Comentarios iniciales: Bueno este sera mi primer Fic episódico, así como mi primera novelización.

La historia sera la misma que todos conocemos, pero tendrá algunos pequeños agregados, ya sea para comprender mejor algunas cosas o porque directamente las vi necesarias en el juego. Sin contar los cambios que lo enlacen a Zelda TBH que no serán muchos

¡Bien, dicho todo esto empecemos!

Disclaimer: The Legend of Zelda:Ocarina of Time es propiedad de Nintendo.

THE LEGEND OF ZELDA

OCARINA OF TIME

Por LinkAnd06

Capítulo 1: El Chico Sin Hada

En un enorme reino, donde se relataban muchas leyendas. Se encontraban un vasto y frondoso Bosque, que era protegido por su guardián, el Gran Árbol Deku.

Este vivía con una raza de apariencia humana, Los Kokiri, estos eran conocidos por nunca crecer, siendo eternos infantes. A cada uno se les asignaba un hada protectora, para así no perderse en dicho lugar...

Pero había un chico que no tenía hada, los demás se burlaban de él por eso, siempre anhelaba tener una. Ya que siempre reprochaba sentir que le faltaba algo o alguien.

Dicho muchacho últimamente había estado sufriendo constantes pesadillas en los últimos meses. Todas eran exactamente iguales. A los demás no les preocupaba mucho, pero el guardián sabía perfectamente el significado de esos sueños...

Ahora que le quedaba poco tiempo de vida, tal chico debía empezar su destino, y conocía perfectamente que compañera asignarle al susodicho...


El ocaso estaba ya otorgando sus últimas luces a su alrededor, en el pueblo del Bosque Kokiri, los eternos infantes volvían a sus respectivos hogares, pero uno aún seguía en el balcón del suyo fijando su vista hacia el cielo.

Era un chico de aproximadamente diez años, rubio con los ojos azules, vestía un sayo verde, un gorro del mismo color, y unas botas común marrones.

Se le veía muy pensativo, y esto no pasó desapercibido por su acompañante. Una niña con el cabello verde y ojos azules, probablemente un poco mayor que el joven, quien era quizás su única amiga en todo el pueblo.

-¿Link, estás bien? Te veo muy pensativo - Le preguntó preocupada mirándolo fijamente

-Sí... Estoy bien... No pasa nada.

-Link... ¿Estás pensando aun en por que no tienes un hada? - El rubio solo se quedó en silencio -No tienes porqué ponerte así por eso. Estoy segura que algún día tendrás una... – Puso una mano en su hombro -¡Vamos anímate! ¡Seguramente tendrás una muy especial! Y por eso nuestro guardián está esperando el momento adecuado...

El chico solo embozó una media sonrisa. Tal vez ella tenía razón, pero la verdad es que ser el único Kokiri sin hada trajo sus consecuencias, como ser el centro de burla de todos, ¡en especial de Mido! Siendo Saria y el Árbol Deku los únicos que lo veían como los demás... o amenos eso él pensaba.

-Se está haciendo de noche, debo regresar a casa- Le da un rápido abrazo en la espalda-¡Nos vemos Link!- Se despidió mientras empezó a bajar las escaleras.

-Adiós Saria...- Dijo mientras la veía alejarse poco a poco.

Ella era la única que se atrevió a ser amiga de él, era como su hermana. Y quizás la única que calmaba un poco el dolor de faltarle un hada... aunque también pensaba que ese dolor era por algo más...

-Mejor me voy a dormir... espero no tener pesadillas hoy...- Dijo para sí mismo mientras entraba en su casa. Ya mañana seria otro día más del montón... o al menos eso él creía...

*°*°*°*°*°*°*0*°*°*°*°*°*°*°*°*

Miré a mi alrededor, me encontraba en una llanura de extenso tamaño, al frente de mí se encontraba un enorme muro de ladrillos de color blanco, con una puerta de madera que parecía estar abriéndose, arriba de esta había un extraño símbolo de Tres Triángulos Dorados. Pude observar casas en el interior del lugar, y una figura que se acercaba a toda prisa hacia a mí, detrás parece que hay... Espera... ¿¡HACIA A MÍ!?

Rápidamente me quito del camino hacia la derecha, mientras observaba fugazmente a la figura, que resultaron ser dos personas en un caballo blanco. Una Mujer alta con un traje que tenia unos símbolos extraños. Parecía proteger a una niña de mi edad, al visualizarla miré sus ojos azules observándome, sentí una extraña sensación al verla... quedé enmudecido ante esto, tenía una especie de vestido rosa y un gorro blanco, pero note que era rubia, ¡se veía desesperada! Las observe alejarse hacia la lejanía... ¿A dónde irían? ¿por qué tanta prisa?.

Derrepente sentí un mal presentimiento, uno que se sentía extrañamente familiar, como si una de mis pesadillas quisiera volver a atormentarme. Rápidamente gire para ver de que se trataba, y quedé en shock al ver fijamente al culpable.

Era un hombre pelirrojo, con la piel verdosa, parecía sonreír con malicia. Usaba una extraña armadura negra y estaba sobre un caballo de color negro, noté que miraba a todos lados buscando algo ¿Acaso era él quien perseguía a aquellas chicas?

Tras unos segundos me encaró, noté que tenia los ojos amarillos, que a l verme fijamente me dejaron totalmente petrificado. ¡¿Quién era este sujeto?! ¡¿Por qué al verle me dio escalofríos?! ¿Por qué perseguía a aquellas chicas?

Luego sonrió y me apuntó con su brazo derecho, disparándome una bola de energía, que probablemente acabaría con mi vida...

*°*°*°*°*0*°*°*°*°*°*°*°*°*°°*

-¡AHHHHHHHH!... espera... ¿Qué?- Se preguntó así mismo.

Era la misma pesadilla, que cada vez se volvía más constante. Siempre era igual, él viendo aquella entrada abrirse en aquél gran campo, las chicas huyendo en caballo, y él siendo atacado por ese extraño hombre...

-Otra vez ese sueño... ¿qué significa?- Se cuestionó. ¿Quiénes serán esas personas del sueño? Aquel sujeto verde nunca lo había visto, pero su mirada llena de maldad se le hacía extremadamente familiar... Pero esa niña... también pareciera que la hubiera visto antes... esa mirada la recordaba, pero él no tenía idea de dónde.

Cada vez todo se le hacía más confuso. -Mejor vuelvo a dormir, aún no amanece. Solo espero no volver a tener esta pesadilla- Tras decir esto se volvió a acostar en su tronco, quedando profundamente dormido.

Ni el mismo esperaría lo que su destino le tenía preparado.


El canto de las aves anunciaba el amanecer que cubría con sus rayos a todo el bosque, iluminando a todo el pueblo donde los Kokiri vivían. Dichas casa eran simplemente árboles agujerados, rediseñados para poder vivir en ellos. Ya todos los seres infantes estaban despiertos... Bueno, no todos, el chico sin hada aún estaba profundamente dormido en su árbol.

Los demás eternos infantes convivían alrededor de todo el pueblo algunos jugando y otros paseando, pero no todos estaban de alegría...

Cerca de dicho lugar, más precisamente en la estancia del guardián. Un hada azulada volaba a toda prisa hacia su líder. Este le había llamado de forma urgente, por lo que decidió dejar a otra al cuidado del bosque mientras se encargaba de su próxima misión.

Rápidamente logró posicionarse frente al ancestral árbol.

-¡Ya llegué! Lamento la tardanza, no querían que me fuera de allá- Se disculpa la pequeña criatura antes de continuar. - ¿A qué se debe mi llamada? Gran Árbol Deku, parecías muy ansioso.- incito a que le dijeran su motivo.

-Naví, tiempos oscuros se aproximan, ¿no lo sientes? Puedo notar como el mal desciende sobre esta tierra... En este momento, se está preparando para atacar a nuestro amado Hyrule...

-Si lo he notado...- Le confirmó - ¿Qué podemos hacer? - Le preguntó temerosa la pequeña criatura, asustada por la revelación.

-Yo no puedo hacer mucho, durante años he servido para mantener la paz y el equilibrio en la tierra. Pero incluso mi poder palidece ante esta enorme amenaza- Le dijo al hada totalmente angustiado.

La sílfide quedó pensativa, ¿eso significaba que ya no hay esperanza?

-¡Ha llegado la hora! El chico sin hada debe empezar su destino...- Asegura el guardián del bosque, sorprendiendo al hada –El joven destinado para devolver a Hyrule a la paz... ¡Adelante, Naví! Encuentra a nuestro joven héroe tráelo ante mí... No me queda mucho tiempo... Todo depende de ti- le aseguró a la pequeña hada

Ante esa petición, la sílfide asintió con su diminuto cuerpo -Lo Haré... – Asintió mientras volaba rápidamente en dirección al pueblo, donde se encontraban los Kokiri. Tenía que actuar rápido.

Volando rápidamente, Naví buscaba alrededor de todo el pueblo a un Kokiri sin hada. Podía ver a su alrededor que todos estaban fuera de sus casas, y todos ya tenían un hada, la criatura no se dio por vencida y siguió buscando. Pero de repente sintió que había aun un chico que no salía de su casa, mas solo eso, uno, nada más -¡Te encontré!- Gritó a toda voz la sílfide mientras volaba a toda prisa hacia la casa, pasando por una colina con unas cercas...

-¡AAAAAUCH!- Gritó de dolor al chocar con una parte del ya dicho objeto -Rayos, eso de verdad dolió, pero no tengo tiempo- Reprochó, negando con su cuerpo, mientras finalmente llegaba a la puerta de la casa del joven.

Al entrar en dicho lugar, observó lo simple de la estancia, habían pocas pertenencias, pero eran las suficientes para vivir en dicho sitio. Observó que aún en su cama dormía plácidamente su ahora protegido, el ya conocido chico que no tenía ningún hada... Bueno, hasta ahora. Pero no era momento de quedarse mirando, ni pensando en aguas pasadas.

-¡Chico! ¡Despierta! Ya amaneció y... ¡tienes algo importante que hacer!- Intentó despertarlo mientras volaba sobre él. Pero como respuesta, el joven solo se acomodó más mientras fruncía el ceño, ante eso la sílfide revoloteó enojada a su alrededor.

-¡Ya levántate! ¡Es en serio muy importante, no es momento de holgazanear! ¿De verdad Hyrule depende de alguien tan perezoso?- Afirmó aún enojada, pero se alivió al ver que su protegido se levantaba.

El rubio se despertó y sentó al borde de la cama- Ya desperté... tranquila...-Le aseguró mientras se restregaba los ojos -¿Quién eres?- le preguntó confundido.

-Mi nombre es Naví, el Árbol Deku me dijo que yo sea tu hada. Encantada de conocerte- La sílfide notó como el chico se maravillaba al escucharle.

¿Acaso escucho bien? ¿De verdad ya tenía un hada? Sin duda ya este se volvió el mejor día de su vida.

-¿Cómo te llamas?- Le preguntó curiosa, solo lo conocía por su sobrenombre

-¿Ah? ¡Oh, lo siento!- se rascó la nuca -Link, mi nombre es Link. Encantado de conocerte, compañera- Le respondió con una sonrisa. -De verdad anhelaba mucho tener a alguien como tú Naví- aseguró nervioso por su emoción.

La pequeña criatura se quedó pensativa un poco, sin duda el joven era muy despistado-Me encantaría seguir charlando.- Se disculpó -Pero no es el momento, El Árbol Deku solicita tu presencia, es urgente.

-¿A mí?- el joven se extrañó ante eso, si es muy urgente, ¿Por qué precisamente lo llamaban a él? Hasta ahora nadie más que Saria lo solicitaba de esa forma, pero al ver la determinación de su compañera accedió – ¡De acuerdo! ¡Vamos!- le aseguró a su pequeña hada con una sonrisa, mientras se colocaba sus botas.

-Hay que darnos prisa- advirtió la criatura mientras volaba hacia afuera, seguida de Link.

-¡Oye! ¡Espérame!- exclamó el chico mientras la seguía. Ahora que tenía a su tan esperada hada ya no sentiría aquel vacío... ¿Cierto?


El joven terminaba de bajar las escaleras, mientras su compañera le seguía de cerca. Ambos siguieron recto por el camino, hasta que una chica peliverde se topó con ellos.

-¡Hola Link! Veo que ya has despertado- Volteó a ver a su acompañante - y veo que ya tienes un hada. ¡Al fin se cumplió tu sueño!- exclamó divertida la Kokiri, al recordar lo mucho que rogaba su amigo tener un hada.

-Hola Saria- Le contesta sonriente- ¡Pues si!, esta es Naví, mi nueva compañera.- Voltea a ver a la sílfide -Naví , ella es Saria, mi amiga.

-Un gusto conocerla, señorita Saria- Asintió con su cuerpo.

-¡El gusto es mío!-Le confirma divertida- ¿Por qué tanta prisa? ¿Sucede algo?- preguntó curiosa, mirando al chico.

-En realidad sí, el Árbol Deku me está llamando, al parecer es muy urgente- le respondió pensativo mientras se rascaba la nuca.

-¡Oh! ¿Te llama nuestro guardián? ¡Que honor!- Le alagó, pero termina recordando un detalle -pero Mido está bloqueando el paso, misteriosamente aparecieron monstruos en el camino hacia nuestro protector...- Le confesó preocupada por el asunto

-¡MONSTRUOS!- Exclamó sorprendida la compañera del joven -Pero... ¿Cuándo aparecieron? Cuando pase por ahí estaba todo despejado...- Se preguntó confusa.

-No lo sé...- desvió la mirada la Peliverde -Es como si algo malo estuviera a punto de pasar, últimamente el bosque se ha vuelto más peligroso...- Miró firmemente al rubio -¡Que suerte que te entrenaste para usar una espada! ¿No?- Le preguntó retóricamente al rubio -Pues pueden conseguir un escudo en la tienda, pero la única arma que tenemos está en una estancia secreta...

-¿La Espada Kokiri?- le preguntó la sílfide, Saria asintió con la cabeza -¡Se dónde esta! No te preocupes, confió en que Link sabrá lo que hace, no por nada nuestro guardián desea verle.

-De acuerdo- Miró preocupada al joven -Solo ten cuidado ¿Si?

-Descuida, ¡lo tendré!- afirmó con determinación -Vamos Naví, busquemos el escudo- La sílfide le asintió -¡Nos vemos Saria!- Se despidió de su amiga, mientras corría hacia la tienda, seguido de su compañera.

La peliverde, lo vio alejándose –Sé que tu destino es muy grande... Link... Ten cuidado...

Tras buscar muchas rupias y comprar el escudo Deku, el joven siguió a su compañera. Esta le llevaba a donde se debería encontrar dicha estancia misteriosa. Terminaron llegando sobre la colina, al Oeste de la casa del rubio.

-¡Debe de estar por aquí! Cuando te buscaba vi muy sospechoso este extraño agujero- Le aseguró a su protegido, en lo que este se agachaba viendo dicha brecha -¿Entramos?

-¿Aquí? Bueno, si se ve sospechoso, solo espero la encontremos- Dijo mientras entraba por la misteriosa entrada.

Al llegar al otro lado, vieron que la estancia era un extraño laberinto con una roca gigante como obstáculo -Wow, de verdad que querían que fuese seguro- Dijo mientras observaba a su alrededor.

-No se ve tan complicado- le Aseguró a su compañera, encogiéndose de hombros. Tras esto continuó su camino mirando en todas las esquinas, teniendo cuidado con la extraña roca. Hasta que divisó una parte en particular.

-¡Mira! ¡Creo que es esa!- señaló el rubio un pequeño tocón, encima de este había una pequeña espada, con el mango de color marrón y un pequeño círculo en el centro de color rojo. La tomó con la mano izquierda y la probó con un arbusto que estaba cerca -Es pequeña pero perfecta, por ahora.

-Creo que podrías usar eso para guardarla.- Le señaló una vaina que se encontraba en un costado. El rubio asintío mientras la tomaba , se la colocó y guardó su arma. Pensó un momento y cambió de lugar su escudo, enganchándolo en la correa de su torso.

-¡Bien! Así podré tomar ambas armas rápido- Aseguró sonriente, su amiga le asintió.

-¡Bien hecho!- le felicitó su compañera -Ahora debemos ver al Árbol Deku, ya tardamos demasiado.

-Tienes razón- Empezó a correr a hacia la salida, evitando la extraña roca -Solo espero Mido me deje pasar- Se preguntó mientras llegaba al final de su recorrido.

Al salir de la estancia, pasaron entre las cercas hasta bajar la colina, llegando al camino principal. Luego siguieron por la derecha, yendo recto hasta el final del recorrido, donde efectivamente se encontraba "El gran líder de los Kokiri".

Estaban por pasar, pero el líder se interpuso en su camino -¡Alto! No puedes pasar, el camino está lleno de monstruos, señor sin hada.

-No importa, me sé defender. Además El Árbol Deku solicita mi presencia -Le aseguró con prisa al líder de los Kokiri.

-¿Qué? ¡Imposible! ¿Por qué motivo nuestro guardián solicitaría a un chico sin hada como tú? Teniendo al gran Mido a su disposición- Aseguró orgullosamente

-¿Disculpa? ¿Y yo para ti que soy?- Le preguntó molesta la pequeña hada.

-¿QUÉÉÉÉ.? ¿Ya tienes un hada?- Preguntó sorprendido.

-¡Efectivamente, eso soy engreído!- Contestó por su amigo, enojada -Y lo que dice mi protegido es verdad, el Árbol Deku le solicita inmediatamente, de hecho a mí me encargo que lo lleve hacia él - Le aseguró, defendiendo a su compañero.

Al principio el supuesto líder se quedó pensativo, pero al ver la determinación del hada, y ver que precisamente Link llevaba espada y escudo terminó accediendo

-¡Ay, de acuerdo!- Se quitó del camino aún dudoso -ya verán como falla su misión, se arrepentirán de su decisión, ¿Cómo rayos consiguió ser el favorito de Saria y del gran árbol? Ummm...

El chico desvió la mirada, ya estaba acostumbrado que todos estén inseguros de su persona. Realmente dudaba si el Árbol Deku de verdad lo solicito a él sin equivocación. Nunca nadie había puesto sus esperanzas en él, y todo porque antes no tenía un hada, y parecía que aun con una las cosas serían iguales. ¿Habrá alguna persona que realmente llegue a confiar en él? Decidió continuar su camino cabizbajo en dirección al árbol Deku, seguido de su compañera.

-¿Link, estás bien?- Le preguntó preocupada. El rubio solo asintió con la cabeza, y siguío el camino en silencio. La sílfide decidió dejarlo en paz, esperando que al llegar ante el Árbol Deku se encontrara mejor...


El camino en si estaba lleno de plantas Deku. Link las derrotó con facilidad, solo les hacía tajos horizontales con la espada, para cortarles los tallos, obteniendo algunos palos y semillas Deku. El camino no era tan largo pues ya estaban llegando ante el guardián del bosque, al notarlo el chico guardó sus armas y su compañera se le adelantó.

Cuando llegaron frente al guardián, este se veía más oscuro de lo normal, sus hojas se caían poco a poco. Naví al notarlo tembló al pensar en lo que tendría que decirles, pero el chico aún tenía una prueba que superar.

-¡Árbol Deku! ¡Ya regresé! Y traje al chico conmigo

-Oh.. Naví, ya volviste. Link... bienvenido, escucha con atención lo que voy a decirte...- Él lo miró fijamente, asintiendo dispuesto a escucharle – Desde hace varias lunas, sé que has tenido pesadillas horribles. Cada día, el mal se fortalece extendiéndose por el mundo... Haciendo que ciertas personas tengan malos presagios... Y tú eres una de ellas- El rubio se sorprendió ante eso... eso quería decir ¿que vio el futuro?

-Ha llegado el momento de poner a prueba tu valor Link- Continuó diciendo el antiguo guardián -He sido víctima de una maldición, necesito que me liberes de ella con tu valor y sabiduría... ¿Tienes el valor suficiente para cumplir este cometido?.

El rubio no contestó a la primera. Se veía como una labor muy importante... ¿De verdad era él el adecuado para esto? Nunca antes habría imaginado algo así... a pesar de sus dudas, su guardián le pedía ayuda , así que accedió a ayudarle- Si, si lo tengo- Le respondió con firmeza.

-Que así sea, valiente Link. Entra junto a Naví.-Luego se dirigió al hada- Naví ayúdalo cuando te necesite... los estaré esperando...-Finalizó mientras abría su boca, dando paso a su interior.

-¡Vamos Link!- Le animó su compañera adelantándose.

Este se queda pensativo, estaba a punto de entrar a un lugar peligroso. Nunca había estado en una situación así. Pero después de todo pedían su ayuda, y él aceptó enfrentar su maldición.

-¡Allá voy!- Y se dirigió a toda prisa a la entrada...

Continuará...


Comentarios Finales: Bueno, ya después de muchas ediciones se encuentra de forma decente, agradezco a EgrettWilliams por ser mi Beta y a Artemiss por sus consejos.

Quería terminarlo después de la obtención de la Esmeralda Kokiri, pero no quería hacerlo tan largo, así que eso estará en el próximo cap.

No se cada cuanto lo estaré actualizando, pero espero lograr mejorar conforme pase el tiempo.

En fin hasta el capitulo 2...

Edit:Bien ya edite algunos errores, tengo pensado rehacer el capítulo en algún momento cuando ya salga de vacaciones. Ya que estoy ocupado con los capítulos siguientes, pero les aseguro que lo editare, y así más gente se animé a continuar el fic.