::IRRESISTIBLE::
Una nueva oportunidad se abría paso frente a ella, un nuevo peldaño de esa interminable escalera al éxito se formaba a sus pies. La alegría le llenaba el alma y la emoción de trabajar con él le estrujaba el corazón, se sentía confundida, era como si en partes le doliera, pero más eran sus ansias y estaba muy animada de volver a compartir buenos momentos con él, ya que por supuesto mientras trabajaron en Dark Moon y cuando interpretaron a los Hermanos Hell la había pasado muy bien, sin mencionar todo lo que había podido aprender de un actor tan experimentado. Aunque estaba muy nerviosa decidió ir a verlo para contarle y charlar de su nuevo trabajo, y claro también tenía ganas de verlo ya que hacía dos semanas habían terminado las filmaciones de Black Jack y no se veían desde entonces. Lo extrañaba y su corazón pedía por verlo. Ya tenía la escusa perfecta para hablarle.
Estaba hundida en sus pensamientos, intentaba crear un guión mental de cómo hablarle, que le iba a decir, como lo iba a saludar… - porque estoy tan nerviosa..? – Pensó mientras se sonrojaba –es solo Tsuruga-san... el mismo de siempre… no va a pensar nada malo de mi por venir un viernes a la noche a su departamento…- su cara se comenzó a transformar de la de una niña tierna y ruborizada a la de alguien que hubiera visto un fantasma - oh por Dios! Un viernes a la noche… una chica visitando el departamento de un muchacho… claro que pensara mal de mí... -se deprime- dirá que soy una impura… mejor me voy al Daruma y el lunes en el trabajo se lo comento… -se da media vuelta para volver sobre sus pasos, algo sombría por el arrepentimiento y con la mirada al piso- al final soy una cobarde… -en ese momento pudo escuchar unas pisadas que iban directamente hacia donde estaba ella, saliendo un poco de sus pensamientos subió apenas la vista y observo un par de (sports y muy a la moda) zapatillas de Dolce & Gabbana – Esa es la marca que promociona Tsuruga-san- pensó mientras relajaba su expresión para comenzar a formar una pequeña sonrisa.
-Mogami-san..?-
Sintió que su corazón se detuvo por un momento y volvió a arrancar a latir con toda la fuerza que pudiera juntar. Levanto la cabeza y fijo la mirada en la persona que estaba parada frente a ella. Sus ojos dorados como la miel se abrieron por completo sin comprender que estaba pasando.
-Te encuentras bien..? - le volvió a hablar mientras caminaba hacia ella- Estabas pálida…-
-…- Abrio la boca intentando dejar salir alguna palabra pero fue en vano. Estaba totalmente paralizada. –Mierda…En qué momento llegue a la puerta de Tsuruga-san – pensó mientras miraba de reojo su entorno con ojos de sorpresa y mejillas rosadas por la persona que tenía en frente. Cerró la boca y tragó grueso.
-Mogami-san?- le habló con tono de preocupación posando una de sus manos en un hombro de ella mientras se inclinaba para dejar su bolso, que agarraba con la otra mano, en el piso y poder tomarla por el otro hombro- Háblame, me estas preocupando-
El contacto de las manos de Ren hizo que Kyoko se estremeciera y se pusiera mas nerviosa-Reacciona Kyoko, reacciona!- Pensó con desesperación
-Lo…Lo siento- dijo avergonzada – Lo siento? Qué le acabo de decir?- se puso aún más nerviosa y comenzó a reír bajito- Estoy algo distraída… ehjm… Estaba caminando y sin darme cuenta llegue hasta aquí- le dijo con la cara totalmente roja y con una mano detrás de su cabeza –sin darme cuenta llegue aquí? Que va a pensar de mi este hombre?.. Ayúdame Kami!- Estoy bien Tsuruga-san, no te preocupes, es que no me esperaba encontrarme contigo…-
La expresión de Ren cambio de preocupación a -La sorprendí? Caminó hasta aquí, sin darse cuenta? Será que… puede ser… ella… habrá estado… pensando en mi?- la mente de Ren empezaba a fantasear con que Kyoko estuviese pensando en él, eso lo ponía feliz. Ya estando algo nervioso la soltó observando la expresión sonrojada de ella. –Quieres pasar? Acabo de llegar de la empresa, supongo que tengo algo para comer- le dijo ya más calmado y riendo sabiendo cual sería la reacción de Kyoko.
-Cómo que "supongo"… Tsuruga-san debes alimentarte bien, si no puedes enfermarte- dijo ella aparentando enojo, como si estuviese retando a un niño pequeño que no quiere comer la sopa.
-Está bien, pero quédate a comer con migo, si?- le replico la invitación.
-De…de acuerdo- le aceptó la invitación aumentando cada vez más su vergüenza, mientras sentía el ritmo que llevaba su corazón.
Entraron al departamento, Ren tiro sus cosas sobre la mesa y fue a la cocina a ver si había comida.
-Quieres algo de beber?- Le dijo asomándose por la puerta de la cocina, viendo como se acomodaba en el sillón.
-Mhh… Sí… agua por favor- le contesto.
-ok! Ya te la llevo- le contesto a gritos desde la cocina.
Kyoko se acomodo en el sillón, todavía no podía calmar su corazón de la sorpresa que se había llevado. Suspiro. Sentía mucho calor asique comenzó a sacarse algo de abrigo. Escuchó ruidos que venían de la cocina –Parece que no encentra comida…- suspiro otra vez. Se toco la cara y la sintió caliente. Recordó el espejo que le dio Lory –"…ho…horriblemente fea…"- recordó su cara reflejada en el espejo, asique aprovecho que Ren todavía estaba en la cocina y de su cartera saco aquel espejo. El Jefe se lo regalo y desde entonces lo lleva en la cartera como un amuleto especial. Lentamente enfoco el espejo en su rostro y pudo verse. Estaba roja como un tomate, los ojos le brillaban y la boca le temblaba. Río como con ironía finalizando con un suspiro de resignación –estoy peor que cuando paso con Shotaro… Que tonta- Bajo el espejo y volvió a suspirar. Lo guardo y se recargo sobre el sillón tapándose los ojos con un brazo como queriendo huir de esa situación.
-Vas a querer matarme, pero no tengo nada de comer, que te parece si pedimos algo?- le dijo apareciendo desde la cocina con un vaso con agua en una mano y en la otra una lata de cerveza.
La verdad es que si había algo para comer, pero refería pedir algo y aprovechar el tiempo que había que esperar al delivery para charlar y ponerse al día, es que tenía ganas de verla, pero no encontraba ninguna oportunidad para hacerlo.
-Mogami-san? Estas bien? Te noto algo rara…- le dijo dejado las bebidas en la mesa ratona y mientras se sentaba en el piso recargando su espalda en el sillón.
-Sí, no te preocupes, solo estoy algo cansada… y creo que tengo hambre- dijo riendo tocándose la cabeza.
Ren sonrió al verla reír, al fin volvía a ver esa hermosa sonrisa que lo ha cautivado –Mh… trabajaste mucho el día de hoy?- le pregunta mirándola a los ojos mientras abre la lata de cerveza.
-mhj… Puede ser, a la mañana grabando Box R, hasta las 15, luego algunas entrevistas y una sesión de fotos para la revista Personajes, y a eso de las 19 fui a la empresa a ver algunas ofertas de trabajo- le contesto sin dejar de sonreír.
-Haa… Tienes algún trabajo nuevo?- le pregunto curioso.
- Pues ya que lo mencionas, tome un par de publicidades, una de Aghata Ruiz, otra de María Isabel y otra de Dolce & Gabbana, para representar la cara femenina de la marca- dijo sonrojada y agachando la cabeza ya que era eso lo que tanto anhelaba decirle- además tengo que decidir entre dos dramas, me gustaría hacerlos a los dos pero no me va a dar el tiempo, no hasta que termine con Box R- concluyo al fin dirigiendo la mirada a los ojos de Ren, viendo como este dibujaba una expresión de sorpresa ante lo dicho.
-Vaya, entonces eras tú…- Le dijo mirando hacia el piso.
-…- Kyoko torció la cabeza en señal de interrogación.
-Es que hoy me llamo el director de D&G de Japón, pues fue él quien me contrató, muy emocionado porque habían conseguido al fin a alguien para representar la indumentaria femenina, pero no se acordaba el nombre- dijo soltando una pequeña carcajada- asique no pudo decirme quien era… estaba muy intrigado por saber, me dijo que el lunes la vería.-
-Por qué estabas tan intrigado?- le pregunto un poco molesta por la risa.
-Es que me dijo muy emocionado, "es la modelo perfecta, es muy hermosa, y su forma de camina, su presencia, su porte, es ideal para estar junto a ti", jamás pensé que se tratase de ti…- le dijo mirando al cielo raso y volviendo a reír. – Definitivamente es perfecta para mí- pensó y se sonrió aún mas.
Ren se paro algo nervioso y dijo que iría a llamar para pedir algo de sushi. Kyoko comenzó a sentir más calor, bajo la cabeza y su cabello le cubrió los ojos. Se sonrojo al escuchar lo que el director de D&G había dicho sobre ella, pero se molestó por la risa de Ren. – Debe creer que no soy digna de actuar con el… Después de todo soy una novata…- La situación de hace unos momentos comenzaba a repetirse una y otra vez en su mente, reivindicando cada da vez más los pensamientos de Kyoko. –Soy una tonta, como pude pensar en venir corriendo a decirle esto... Pero que es lo que estoy pensando… Es que… estoy esperando algo?... de él? Se supone que… él… ya tiene a alguien importante…- se sonríe con tristeza y suspira. – Ya lo dije una vez…- pensó borrando su sonrisa. – Incluso si… no fuera capaz de ver nunca más a Tsuruga-san… me conformaría con… admirarlo de lejos… Ese tipo de felicidad… estará bien para mí…- Pensaba mientras apretaba sus puños contra sus rodillas, comenzando a sentir una gran angustia en su corazón mientras percibía una cálida gota rodando por sus mejillas, pero al momento que llevaba una de sus manos a su cara para limpiarla escucho la voz de Ren y se quedo paralizada.
-Enseguida nos traen la comida, voy a buscar para poner la me…- Ren se sorprende ante la escena y corta abruptamente lo hablado. –Mogami-san?... Ya no me digas que estas bien porque evidente mente no lo estas…- le dice mientras se apresura a acercarse sacando un pañuelo del bolsillo de su pantalón.- Qué es lo que te sucede? Puedes confiar en mí!- le dijo arrodillándose frente a ella y al no obtener respuesta, solo viendo como comenzaba a lagrimear mas fuerte continuó muy angustiado –No me gusta verte así… Dime que tienes… por favor- acercando sus manos para tomar su cara y limpiar las lágrimas.
Kyoko no pudo más y se lanzo en sus brazos sin dejar que el toque su cara abrazándolo como si su vida dependiera de ello, mientras lloraba como nunca antes lo había hecho. Ren solo atino a sentarse a su lado para poder abrazarla y acercarla más a su cuerpo. Con una mano tomaba su espalda y con la otra le acariciaba el pelo mientras que ella había pasado sus brazos hacia la espalda de Ren y con sus pequeñas manos tomaba con fuerza su camisa. Estaba tan angustiada, que termino por angustiarlo a él que sobaba su espalda mientras la apretaba contra su pecho y no dejaba de pensar en que era lo que le estaba pasando, pero lejos de calmarla, parecía que Kyoko lloraba cada vez más. No podía dejar de recordar a esa pequeña niña que había conocido en Kyoto, que siempre lloraba por la aceptación de su madre. –por favor dime que es lo que te pasa, necesito ayudarte… no quiero verte nunca mas así…- pensaba - Kyoko-chan…- sin pensar había pronunciado su nombre.
De repente Kyoko había dejado de llorar al escucharlo decir su nombre y comenzaba a respirar agitada. Aflojó el fuerte agarre que tenia de la camisa de Ren y se separo para verlo a la cara. Ante esta reacción Ren se alegro y movió sus manos tomando a Kyoko por las mejillas –tiene la cara muy caliente- pensó.
Estaban tan cerca. Se miraban fijamente, la angustia de Kyoko había desaparecido, ahora su corazón latía de emoción de estar entre los brazos de su amado sempai. Ren con sus pulgares limpiaba las lágrimas acariciando las mejillas de ella mientras que se relajaban y comenzaban a acercarse más. Kyoko comenzó a cerrar sus ojos rendida mientras podía sentir la calidez del aliento de Ren, a lo que él, y viendo la reacción de ella, continuó acercando su cara hasta sentir rozar sus labios a los de su amada Kyoko. Ante esto ella se estremeció y volvió a apretar fuerte el agarre de la camisa de él.
Estaban tan cerca… hasta que –RIIIING… RIIIING- aquel maldito sonido hizo que volvieran a la realidad y se vieran en aquella situación tan embarazosa, soltándose y separándose tan avergonzados que ni siquiera se miraron a los ojos.
Ren se paró de golpe y corrió a la puerta al grito de – Olvidé el delivery-.
Kyoko por su parte una vez que estuvo sola se levanto y camino aparentando tranquilidad al baño. Cerró la puerta suavemente y abrió el grifo del agua fría. Metió sus manos bajo el chorro de agua, y luego sus muñecas, para tranquilizar los nervios. Se miro al espejo y pensó – horriblemente fea- rió y vio como volvía a desprenderse una lagrima de sus ojos por lo que se agacho al lavabo y hundió su cara en el agua fría. Se seco, se acomodó el cabello y de su cartera saco su base en polvo, se arreglo, respiró hondo y salió suavemente todavía muy nerviosa recordando la sensación de los labios de Ren, aunque habían sido unos pocos segundos de contacto, la sensación se había quedado guardada en sus labios que ardían pidiendo por más.
Al salir la comida estaba ya en la mesa ratona y Ren esperando sentado en el piso apoyando sus codos en las rodillas y con las manos tapándose la cara bajo un aura sombría, hasta que sintió los pasos de Kyoko y se acomodo. –No te escuché salir- le dijo sorprendido, haciendo una radiante sonrisa a lo que Kyoko pensó –está enojado con migo… seguro… se enojó por lo que paso… lo que me faltaba… pero… porque… porque lo hizo… si no hubiese sonado el timbre… nosotros…-
La cena transcurrió sin ningún incidente, comieron callados con la tv prendida, para evitar verse a la cara. Luego Kyoko levanto la mesa y anunció que se retiraba. Por supuesto Ren se ofreció a llevarla, y por poco no tienen que cargarla en el auto a la fuerza ya que ella ya estaba lo suficientemente incomoda como para seguir teniéndolo cerca y rechazaba la oferta, hasta que al fin cedió y Ren la llevo al Daruma. El camino se hizo largo. Ren no había dejado de suspirar en todo el camino. –Kami! Ayúdeme… esto es muy incomodo… aunque se me hace muy familiar… cuanto falta para llegar…?- pensaba Kyoko.
Llegando a unas tres cuadras del Daruma las calles se estaban cortadas por reparaciones de infraestructura urbana, al parecer se había roto algún caño maestro de agua, por lo que habían estado rompiendo para buscar el lugar exacto de la fuga. Ren estaciono en la acera, ya que no se podía avanzar más, y aunque Kyoko se había despedido y casi que había salido corriendo, se bajo del auto para acompañar a Kyoko hasta la puerta, no podía dejarla caminar sola, aunque fueran solo tres cuadras.
-Te acompañaré- le dijo poniendo la alarma del auto.
-No… No hace falta Tsuruga-san… Estaré bien… Ve a descansar- le decía ofreciéndole una sonrisa incomoda.
-Ni loco te dejo sola- respondió fríamente mientras que comenzaba a caminar en dirección al Daruma.
Kyoko lo seguía a unos cuantos pasos por detrás. Estaba muy avergonzada, y no entendía los cambios repentinos de comportamiento de su sempai. Tenía que decir algo antes de que llegaran y él se fuera. –tengo que pedirle disculpas… eso creo…- Estaban a media cuadra de la entrada del Durama. Se adelanto al trote los pasos que le separaban de él y le sujeto la manga de la campera haciendo que se este se sorprendiera y se frene de golpe para voltearse a verla tan cerca de él toda avergonzada tapándose la cara con la mano que le quedaba libre.
-Tsuruga-san… lo lamento… lamento el mal momento que te hice pasar…- le dijo soltándole la manga de la campera mientras bajaba su mirada al piso y se destapaba la cara -Yo estoy teniendo algunos problemas, pero me avergüenza hablarlos contigo-.
-Kyoko…- Se acerco a ella para poder abrazarla- Puedes contar con migo para lo que sea, yo siempre voy a estar aquí para ti. Eso tenlo por seguro-
Kyoko correspondió el abrazo- No creo que con este problema pueda ayudarme- soltó una pequeña carcajada con un dejo de tristeza-
-Dime que es lo que te tiene tan triste…- le pregunto con mucha curiosidad mientras soltaba el abrazo para poder mirarla a la cara notando como se volvía a sonrojar nuevamente.
-mhh no se si deba…- Le contesto sonrojándose.
-…-
-Está bien… Recuerda que le comente que juré jamás volver a enamorarme y no convertirme en una idiota otra vez?- le pregunto buscando por donde comenzar a hablarle intentando buscar una escapatoria.
-mhh si, lo recuerdo- le contesto algo confundido.
-Pues, fallé… Me he enamorado otra vez… y me temo…-comenzó a contare bajando de a poco la mira, tomando un semblante de tristeza- Soy aún más estúpida que antes…- Río con ironía.
Ren no podía creer lo que estaba escuchando… "Me he enamorado otra vez… Me he enamorado… enamorado…" – De quién?... De quién, dime de quién…- pensaba totalmente sorprendido por la declaración de su amada Kyoko, que -se ha enamorado, y de otro-. Estaba totalmente desolado y reaccionó solo cuando vio una lágrima recorrer las mejillas de Kyoko.
-No eres una estúpida… no digas eso- le dijo tomándola por la cara limpiándole las lagrimas con los pulgares.
-Tengo entendido… que él… ya tiene a alguien importante…- le dijo cerrando los ojos mientras con sus brazos buscaba el pecho de él donde pudo aferrarse a su campera con fuerza para intentar calmar su llanto.
Ante la tristeza de la chica Ren no pudo contenerse más y la estrechó en su pecho, abrazándola con todas sus fuerzas como si nunca fuera a soltarla. –Él no sabe de lo que se pierde… El estúpido es él- le dijo cesando el abrazo para poder separarse y volver a tomarla por la cara para decirle- Si no puede ver la hermosa mujer que tiene en frente yo te aconsejaría que te olvides de él…- Comenzó a susurrarle bajito porque empezaba a acercar su rostro al de Kyoko, que podía sentir como si corazón se aceleraba nuevamente a toda velocidad, mientras que veía como Ren se acercaba lentamente a ella, y cerrando los ojos le daba permiso de hacer con ella lo que quisiera. –Así podrás… podrás ver a alguien que realmente te ama…- termino de decirle para poder al fin poder terminar aquello que había empezado en su departamento, rozando sus labios con suavidad, pudiendo sentir mil sensaciones hermosas hasta que las ganas no pudieron mas y terminaron uniendo sus bocas en un tierno y rápido beso.
Apenas se separaron unos pocos centímetros y mientras Kyoko abría lentamente sus ojos Ren apoyó su frente en la de ella para terminar de decirle –Alguien como yo… te amo Kyoko… -
Kyoko no pensó, ante lo dicho por el chico se lanzo a abrazarlo, pasando sus brazos por detrás de su cuello, volviendo a besarlo con más fuerza y pasión que antes, a lo que Ren respondió soltándole la cara para tomarla por la cintura y poder acercarla más a su cuerpo. Ya así ese beso ardió en pasión, saboreando cada milímetro de sus labios, hasta que estuvieron satisfechos quedando en un tierno abrazo.
En algún lugar de Tokyo, un frío sábado a la madrugada, una hermosa pareja de enamorados sellaban su amor enun apasionado beso, bajo la luz de una farola de la calle.
Hola a todos, anoche con el sueño que tenia solo subi el capitulo y me olvide de dejar este comentario, soy super despistada.. En fin, espero que les haya gustado la historia, aún no se si seguirla o no.. ustedes diran.. :) saludos!
Que tengan un lindo año nuevo! Besos!
