Disclaimer: En primer lugar esta serie y copyright con todos sus personajes pertenecen a Yoh Yoshinari creador de esta serie, al igual que otros relacionados con la misma. Así que nada es mío.

Advertencias: Siempre las doy al principio de la historia de los fics que escribo, aclaro que escribo historias porque me gusta y no quiero sorprendidos, ni sorpresas, ni lloros de nadie con respecto a la pareja de la historia, por otro lado este fic tienen shonen, y con algo de yuri en menor grado, gracias.

❤️ 🎀 Notas de la Autora ❤️ 🎀: No sé si esta será la primera historia de esta saga prácticamente nueva, dirigida a un Fandom especial, de la pareja Akko Kagari x Andrew Hanbridge. (¡Ya saben si no encuentras algo que te guste escríbelo!). El fanfic es un romance, shonen típico, que contendrá escenas pues un poquito pasadas entre ambos personajes y otras aventuras que no durara más de 7 capítulos o quizá si veo que da para más hago una segunda parte del a historia o la extiendo, depende de como me vaya, no contiene violencia, pero si acción y posible muerte. Para los fans de la pareja pues a disfrutar es todo. Mis fics son escritos en universo alterno y quizás puedan tener cambios bruscos en ambos personajes, pero en esta historia intentaré mantener los personajes lo más fieles posible. Es mi primera historia de este tipo que escribo que no sea muy 'AU'.

Agradecimientos: A ustedes lectores por leerme, de paso os doy gracias por dejar un comentario o darle favorito en la página. ¡Es muy motivador para mí! Así que a disfrutar. 💜


Prólogo |Misterio| seis años después de los eventos de la serie...


Mientras la maestra 'Úrsula' se sacudió el vestido dentro de su primera clase del año, recordó que debía decirle algo importante a Akko sobre una misión. Pero aquello acontecería luego que terminara de poner el examen a las nuevas y pequeñas brujas, eso y hacer otras resoluciones para completar el día. Habían pasado seis años desde que entraron las mejores chicas.

La maestra detuvo su mirada a través del vidrio de una de las ventanas, poco preocupada, pero siempre con una sonrisa a medias en su rostro, viendo el reflejo de las tres adolescentes más testarudas de la escuela en su momento. Akko, Lotte y Sucy; quienes estaban sentadas en una se las sillas del jardín principal.

— Vaya que han crecido bastante nuestras pequeñas flores, aunque todavía les falta cosechar lo sembrado estos años, quiero verlas convertidas en grandes brujas, sobre todo a ti Akko… — Sonrió.

— ¿Lo recuerdas Akko? Tú primera vez al entrar a la escuela y tu manera caótica de expresarlo todo a gritos, tú primera palabra con la vara brillante… Noctu Orfei Aude Fraetor… y tu enorme fe en… Chariot lograron devolver la magia de las estrellas a Luna Nova — Susurró Úrsula para sí misma recordando aquellos momentos inolvidables.

Fue entonces cuando apareció e irrumpió los pensamientos de Úrsula, la molesta señora Finnelan—Huum, todavía recuerdo a esa mocosa '¡Voy a ser como Chariot!' y no paraba de hacer desastres por toda la escuela, avergonzándonos, si tan sólo tomara el ejemplo de la señorita Diana Cavendish, toda una excelente estudiante, sería mucho mejor, quien ahora ha asumido el rol de llevar el mando de su familia.

Úrsula frunció el ceño acomodando sus lentes con el índice de su mano izquierda, y por supuesto, con una leve expresión de desagrado ante lo dicho por la profesora. — No se equivoque, es verdad que el linaje de Diana es bueno, pero estás chicas lo han dado todo y sobre todo Akko, a quien le ha costado un poco más llegar a donde está ahora, pero nada que la magia que yace en su corazón, no pueda superar.

Dicho esto, Úrsula-sensei se retiró de la ventana al momento justo que toca la campana de culminación en la primera clase. Las chicas nuevas entregaron sus hojas a la maestra, quien no hizo más que recoger y retirarse sin decir mucho. —Suerte Finnelan.

La profesora Finnelan hizo una leve mueca de fastidio, porque como bien saben, ella es fiel seguidora de los valores y demás cosas destacables en esa academia, como también una mujer observadora. En lo que respecta a Akko, la chica no se había ganado del todo su aprecio ciertamente. La profesora se fue a la biblioteca de la escuela a terminar uno de sus trabajos para la dirección de la escuela. — El tiempo lo dirá profesora Úrsula.

|Mientras tanto en el Jardín| Eran las Ocho Horas de la mañana.

Sucy parecía observar al cielo desorbitada, pero en realidad perseguía a un bicho que sobrevolaba a su alrededor y quería atraparlo, pero sin fallar en el intento. Aquella especie parecía ser un escarabajo que desprendía un fuego de color verde, muy raro en esa época del año. Seguramente le serviría para uno de sus tantos experimentos con plantas y hongos venenosos.

Entonces Sucy sonrió con estilo, sí, así media drogada y aquella sonrisa en el rostro se le extendió más, cuando rápidamente alzó su varita y lo atrapó exitosamente. — Lo tengo.

Lotte mirando la escena de Sucy, soltó un suspiro de aburrimiento. Sacó un libro de esos que le gustaba sobre la magia y la historia para matar el rato. Pero no sin antes echar un ojo a sus compañeras, quienes 'parecían' estar como siempre. Primero pensó que Sucy seguía siendo la misma chica misteriosa, estaba allí aprovechando la más mínima oportunidad de atrapar algo, tan sólo para experimentar con sus nuevas pócimas.

Y Akko… pues se veía un poco callada ese día, ¿Le pasará algo?, aunque de un año para acá la chica se había compuesto un poco o bastante, — Akko…Oye Akko— Le habló la joven Lotte insistente. Sin embargo ella no parecía responder, así que le metió un pequeño pellizco en el brazo de adrede.

La señorita Kagari reaccionó de inmediato con un grito lógicamente. — ¡Ay! ¡Lotte! Eso ha dolido…

Lotte sonrió con el libro entre abierto entre los labios mientras murmuraba, — Pero si sólo fue un pellizquito— Sin poder ocultar una sonrisita de esas pícaras y Sucy siendo cómplice de las bromas de Lotte.

— ¡Eh! ¡Todavía no me he convertido en una gran bruja! — pensó ella. — Pero…con todo lo que aconteció hace seis años, creo que más alegre no pude estar con devolver la vida al escuela, conseguir superar a Chariot, sé que todavía me falta más, sin embargo estuve pensando en otras cosas… que también son importantes en la vida de una chica, ya saben…

Sucy se le quedó mirando a Kagari, la verdad es que cada cosa que ella decía podía llamar su atención. Claro no iba expresar ningún gesto previo a los hechos. ¿Qué le podría importar Akko aparte de sus sueños de convertirse en una gran bruja?

Lotte cerró el libro y lo dejo de lado, — Creo que ya sé por dónde va esto, pero no voy a especular.

Akko asintió ante aquello nerviosa, — La vida al llegar a ser adultas veo que se hace cada vez más complicada, y no es que yo he perdido mi esencia de ser ¡Claro que no! ¡Todavía tengo mucha lata y energía para patear al mundo! — Gritó tan fuerte que espantó a todas las aves del jardín y conmocionó a las estudiantes que pasaban por allí. Siempre tan escandalosa, ¿no?

Pero al rato, la chica se sonrojó de vergüenza e hizo silencio, haciendo que Lotte y Sucy se rieran a carcajadas de ella.

—Oye Akko, entonces cuéntanos, queremos saber —Dijo Sucy.

Akko no quería admitirlo y su cara se puso como un tomate, — Bueno es que es complicado, yo… — esas palabras estaban trabadas entre sus labios no querían salir. Pero era cierto que envidaba un poco a Lotte, quien podía echarle un cable ya que era novia de Frank, el amigo Andrew… y Sucy pues jamás nadie se lo esperó, pero salía con la bella y extrovertida Amanda O'Neill.

— No he visto Andrew desde que todo acabó, y la verdad es que siento que quiero ver a ese cabrón, seguro está ocupado con sus cosas de 'vizconde'—. Soltó prenda demasiado rápido para ser cierto. ¿Qué habrá sido de su vida?, luego de que Luna Nova recobrará el poder la magia y las brujas se hicieran más poderosas, aquel chico pareció abandonar sus expectativas aquella vez, ni siquiera se despidió de ella. ¿Habrá logrado encontrar sus sueños Andrew y realizarlos?

Sucy la miró. —¡Eh? con que al final admitiste que te gustaba tu príncipe — añadió con una sonrisa macabra de oreja a oreja. Entonces sonó el móvil, sí, Sucy sacó una móvil y vio un mensaje de Amanda. — Nos vemos luego.

Sucy salió disparada en su escoba, porque parece que su amada Amanda tenía una emergencia loca de amor y de esas aventuras locas. Así que se fue despidiéndose.

Lotte tomó su libro sonriendo y se levantó enérgica como determinada a hacer algo por su amiga, pero claro sería una secreto de urgencia. — ¡Akko! ¡Ya es tiempo de que lo aceptes! Tengo una gran idea, nos vemos estar tarde en uno de los café de la ciudad, ya te enviaré un mensaje.

Akko se quedó asombrada al ver a Lotte dejarla sola también, ¿qué estará tramando ahora?, parpadeo varias veces desconcertada. — ¡Demonios ahora se largan y me dejan sola!

Al sentir la mirada pesada de las chicas de primer ingreso, se llevó una mano a la nuca y sonrió nerviosa por el grito que pegó nuevamente. — jejeje… Lo siento.

Luego de tal arrebato, Kagari volvió a su estado pensativo. Por lo que fue a buscar a Úrsula o mejor dicho a Chariot, a sus aposentos. La chica tocó y tocó varias veces. — Parece que no está…

— ¿Akko-San? — Titubeó una suave voz por detrás de ella, varios metros de su espalda, acercándose lentamente. Era la maestra Úrsula; es como si el cielo la hubiese escuchado en el momento adecuado y se la hubiese traído sin reproches.

La chica de cabellos castaños se dio media vuelta al oír su voz, su semblante parecía estar…algo distante, decaída y con la mirada en el piso. Entonces comprendió que el mundo no sólo era la magia, los sueños y los hechos que suceden todos los días. Si algo le hacía falta, era algo importante que le hiciese más amenos sus maravillosos momentos de la vida.

— Valor, un sentimiento puro, una aventura, una persona y un poco de música— se acercó diciendo su sensei tomando la forma de Chariot. — ¡Dime Akko! ¿Qué te dice el corazón? ¿Crees que ya es tiempo o el tiempo viene a ti?

Akko alzó la mirada al cielo y el Shiny Rod brilló con fuerza, desde su corazón se sintió esa enorme vibración emanar con gran libertad, como teniendo la respuesta y a la vez no. — Si algo he aprendido es que todas las cosas en su tiempo vienen, dijiste que cuando madurara volviese a la entrada de Polaris y ese momento se acerca, lo siento dentro de mí... pero hay algo que debo completar primero, no sé...

Chariot sonrió satisfecha, dando una nota y un libro a la chica. — Una misión importante has de completar en corto tiempo antes de que vayas a Polaris, y luego debes aclarar tus dudas, alejando el miedo y dejando entrar aquello que te complementa.

Los ojos de Akko brillaron al oír sus palabras, asintiendo ante aquello que dijo. — ¡Ah jamás pensé que sería tan complejo! ¡Anda! — dejo salir todo en ese momento llena de determinación y desapego. — Gracias sensei esto era lo que necesitaba, un poco de aliento para conseguir las respuesta que necesito.

Chariot entró en su habitación despidiéndose de ella por ahora. — Cuando nos volvamos a ver tomaremos un té y comeremos, supongo que ahora tienes cosas que terminar, entre otros asuntos de vital importancia Akko.

— ¡Por supuesto! — expresó con entusiasmo la chica. — Voy a ver de qué va esto, debo buscar a Lotte y Sucy más tarde, ambas están ocupadas ahora mismo, todo depende de este papel que me acaba de dar, pero ya veremos.

Kagari se fue a donde nadie más la molestara, un lugar oculto bajo tierra, es una amplia habitación llena de secretos y libros. Sí, allí donde empezó a hacer sus estudios sobre la magia avanzada hace un año, uno que sólo ella y Chariot conocían por suerte.

Entró y cerró la puerta, poniendo el libro sobre la mesa. — Estoy lista para esto o eso espero...

La chica se sentó y respiró hondo cerrando los ojos, haciendo aquel ejercicio de calma que le había enseñado Chariot en su momento, y que le costó muchísimo aprenderlo. Pero como todo era superado, tanto que en tan sólo un instante su entorno se suavizó drásticamente, no había ruido alguno, polvo alguno, nada, sólo estaba ella sola emanando gran cantidad de magia a su rededor, destellos verdes platinados salían de su cuerpo en forma de energía radiante.

¡Espíritus de los cinco elementos vitales! les doy gracias por tenerlos conmigo siempre, Espíritu del aire préstame su destreza, Espíritu de la tierra préstame tu resistencia, Espíritu del agua préstame tu fluidez y espíritu de fuego préstame tu pureza y Espíritu de las estrellas préstame tu sabiduría sobre los próximos acontecimientos.

El suelo tembló durante diez segundos y luego se detuvo. Akko pudo sentir como los elementos la rodeaban para protegerla de cualquier acontecimiento inesperado ese día, ellos danzaban como pequeñas hadas a su alrededor y brillaban desprendiendo olores embriagantes y suaves como flores. Seguro que Sucy quedaba loca por sentirlos alguna vez. Akko sonrió finalmente. — Vamos a ver que misión tan importante es…

Puso el papiro sobre la mesa sosteniendo las cuatro puntas del papel con magia. Akko se sobresaltó al observar el mismo con detención, ¿una historia?, bueno una historia que ocurría en un lecho, una historia extraña, quizá pasional, a simple vista parecía algo simple, ¿acaso eso era tan importante?, quizá...

"El Sagrado templo del anochecer

Hacia el sur de la colina has de ir, donde las primeras montañas se levantan, más allá del bosque prohibido, cruzando el río un templo sagrado encontrarás, tú decides si sola al anochecer morirás o en compañía al amanecer vivirás y te cuento esta historia fugaz...

La luna en verano calienta el corazón del afligido amante, la luna en primavera resplandece los ojos de un noble caballero, la luna en otoño regocija los labios de una dulce dama y la luna en invierno seca el llanto de los ojos de esos amores fugaces, presta y mira con atención las palabras escritas en el cielo...

Bruja Tusca mira a Tula, el vaso que lleva, viene y va bailando al ritmo del ajenjo, es el nuevo sube y baja del caballero con la sotana, bailando vea a la caperucita roja en la habitación, pero es su último paso es tirarse al piso como resignación, donde la luna ser ríe, rebosa y goza con ambos en su esplendor y el caballero abre la puerta con amor para marcharse lejos de la ambición humana.

El sol ardiente nace por la mañana, un nuevo día brilla, un alma nueva baila en las entrañas de la madre tierra y el padre fuego, quienes no se separan ni siquiera al anochecer".

Akko se quedó muy sorprendida como una pequeña niña con tan pocas líneas de un fascinante cuento, incluso desentrañó el secreto tras esa extraña historia, ¿buscar una llave y abrir una puerta de una habitación roja?, aquella nota lo decía todo y no decía nada, pero no sabía si ir sola o con las chicas a desentrañar un nuevo y peligroso misterio.

Tampoco podía preguntarle a la Chariot con quien es conveniente ir o no, ya que era su misión descubrirlo. Sin embargo su curiosidad era tan enorme ahora, que al menos si iba sola y echaba un vistazo, quizá no pasaría nada. El miedo estaba allí, dentro de ella corriendo en sus venas, pero esa la adrenalina única la llamaba, ¿era un imán para los problemas no?...

Akko sacudió su cabeza de un lado a otro rápidamente y luego se golpeó los cachetes con ambas manos para ver si se animaba, haciendo pucheros como niña, — ¡Ahhhh! ¡No sé qué hacer Úrsula-sama! — Gritó.

Luego se volvió a tranquilizar y procedió a abrir el libro que le dio Chariot, y en realidad no tenía nada escrito adentro, estaba en blanco, por lo que pensó que era una broma, o quizá había otro misterio con respecto al libro; como esperando a ser desentrañado tras esa misteriosa aventura, si es que se arriesgaba a ir.

Kagari no lo pensó más, porque pensar mucho hacia mal. La chica se levantó de la silla rebosante de euforia saliendo de ese cuarto oscuro donde se encontraba.

— ¡Está decidido! ¡Tengo que ir así sea sola a explorar ese templo! Seguro que no pierdo nada…

Al subir se pone su capa negra, cubriéndose el rostro y asegurando que nadie de Luna Nova la vea partir, creo que era buena hora del día para echar un viaje hacia el famoso templo sagrado y conocerlo, así sea sin Lotte, ni Sucy. No siempre querrá depender de ellas, quizá sea la peor decisión que ha tomado jamás, o quizá no, pero es necesario intentarlo todo.

— Allá vamos.

La chica se fue pilar tras pilar, escondida, hasta llegar al patio trasero de la escuela para montar en la escoba, ¡Por fin lo había logrado! usar la maldita escoba. En eso, sin darse cuenta que había captado la atención de alguien en particular, pero alguien que la seguiría de ser necesario, porque sabía que esa estúpida se metía en líos siempre que inventaba algo nuevo.

— Oye... tú, bruja llévame en tu escoba parece que te quieres meter en problemas.

Akko se sobresaltó al escuchar una varonil voz, volteó la cabeza hacia un lado y se asustó al ver a un desaparecido. Pero a la vez y por inercia no pudo evitar sentir una emoción fuerte en el pecho, ni disimular un poco su alegría de verlo, — ¡Andrew! ¡Ni hablar no irás conmigo! — Dictaminó con suma opulencia la chica, estaba decidida a no meter a nadie más en esto.

Pero Andrew tan testarudo como siempre, al ver que esta no lo quería llevar.

— ¡Así es como me das la bienvenida a este lugar?, entonces si no me llevas, ¡Le diré a la directora que vas a hacia el bosque prohibido! o quién sabe dónde.

Akko apretó con fuerza la escoba frunciendo el ceño molesta, bajándose de la misma se le acerca al chico como siempre de gritona, pero no sin antes ver lo cambiado y guapo que estaba, aun así necesitaba reclamarle con algo de bulla.

— ¡Quien te has creído! ¡No vengas a Luna Nova a amenazarme engreído! Además, donde están tus supuestos "asuntos políticos" que debes atender eh…'vizconde' Hambridge...

Andrew mantuvo el silencio durante un rato mirando a la chica cara a cara, pero con una leve sonrisa, en ese aspecto vio que no cambiaba su carácter. Por un lado sabía que Lotte, Sucy y Frank los estaban observando bien escondidos desde un lugar en el jardín, después de todo, fue idea de Frank ir a ese lugar, no suya, pero tampoco era que le molestase, ya que hace tiempo no veía a Akko, y vaya ha crecido, no estaba nada mal y tenía buenos pechos, de hecho se le acercó un poco más.

— Entonces permíteme que te lo pida de forma amable, como aquella vez que nos conocimos con aspecto de coneja, me gustaría ir contigo señorita Kagari.

Continuará...