Espejo de Oesed
Lo que todo mago desea, esta escrito en el fondo de su corazón, que podrían querer 4 jóvenes amigos que lo tienen todo, o casi todo.
Capítulo 1: La Magia de Oesed
Los Merodeadores deambulaban por los pasillos del castillo de Hogwarts envueltos en una capa muy especial que con suerte les cubría las piernas, eran más de las 2 am y buscaban provisiones para acabar la 5ª mano de póker, por ello se dirigían a las cocinas lo más rápido que les permitía la estrechez de la capa y sus cuerpos más desarrollados después de 6 años en el colegio.
- Colagusano¿podrías, por favor, no pisarme? – exclamó molesto un alto jovencito de cabello y ojos dorados.
- Lo siento, Lunático, no puedo ver por donde vamos – respondió una segunda voz, proveniente de un chico que sólo le llegaba al hombro primer chico, tenía unos ojos azules asustadizos y cabello castaño claro.
- ¿Quieren dejar de murmurar idioteces? – respondió un mal humorado un tercer joven, tan alto como el primero con unos impresionantes ojos grises y un cabello negro azulado algo largo.
- Chicos, viene Filch – dijo un cuarto joven igualmente alto que sus dos amigos, usaba unas gafas redondas que cubrían unos ojos color castaño oscuro que hacían juego con su cabello negro y alborotado.
- Escondámonos – dijo asustado el más bajito de ellos, Peter.
- No seas estúpido, Peter, los merodeadores nunca corremos a escondernos – respondió James con una mirada severa.
- No a menos que la prefecta perfecta este a punto de encontrarte robándole su brasier – dijo Sirius con tono burlón antes de comenzar a reír.
- Canuto, creo que no eres el indicado para hablar de eso después de la escena que montaste con el novio de Clark hace unas semanas – respondió algo mosqueado James.
- Ya déjense de decir pavadas y cállense, que Filch esta por doblar el pasillo – dijo Remus mirando atentamente un desgastado pergamino.
- Es aquí donde los viste, mi pequeña dulzura – habló un hombre añoso medio calvo dirigiéndose a una gata de ojos ambarinos que parecía observarle con la misma devoción que él a ella. La gata maulló y se acercó a donde se veían los pies de los merodeadores bajo la capa – ya sé que están ahí, aunque no los vea, no se reirán de mi esta vez.
Los cuatro jóvenes no podían parar de reírse intentando en vano que no se les escuchara, Sirius notó una puerta en medio del pasillo, la abrió, entrando los cuatro en un gran salón algo tenebroso, justo antes de que Filch pudiese alcanzarlos y cerraron la puerta con sus varitas.
- ¿Qué lugar este? – preguntó Peter, asustado con la oscuridad del lugar, sólo la luz de la luna iluminaba el lugar.
- Aún no me explico¿Cómo es que no sabes donde estamos, si eres uno de los creadores del Mapa del Merodeador? – dijo algo molesto Sirius. Peter se sintió algo avergonzado.
- Ya Basta, Canuto. – regañó James a su amigo.
- Estamos en el antiguo salón de defensa contra las artes oscuras, Peter – dijo amablemente Remus, mientras observaba distraído la media luna.
- Chicos, miren, tienen que ver esto - Sirius observaba un elegante espejo en medio del salón, que tenía unas palabras grabadas.
- ¿Un espejo? – preguntó extrañado James.
- ¿Qué tiene de emocionante un espejo? – dijo Peter riendo brevemente.
- No es cualquier espejo, Peter – dijo maravillado Remus mientras analizaba el espejo rozando levemente las palabras grabadas en un extraño lenguaje – es el espejo de Oesed
- ¿Es el espejo de que? – preguntó el más pequeño de los merodeadores
- El espejo de Oesed, es un espejo mágico a través del cual cada persona que se observa en él puede ver reflejados sus más profundos anhelos y deseos.
- ¿Cómo sabes todo eso, Lunático? – preguntó Sirius interesado, intentando ponerse frente al espejo.
- Lo leí en un libro
- Porque no me sorprende – dijo James antes de suspirar – será interesante ver que es lo que nos dice el espejo.
- No, Cornamenta, lo mejor será que nos vayamos a dormir, este espejo ha enloquecido a grandes magos, que se consumieron frente a este espejo – dijo Remus mirando con recelo el gigantesco espejo.
- Tonterías¿Qué podrá hacernos un pedazo de cristal? – dijo Sirius despreocupado.
- He dicho que No – dijo alzando la voz el merodeador de ojos dorados, con una inusual severidad en su voz, lo cual logro que James y Sirius lo analizaran con la mirada, como evaluando si debían desafiarlo o no – no sé porque este espejo esta aquí, pero les aseguro que no puede traernos nada bueno, así que vamonos de aquí ya, regresemos a terminar esa partida de póker que dejamos inconclusa.
- Como tú digas, Lunático, todo sea porque no se te alteren las hormonas y te pongas sensible, con una vez al mes nos basta y nos sobra – dijo Sirius con una sonrisa impecable, mientras unos ojos dorados le fulminaban con la mirada.
- Salgamos, seguro Filch debe estar dormido haciendo guardia detrás de la puerta – dijo James apuntando con su varita la cerradura de la puerta que se abrió inmediatamente.
En efecto, Filch estaba sentado en una silla "vigilando" la puerta del salón, del cual salían los merodeadores, con su gata en el regazo dormida profundamente.
Los cuatro jóvenes se ocultaron nuevamente bajo la capa que los volvía invisibles y comenzaron alejarse, no sin antes vestir y pintar a Filch de payaso y hacer multicolor el pelaje de la gata, sin que estos despertasen.
Sin embargo, cada uno de ellos se fue de ahí pensando sólo en una cosa¿Qué les mostraría el famoso Espejo de Oesed?
La magia de Oesed les sedujo, a tal punto que pronto, uno a uno, volvería a visitar aquel olvidado salón.
Nueva historia!
Será una serie de Drables, con Povs de los Merodeadores Lily y quizás Snape.
Bien, Se aceptan comentarios, flores o alimentos en estado dudoso de maduración, según como gusten.
Proximamente: Sirius frente al espejo.
Besos. Jaqui
