Summary: *A/U* —¿Sesshoumaru-Sama, me dolerá? —Rin agacha la cabeza. Muerta de pena por hacer preguntas tontas. *Para Banny-chan*

Disclaimer: Los personajes de Inuyasha pertenecen a Rumiko Takahashi, si fuera mío ya habría hecho que Sesshoumaru se casara con Rin.

Pairing: Sesshoumaru X Rin.

N/A: Para Banny-chan con amor xD


*~ Recompensa ~*


La puerta de la iluminada habitación se cierra. Y todo lo que hay afuera, por sólo un momento, desaparece, deja de importar.

—¿Sesshoumaru-Sama, me dolerá? —Rin agacha la cabeza. Muerta de pena por hacer preguntas tontas.

¿A dónde se fue la sonrisa brillante que ella siempre posee? ¿Tanto miedo tiene? El ambiente es tenso, pesado pero suave a la vez.

—Hmp.

Él no quiere lastimarla. Lo menos que quiere en el mundo es hacer daño a Rin… pero ya no lo puede postergar más.

La chiquilla se remueve en su sitio, nerviosa.

La mano de Sesshoumaru toca la mejilla derecha de Rin, ella tiembla ante del contacto frío. La otra mano de Sesshoumaru va hacia la mejilla izquierda. En un lento acto, él logra tomar la cara de ella al completo, la mueve a su antojo, sólo quiere tener aquellos ojos castaños sobre sí.

¿Quién quiere lastimar lo que se supone debe proteger? Si Sesshoumaru fuera un idiota como el resto del mundo hubiera intentado postergar el suceso, pero sabe, en verdad, que no puedo hacerlo, ni por él ni por ella. Rin, quien crece ante sus ojos para ser un mujercita. Una de verdad.

—¿Sesshoumaru-Sama?

La clara voz de la chiquilla suena temerosa. Siente miedo de él, por primera vez en su vida, ver a Sesshoumaru le provoca algo de miedo. Pero no lo culpa, sabe que él se resistió todo lo que pudo.

Ambos saben que así son las cosas, así funciona el mundo. Ella se aferra a su camisa, temblando pero esperando, totalmente entregada al acto.

Un sudor frío corre por la frente de Sesshoumaru, también está nervioso y no es que sea la primera vez que va a hacerlo, es más, podría decirse que es un experto, que lo ha hecho tanto que ya ni siquiera tiene que abrir los ojos. Su cuerpo ya funciona casi en automático. Pero hay algo que le inquieta, es la primera vez de Rin y eso le exige ser delicado.

Jamás le haría daño a una niña… pero Rin no es una niña como las otras. Él no eligió ser lo que es.

Sesshoumaru aparta las manos las mejillas de Rin, una la coloca en el hombro de ella y la otra la usa para acariciar la piel expuesta. El rubor crece en la chiquilla.

El momento llega.

—Aah.

Entonces, Kagome, la enferma del consultorio, entra y ve la escena, parpadeando seguidas veces. Luego una sonrisa se forma en sus labios.

—Cuñad… quiero decir, doctor Sesshoumaru, llegaron más niños para ser vacunados —vuelve a sonreír—. En cuanto salga Rin-chan los haré pasar.

Kagome cierra la puerta con rapidez, seguro tiene gente que atender allá afuera. Y Sesshoumaru aleja la jeringa del hombro de Rin y ve apenas un pequeño punto rojo en la suave piel de ella. Al parecer las vacunas no duelen tanto como él hubiera pensado.

—No dolió tanto —Rin habla, sobándose el hombro.

Sonrisa en los labios.

—Eso es todo, Rin —masculla Sesshoumaru mirando como la niña se levanta de su asiento.

No muestra ni una pequeña mueca de dolor.

—¿Sesshoumaru-Sama? —ella se mueve, inquieta. Buscando su recompensa por ser tan valiente.

Está totalmente bien.

—Dile a Jaken que te lleve a tu casa.

Sin mirarla, el joven doctor extiende una mano hacia Rin y le entrega un caramelo, ella lo toma con delicadeza, sonriendo y agradeciendo como sólo ella sabe.

—¡Sí! ¡Gracias, Sesshoumaru-Sama! ¡Nos vemos al rato!—claro, ella ríe un poco antes de salir, quizá porque sabe que es la única que recibirá un caramelo.

—Hmp.


*~ Fin ~*


N/A:Eso es todo, hecho con amor para Banny-chan…. ¡Pan te quiere! :3

Gracias por leer~ ¿Comentarios?