Confesión

Era 14 de febrero, época muy romántica que traía consigo a varias personas enamoradas y un buen comercio para aquellos vendedores de dulces y otras casas de chocolate.

Pero a pesar de ser ``una época feliz´´, habían quienes sufrían por amor,… y no es para menos,…

Porque,… ¿Quién rayos se enamora de una chica que prácticamente ni sabe de tu existencia?... Pero eso no era todo el problema, ¿Quién rayos se enamoraría de una chica dos años mayor, cuando tú también eres una chica?

Esas eran las preguntas que revoloteaban la cabeza de Miku, una adolescente de 16 años, cabello agua marino atado a dos coletas y ojos del mismo color. La menor iba a primero de secundario y ya había sido flechada por una chica de tercero, Megurine Luka.

Sabía muy bien que la peli rosa no conocía de su existencia, puesto a que era tan admirada y siempre recibía confesiones de chicos y chicas también, y la peliacua no pertenecía a los ``populares´´, más bien era de aquellas nerds tímidas de las cuales pasaban de la existencia de los demás.

Es por eso que se había rendido en eso de intentar dejarle cartas a la mayor, puesto a que sabía que jamás las leería.

Pero esa misma tarde del 14 de febrero, incentivada por sus amigos Rin y Len, invitó a la Megurine al parque, solo para darle una noticia importante.

La menor se hallaba sentada en un banco del parque, revisó su reloj y eran las cinco y cincuenta, no estaba tarde, de hecho faltaban diez minutos para que su ``cita´´ empezara,…

Cuando de repente, divisó entre la lejanía a una mujer de unos 18 años caminando hacia ella, lucía unos sencillos jeans azules oscuros, zapatillas vans negras, y una camiseta holgada gris en cuya parte frontal se hallaba escrito un 24. La menor observó fascinada como el cabello rosado de la Megurine se hondeaba cual bandera por acción del viento.

Y allí fue cuando empezó a asustarse, puesto a que temía no ser suficiente para ella, puesto a que solo usaba un short color lima, una musculosa blanca con un dibujito de un gato con la inscripción ``Kawaii´´ y una chaqueta de jean encima,… sin olvidar sus homónimas coletas.

- ¿Hatsune san?- la nombrada regresó a la realidad al ver a la chica de sus sueños frente a ella –Disculpa, ¿Llegue tarde? Espero no haberme equivocado con la hora…- la Megurine le echó un vistazo a su reloj de pulsera

- Oh, no, no, Megurine Senpai,… la hora es correcta- se apresuró a decir la menor antes de que Luka se asustara – Vaya que es puntual senpai,…- dijo con un pequeño sonrojo

- Ah, sí…- la Megurine rio al notar lo sonrojada que se hallaba la menor frente a ella – Dijiste que debías decirme algo importante y no podía dejarte plantada, ese no es mi estilo pequeña…- ``Vaya, que ternurita´´ pensó al ver lo frágil e inocente que se veía la menor

- Etto,… es bueno saber eso…- fue lo único que alcanzó a decir Miku, para después quedar en un incómodo silencio

- Y,… ¿Qué era eso tan importante?- dijo Luka rompiendo el hielo, y trayéndole a Miku más nerviosismo

- Etto,… sí, cierto- dijo la menor y se paró del banco, quedando de frente de la Megurine, denotando así sus alturas, siendo mucho más superior la peli rosa –M-Megurine Senpai,… t-tengo algo que decirle…- la menor tragó saliva y contó hasta tres en su mente, mientras que Luka se hallaba igual de nerviosa que la menor, solo que para darle seguridad no lo demostraba -… la amo Senpai, desde que la vi llegar a nuestra escuela luego de que la transfirieran supe que me gustaba, que quería hacerla feliz y,… y que jamás dejaría de amarla, Senpai,… y solo quiero que me corresponda, aunque lo veo imposible, ya que en comparación a usted, yo no soy perfecta, ni siquiera la mitad de mi curso sabe de mi existencia,…- la menor tomó aire y cerró fuertemente los ojos -… pero hubiera sido peor si no lo intentaba,… Ghn,… lo siento Senpai, siento todo esto,… me tengo que ir- la menor no resistió la presión y se fue del parque,…

Pero no llegó ni a medio camino cuando unos fuertes brazos aprisionaron su cintura, y su corazón dejó de latir por un segundo

- No te vayas…- dijo con voz suave la dueña de los sentimientos de Miku

- P-pero,… Snif, n-no quiero que me odie…- dijo la menor dejando libre sus lágrimas

- ¿Cómo podría odiarte? Me odiaría más si te dejara ir… Miku chan- la peli rosa abrazó a Miku y hundió su cabeza en el fino cuello de Miku, haciendo sonrojar a la menor

- ¿M-Megurine Senpai?- dijo la menor en un susurro casi inaudible, intentando contener sus lágrimas

- Yo también te amo,…- dijo Luka y miró a los ojos a la pequeña niña que tenía los ojos llorosos -… siempre lo eh hecho Miku chan…-

Lo que pasó a continuación Miku jamás se lo esperó, sintió una sensación agradable en todo su cuerpo, en especial en su pecho y labios, puesto a que los finos y virginales labios de la Megurine se habían posado intrusamente sobre los suyos.

La mayor guió el beso puesto a que Miku era demasiado inexperta, al parecer no había recibido un primer beso. Y eso le hacía sentir mejor, sería el primer beso de ambas.

Lentamente lamió el labio inferior de la pequeña con delicadeza, haciendo que la menor soltara un gemido sorpresivo. Luka sonrió en el beso y se agachó un poco, para besar a la menor

- Te amo, Miku…- dijo Luka luego de cortar el beso – Dime,… ¿Te gustaría ser mi novia?- la menor abrió intensamente los ojos para luego decir

- Si, Luka chan,… sí quiero- y nuevamente se besaron…

Sellando su noviazgo que duraría hasta el final de sus días…