Disclaimer: todo es de Collins:)

Summary: Te sonrojas. Nunca pensaste en él de esa manera. Aún, así, sólo quieres tomar su mano.

Nota: Para Pame:D ¡Feliz Navidad! Ojalá te guste este pequeño regalo y disfrutes mucho de esta época con tu familia&amigos. Pásala de lujo y disfruta con Gale :D *se va con Peeta*


Toma mi mano

Era un día como cualquier otro. Gale y yo nos encontrábamos en el bosque. Después de un par de horas de cazar nos sentamos en un tronco para descansar. De mi cinturón colgaban dos ardillas y del de Gale un par de ratas de campo.

Pero no era como cualquier día de caza. Nada era igual. Nada era como antes desde me había ido a los Juegos del Hambre y había tenido un "romance" con Peeta.

Gale seguía siendo mi mejor amigo, pero la relación que antes teníamos. Hay una fase antes de los Juegos de Hambre y después de los Juegos del Hambre.

Aunque yo seguía conservando ese cariño por Gale. Ese calor que inundaba mi pecho cada vez que estaba con él y eso es algo que ni los Juegos de Hambre ni Peeta podrían eliminar.

Hablábamos patrañas acerca del Capitolio, y se me salió decir algo gracioso y comprometedor sobre el presidente Snow, ambos reaccionamos del mismo modo y nos destornillamos de la risa.

Cuando me habían salido un par de lágrimas por la risa, pasé el dorso de mi mano por mi cara para limpiarlas, una vez hecho esto puse mi mano de golpe en el tronco. Sobre la mano de Gale. No fue intencional.

Pero se sintió bien, demasiado bien. Ya había tomado la mano de Gale muchas veces antes, pero no sé si fue porque esto no fue intencional que se sintió diferente. No sé si me dé a entender, realmente, pero el punto es que me sentí diferente.

Y no diferente en un mal sentido, creo. Sentí cosquillas en todo mi estómago, que creo que es lo que llaman 'mariposas en el estómago', pero se sentía mejor mucho mejor. También sentí un calor en todo mi cuerpo, y en mi cara, creo que estaba sonrojada.

Gale deslizó su mano debajo de la mía y me vio sonrojar. Volvió a tomar mi mano entre la suya y acaricio mi palma con su dedo pulgar.

— ¿Sucede algo, Catnip?

Asentí. Negué. Volví a asentir.

La mirada de Gale pasó de la tristeza que últimamente lo embargaba a la dulzura.

Con su otra mano, inició un dulce paseo por mi cara, su dedo índice y medio provocaban cosquillas en mi cara. A la tercera vuelta, su mano se quedó en mi barbilla y la tomó con decisión.

Pero antes de hacer lo que deseaba hacer, me echó una mirada dubitativa, me estaba pidiendo permiso.

Me tensé, me paralicé, me quedé callada e inmóvil.

Pero supongo que vio la decisión de mis ojos. Bien podría mentir, pero mis ojos dirían la verdad. Y Gale es quien mejor los conoce.

Apretó su mano en mi barbilla y acercó mi cara a la suya. Sentí sus labios sobre los míos, fue entonces cuando reaccione y moví los desesperadamente. Mi corazón martillaba amenazando con salir a la superficie. Nuestras bocas se abrieron y pude saborear su aliento sabor a menta y fue entonces cuando nuestras lenguas entraron en acción y jugaron como mejores amigas. Gale y yo aún teníamos nuestras manos tomadas y con mi otra mano acariciaba su cabello y su espalda. Ese beso se sintió diferente que los de Peeta. El beso de Gale era familiar, era cercano, era especial en muchos sentidos.

Cuando el beso acabó, ninguno de los dos dijo nada. Después de unos minutos de silencio –no incómodo- me recosté en el pecho de Gale y ambos disfrutamos de ese hermoso momento, sin que nos importara el mundo o el Capitolio o el presidente Snow o Peeta…