Disclaimer: No soy Stephenie Meyer por lo que ni los personajes, ni la historia me pertenecen.

Agradecimientos: A Bárbara, o lo que es lo mismo bars-9, por su paciencia y sus consejos. Gracias por aceptar ser mi beta.

Resumen: AU. ExB. Había conseguido ignorarle todas las veces que nos cruzábamos por los pasillos. Pero el destino es caprichoso e hizo que nos tocase juntos en la misma clase, provocando que miles de sentimientos salieran a flote, y me enamorase perdidamente de él...

Capítulo Uno

Noticias Inesperadas

´´Lo mejor de esta vida es tener amigos que te protejan, y que estén dispuestos a dar su vida por ti``

Las diez y media de la mañana. El sol se colaba por la persiana entre abierta e iluminaba mi cara, produciéndome un leve cosquilleo en los párpados cerrados. Giré mi cuerpo apoyándome sobre la pared y tapé mi cabeza con la almohada, haciendo caso omiso al timbre que sonaba insistentemente en el salón. Recordé de pronto que mis padres se habían ido por la mañana temprano, y que nadie iba a abrir la puerta si no me levantaba. Perezosa grité un "¡ya voy!", con la esperanza de que aquel que estuviese en la otra parte de la puerta me escuchase. Me puse la bata y no me molesté en mirarme al espejo y, aún sabiendo que mi aspecto era desastroso, abrí la puerta.

- Bella. - una sonrisa sincera se reflejó en la cara del muchacho mientras me daba dos besos.

Yo sonreí ante la inesperada visita.

- ¿Qué haces aquí? - pregunté confundida - Hoy no pensaba ir a clase, te lo dije, ¿no?

- Sí, claro. - sonrió para tranquilizarme y me revolvió el pelo, enredándolo más, si eso era posible. - ¿Acaso no puedo visitar a mi mejor amiga un lunes por la mañana? ¿Tan raro te parece?

Lo miré de arriba abajo, con el ceño fruncido. No, no era raro, pero sospechaba que había algo más detrás de la visita de Jasper. Miré fijamente a sus ojos celestes, a ver si eso me ayudaba a averiguar qué pasaba realmente, pero solo me gané una sonrisa sincera y una mirada inocente. Me mordí el labio y Jasper se revolvió el pelo rubio, incómodo.

- ¿Me vas a dejar pasar, Bella?

Me aparté de la puerta y me senté en el sofá.

- No quiero ser maleducada ni nada de eso, Jasper. - respiré hondo. - Pero, ¿a qué has venido?

Una sonrisa divertida asomó por sus labios, ¿por qué solo tenía sonrisas para mí? Habíamos crecido juntos y podíamos asegurar conocer más al otro que a nosotros mismos. Era algo impresionante y a la vez envidiable, poder mirarnos y entendernos sin decir palabra.

- Solo quería hacerte una visita. - hizo una pausa y se sentó en el sillón de mi padre. Lo miré rondando los ojos; empezaba a impacientarme. - Está bien, tú ganas. - levantó las manos, rindiéndose. - Sabes que vengo del instituto, y tengo dos noticias malas y una buena.

- Dime primero las malas.

- Alice y Rosalie no van contigo a las clases. - miré con fastidio por la ventana. Alice y Rosalie eran mis mejores amigas y siempre habíamos ido juntas, en todos los cursos. ¿Cómo iba a sobrevivir yo a las clases sin ellas? - La segunda mala noticia es que Jessica y Edward sí que van a tu clase. Si a eso añadimos a Mike... creo que es una clase perfecta para ti.

Me crucé de brazos en mi sitio y me pregunté qué había hecho yo mal para merecer esto. Que Mike, que al parecer no entendía que cuatro negativas seguidas en menos de tres meses era un no me interesas para nada, estuviese en la misma clase que yo ya era todo un suplicio, si a esto la añadías a la tonta de Lauren, que aprovecha cada oportunidad para meterse conmigo, y al imbécil de Edward que era un creído y un orgulloso, esa clase se convertiría en mi pequeño infierno personal.

- Ahora dime la buena noticia, Jasper.

Él se sentó a mi lado y agarró mi mano.

- La buena noticia es que yo también voy a esa clase, y no dejaré que te toquen.

Le sonreí con dulzura, sabiendo que tenía razón. Si Jasper estaba conmigo nada malo podía pasar. Me apoyé en su hombro cansada, la noche anterior me había acostado tarde y tenía sueño acumulado.

- ¿Jasper? - lo llamé con los ojos cerrados. Él dejó escapar un sonido de su garganta, indicándome que me escuchaba. - La próxima vez recuerda una cosa, no pases por mi casa si no son las doce pasadas.

Jasper rió, aparentemente divertido, y se removió en el sofá para ponerse cómodo, luego colocó mi cabeza en sus rodillas, donde antes había puesto un almohadón.

- Está bien, Bella. No lo volveré a hacer. Ahora duerme. - susurró mientras acariciaba mi pelo con cuidado.

Poco a poco los párpados se me hicieron más pesados y me abandoné a los brazos de morfeo.

Vámos a llamarlo amor.

Las farolas aún no se habían apagado cuando me levanté. Empezaba mi nueva rutina, levantarme al amanecer, acudir a clase a las ocho y media de la mañana y aguantar ese pequeño infierno personal. Alice y Rosalie habían prometido pasarme a buscar para irnos juntas, así que desayuné rápido y me puse la falda y la blusa que el día anterior Alice había comprado exclusivamente para mi primer día de clase. Dejé mi pelo suelto y salí de casa apresurada.

Las vi a lo lejos, agitando sus manos hacia mí. Alice tenía aspecto de niña inocente, pero en realidad era un pequeño duende maléfico de ojos celestes y pelo negro, con cada punta mirando hacia un lado diferente. Rosalie era alta y delgada, pelo rubio y tez blanca, más madura, pero claro, si se juntaba con Alice podía convertirse en una autentica niña de tres años.

Las dos se abalanzaron sobre mí al verme, contándome que no íbamos juntas a clase y que iban a hablar con el director porque no era justo.

- No pasa nada chicas. - contesté. – Además, ya lo sabía.

Alice se detuvo y me miró seria.

- ¿Ya lo sabías? ¿Quién te lo ha dicho? - Le sonreí.

- Fue Jasper. - Mi amiga se sonrojó y Rosalie le dio una palmada en el hombro. - Vino ayer por la mañana a casa y me lo contó. También viene a mi clase, así que soportar a Edward, Lauren y Mike no será tan malo.

Alice se quedó en silencio durante un rato y me miró de arriba a abajo, frunciendo el ceño. Esperé su reacción tranquila, sabiendo que sacaría de aquella frase conclusiones precipitadas.

- ¿Prefieres estar con él a estar con nosotras? – preguntó, confusa. - ¿Te gusta? - vi entonces una sombra de celos y miedo pasar por los ojos de mi amiga, y le sonreí para tranquilizarla. ¿Qué os había dicho?

A Alice le gustaba Jasper desde el momento que le conoció. Hacían una pareja preciosa, pero nunca se atrevía a lanzarse. Estaba empeñada en que Jasper y yo teníamos una relación en secreto, y siempre que hacíamos algo juntos me salía con el mismo cuento, algo que era humanamente imposible porque yo sabía que Alice también despertaba sentimientos en el corazón de Jasper, y estaba feliz por ello.

- Vamos Alice, no seas pesada. - Rosalie intentó sacarme del apuro. Ella también sabía de los sentimientos que Alice despertaba en su hermano - Ya sabes que Jasper y Bella son solo amigos.

Alice no pareció convencerse y se giró hacia mí, seria y con los brazos en jarra.

- Júramelo. - la mirada de Alice me escaneó, insistente.

- Te lo juro Alice. – suspiré, cansada. - Jasper y yo nunca tendremos nada, somos solo amigos.

Mi amiga sonrió aliviada y comenzó a dar saltitos de alegría, volvía a ser la de siempre.

- De todas formas hablaremos con el director. - murmuró convencida. Luego apretó el paso mientras miraba su reloj. Llegábamos tarde.

La charla con el director no sirvió de mucho, no estaba dispuesto a cambiarme de grupo, y se mantuvo firme en su decisión. En verdad no me importaba, iba con Jasper y sabía que nada malo me podía pasar estando a su lado. Era alguien protector conmigo y como un hermano mayor, aunque eso Alice no lo comprendía.

Alice y Rosalie se despidieron de mí con un beso y se fueron a su clase. Yo me encaminé hacia la mía, subiendo escaleras y recorriendo pasillos llenos de gente que hablaba animada.

Respiré hondo al llegar a la puerta que indicaba mi curso y entré con paso lento. El profesor aún no estaba en el aula, por lo que mis compañeros de clase se encontraban revoloteando por la clase, gritando y hablando al mismo tiempo. Recorrí con la mirada la sala y divisé a Jessica a lo lejos, abrazada a Edward. Negué con la cabeza y seguí buscando hasta que lo encontré: Jasper estaba sentado, sonriéndome. Le devolví la sonrisa y me dirigí hacia allí.

- ¿Cómo se lo ha tomado Alice? – preguntó, divertido. - Me he enterado por Emmett que habéis ido a hablar con el director.

- Genial. - comenté irónica. - También se ha enterado de que ayer estuviste en casa y me ha armado una buena, diciéndome que le parecía mal que prefiriese estar contigo a estar con ellas.

- ¿Y no lo prefieres? - Jasper agarró mi cintura y me sentó encima suyo, haciéndome cosquillas. Ignorando lo que era evidente ante esta declaración.

Me reí y fui consciente de cómo muchas de las miradas se dirigían a nosotros dos, pero no me importó.

- Jasper... - respiré con dificultad. – Jasper, suéltame.

- ¡Admítelo!

- Lo admito, pero para. No puedo respirar.

Me soltó y yo continué riéndome hasta que entró el profesor, un hombre bajo y gordo, y con un bigote de los de las películas antiguas.

Empezó a pasar lista y, en cuanto llego a mi nombre, recibí un golpetazo en la cabeza por una bola de papel. La agarré del suelo sin que nadie se diese cuenta y la abrí con cuidado.

Ten cuidado, Swan. Te aviso que te voy a hacer la vida imposible.

Lauren.

La busqué con la mirada y la vi girada hacia mí, sonriéndome con malicia.

Definitivamente este iba a ser un curso muy largo.


¡Hola! Aquí vengo con una nueva historia. Hacía días que quería subirla pero se me fue internet y no pude. Algunos os abreis fijado por el resumen que es el fic que salió botado en la encuenta que hice hace tiempo. Espero que lo disfruteis, y desde ya os informo que los capítulos van a ser un poquito más largos, pero no demasiado. Para las más impacientes.. no os preocupeis, Edward entra en escena en el capítulo dos. Creo que eso se merece un bonito review.

Gracias a todos por leer