin embargo y para su sorpresa, se sorprendió al golpearse con fuerza contra esta, terminando por abrir los ojos; aquella entrada estaba reforzada para impedir que ningún fantasma entrase o saliese. Volvió a parpadear y se quedó observando los adornos refinados de el tallado en la madera… no era que él no pudiese encontrar la forma de traspasar esa protección, pero… en verdad el sujeto del otro lado debía de ser de bastante precaución si el dueño de aquel castillo estaba empleando toda su tecnología en la protección de esas cuatro paredes.

Sacudió la cabeza y finalmente, se decidió a abrir la puerta e ingresar de la forma normal.

Solo se aseguraría de ver quien era su prisionero, daría un vistazo a la habitación y saldría para comenzar la aburrida y tediosa vigilancia del exterior.

La habitación en sí no era la gran cosa en comparación con lo que solía presenciar por lo general en aquel gigantesco castillo, cubierto de lujos. La oscuridad reinaba casi por completo y aparte por una puerta que le indicaba que probablemente, hubiese un baño, todo lo demás era sencillo; había una mesa con un espejo y una silla, un baúl gastado contra la pared contraria, una enorme ventana seguramente reforzada y cubierta completamente por una cortina gigante, gruesa, pesada y verde como todo lo demás en aquel sitio y por último, una cama de postes donde algo se removía y temblaba en silencio, cubierto por una cobija.

Levantó una ceja.

Había esperado ser atacado de principio por cualquiera que fuera el "niño" capaz de destruir a media Zona Fantasma como si nada y sin embargo, solo podía ver algo diminuto, arrebujado y en silencio sobre una cama que parecía demasiado grande para este.

Se acercó lentamente con las manos remetidas en los bolsillos y observó aquello durante algunos momentos para después, levantar una mano y tomar el borde de la cobija, para irla bajando con cuidado al no sentir ninguna resistencia por quien quiera que fuese el ser que estuviese escondiéndose por debajo; cuando finalmente pudo descubrir una buena parte, sus ojos se abrieron grandemente por lo que presenciaba, sin saber muy bien que pensar al respecto. Cuando Vlad había dicho "niño", una parte suya había querido creer que no lo decía de manera literal y sin embargo, en efecto, se trataba de un niño humano.

Pero no cualquier niño humano.

Había escuchado historias antes sobre aquel, no había tenido la oportunidad de enfrentarlo y en realidad, tampoco era algo que le atrajese al considerar ridículo que apenas un vivo de la edad de quien tenía delante fuese capaz de barrer con cada uno de los espectros que salían al mundo de los vivos… y sin embargo, viéndole detenidamente casi podía asegurar de que se trataba de quien había escuchado en mas de una ocasión, ser el protagonista de los sueños de destrucción y rabia de más de uno de sus clientes.

Sacudió la cabeza antes de observar con lentitud cada una de las marcas que sobresalían por encima de la blanca piel de aquel chico, sin atreverse a ver mucho mas abajo y tan solo imaginando, por la forma que tenía aquello hasta donde había llegado el nivel de depravación del híbrido que le tenía contratado.

Benditos dioses… una cosa era que le mintiesen descaradamente… pero llegar a eso!?

Definitivamente, Vlad Masters era un pervertido con todas las de la ley.

El chico de cabello plateado tragó en seco y después compuso un gesto de auténtico asco. Que tan grande era el nivel de maldad que se escondía dentro del pecho de ese infeliz como para usar de una forma tan salvaje y siniestra a un chiquillo que técnicamente era apenas y mas grande que él mismo? Comprendía hasta cierto punto las historias que habían llegado hasta sus oídos sin presenciarlas en absoluto, pero observando la figura delgada y herida del chiquillo en la cama, que se removía y emitía algunos gemidos de dolor, le parecía incluso imposible que fuese todo lo que le habían contado.

Mitad fantasma como el propio Plasmius y un fastidio y gran enojo para una buena parte de los habitantes de Zona Fantasma.

Se talló los párpados intentando acomodar sus ideas cuando entonces, el niño en la cama abrió los ojos dejando ver el miedo y el dolor en el azul de estos para luego, dirigirlos con velocidad hacia el propio Shane Haruna, que se quedó estático ante la expresión que parecía chocar contra él en oleadas que le dejaban sin ser capaz de razonar.

-Quién eres tú?

La voz de quien estaba en la cama salió golpeada y en pánico, evidentemente alterada por lo que fuese que hubiese sucedido horas antes y sin darle oportunidad al otro de reaccionar; el chico de ojos grises apenas separó los labios, sin saber que respuesta darle ya que aún la sorpresa de lo que estaba pasando en realidad le golpeaba con la fuerza de un muro y aún trataba de reponerse; un pensamiento, uno solo que parecía haber surgido tan veloz como el hecho de estar delante de una leyenda por sí misma le resonaba desde alguna parte de su cerebro… dejarle ir… hacer lo correcto, por que eso era lo único que tenía sentido.

Pero…

El fantasma Sugoi entornó los ojos y se acercó al otro que se inclinó hacia atrás, con un dejo de confusión y temor en la mirada, especialmente al sentir como los dedos fríos del otro le tomaban de la barbilla para mirarle con fijeza durante unos instantes para después, ser soltado de golpe y dejado en donde se encontraba al tiempo que la figura del fantasma ahora le daba la espalda y se alejaba en dirección de la puerta, con expresión de profundo fastidio y molestia, como si algo en todo aquello lo hubiese ofendido

-Quién eres tú!?

Volvió a exclamar el chico de ojos azules aferrando con fuerza la única pieza de tela que cubría su cuerpo, sin saber que hacer al respecto por el hecho de estar frente a una criatura desconocida para él… y finalmente, el otro se detuvo delante de la puerta sin voltear a verle

Shane permaneció en silencio un segundo

Una misión.

Aquel niño solo era una misión, un trabajo por el que le estaban pagando y nunca había fallado en ninguna de las peticiones que le habían hecho; por mucho que rabiara de coraje, por mucho que odiara a Plasmius por lo que le estaba rebajando a hacer… solo era eso, trabajo.

-Para ti… soy el fantasma Sugoi- respondió con lentitud el de ojos grises, observándole por encima de un hombro y percatándose de que los horrores en la mirada de aquel chiquillo, seguramente solo eran el comienzo de algo peor- considérame tu vigilante y carcelero. Si intentas huir… si acaso siquiera lo estás pensando… lo que te ha pasado, no será nada en comparación con lo que te haré yo. Has entendido?

Pudo ver el momento en que las lágrimas amenazaban con salir de los ojos azules de aquel niño, pero aún así, se dio la vuelta y salió de aquella habitación de la misma manera en la que había ingresado, dando un portazo y maldiciendo en silencio, el haberse alejado aquella noche de la fastidiosa tormenta que asolaba en aquellos instantes Amity Park; de alguna manera, tenía el presentimiento de que hubiera estado mucho mejor en cualquier parte, la que fuese… en lugar de haber tenido que presentarse en ese castillo donde se temía, solo estaba comenzando una larga temporada de horror

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