Capítulo 1

Era una tarde nublada de noviembre, dos miembros de una afamada y adinerada familia de magnates empresarios se encontraban en el hospital central de Tokio.

El mayor y cabeza de la familia Inu no Taisho se encontraba preocupado por la salud de su esposa, Izayoi, que se encontraba muy grave. El peli plateado caminaba de un lado a otro, por la sala de espera, mortificado esperando una respuesta de algún médico.

Sesshomaru, el hijo mayor de Inu no Taisho, permanecía sentado de brazos cruzados, en uno de incomodos sillones de la sala de espera, siguiendo con los ojos a su padre.

-Por que tardan tanto los malditos médicos – de tuvo su caminar – Sesshomaru, avísale a Inuyasha que estamos en el hospital, no quiero que llegue a casa y no encuentre a nadie.

-Como digas – tomo su móvil para así mandarle un texto a Inuyasha- listo.

Un joven de larga cabellera plateada se encontraba saliendo de la universidad con rumbo a su deportivo rojo, saludando a un par de chicas que lo miraban con detenimiento.

Su celular sonó, cosa que no lo alarmo para nada, se dio cuenta que era un texto de su hermano, usualmente le dejaba mensajes diciéndole donde iban a comer, jamás se dignaba a llamarlo.

-Tan típico de él- abrió el texto – ¡santo cielo! – El chico se alarmo por el contenido no tan típico del mensaje de su hermano.

"Inuyasha, dice mi Padre que no estamos en casa estamos en el hospital central, nosotros estamos bien… tu Madre no."

Un mensaje típico, pero no tan típico entre estos hermanos. Inuyasha dejo las banalidades de la vida de un chico popular, y subió al automóvil muy apresurado rumbo al hospital central.

-Deberías de sentarte un momento, estas así desde que llegamos, ya estas viejo…

-Y no durare mucho… ya me lo has repetido un millón de veces…. A veces pienso que tú eres el Padre aquí… - le regaño cansado de oír siempre el mismo sermón por parte de su hijo mayor.

-Solo digo… no deberías de sobre esforzarte tanto… recuerda lo que paso el mes pasado…

Inu no Taisho al recordar el pre infarto que le dio estando sentado en su oficina, se sentó de golpe, era algo que ellos dos mantenían en secreto, por suerte para el mayor, su hijo se encontraba entrando a la oficina y el incidente no paso a mayores. Por otra parte para Sesshomaru no fue tan gratificante que su padre, su tan admirado padre, ya estaba haciéndose viejo, el incidente le hizo caer en cuenta el tiempo que había pasado, ya no era un niño de 5 años jugando en la oficina de papá, ahora era un joven a punto de terminar la universidad con intenciones de tomar las riendas de las empresas Taisho.

Los dos se quedaron viendo fijamente por una gran ventana hacia la ciudad, algunos árboles adornaban el parque que estaba fuera del hospital. Pasó un largo rato antes de que llegara Inuyasha, se le notaba agitado por correr en todo el hospital buscándolos.

-Padre, que le pasó a Mamá.

-Aun no lo sabemos – dijo angustiado, viendo hacia el suelo con las manos entrelazadas sobre su regazo.

Sesshomaru permanecía sentado sin expresión aparente, se le notaba entretenido viendo fijamente su móvil. Inu no Taisho ponía al tanto a Inuyasha de la situación con su madre cuando Sesshomaru sin previo aviso soltó una sonora carcajada, lo que hizo que su padre se enfureciera con él.

-Como te atreves a reírte en un momento como este – grito eufórico.

-Está bien que me odies. Pero no te rías de mi madre – dijo con la mirada triste.

-No me estoy riendo de ninguno de ustedes, padre te respeto – Se levantó – voy a la cafetería.

Ambos observaron a Sesshomaru encaminarse a la cafetería – Voy con él… ahora regreso – comento Inuyasha.

-que voy a hacer con ustedes – dijo suspirando.

-Sesshomaru… Sesshomaru – le llamo para llamar su atención.

-¿Qué quieres Inuyasha?

-solo disculparme por lo de hace un rato… a veces no sé qué me pasa.

-Ya deja eso… no necesito tus explicaciones. Ni mucho menos tus disculpas.

El jefe de la familia Taisho se encontraba sentado maldiciendo en su mente a los médicos. Cuando un hombre de bata blanca le toco el hombro.

-Sí, dígame…

-Vengo a informarle sobre el estado de su esposa señor…

-Taisho… Inu no Taisho – le dijo extendiéndole la mano.

-Señor Taisho, me temo que aún no sabemos con exactitud lo que tiene su esposa, no queremos exponerla pruebas innecesarias, pero ya hemos controlado los síntomas.

-No lo puedo creer – se tragó todo la ira – Gracias.

El peli plateado se dejó caer en el incómodo sofá y recorto su cabeza en el respaldo. Tendría que esperar un más por un diagnóstico certero.

Hasta aquí el primer capítulo. Soy nueva en la sección de Inuyasha, pero tengo otros fics en la sección de Dragon ball y One piece.

Les pido sean amables conmigo, es una historia que escribí ya hace mucho y cuando tenía una pésima redacción, la eh arreglado y añadido un poco más de trama ya que en la versión original era un poco más difícil de leer y entender.

Dejen comentarios y sugerencias… a quien quieren ver con quien aún no decido si dejarlo igual o cambiarlo un poco. Por su atención gracias.