Yakko dejo su té a medio terminar, mientras una ceja levantada, era la única muestra de escepticismo ante el extraño arrebato de la menor de los hermanos Warner, deposito el new york time que estaba leyendo sobre la mesa y le presto toda la atención que en esos momentos requería su hermana
-¿Puedes repetirme la cuestión? si eres tan amable – pregunto intentándole dar una oportunidad para rectificar su extraña petición
- Quiero ser tu novia – inquirió la chica de unos dieciséis años mirándolo seriamente, oh al menos tan seriamente como se podría decir de un dibujo animado
El chico respiro levemente mientras se ponía de pie – si esto es una broma - intento decir al instante de sentir sobre su cuerpo un peso extra mientras unas manos juguetonas lo tomaban seductoramente del cuello y la suma de esos movimientos sorpresivos lo hacían recular en sus pasos hasta quedar peligrosamente recargado en los gabinetes de la cocina
- Yo no bromeo con estas cosas Yakko – susurro peligrosamente la única chica de la habitación, mientras posicionaba ambas piernas de una manera que le daba cobijo al miembro semi erecto de su hermano mayor, dejando que la cola jugueteara alegremente ante el momento de felicidad experimentada en ese momento
- Yo – replico el chico intentando obtener aire, Dot estaba llevándolo sospechosamente a su límite, hacía meses que no tenía ningún contacto de ese índole y ahora, su hermana se aventaba prácticamente contra ella y lo peor, sabia su debilidades, podía obsérvala claramente suavizando sus labios ante el posible encuentro con los suyos, además de experimentar una gigantesca corriente eléctrica que recorría todo su ser a una velocidad inusitada, trago un poco de saliva él era el más adulto de los tres, el tenía que tener auto control, pero el maldito auto control era demasiado en especial en los días que ambos atravesaban
- Yo – musito el chico mientras ágilmente se zafaba de esa erótica caricia y salía diplomáticamente de la cocina – yo no puedo Dot – mascullo evitando que su hermana notara su gigantesca erección en esos momentos, tomo su celular la cartera y sus llaves y salió de la casa antes de cometer ninguna estupidez
Dejando a una extrañada e insatisfecha mujer detrás de él, que simplemente se limite a servirse un poco más de té y sentarse en la silla anteriormente ocupada por el mayor de los hermanos, mirando hacia el interior de la misma
- Tendrás que regresar algún día hermano - exclamo con una ligera sonrisa diga del mismísimo Joker – tendrás que regresar
