Esto nace de la idea de cuatro personas esperemos que os guste y os vemos en el siguiente capítulo.

Capítulo 1:

Eleanor

Minutos después de que el vídeo fuera expuesto todo se volvió un caos, recordaba haber cogido la mano de Jasper, y poco después salieron al campo para ver lo que estaba sucediendo. Cuando vieron que la gente estaba saltando al campo decidieron retirarse e irse, no sabían lo que se les venía encima. Habían paparazzi por todos lados intentando captar imágenes del momento, Eleanor intentaba ocultarse pero era imposible, mirara donde mirara se disparaban los flashes. Jasper la abrazó a él mientras caminaban y por primera vez en mucho tiempo se sentía segura.

Al llegar al coche se encontraron con James que se alivió al ver que habían salido ilesos del estadio.

—Tengo órdenes directas de que regreséis a palacio—les comunicó.

Jasper, tras asegurarse de que Eleanor entrara al coche, se volvió hacia James muy seguro de lo que había decidido hacer.

—Me voy de palacio, quería decírtelo—dijo, James lo miró sin entender pero asintió sin hacer ningún comentario al respecto y subió al coche.

Durante el trayecto no hubo ninguna conversación, el día había sido demasiado largo y tanto Eleanor como Mr. Hill estaban vez llegados a palacio primero salió su guardaespaldas y después ella, la condujo hasta dentro. En el camino se encontraron con su madre.

Al verla intentó contener las lágrimas, ese día le estaba pasando factura pero tenía que informarla de lo sucedido así que lo resumió.

—Liam ha dado su discurso-dijo, sacando su móvil y pulsando un botón para hacer correr un vídeo con las imágenes de la gente que saltaba de las gradas y se lanzaba contra Ted para agredirlo.

No era su plan alargar la conversación así que se dio la vuelta y se fue para su habitación, su madre la detuvo y se acercó a ella, había notado lo mucho que le había afectado lo que pasaba afuera.

—¿Te encuentras bien? —le preguntó, visiblemente preocupada.

Eleanor bajó la mirada, y al volver a levantarla le contestó:

—Sí, es que...—no sentía ganas de hablar ahora, decidió decir una media verdad—…..estoy cansada, ha sido un día muy fuerte. Allá afuera todo es una locura.

Su madre sospechaba algo, últimamente habían pasado muchos momentos juntas y sabía que Eleanor no estaba llevando bien toda esa "locura", como la llamó. Pero respetó su espacio y la dejó seguir su camino.

Al llegar a su habitación cerró la puerta, ya podía ser ella misma. Adiós a esa máscara de chica fuerte que podía soportar todo, su mundo se desmoronaba: la muerte de su padre, que no eran hijos legítimos, la falsa amistad de Mandy además de que quería robarla junto a su antiguo guardaespaldas. Ted, el hombre en el que más confiaba su padre, al final resultó ser su asesino... ¡Por Dios, eran tantas cosas!

Se desmaquilló, se puso el pijama y se metió en la cama e hizo algo que había estado evitando tanto tiempo: lloró, lloró mucho, sentía tanta rabia, tanta desolación. No había querido desahogarse con nadie, ni siquiera con Liam, la única persona que sabía todo por lo que ha pasado, la única persona en la que podía confiar; una opción era volver a las drogas pero había avanzado demasiado para dar un paso atrás así que lo mejor era cerrar los ojos e intentar dormir, no pensar en nada más, no quería pensar en nada más.

No supo el momento exacto en que consiguió el sueño, pero dormía plácidamente hasta que llamaron a la puerta.

Cuando escuchó que era su madre y que quería pasar, saltó de la cama para arreglarse un poco, no quería que notara que había estado llorando. Y si esa mujer dijo que quería entrar lo iba a hacer así que intentó borrar los vestigios de las lágrimas lo mejor que pudo para que su madre no sospechara.

—Puedes pas...—La reina no esperó a que terminara la frase, abrió la puerta y Len la recibió con esa sonrisa suya tan despreocupada—. Buenos días, madre ¿a qué se debe esta maravillosa visita?

Vio cómo su madre inspeccionaba su habitación con la mirada, la expresión de asombro en el rostro de Helena obligó a Eleanor a buscar su móvil y capturarla en una foto, su madre asombrada por el estado en que había encontrado su dormitorio merecía ser recordada para la posteridad.

La habitación estaba ordenada y limpia, a excepción de la ropa del día anterior que se hallaba en el sofá.

—Venía a decirte que hasta nuevo aviso no saldremos de palacio—le informó, aún estudiando con la mirada cada parte del dormitorio—, está lleno de periodistas y no vamos a dar una noticia hasta que lo consulte con Rachel. ocupará el puesto de jefe de seguridad.

Se volvió para marcharse, pero antes de dirigirse a la puerta se giró hacia su hija.

—Estoy muy orgullosa de ti, Eleanor—sonrió. La morena le devolvió la sonrisa al reconocer la sinceridad en las palabras de su madre.

Helena abrió la puerta, y salió.

Al verse sola Eleanor se lanzó a la cama, y observando la fotografía que le tomó a su madre sonrió, mucho, tal vez como nunca antes. Y es que, después de mucho tiempo, por fin se había sentido valorada por ella.

Había llegado el momento de cambiar, de ser otra persona, de dejar todo lo malo atrás. Ser ella misma, la Eleanor que nadie conocía, la verdadera, nada de máscaras. Había llegado el momento de aprender a llevar estos nuevos sentimientos y controlarlos. Interiormente estaba mal por todo pero poco a poco tenía que superarlo, iba a llevar su tiempo, pero si pudo salir de las drogas podrá con esto.

¿Después de esto que crees que va a pasar?

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