''Eres tan importante para mí, como lo es la herrería para a ti''

Así empezó todo desde aquel día, aun lo recuerdo como si fuera ayer cuando me confesé ante ella. Ella estaba nerviosa, no supo que decir y simplemente se quedo callada. Pero ello en algún momento se iba a acabar, mi futuro aquí es incierto, pero no me da miedo continuar...

''La ruta de Poppy~''

Prologo.

Había sido enviado a otro mundo cuando por fin había arreglado parte de las cosas en la Universidad que me tenían al borde de desaprobar un trabajo. Lo peor de todo es que esto paso sin previo aviso, fue algo que nunca espere llegar a presenciar en mi vida, pero supongo que no había que estar preocupados... Quiero decir, puedo empezar de nuevo en este lugar, puedo echar raíces, fundar una compañía si me lo propongo, ser alguien nuevo.

La idea de seguir en un mundo donde todos te conocen por ser un asesino es simplemente una tontería... Desde el vamos, es una especie de bendición haber sido tragado a la fuerza (Cosa que paso...) a un lugar desconocido y lindo a la vez. Aunque las preocupaciones están, créeme que sí.

Y como si fuera poco, fui atacado por dos criaturas orejonas, mas que criaturas, son enanos con orejas de tamaño gatuno o un poco mas grande. Una tenia un robot lanzallamas y la otra tenía un cañón largo que se empuña con ambas manos y el único sostén que tiene es tu fuerza en los brazos y cuerpo, o al menos eso especulaba yo.

Prosigo... La Yordle, como así se hacen llamar estas criaturas, llamada Tristana salvo mi vida poniéndose en frente mío para evitar que el otro me asesinara, un agradecimiento en cantidades exorbitantes si al menos pudiera ser capaz de saber cómo puedo compensárselo, más que nada, porque me va a dejar quedarme en su pueblo y en su casa para ser exactos, sin antes, por supuesto, en ponerme a entrenar para ser un guerrero... Espera, ¿Cómo dijiste?

- ¡Andrew! - Tristana había levantado la voz para llamar mi atención, había salido de mi burbuja de pensamiento.

- ¿Eh? ¿Qué pasa? - No me acorde de que estábamos haciendo hasta el momento.

-Quiero que me acompañes a ver a una buena amiga mía, ella va a entrenarte en el arte del combate. -

- ¡¿Que?!- Para cuando me di cuenta, estábamos caminando hasta el lugar, una choza de madera grande que tenia una chimenea que estaba humeando una cantidad grande de humo negro.

Ella llamo a esta persona, las pisadas desde adentro de la casa se escuchaban pesadas, tal vez con un poco de tintineo metálico por las posibles botas pesadas que tiene. La puerta estaba semi abierta cuando apareció una sombra grande desde lo lejos que, poco a poco, fue reduciéndose a una criatura igual que Tristana, solo que era un poco mas alta que ella, tenia un pelo rubio dorado, unas dos coletas grandes y en su rostro un diente astillado, me atrevería a decir que es un colmillo, pero lo estoy dudando mucho.

- ¿Qué quieres Tristana? - Al parecer estuvo haciendo algo importante, su expresión desinteresada lo decía todo.

-Quiero que entrenes a alguien para que sea un guerrero formidable. - Tristana apoyo su cañón largo en el suelo mientras tenia ambas manos en la cintura.

Aquella Yordle llamada Poppy esboza un suspiro molesto y la mira de vuelta: - ¿A quién? -

Ella hace un gesto con los ojos haciendo que la criatura me vea con atención y se alarme ni bien levanto mi mano en el aire cortésmente para saludarla:

- ¡Un humano, rápido Tristana atrapemos a este tipo! - Se había lanzado hacia a mi tan repentinamente que, ni bien me di cuenta de sus intenciones, me moví hacia un lado esquivándola por completo. - ¡Pero que...! ¡Vuelve aquí! -

Se puso en posición y salto nuevamente hacia mí, esquive nuevamente el ataque, de nuevo, y de nuevo, y de nuevo, y... Bueno, misma causa hasta que quedo jadeando de los frustrados ataques que realizo para poder alcanzarme, Tristana estaba riendo en todo momento, esto por supuesto le callo mal a Poppy quien la miraba con una ceja levantada:

- ¡¿Por qué te Ries?! ¡Ayúdame con esto quieres! - En cuanto estaba por saltar de nuevo hacia a mi Tristana dio palabra.

-Tss, Poppy, a él tienes que entrenar. - Cruzo los brazos entre si mientras miraba con picardía.

-Espera, ¡¿Qué?! ¡¿Te volviste loca acaso?! ¡Es nuestro enemigo! -

-No lo es, pero supongo que si me voy a poner loca si me vuelves a cuestionar una orden. - La miro con una mirada tan profunda como siniestra.

- ¡Esto es una estupidez! -

-Lo es si no lo entrenas, nos puede dar mucha ayuda en combate. Curiosamente, siendo que eres una de las mejores Guerreras entrenadas en Demacia, este humano esquivo todo intento de daño por parte tuya. - Tristana miraba de re ojo a Poppy, la misma tenía ambas de sus orejas estaban mirando el suelo al igual que sus brazos, no podía siquiera imaginarme la mueca de sufrimiento que estaba haciendo en ese momento, era gracioso pensarlo de alguna forma.

Poppy se llevó la mano al rostro y lento, pero preciso, se dio la vuelta a encararme con su dedo índice apuntando a mi rostro:

-Si crees que te salvaste estúpido humano, espera lo que te viene. - Hizo sonar sus nudillos y se puso en posición de guardia. - ¡Ahora venga! ¡A pelear! -

- ¿Qué...? - Alcé una ceja.

- ¡Dije a pelear! ¡¿Qué eres gallina?! ¡Vamos! ¡Te dejare dar el primer golpe! - Ella me miraba con picardía, como si llamarme Gallina fuera algo tan hiriente.

- ¡¿Qué estas loca?! ¡No voy a hacer eso! - Movía mis manos al frente para que se tranquilizara.

- ¿Por qué no? ¿Me tienes miedo? ¡Cobarde! - Ella se preparó para saltar nuevamente.

*¿Acaso esta enana orejuda me llamo Cobarde? Listo, se acabo. * - Pensé mientras arrugué el rostro.

Se lanzo contra a mí, y al igual que antes me moví a un costado con la única diferencia que estando ella en el aire el agarre de la armadura y de un medio giro la arrojé contra la casa dándose de lleno en la cara contra la pared de la misma. Estaba tendida en el suelo, inmóvil:

-Oh mierda...- Lo ultimo que dije no fue mas que un susurro a la hora de volver en mí.

- ¡Ay Andrew, te pasaste! - Dijo revisando a su amiga que estaba tendida en el suelo.

Mis manos empezaron a temblar, mis ojos se cristalizaron rápidamente y de un momento a otro empezó a caminar para atrás. Me sentía terrible por lo que había hecho, me sentí igual que en mi mundo, como un maldito asesino, aun sin haberla matado. Sali de la escena con mis lagrimas cayendo por el rostro mientras corría sin rumbo, Tristana llamaba por mi nombre.

Había llegado a un árbol que daba con un lago, estaba mirando con melancolía lo que tenia en frente pensando en por qué volví a hacer lo que había tratado de evitar hacer de nuevo. Miro al suelo con furia, el sol que me estaba dando en la cara fue reemplazado por algo oscuro, una sombra pequeña que me estaba mirando fijamente con los brazos cruzados. Se trataba de Tristana, ella me miraba expectante a que yo haga algo:

- ¿Me vas a decir que paso ahí? ¿Por qué saliste corriendo? - Tenia un ceño fruncido pero su tono de voz detonaba preocupación.

Le esquive la mira: -No importa...-

-A mi si me importa ¿Sabes? Estoy preocupada por tu bienestar. -

-Deja de preocuparte entonces. - Seguía esquivándole la mirada.

-Es difícil cuando tengo a un compañero que esta triste por algo. -

¿Un compañero? ¿Yo? No sabia que decir en ese momento, pero ello me tomo por sorpresa. Tristana me considera un compañero, no sé si acá la palabra compañero significa amigo, pero al menos se que no me esta mintiendo con que está preocupada por mí, se lo nota en su voz y en su forma de expresarlos con movimientos físicos.

-Solo... Necesito un rato a solas...- Apreté mis dedos contra el tronco de mi nariz. -Es lo único que pido, ¿Esta bien? -

-...- Ella se quedo pensando que decir mientras arrugaba su rostro lentamente. -Je, me haces acordar a alguien en estos momentos, ¿Sabias? -

-...- La mire con curiosidad.

-Eres igual a Poppy, cuando ella está mal, te lo niega para no preocuparte. Y aunque hagas numerosos intentos por tratar de ayudarla ella te dice a pie firme que no necesita ayuda, cuando en realidad la necesita más que nunca. - Se fue acercando lentamente a mí. -Quiero ayudarte Andrew, al menos déjame hacer eso. -

Ella apoyo su mano en mi hombro, sonreía de una manera muy maternal, como si su hijo se hubiera lastimado por algo. Ese tipo de actitud jamás la tuve, o al menos... No me acuerdo muy bien de cómo se sentía hasta ahora; hice un puchero mirando para otro lado y decidí contarle.

-Me dejo triste el hecho de haberle hecho daño a Poppy, decidí en el pasado no volver a levantar una mano a cualquier ser vivo aun si fuera para defenderme... Y hoy acabo de hacerlo, de nuevo. -

Ella se quedo mirándome, pensando en que podía decirme:

-Andrew, Poppy se buscó esa pelea, más que nada fui yo quien le dije que te entrenara; a decir verdad, no pensé que iba a empezar de esa forma, pero... Eso no quita que ella se lo busco. - Puso su mano en mi mejilla. -Mira, se que no tienes la mínima intención de dañar a alguien, pero en verdad necesitamos gente para defender lo poco que nos queda, mas que nada, aquellas sonrisas...-

Miro por detrás de su hombro, creo que se estaba refiriendo a los pueblerinos cuando dijo eso:

-Esas sonrisas costo meses volverlas a poner en sus rostros, aun siendo dolientes de lo que para nosotros fue, ''La masacre de Bandle'', ellos sonríen con ojos de esperanzas aun sabiendo que pueden llegar a ser atacados de nuevo. - Volvió a verme a mí, pero esta vez acomodo mi pelo con sus dedos. -Por eso quiero que entrenes Andrew, quiero mantener esas sonrisas por todo lo que vaya a durar. Uno nunca sabe que va a pasar en el día de mañana, pero para eso hay que estar preparados... Preparados para luchar y defender con el corazón y la espada en la mano, este bello lugar. -

Aquellas palabras me dejaron sin habla, ese amor por este lugar y por las personas son dignas de reconocimiento. Reconocimiento que, si pudiera, lo llevaría por todo el mundo para presumirlo a puño y letra. Tristana estaba expectante a que dijera algo, pero simplemente le toco dejarlo pasar, ya que no sabía que decir:

-Quiero que pienses en ello detenidamente Andrew, se que eres una buena persona y no me importa que hayas echo antes de llegar a este mundo, pero ello no cambiara mi opinión hacia a ti. - Ella se alejó de mí y me seguía mirando. -Todo el mundo necesita una segunda oportunidad. -

Ella encogió los hombros y sonrió. Me quede viéndola detenidamente, aquellas palabras me hicieron sentir de maravilla, me siento como si un peso se hubiera salido de mi espalda, ese mismo peso es con el que he estado cargando casi toda mi vida desde que fui dejado a mi suerte siendo un niño.

Ese aprecio que Tristana tiene hacia a mí, aun si nos conocimos hoy, es bello; me hace sentir como si estuviera en casa, en una de verdad.

-Tristana... Tu ganas, hare lo que pueda. - Me levanté en cuanto dije esto.

-Me agrada escuchar eso...- Me sonrió con ternura. -Entonces... ¿Qué quieres hacer? ¿Quieres ser un Guerrero como Poppy o un Artillero como yo? -

Esa pregunta es muy difícil de responder, mas que nada por que decide la clase de vida que voy a tener en este lugar, Poppy tiene un increíble odio hacia mi o a los humanos en general, tenerla a ella como mi maestra no hará nada más que darme días de sufrimiento continuo, mientras que Tristana, por el otro lado, es amable conmigo y puede llegar a dar menos problemas que Poppy, aunque ser Artillero, en lo que a mi respecta, no es algo que comprenda con certeza como lo es ser Guerrero.

Ser un Guerrero implica estar en la línea del frente en todo momento, dándole protección a los tiradores como Tristana, mientras que ser un Artillero... Bueno, según los libros que me tome el tiempo de leer en la Universidad, son aquellos que, a distancia, pueden destruir estructuras con explosivos exageradamente grandes y volátiles, también se encargan de brindar apoyo, como dije antes, a distancia; algo que no se me da muy bien, ya que seria como un acto de cobardía (aunque no lo fuera) estar atrás de otros.

Por lo cual, lo que me queda decidir es...

Ser un Guerrero, como Poppy, aunque eso implique dolor y sufrimiento en los días que pase por aquí:

-Seré un Guerrero como Poppy. -

No puedo culpar la mirada de preocupación que tiene Tristana hacia a mí con la decisión que tome, de seguro debe de estar pensando que soy una especie de masoquista o algo parecido:

- ¿Estás seguro de ello? -

Eso lo confirma todo...:

-Digamos que no me veo como un Artillero de todas formas, siempre me he visto como alguien que va siempre de cara a las cosas. -

- ¿Estas insinuando que ser Artillero es ser un cobarde? - Hizo un puchero mientras cruzo los brazos enojada.

- ¡No-no para nada! ¡Solo no se me da bien estar atrás de otros, eso es todo! - Moví las manos al frente nerviosamente.

- ¡Jajaja! ¡Estoy bromeando Andrew! Yo sé que no estabas insinuando eso. - Hizo una risa bastante infantil, algo bastante raro viniendo de ella.

-Sos muy mala, ¿Sabias? -

Ella se limito a sacarme la lengua mientras tenía las manos detrás suyo:

-En fin, ¿Volvemos? - Apunto con su pulgar atrás suyo.

-Guíame. - Le hice un gesto caballeroso que fue respondido con una pequeña reverencia.

Nos reímos de ello de camino de vuelta al cuartel, para nuestra sorpresa, Poppy seguía tendida en el suelo:

- ¿No la llevaste siquiera adentro? - Alce una ceja ante ello.

-Estas loco si piensas que voy a cargar tu desastre, tú lo harás muchacho. - Volvió ese tono maternal que ella tiene.

-*Suspiro* Okey, lo hare. ¿Pero a su casa o a la tuya? -

Ya me encontraba agarrando a Poppy como princesa cuando pregunte esto, Tristana solo encogió los hombros y me dijo que no tenia problema si la dejábamos en su casa.

Entramos por la puerta trasera de la misma, Tristana dejo su cañón a un costado y fue a lavarse las manos; me indico que la dejara en el sillón de la sala principal y que volviera. Llegue a la sala y encontré el sillón, la repose sobre ella y me quede viéndola por unos segundos hasta que volví a la cocina, para mi sorpresa, Tristana me recibió con una taza indicándome si quería un poco de Té, a lo cual accedí con gusto.

Después de un rato de charlas y de haber tomado mi Te empecé a pensar en Poppy, por alguna razón, me preocupaba el echo en como la deje cuando tuvimos la pelea, ¿Le abre roto la nariz? ¿Algún hueso? No lo sé, no note que tuviera alguna deformidad en el rostro cuando la deje en el sillón así que saque la idea de algún hueso roto del rostro. Por supuesto, Tristana noto mi preocupación:

- ¿Qué te sucede? - Tenia ambas manos en la taza de Té.

-Nada, solo... Me preocupa un poco el estado en como deje a Poppy, ¿Crees que le haya roto algo? - La mire con una sólida preocupación en el rostro.

Miro por la puerta hacia la sala principal y después me miro:

-Lo dudo, Poppy puede resistir peores golpes que el que le diste. No obstante, me parece sorprendente que la hayas noqueado de un solo movimiento. -

-Ni me lo recuerdes...- Apoye mi mano contra mi frente.

-No te preocupes Andrew, enserio, no creo que le haya pasado nada. -

-Si tu lo dices...- Mire la puerta de la entrada a la sala. -Aunque, no deja de preocuparme. -

-Hmm...- Se llevo la mano a la barbilla. - ¿Qué tal esto? -

- ¿Cómo dices? - La miré mientras alcé una ceja al cielo.

- ¿Por qué no le llevas dos galletitas y un poco de Te? Supongo que le encantara ese gesto. - Estaba sacando de la lacena un jarrón de galletas y los estaba poniendo en un plato grande.

- ¿Crees que sea buena idea? Ella me tiene mucho odio. -

-De alguna forma tienes que empezar a agradarle si quieres sobrevivir al entrenamiento con ella. - Saco un saquito de Te del mismo lugar y lo sirvió en una taza con la tetera que había calentado.

Lo dice como si supiera que Poppy, en efecto, me va a ser la vida imposible, mas si se trata de un humano como lo soy yo. Empecé a dudar de si hacer o no ese tipo de gesto a ella, pero no hubo vuelta atrás ya que Tristana tenía una bandeja preparada con toda la vianda y me la estaba dejando en la mesa para que se la llevara:

-Ve, hazlo. - Sonrió alegremente. -Siempre puedo hablar con ella si te trata como un perro. Así que ve tranquilo. -

Ella hacia gestos con las manos para que fuera a la sala principal, di un suspiro y de un encogimiento de hombros me fui a la sala principal con la bandeja en mano a dejárselo a Poppy. Había encontrado una mesa de luz por lo cual lo dejé allí y me senté en un sillón que había en frente de Poppy a esperar su despierto. Estaba nervioso por lo que llegase a pasar, pero seguía allí sentado, como buen hombre que soy... O como un buen pelotudo.

*¿Qué hago? ¿Me voy y le dejo una nota diciendo que se lo deje? ¿Oh espero su despierto? * -Pensaba nerviosamente mientras seguía mirando a la noqueada Poppy.

-A la mierda, me voy de aquí...- En cuanto me levanté del sillón empecé a notar movimiento en el sillón al frente mío, ella se estaba levantando lentamente. -Muy tarde...-

En cuanto se dio cuenta de su entorno, se fue levantando lentamente mientras se tocaba la cabeza, en un milisegundo ella se contrajo consigo misma por algún dolor que tenia en la zona del cráneo. Decidí dar el primer paso:

-Que bueno que te despertaste... Te traje algo de Te y galletitas. - Apunte nerviosamente al lugar donde estaba la bandeja con la vianda.

- ¿Eh? - Miro a donde estaba apuntando con la mano en la misma zona donde estaba acariciándose, al parecer, por el dolor y después volteo a verme. -Oh, gracias. -

-...- ¿Acaso escuche bien?

En cuanto se dio cuenta de quien era quien le hablaba abrió los ojos en par en par y después me miro furiosa:

- ¡Tu, maldito seas! ¡Voy a matarte! - Se levanto del sillón con un salto y camino a paso ligero a donde estaba yo, de los nervios caí de vuelta al sillón donde estaba sentado.

*Ya me parecía que estaba siendo muy amable conmigo. * Pensé mientras tenía las manos al frente para crear algún tipo de espacio entre nosotros.

- ¡De seguro le pusiste un maldito veneno a las galletas o al Te! - Ella me tenía apuntando con su dedo mientras derrochaba todo su odio en mí.

- ¡Ni siquiera los probaste! -

- ¡Eso te gustaría, estúpido humano come estiércol! - Me agarró del cuello de la ropa. -Escúchame una cosa, no importa si le lavaste el cerebro a Tristana haciéndole creer que tu eres una buena persona, pero a mí no me vas a engañar fácil, ¿Me oíste? -

-...- No supe que responder, estaba en blanco.

-Otra cosa, siendo que estas bajo mi mando ahora, te hare la vida imposible. Hare que no me muestres los dientes si te pateo con ganas, voy ser tu vida tan miserable que habrás deseado no haber nacido. Dormirás cuando te diga, comerás cuando lo diga y vas a pagar por haberme noqueado hoy a la tarde. - Ella me miraba con una mirada tan asesina que te ponía los pelos de punta, ¿Tanto odio me tiene?

-Por eso te hice una pequeña vianda, me sentí mal por lo que hice que hice esto en forma de disculpa. - Le saque el agarre y la mire seria. Ella tenia las orejas puestas en lo alto, al parecer le sorprendió el gesto que le hice. -Yo solo quería que empezáramos con el pie derecho y no con el izquierdo...-

-Es lo más estúpido que pudiste haber hecho, además, no necesito de tu amabilidad apestosa; para mí, tu eres solo un desperdicio humano y de persona, eres aquella cosa que todos odian y desprecian con solo poner un ojo en ti. - Me miro, nuevamente, con una mirada odiosa en su rostro. -Así que puedes hacerme un favor y muérete... Oh, por cierto...-

Ella agarro el Te y tiro el agua contra a mí, que bueno que estaba tibio ya que las quemaduras que me hubiera provocado hubieran sido muy serias, después de ello me tiro las galletas contra el rostro haciendo que se partieran en pedazos, dejando restos de ello pegados en mi rostro que estaba húmedo por el agua tibia del Te que me arrojo hace un momento atrás, tuve que cubrirme de aquel impacto aunque fue en vano; en todo el momento que recibí el maltrato estuve mirándola inexpresivamente:

-Guau, te ves peor ahora ¡Jajajajaja! - Se rio en mi cara. -Inútil. -

Me escupió en la cara y se fue de la sala mientras se reía. Se reía con muchas ganas, como si lo que hizo hubiera sido un placer, algo que lo disfruto y que de seguro lo volvería a repetir si tuviera la oportunidad. Gracias al cielo Tristana no estuvo en el momento, verme de esta forma era lo último que quería que hiciera, así de patético pensé que me iba a ver si le cuento lo sucedido.

Por otro lado, me siento demasiado mal, ¿Sera la impotencia que siento la que causa que unas malditas lagrimas me estén cayendo por mis ojos o es el hecho que estar aquí se siente igual que allá donde estaba? Supongo que será eso, por otra parte, Poppy tenía razón en algo, el gesto que le hice fue una estupidez, ¿Qué iba a cambiar? ¿Qué de un momento a otro iba a empezarme a tratar bien? ¡Para nada! Va a ser lo mismo de ahora en mas solo que peor con cada encuentro que tengamos, ¿El entrenamiento? Va ser tan doloroso como lo describió ella que de seguro voy a quedar con alguna contusión, o en un estado físico deplorable.

Ahora que lo pienso bien, creo que fue un error haber elegido ser Guerrero, supongo que soy un estúpido como dice Poppy, uno de verdad. Quiero decir, ¿Por qué me iría a un poso de la muerte si tengo un camino al lado que es muy agradable y mas tranquilo que el primero? ¿Qué quiero demostrar con esto? ¿A quien le puedo demostrar esto? ¿A mi...?

...

Demostrar que puedo seria una buena excusa para tener la frente en alto, total, he pasado por cosas peores que ni hasta yo pensé que podría llegar a contar, eso, y que he llegado lejos peleando por ser buena persona... Tal vez esa es la respuesta que tengo del por que me encuentro en este lugar, ¿O será otra cosa...?

¿Hazares del destino?

¿Una señal?

...

Tengo la cabeza en blanco, y aun sigo teniendo restos en mi cara, así que lo mejor seria limpiar toda evidencia que esto alguna vez ocurrió y hacer como que nunca paso nada; me ahorraría el sermón de Tristana, no se cual seria, pero alguno siempre tendrá.

Junto las cosas del suelo, voy a la cocina a lavarme la cara y dejo la bandeja en el lugar de donde salió.

Después de haber terminado salgo afuera un segundo para relajar las ideas un rato, me doy cuenta que se esta haciendo de noche, al frente mío esta la casa de Poppy que está humeando a mas no poder; la miro con atención y me pregunto cuanto tiempo estará así, siento que en algún momento Poppy va salir tosiendo como un perro por el constante humo que pueda llegar a consumir en aquel lugar.

Una voz interrumpe mis pensamientos, aquella voz era la de Tristana quien se estaba acercando con una bolsa en mano, tenia cargada su arma en su espalda como si se tratase de una espada, aunque esta colocada de forma horizontal.

- ¿Cómo te fue? ¿Le gusto el gesto que le hiciste? - Ella sonrió expectante a mi respuesta.

-...-

*Oh claro, me trato como un perro invalido, tirándome las galletas en la cara y él Te encima, ¿Cómo piensas que resulto esto Tristana? * Pensé en ese momento.

-Bien, lo tomo bastante bien. - Encogí los brazos.

- ¿Enserio? Vaya, pensé que te habría tirado el Te encima junto con las galletas. - Tenia ambas manos en la cintura y asentía sorpresivamente.

*¿Acaso puede leer las mentes esta chica? *

-Es un alivio que eso no paso. - Ella volvió a sonreír nuevamente. -Me alegra que las cosas vayan a marchar bien para ti Andrew, vas a llegar a ser un gran Guerrero con Poppy como maestra, ella enseña bien. -

Ella tenia la mano libre puesta en el rostro mientras sonreía con los ojos cerrados, el solo saber que va a tener una ayuda en batalla la pone contenta, algo que vale la pena ver cuando se trata de alguien quien te esta permitiendo vivir en su casa y en su pueblo. Me hace pensar que el entrenamiento va a valer cada gota de sudor y sangre que vaya a derramar de ahora en más, con tal de ver esa honesta sonrisa en su rostro lo hare sin problemas:

- ¿Quieres que empiece a cocinar? Te ves hambriento. - Ella rio con el puño en su boca con lo último que dijo.

- ¿Por qué no dejas que cocine yo? Ya mucho estás haciendo por mí, deberás. –

- ¡Para nada! Tu eres mi invitado, así que lo hare yo. - Se cruzo de brazos mientras cerro los ojos e hizo un pequeño puchero. -Aunque, solo será por hoy. -

Ella abrió un ojo y saco la lengua juguetonamente, apenas me reí ante aquella reacción, me parecía tierna de algún modo:

-Aunque sea déjame llevar la bolsa, tu cadera parece que va a ceder ante el cansancio por estar cargando el arma. - Extendí mi mano ante ella.

- ¿Esto? Pff, ¡Estoy acostumbrada muchacho! Pero si insistes en querer llevar la bolsa, ten. - Me extendió la bolsa y la dejo caer en mi mano.

Nunca insistí, pero lo bueno es que me dejo ayudarla. Supongo que Tristana es una de esas chicas que saben depender de si solas y no necesitan de ningún hombre para ayudarlas, pero mas lo pienso, mas me doy cuenta que ella en un futuro no tendrá a nadie en su vida, pero no por que sea mala, todo lo contrario, seria una novia o esposa genial; alguien al que querrías presumir con todo el mundo solo para que vean lo afortunado que puedes llegar a hacer. Sino que es alguien que puede arreglárselas por si sola aun si es obvio que la esta necesitando, a primera vista por supuesto.

Cargue las bolsas al comedor y Tristana empezó con la labor de preparar una ensalada de vegetales, si no fuera por que soy semi vegetariano, tal vez esta comida seria lo ultimo que quisiera tener en mi plato; disfruto de las carnes y todo, pero los vegetales serán mi principal comida favorita, ya que era lo único que podía comer cuando era chico.

En mis delirios mentales, Tristana llama por mi nombre:

- ¿Hmm? -

- ¿Quieres ir a buscar a los chicos? Esto está casi terminado. - Estaba poniendo las verduras cortadas en un bol grande de plástico mientras miraba por detrás de su hombro.

Aquella pregunta me puso nervioso, ambos de ellos me odian y si los fuera a buscar tal vez me darían una golpiza que me dejaran con uno o varios moretones.

...

Supongo que estoy exagerando, pero aquella idea insegura que tengo sigue rondando por mi cabeza mientras Tristana está esperando mi respuesta:

- ¿Crees... que sea buena idea? -

- ¿Qué cosa? ¿Ir a buscarlos? ¡Claro que sí, tontito! - Ella me miro alegre. -A veces, para empezar una buena relación hay que hablar, te odiaran al principio, pero si muestras interés en querer conocerlos en algún momento terminaras agradándoles. -

-Ese es un buen punto...- Arrugué los labios mientras miraba la mesa.

-Me supongo... Que en tu mundo no eras de los que les gustaba hablar, ¿Verdad? - Volvió a concentrarse en las cortadas y en mezclar la ensalada.

-Todo lo contrario, no me costaba hablar y no me cuesta en absoluto, pero ya sabes... Al mal trato, una turba enfurecida. - Ella se rio apenas al igual que yo. -Supongo que tienes razón con que debería empezar a hablar con ellos, me tiraran piedras o blasfemias, pero con el tiempo se acostumbraran. -

-Solo es cuestión de intentar...- Ella agarro el bol y lo llevo a la mesa, donde estaba sentado casualmente. - ¿Quieres que vaya yo? La próxima lo harás tu así que...-

-No-no está bien, iré yo, ya hiciste mucho por hoy. - Le hice un gesto con una mano mientras me levantaba.

-Gracias Andrew. - Ella me sonrió con las manos puestas en el pecho.

Asentí y me fui a buscarlos.

La noche ya había caído ante mis ojos, las estrellas brillaban y la luna estaba en su punto máximo brillando con intensidad, fui a buscar a Poppy a su casa, la misma seguía humeando como la vi esta tarde, en cuanto llegue, toque la puerta llamando por su nombre:

- ¡Es hora de cenar! - Doy una pausa intermedia y sigo tocando la puerta. - ¡¿Estás ahí?! ¡Poppy...! -

- ¡Ya te oí estúpido! - Pisotones rápidos y pesados se hicieron escuchar mientras venían hacia la puerta.

Ella abrió la puerta y se quedó viéndome con desinterés, ella llevaba puesto una blusa negra con un pantalón gris en vez de su armadura, le quedaba lindo:

-Quítate del medio. -

- ¡S-si claro! - Me puse a un costado y ella salió rumbo a la cocina, yo la seguí desde atrás. -Eh, Poppy, discúlpame un segundo, ¿Sabes dónde esta el otro?-

-¿Te refieres a Rumble? ¿Qué se yo? ¿Por qué?-

-Tristana me dijo que lo llamara a el también, ¿No sabes donde suele estar, verdad?-

-Tal vez por ahí, no se. Grita como el mono que eres y de seguro va salir de alguna parte.- Ella vio por detrás suyo cuando hizo esta aclaración. -Voy a entrar a la cocina, asi que piérdete.-

-Claro, no hay problema...-

Ella estaba por entrar cuando la interrumpi para decirle algo:

-Oye Poppy.-

Ella se detuvo en seco, miro al cielo mientras refunfuñaba y se volteo a verme:

-¿Qué quieres?- Tenia un tick nervioso en uno de los ojos mientras hablaba entre dientes.

-Bueno... Yo...- Me costaba decir esto, respire hondo y proseguí. -Se que empezamos con el pie izquierdo... Bueno, miento, demasiado mal. Pero, siendo que vas a ser mi maestra, supongo que debo decirte esto...-

-...- Ella estaba atenta a lo que iba decir, su desinteres seguia allí expresada en su rostro, había cruzado los brazos.

-Yo cuando era mas joven mate demasiadas personas por gusto y placer... No me siento orgulloso de ello, tal vez en su momento lo sentía, pero con el paso tiempo me fui arrepintiendo de ello. Mas que nada, empecé a odiarme a mi mismo, no solo eso, también había gente que me conocía por esas cosas por lo cual generaban rechazo hacia mi persona. Tal vez me vayas a hacer la vida imposible en el entrenamiento, pero creeme cuando te digo, que no importa cuanto me odies, yo siempre entendere el por que actuas como actuas, Rumble, las personas de este lugar y tu.- Me lleve las manos al bolsillo y mire para otro lado ella estuvo prestando mucha atención a lo que le decía, sus orejas estaban posicionadas horizontalmente y su cara de desinteres se había ido de su rostro, estaba sorprendida por lo que acaba de escuchar, sus puños estaban chocados entre si. -Solo quería que supieras eso...-

Ella fruncio el ceño levemente: -¿Por qué me estas contando esto?-

Encogi los hombros ante ello, yo tampoco sabia por que le conte una parte de mi vida a alguien que me denigro como persona, y que para colmo, le importo menos el gesto que le hice:

-No lo se, sentí que necesitabas saberlo, eso es todo.-

-...- Hubo silencio por su parte. -¿Piensas que va a cambiar algo que me hayas dicho eso?-

-La verdad no lo creo...- Encogi los hombros mientras seguia mirando a otro lado. -Tampoco esperaba eso de todas formas.-

-Eres raro, ¿Sabes?- Se dio la vuelta para abrir la puerta y entrar, pero se detuvo en un momento. -Pero... Gracias por contarme eso.-

Y con eso dicho, entro al comedor dejándome con una ultima tarea que hacer, buscar a Rumble. La verdad me hizo sentir bien el haberle contado aquello a Poppy, aun sigo sin saber por que lo hice, pero de igual forma me sentí bien en haberlo echo; es como si me hubiera sacado un peso menos de mi espalda.

Me di la vuelta para empezar a buscar a Rumble y no hizo falta dar dos pasos para encontralo ya que el estaba al frente mio con su robot, el estaba viéndome de una forma muy malévola, eso me hacia poner nervioso pero, siendo que se trata de el, lo deje pasar:

-¿Rumble verdad? La comida ya esta lista, ¿Vas a ir?- Estaba con las manos en el bolsillo aun cuando dije esto.

-Oh si~ yo voy a ir, pero tu no...- En cuanto dijo esto, saque mis manos del bolsillo, el preparo uno de los brazos del robot para atacarme y tiro un puño certero.

Esquive el ataque rodando hacia el costado pero en cuanto quise hacerlo una segunda vez el me agarro del pie y, sacudiéndome en el aire, me hizo estrellar contra el piso de una forma muy seca; no sentí nada roto por lo cual me puse mas tranquilo, aunque los nervios de la situacion seguían allí. Con una mano del robot apoyada en mi para que no me moviera y con otra un lanzallamas apuntándome, el se encontraba mirándome con una mirada asesina en sus ojos, pronuncio las palabras: -Despidete maldito humano asqueroso.-

Antes que pudiera empezar a gritar por ayuda, una voz había interrumpido la situacion, mire por arriba mio y se trataba de Poppy, parecía estar con una ceja arqueada:

-Rumble ¿Qué haces?-

-Terminando el trabajo ya, ¿Quieres ver como lo rostizo?- El se reia de una forma muy sadica.

-¿Tan rápido vas a acabar con el? ¿Por qué no dejas que me divierta un poco con el? Total, no creo que resista el entrenamiento que le voy a dar y termine muriéndose. Ademas, es hora de comer tarado, si Tristana ve que esta faltando el humano va a empezar a sospechar y, lo mas seguro es que te patee el trasero.- Ella tenia cruzados los brazos. -Hablando de eso, yo estoy a cargo, por desgracia, de este inútil. Asi que deja que me encargue yo de darle una muerte lenta y horrible.-

-Oh... Esta bien.- Se alejo de mi. -Dale todo el sufrimiento que se merece y patealo de mi parte Jajajajajaja.-

-¡Ya lo tienes!- Le guiño el ojo y lo apunto formando una L en sus dedos.

Rumble detuvo el robot al lado del cuartel y bajo al comedor. Me incorpore sobre mi mismo mientras respiraba agitadamente por los nervios de la situacion, Poppy se quedo viendo por atrás suyo hasta que su amigo entro a la casa de Tristana, después de ello se dio la vuelta a encararme:

-Una cosa se te pidió que hagas maldita sea, ¡¿Qué le hiciste para que te atacara?!- Con esto dicho puso ambas manos en la cintura.

-¡Que se yo, el me ataco!-

-Ay, no puede ser que haya dado la maldita cara por ti, enserio eres un inútil.- Estaba agarrándose el tabique de la nariz con el dedo índice y el pulgar.

-¡Yo cumpli con lo que se me pidió, el solo me ataco! Ademas, de seguro tu sabias algo de esto. El menciono que, ''terminaría con el trabajo'' ¡Explicame eso!-

-¡No te debo explicaciones tarado, ahora entra que hay que comer! ¡Ni para decir gracias sirves!- Ella entro al comedor rápidamente.

...

Claro, tiene razón, ella me salvo la vida y lo único que hice fue enojarme y ponerme tenso, aunque después de la situacion que tuve era normal ese tipo de reacciones, pero bueno... Lo hecho, hecho esta. Me pregunto si en verdad ella no tiene nada que ver con esto, lo que dijo Rumble en ese momento aun sigue haciendo eco en mi cabeza, ''Terminando el trabajo'', cielos, este primer dia aquí es el peor de todos.

Se cagan en un gesto de buena fe, me odian de sobremanera y me quieren matar; ¿Qué mas puedo esperar? Oh si, el entrenamiento.

...

Ahora que lo pienso, y tomando en cuenta todo lo que estuve viviendo en todo el dia, dudo si estar en este lugar es buena idea. Quiero decir, todo el mundo te odia por ser un humano, un humano diferente a los demás, alguien que no esta tratando de destruir la ciudad en donde vives, sino protegerla. ¿Y si me voy? ¿A dónde iría? No se donde estoy, las probabilidades de sobrevivir en la jungla son nulas, mas que nada por que la supervivencia nunca fue mi fuerte; considerando que nunca estuve interesado en aprenderlo.

...

¿Qué estoy diciendo? He estado haciendo eso desde que tengo 5 años de edad, sobrevivir. Irme de aquí no seria un problema además, por como van las cosas, prefiriria irme antes que volver a sufrir lo mismo que estuve sufriendo en mi mundo.

¿Pero que hay de Tristana? Ella tiene confianza en mi, confía en mi. Despues de todo lo que me esta dando, su casa, comida y bueno, su estadia aquí en este pueblo sin nombre, irme asi como si nada seria como escupirle en la cara o cagarme en ella.

...

¿Por qué me ato a cosas que nisiquiera se si son para a mi? Cielos... Al fin y al cabo, todo lo que dice Poppy de mi persona es totalmente cierto, soy un completo imbécil. Un imbécil de proporciones bíblicas que se mete en cosas que bien no le tiene por que incumbir:

''Llegaras a ser un gran Guerrero''

...

La verdad no puedo permitirme ceder tan fácil a esto, Tristana puso su confianza en mi, ella me ve como si fuera alguna especie de esperanza, tal vez no para ella pero si para los pueblerinos de esta ciudad; ella misma lo dijo, ''Quiero proteger esas sonrisas'', ¿Por qué siento que también debe ser mi deber hacerlo? Total, aquí detestan todo rastro o olor a humano tanto como podrían odiar las heces fecales de una vaca.

Decidi entrar adentro como si nada hubiera pasado y cene tranquilamente en compañía de Tristana y los otros.

/Un tiempo después/

-Y entonces Andrew... ¿Estas listo para empezar tu entrenamiento mañana?- La pregunta de Tristana me cayo como un ladrillo a los testículos, por supuesto, no faltaba que Rumble me mirara de forma maliciosa, en cambio Poppy seguia lavando los platos sin haber prestado atención a lo que dijo Tristana.

-Eh, si, claro, estoy listo.-

-...- Ella alzo una ceja. -¿No estas emocionado? Pense que querias ser Guerrero.-

En realidad no quiero ser ni Guerrero ni Artillero, solo quiero ser de ayuda en este lugar sin que me esten moliendo a palos o me esten intentando matar.

-Si-si, es solo que... Estoy muy cansado, hoy fue un dia pesado para a mi. Ya sabes, cambio de mundo y de lugar harian agotar a cualquier persona.-

-Oh~ entiendo-entiendo, bueno, eres bienvenido de dormir en el sofa o en la cama de huéspedes si asi lo deseas.- Ella sonrio tiernamente.

-Bueno, en realidad, estaba pensando en dormir afuera.-

-¡¿Qué?! Oh no-no-no, de ninguna manera muchacho, hace frio afuera por las noches, vas a pescar un resfriado si lo haces.- Otra vez salió ese lado maternal suyo.

-Pero ya me estas dando comida y un lugar, mas de eso no puedo pedir.-

-Si, es cierto Tristana, además, el esta a mi cargo y yo dire donde va a dormir.- Poppy apoyo su mano en el hombro de Tristana, ella la miro.

-Pero a ti no te gusta que duerman en tu cama.- Ella arqueo una ceja.

-Estas loca si piensas que voy a dejar que este pulgoso duerma en mi cama, el dormirá afuera como lo quiso el, ¿Verdad Andrew?- Me miro atentamente mientras fruncio el seño.

Es cierto que dije que iba a dormir afuera, pero la idea de que voy a pasar frio por la noche no me atrae en absoluto, aunque mucho no puedo hacer, ya que estoy a su mando, como ella dijo...

-Si, bueno, yo mismo dije que iría a dormir afuera, asi que lo hare.- Lo ultimo que dije fue casi como entre dientes, ya que estaba fastidiado por el hecho de que me condene solo a esto.

-Pero Andrew tu...-

-¡Shosh! ¡Ya lo escuchaste! Asi que a callar, además, recuerda que me cediste el poder de dirigirlo como a mi se me de la gana esta tarde.-

-A mi no me calles, si es cierto que te cedi el puesto de mando para encargarte de el, pero no actúes como mi superior, por que a decir verdad, tu eras las que se dormía como un tronco en las clases trimestrales.- Ella se rio desafiándola, Poppy se ruborizo ante ello.

-¡N-no cuentes esas cosas!-

-¡Jajaja!-

Yo me empecé a reir ante ello, al igual que Rumble. Poppy hizo puchero y después miro para otro lado avergonzada. Se veía linda cuando hacia eso, me hizo pensar que tiene ese lado infantil como Tristana cuando hace sus pequeñas bromas, aunque, lo lindo se fue al desague cuando se dio cuenta que me estaba riendo yo:

-¡¿Quién te dio la orden de reírte?!-

Cuando todo parecía marchar bien...

-¡Ay vamos Poppy, es solo una broma! Ademas, ¿Qué hay de malo que se ria?- Tristana le hizo un gesto con la mano para tranquilizarla.

-¡Hmph! No me interesa, no quiero que se ria si no se lo ordeno.-

Tristana movio los ojos para los lados y suspiro, después de ello se levanto de la silla:

-Bueno, supongo que ya es hora de ir a dormir, ¿Quieres que te de unas Sabanas Andrew?- Se acomodo el pelo mientras me decía esto.

-Bueno...-

-¡Por supuesto que no! Dormira asi como esta, no le va a pasar nada. Ademas, con esa ropa que tiene puesta es mas que suficiente.-

En realidad esta camisa y jean no son para nada abrigadas.

-Pero Poppy, va a pescar un resfriado...-

-¿Acaso estoy escuchando a mi superior decirme que hacer con el humano? ¿Cuándo ella precisamente me lo dejo a mi cargo y a mis ordenes?- Ella se llevo la mano a la oreja como si no la pudiera escuchar, algo que le cayo mal a Tristana.

Tristana suspiro y se fue de la sala con las manos levantadas en el aire como diciendo, ''Hace lo que quieras'', mientras se iba, la miraba como si se tratara de la ultima coca cola del desierto.

*Por favor no te vayas...* Pense tristemente mientras la miraba irse.

-Muy bien Andrew, es hora de irnos a dormir, mañana te espera un entrenamiento genial, el cual vas a disfrutar.-

El sarcasmo en su máxima expresión diría yo:

-¡Oye espera! ¡¿Quién va a secar?!- Rumble tenia los brazos moviéndose para llamar nuestra atención.

-Hmm...- Poppy se llevo la mano a la entera a la pera.

-¿Por qué no dejas que ''Andriuw'' lave?- Apunto hacia mi.

-Nah, tu seca. ¡Vamos Andrew!- Ella me hizo una señal con la cabeza mientras abrió la puerta y se fue.

-¡¿Pero por que demo...?!- La puerta se cerro de repente en frente suyo mientras se ahogo lo ultimo que iba a acotar.

Afuera estaba soplando viento fuerte y frio, note el cielo que una vez estuvo despejado y ahora mismo esta cubierto por nubes negras, algunos rayos se estaban haciendo notar en ese transcurso, Poppy noto esta particularidad:

-Hmph, va a llover al parecer.-

¿Y a ti que te preocupa si va a llover o no? Tu no eres la que pasara la noche afuera.

-Lo bueno es que yo voy a dormir adentro, ja.- Cruzo los brazos orgullosamente. -Muy bien humano, ve a dormir, mañana te levantare temprano y si no te levantas cuando yo lo ordeno te voy a tirar agua.-

Cómo si eso fuese a preocuparme, de todos modos me voy a mojar con la lluvia de esta noche. Poppy se estaba dirigiendo a su casa cuando me dijo esto, lo único que pude hacer es encoger los brazos y acostarme en el suelo, estaba tibio por estar todo el dia el sol, pero con el agua que se aproxima creo que no habrá dudas con que se va a enfriar, causándome una neumonía si no consigo refugio o algo para cubrirme de la lluvia; y siendo francos, Poppy no va darme algo parecido a lo mencionado o bien, dejara que otro me de una.

-Oh dios santo, ¡¿Qué haces ahí?! ¡Ven para aca!- El llamado de Poppy hizo que me levantara de inmediato del suelo.

-¡¿De que hablas?! ¡Me dijiste que dormiría afuera!- Me acerque a donde estaba ella.

-¡Por supuesto que vas a dormir afuera tonto! ¡Pero lo haras apoyado contra mi casa!-

-¡¿Qué?! ¡¿Por qué?!-

-¡¿Cómo que por qué?! ¡Tu eres mi maldito perro y actuaras como tal durmiendo afuera! ¡Y mas vale que no muerdas si te pateo! ¿Entiendes?- Me apunto firmemente. -¡Ahora ve contra la pared de mi casa y duérmete de una vez!-

Con esto dicho, ella entro de un portazo adentro haciendo que las vigas se tambalearan bruscamente.

...

*Bueno, supongo que es mejor que mojarse... Aunque voy a tener frio durante la noche* Pense mientras me dirigi al lugar indicado y me apoye contra la pared de la cabaña.

-Oye, mas vale que no toques mi cobija que dejare en la ventana abierta de mi cuarto, por que te vas a morir si lo haces. ¡Buenas noches!-

...

Eso sono tramposo, ¿Acaso ella quiere que agarre la cobija? ¡¿Qué estas diciendo Andrew?! Te detesta con ganas y te quiere ver muerto esta condenada, ¿Piensas que va a querer agarres su cobija que dejo en la ventana abierta de su cuarto?

...

¿Qué pasaría si lo agarro? ¡No Andrew, piensa bien! ¡Ella te va a matar si lo haces, asi que ármate de valor y hombría, y dormi sin sabanas esta noche fría y lluviosa!

/Horas mas tarde/

-Maldita sea, que frio...- Tenia juntadas mis piernas en posición fetal mientras trataba, de alguna forma u otra, conseguir calor.

Habian pasado horas desde que trate dormir, ya de por si, el no tener algo abrigado puesto, degenero en una toz de perro horrible. Los pulmones expulsaban llamas prácticamente, dolían con cada toz que daba; hubieron veces, que del mismo dolor, me agarraba del pecho por estar tosiendo horriblemente. Lo positivo de todo esto, es que la lluvia solo cayo por 30 minutos y se fue, lo que no se llevo consigo, es el frio que tengo.

Mientras miraba a la nada total tratando de conciliar el sueño, me detengo a pensar en mi vida allá en mi mundo... No me iba tan mal, tal vez todo el mundo me odiaba, pero al menos logre pagarme una casa que tenia los usos necesarios para satisfacer mis necesidades, en cambio aquí, no tengo mas que el pasto para dormir y mi propio cuerpo que, como ya habran notado, esta jugando en contra mia por la toz ardiente que tengo:

-Y bueno... Aquí estoy, muriéndome por dentro y tal vez por fuera.- Miraba a la nada total, que era el cuartel o la casa de Tristana. -No entiendo por que fui transportado a este lugar, es la misma cosa que en mi mundo, o tal vez peor...-

-...-

-Desearia poder irme a casa, a mi casa de verdad.-

¿Cómo haría eso? No se ni como llegue hasta aquí y mi intención es irme, cielos, hay veces en la que me cuestiono mi propia cordura. ¿Acaso la única forma de volver es matándome? No lo creo, bueno, en realidad no lo se, suicidarme no es algo lindo de pensar; y no es algo que se llegue hacer. Aunque de igual forma, si no me mato yo, me matara este frio infernal.

...

Ojala pudiera empezar de nuevo sin que me esten tratando como si estuviera en mi mundo.

...

Escuche el ruido de la puerta principal de la casa de Poppy abriéndose de a poco, después escuche que termino de abrirse; para ese momento me hice el dormido, aunque mi toz seguia haciendo su trabajo.

-No puedo creer que no haya entendido la indirecta que le deje...- ¿Acaso esa es Poppy? -Tss, perro tonto pero obediente... Hmm, sip, esta suficientemente seca y caliente, ojala esa estúpida toz se le vaya; lo ultimo que quiero es que interrumpa el entrenamiento.-

Mi cuerpo, que una vez estuvo frio, recibió la sensación de calidez de la manta que estaba siendo apoyada lentamente en mi, como si la persona responsable de esto no quisiera que me enterara de lo que esta pasando... Ya es muy tarde para eso.

Escuche las pisadas alejarse de mi posición, el ruido de la puerta abriéndose se hizo presente y después se cerro, escuchaba las pisadas entrar a su habitación y el rechinar de la cama, acompañado por un bostezo largo y lento.

...

Tal vez Poppy no sea tan mala después de todo, solo que le cuesta demostrar la bondad que ella tiene; en ese momento recordé cuando me salvo la vida dando la cara por mi, dejándome apoyar contra su casa, en vez de hacerlo en el medio de la ambas casas y ahora, saliendo a ponerme la cobija que había dejado en la ventana abierta de su cuarto para que no pasara frio.

...

No se que pensar en estos momento... Estoy confundido, pero lo único que se me ocurre decir es:

-Gracias~- Cerré los ojos lentamente y concilie el sueño ni bien mi cuerpo volvió a tener su temperatura adecuada.

¿Qué será de mi vida ahora? Esperemos que pueda llegar a lograr algo aquí.

Fin del prologo.