¡Corregido!
¡AL FINNNNNNNNNNNNNNNNN! ¡AL FIN! ¡AL FIN!!!, ¡TERMINE MI FIC SAI-SAKU! Jejejejeje, tenía unas enormes ganas de escribir acerca de esta pareja.
No se en que estaba pensando al escribir este fic, miento, en realidad si lo se, este fic es algo así como un complemento del bizarro mundo en que ubico el fic de "sueño, pesadilla y realidad", es lo que sucedía en Konoha mientras Itachi y Deidara cuidaban a sus bebes, pero no, ninguno de ellos aparecera en esta historia, es un SAI-SAKU exclusivo, lleva toques de otras parejas de menor importancia.
Es un one-shot, al menos eso creo, ya se me esta haciendo costumbre que todo one-shot termina volviéndose una historia mas larga, pero como siempre, eso depende de sus peticiones y mi imaginación, sin mas me despido esperando les guste la historia.
Ya saben, los personajes son de Kishimoto y bla bla bla.
Sin importancia.
Saltaba de rama en rama, siguiendo muy de cerca a Yamato; regresaban de una misión de reconocimiento. Hacia mas de 8 años que Madara había visto su fin después de causar tanto daño, muchas cosas inesperadas sucedieron después de eso, Sasuke regreso (arrastrado por Naruto, pero lo hizo), Sakura ya no quiso estar con él, Naruto y ella parecían felices por la posibilidad de una relación juntos pero inesperadamente el rubio sorprendió a toda la aldea al anunciar su compromiso con Hinata Hyuga; después de eso todos juraron y aseguraron que el matrimonio Uchiha–Haruno se realizaría, pero él mejor que nadie conocía el dolor que ese compromiso causo en la kunoichi, el fue testigo de la forma en que se sumía en la oscuridad y la desesperación teniendo como único consuelo el saber que Naruto al fin era libre, libre y realmente feliz al lado de la única persona que confío ciegamente en él desde el principio, que no lo vio como un estorbo sino como la persona valiosa que siempre fue.
En muchas ocasiones fue su paño de lágrimas, primero por casualidad, después por…. no estaba seguro, pero junto con Ino, Tsunade, Shizune, Kakashi, Yamato, ¿y por qué no?, también Sasuke, eran testigos de su sufrimiento. Lo malo de todo esto es que ellos siguieron con su vida y al final, queriéndolo o no, la dejaron sola; de ahí el motivo de que recurriera a él, porque él no tenia una vida a la cual dedicarse, la mejor prueba de ello fue en la boda de Naruto, ese día Sasuke anuncio su compromiso con la hija de un feudal, alguien que además de ser una señorita de clase, también era una kunoichi; Naruto lo golpeo por lucirse en un día que era suyo y luego lo felicito, después fue el turno del resto del equipo, él incluido. Esa misma noche, la pelirosa bebió como nunca en su vida, de más esta decir que él no fue la excepción.
Todo comenzó por uno de los tontos retos de Gai y Kakashi, un reto que incluyo a los miembros de sus equipos cuando ellos no pudieron beber mas, como era la noche de Naruto, Sai ocupo su lugar y compitió contra Lee, Neji y Sasuke perdieron tras la segunda ronda, Sakura le gano a Ten Ten y él perdió contra Rock Lee; en el enfrentamiento final Sakura le gano por mucho a un indeciso Lee, al terminar la fiesta y como casi todos estaba ocupados fue él el encargado de llevarla a su casa, a pesar de que todo le daba vueltas logro llegar pero ya no recordaba nada después de cerrar la puerta, solo haber despertado desnudo en la cama de la kunoichi, no era tan idiota como para no entender lo que había pasado, lo que no sabia era como comportarse y su terrible dolor de cabeza no lo ayudaba en nada, de lo que estaba seguro era de la paliza que recibiría apenas despertara la afectada.
Pero no paso nada, Sakura simplemente le pidió que se marchara, no la volvió a ver hasta una misión y de ahí, nada. Se sentía raro, pero no le dio mayor importancia, al menos no hasta que meses después, en la boda de Kiba sucedió lo mismo, la única diferencia fue que él estaba sobrio y recordaba a la perfección llevarla a su casa, acompañarla hasta su cama y la forma en la que ella enredaba sus brazos en su cuello atrayéndolo mientras se acostaba, sus labios buscando su boca con desesperación, sus manos deshaciéndose de la chaqueta, sus piernas abriéndose para recibirlo y él, simplemente se dejo llevar, tal vez esta era una forma natural que Sakura tenía para desahogarse, una forma muy placentera para él, así que simplemente siguió el juego liberando sus instintos.
Esos instintos le indicaron besar su boca, su cuello, deleitarse con la suavidad de sus senos, el sabor de su piel y la estreches de su intimidad, pudo observarla totalmente desnuda bajo su cuerpo gimiendo de placer, acariciarla por completo, entrar en ella cuando su hombría se lo exigió, embistiéndola conforme sus gemidos le pedían más, aumentando su fuerza e intensidad, esa noche Sai se perdió en el aroma y cadencia de la pelirosa, poseyéndola con urgencia y sintiéndose desfallecer cuando, entre espasmos de placer ella atrapo su miembro obligándolo a liberar su esencia en su interior, en medio de ese sofocante calor llego al climax , entre las nubes de placer escucho como lo llamaba a él, a su amigo, a Naruto; se sintió incomodo pero no le dio mayor importancia, ella durmió entre sus brazos con la esperanza de que fuera otro; al despertar simplemente lo hecho de su lado y no la veía mas que en las misiones.
La historia se repetía en cada fiesta o cada vez que la medininja encontraba un pretexto para embriagarse, solo así se entregaba, porque solo así podía imaginar que era el ojiazul quien la poseía y esa fantasía parecía darle la fuerza necesaria para continuar. Sai no entendía este comportamiento y no le importaba mucho, pues recibía momentos de placer inigualables. Con el paso del tiempo y su mayor comprensión de las cosas y las emociones, no pudo evitar que la rutina le resultara tan monótona como las misiones que realizara para Danzou, ahora solo recibía la orden de la kunoichi y cumplía la tarea de hacerla olvidar para irse al terminar y eso…comenzaba a aburrirle y a veces… lo molestaba, porque todos los demás presumían con orgullo sus relaciones como si fuera la mas grande victoria de sus vidas.
Como siempre fue Naruto quien lo hizo abrir los ojos sin saberlo, pues hace unos meses corrió por toda la aldea tocando de puerta en puerta para anunciarle a cada habitante que pronto seria padre y que tendría una hermosa familia. Observarlo irradiando tanta felicidad lo hizo sentirse raro, mas que nunca recordó a su hermano, reconoció los sentimientos que tenia hacia el, hacia la única familia que tuvo antes de llegar al equipo Kakashi: casi 3 meses después la noticia de que Sasuke también seria padre le obligo a darse cuenta de que la mayor par de los que conocía ya tenían una familia o al menos una relación formal, incluyendo a Gai y Lee, hasta ese momento reconoció su deseo de seguir sus pasos, de querer….sentirse completo.
– ¡CAPITAN YAMATO! ¡SAI! – Escucho hablar a Naruto – ¡por fin llegan! ¡Tardaron demasiado! ¡De veras!
–Lo sentimos Naruto kun, pero teníamos que revisar a fondo – trato de calmarlo el capitán – pero todo esta bien – sonrío.
– ¡Genial! ¡Regresemos cuanto antes para informar!
–No lo entiendo – dijo pensativo Sai – hace unos años detestabas quedarte en la aldea y ahora no soportas estar fuera.
– ¿Ah?, eso es simple, ahora Hinata me espera y no quiero que se quede sola con los bebes – en pose de gran conocedor.
–Idiota – hablo fríamente el Uchiha – aún faltan 3 meses para que nazcan.
– ¿¡Y eso qué!? A estas alturas los bebes ya pueden moverse y oír, y ya patean y…y….y….¿¡Y QUE TAL SI NACEN ANTES!?– agrego histérico comenzando a jalarse los cabellos.
–Ya entendí…– le interrumpió Sasuke dándole un golpe en la cara.
– ¡MALDITO SASUKE TEME! ¡ME LAS PAGARAS! – se levanto dispuesto a golpearlo pero antes de poder dar un paso fue atrapado por Yamato.
–Naruto contrólate.
– Grrrr, no importa, te lo cobrare – sobando la parte afectada – auch, ojala Sakura chan y Kakashi sensei estuvieran aquí para curarme y darte tu merecido – hizo un gracioso puchero – ¿me pregunto que pudo haberles encomendado la vieja para que se quedaran?
Sai pudo sentir como se instalo un incomodo silencio entre ellos, vio como Yamato y Sasuke intercambiaron una mirada cómplice.
–Eso no importa Naruto – dijo el mayor – andando.
Los 4 se pusieron en marcha y no dijeron nada hasta llegar a la aldea.
–Si que tardaron – hablaron con voz cansina desde el puesto de vigilancia de la entrada.
– ¡Kakashi Sensei! ¿Qué hace descansando? – pregunto molesto el rubio.
El mencionado se encontraba entre Koketsu e Izumo, con los pies sobre la mesa, recargado sobre el respaldo de la silla con las manos detrás de la nuca y un libro cubriendo su rostro.
–No descanso Naruto – se reincorporo – solo veo los caminos de la vida pasar.
– ¡Déjese de pretextos! – grito sobre la mesa el rubio.
–Como sea – ignorándolo al levantarse – necesito hablar con Sai – camino hacia el mencionado – así que… – lo rodeo por los hombros – adiós – se despidió sonriendo feliz.
Desapareció en una nube de humo dejando a un Naruto molesto, a un Yamato preocupado, a un Sasuke con la frente ligeramente arrugada y a los dos guardias totalmente confundidos.
– ¿Qué ocurre Kakashi san? – cuestiono el menor una vez estuvieron lejos.
Kakashi lo ignoro y continúo caminando hasta llevarlo al techo de la academia, permaneciendo en silencio por varios minutos.
– ¿Qué piensas hacer con tu vida Sai? – pregunto mirando el entorno.
La pregunta lo tomo por sorpresa, parpadeo varias veces confundida.
– ¿Qué se supone que debo hacer?
Kakashi le miro seriamente.
–Hacerte responsable de tus acciones.
Ese comentario confundió mas a Sai, ¿de que rayos hablaba?
– ¿A que se refiere?
–Sabes a "quien" me refiero.
Sai desvío la mirada sintiéndose incomodo y tratando de ocultar el rubor que comenzó a cubrir su rostro, aunque no estaba seguro del porque esa actitud.
–No fui yo quien empezó – alego tratando de defenderse de lo que considero un ataque.
–Pero tampoco hiciste nada por detenerlo, al contrario, te aprovechaste de la situación, y eso Sai, no lo hacen los amigos, solo los canallas – agrego con un tono irritado el peliplata.
Sai sintió como algo en su pecho se rompía, en su garganta se formo un nudo que le impedía hablar, su rostro ardía y aunque lo amenazaran de muerte estaba seguro que no se atrevería a mirar a Kakashi a los ojos, se sentía…avergonzado.
–No…no lo sabía – dijo cabizbajo con un hilo de voz – además, ella nunca ha querido que los demás lo sepan – trato de defenderse.
El peliplata suspiro resignado, estaba siendo demasiado duro con el pobre chico, era obvio que no era consiente de lo que realmente estaba sucediendo.
–Para ella no ha sido fácil, y no lo será próximamente, esta confundida y no es capaz de tomar la mejor decisión, es por ello que tú, como la otra parte de esta relación, debes escoger que es lo mejor para…..todos, antes de que ambos sigan haciéndose mas daño – trato de suavizar las cosas.
El silencio se instalo incomodo nuevamente, Sai seguía mirando el suelo, jamás imagino que lo que hacía con Sakura fuera tan….malo, la insistente mirada del otro lo hacia sentir una especie de culpa.
–Sai, ya no eres el idiota sin sentimientos de antaño, has aprendido y comprendido mucho, y estoy seguro que entiendes lo que sucede realmente.
El menor arrugo su frente mientras sus ojos se cubrían de un cristalino velo de tristeza, levanto el rostro para mirar sin ver un punto en el horizonte, paso saliva sintiendo como esta le causaba un agudo dolor en la garganta y el pecho, expandiéndose por todo su cuerpo.
–Solo….. – se detuvo al escuchar su temblorosa voz, suspiro profundamente tratando de apaciguar un poco lo que sentía – solo soy una herramienta que ella usa para olvidar a Naruto – se detuvo volviendo a tomar aire – igual que lo fui para Danzou.
Kakashi se sintió culpable por la forma tan cruel en que el chico planteaba el problema, pero era terriblemente cierto, era natural que el muchacho cayera en el mismo error, a fin de cuentas, para eso había sido educado, para ser una herramienta que los demás usaran a su antojo.
–Aun puedes cambiar eso, habla con Sakura, explícale lo que piensas y sientes, estoy seguro que llegaran a un acuerdo, créeme, tienen que hacerlo, en especial ahora, necesitan escucharse.
Sai solo asintió con la cabeza, comenzaba a ver borroso producto de quien sabe que motivo.
–Bien, me retiro y te deseo suerte – dijo dirigiéndose a la puerta pero antes de salir se volteo hacia el – por cierto, mis mas sinceras felicitaciones – agrego antes de marcharse.
Volteó sorprendido a donde el otro pero no encontró nada, el comentario final de Kakashi le hizo sentirse molesto, ¿felicidades? ¿Por qué? ¿Por que ahora sabia que a pesar de sus esfuerzos, una de las personas que consideraba su amiga en realidad solo lo veía como un trapo desechable? ¿Por eso lo felicitaba?
–Genial – sonrío con amargura ante ese pensamiento.
Permaneció hasta que la noche se hizo presente en el firmamento, ahora tenía el panorama bastante claro al igual que lo que tenía que hacer, solo que… no imagino que se sintiera tan…incomodo, o tan….adolorido, era como si una poderosa garra estrujara con fuerza su corazón. Resignado se dirigió a su casa pensando en mil cosas pero sin llegar a algo claro. Al doblar la esquina alcanzo a ver la silueta de la pelirosa en la entrada, se escondió sintiéndose estúpido, pero la verdad, no quería hablar con nadie y mucho menos con ella, estaba exageradamente cansado y débil. Curioso, jamás en su vida se había sentido de este modo, en ese estado no podría enfrentarse a nada, así que opto por regresar sobre sus pasos dispuesto a buscar una posada donde pasar la noche, antes de marcharse algo comenzó a bajar por sus ojos, llevo sus dedos a sus mejillas para sentir una gota de agua entre sus dedos, abrió la boca sorprendido, ¿acaso estaba llorando?¿por qué?, apretó el puño y se apresuro a retirarse de aquel lugar; ¡Nadie debía verlo en ese estado!, no podría explicarlo. De haber esperado un poco mas, se habría dado cuenta de cómo Sakura llevaba una mano a su vientre esbozando una hermosa sonrisa.
